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martes, 1 de diciembre de 2020

Vuelo Espía Sobre Perú - historia/ficción - Machu Picchu y Polinesia

 


Narración de Vultur Gryphus:


"...Pero, había pasado mucho tiempo, y Pachacutec estaba preocupado porque se había perdido contacto con los Sehnis (seres extra humanos no identificados).


Para retomar relaciones con ellos, Pachacutec decide hacer algo importante que vuelva a atraer su atención y genere su retorno.


Para ello, selecciona un lugar escondido, en altura prominente, de difícil acceso, y con localización entre sierra y selva.


El mismo, asesorado con sus mejores arquitectos e ingenieros, realiza el diseño y ordena su construcción.


Así, después de tiempo largo y mucho esfuerzo, nació y apareció a nuestra vista la grandiosidad de la ciudadela de Machu Picchu, obra que hoy es una de las grandes maravillas del mundo.


Con Machu Picchu terminada, empezaron largos y permanentes rituales de acercamiento, esperando pacientemente la aparición de los Sehnis.


Pachacutec ansiaba retomar contacto con sus ancestros quienes ya no habían retornado luego de sus dos incursiones anteriores en Nazca y Puno.


Pero, a pesar de las prácticas religiosas en condiciones de aislamiento en un paraje lejano y solitario, no se producía ningún avistamiento.


Cansado y decepcionado, ya estaba en proceso de abandonar todo, cuando un buen día aparecieron sobre Machu Picchu varias naves, las que descendieron en la explanada, produciéndose un encuentro muy emotivo.


Los Sehnis, transmitieron a Pachacutec su satisfacción por el gran trabajo realizado por los incas en favor de los pueblos de la región.


Ya en orden todo el territorio sudamericano, les dieron una nueva misión, realizar el mismo proceso en territorios de ultramar, concretamente en las islas de la Polinesia.


Les dijeron que estaban muy preocupados por la situación de los pueblos de Oceanía, los que sufrían por el hambre, las enfermedades, el caos y la ignorancia, males que el Imperio Inca tenía que solucionar.


Conociendo de sus grandes dotes de guerrero conquistador, los visitantes seleccionaron a Túpac, Yupanqui, hijo de Pachacutec, para dirigir la ejecución de la tarea encomendada.


Túpac Yupanqui, había sido quién conquistó la mayor parte de territorios que fueron anexados al Imperio Inca, y en todo el Imperio conocían sus grandes hazañas. 


Túpac Yupanqui organizó de inmediato tripulaciones y una gran flota de naves con las que partió hacia las islas de la polinesia en el Océano Pacífico.


El, tuvo como guías iniciales a naves de los Sehnis..." (continúa)


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lunes, 24 de diciembre de 2018

No Hay Peor Enemigo de un Peruano que Otro Peruano

Mártires de Arica: Lo que pudo ser una victoria se convirtió en sangrienta derrota
por acción de otros malos peruanos.


"...Llegó un presidente boliviano que decidió elevar los impuestos a lo que se negaron los británicos, entonces éstos recurren a Chile para que invada los territorios bolivianos, ofreciéndoles financiamiento, armas, municiones, uniformes, botas, caballos, cañones, buques de guerra y todo lo que necesitasen en dinero.

Chile acepta e invade Bolivia, iniciándose una guerra, la mal llamada Guerra del Pacífico, siendo su verdadero nombre la Guerra del Guano y el Salitre.

Perú trata de mediar, pero es rechazado brutalmente por Chile, aduciendo un pacto secreto firmado entre Bolivia y Perú que mellaba los intereses chilenos.

Atendiendo a los intereses de las empresas británicas, que querían también los yacimientos de salitre y guano peruanos, Chile declara la guerra a Perú.

Perú, descuidado por políticos, empresarios y militares corruptos, es invadido y derrotado por los propiamente dichos mercenarios británicos, los chilenos.

Nos sorprendió ver cómo un presidente de Perú como Nicolás de Piérola, en plena guerra, tramara la derrota de sus 2 principales comandantes en dos importantes y claves zonas del sur peruano, y en Lima negara un ataque sorpresivo con altas posibilidades de éxito sobre tropas chilenas descontroladas.

Es cierto, el 12 de marzo de 1880 vimos como la corbeta Unión salió de El Callao a su séptima y última expedición en la Guerra del Guano y el Salitre, con destino al bloqueado puerto de Arica.

En la madrugada del 17 de marzo, la Unión, amparada en la oscuridad y en absoluto silencio a bordo, entró en Arica, navegando temerariamente pegada a la costa y burlando a la escuadra bloqueadora.

La maniobra exitosa de la Unión fue recibida con júbilo por los peruanos y por las tripulaciones de los buques de guerra extranjeros, que se habían percatado y observado las maniobras de la corbeta peruana.

Los bloqueadores chilenos burlados recién se dieron cuenta de lo que estaba pasando a plena luz del día, cuando la Unión ya estaba descargando los suministros, proceso que se llevó a cabo sin dificultades.

 En igual forma como entró, la Unión salió de regreso sin que los chilenos se dieran cuenta.

Lamentablemente, Nicolás de Piérola, el presidente peruano, deseaba la derrota de su país en Tacna y Arica, por ello en un acto de alta traición, mandó con la Unión los siguientes pertrechos:

-2 ametralladoras (una de ellas malograda);
-400 pares de zapatos
-Tela blanca en gran cantidad.

Eso era todo, ni armas, ni municiones, ni alimentos, ni dinero, ni medicinas, nada de eso.

Lo que vimos nos parecía un mal sueño, pero era la realidad.

El presidente Piérola estaba resuelto a que el Perú sea derrotado, para evitar un triunfo que debía enaltecer a Lizardo Montero, jefe peruano en Tacna, y a Francisco Bolognesi comandante peruano en Arica, hecho que hubiera podido debilitar su futuro político.

Pero, la cosa no quedó a ahí, existieron más acciones depredadoras de parte de Nicolás de Piérola en contra de su propio país.

El Segundo Ejército Peruano con sede en Arequipa marchó hacia Tacna para unirse al Primer Ejército Peruano, y realizar una maniobra envolvente sobre las tropas invasoras chilenas.

Llegando a poca distancia del campo de batalla, el comandante del 2° Ejército, el coronel Segundo Leiva, decide traicionar al Perú, retornando a Arequipa por órdenes del presidente peruano, las que sumisamente y por cobardía obedece dejando abandonado a su suerte al Primer Ejército.

Como era de esperarse, las tropas peruanas, junto con mal preparados y desganados soldados bolivianos, son abatidas en Tacna, hecho que el presidente peruano celebró más que los mercenarios chilenos.

En Arica sucede lo mismo. Vimos los numerosos telegramas que Bolognesi remitía a Leyva para que apure el paso y envuelva a las tropas chilenas, pero nunca tuvo respuesta y murió en medio de una cruel masacre que incluyó el degüello de soldados peruanos rendidos y también de los heridos..." continúa.

Texto: Capítulo VII "Una Larga Noche Oscura y Tempestuosa", del libro "Vuelo Espía Sobre Perú: Vultur Gryphus Narra Incrédulo Lo Que Vió"".

Este libro está disponible en Amazon 

jueves, 13 de diciembre de 2018

Algo Oculto en el Encuentro Atahualpa - Pizarro

Encuentro de Atahualpa y Pizarro en Cajamarca




 "Coincidiendo con las circunstancias en que por la fuerza Atahualpa asume como inca, aparece en la costa norte peruana un grupo armado montado en caballos, con espadas, arcabuces y cañones, y con casco y armadura de metal, algo que por primera vez veíamos en esta parte del mundo.

Según nos enteramos después pertenecían a un continente más desarrollado, y venían con fines de conquista.

El nombre del comandante del grupo era Francisco Pizarro.

Atahualpa se encontraba por coincidencia también en el norte, en Cajamarca, pasaba unos días de descanso en unas pozas de agua caliente natural, cercanas a la población, que hoy se llaman Los Baños del Inca.

Pero ¿fue solo una coincidencia?, nos pusimos a averiguar y nos enteramos, que los seres de otros mundos, siempre interesados con respecto al bienestar de los pobladores de la región, habían contactado en Panamá con Pizarro, pues sabían que estaba organizando una expedición de conquista, le habían informado sobre el estado crítico del Imperio Inca, así como la ubicación de Atahualpa, y le habían urgido para que zarpe con sus soldados hacia el Perú.

Le dijeron a Pizarro que estaban desencantados con los trágicos sucesos que estaban ocurriendo en el Imperio Inca, el crimen de Atahualpa contra su hermano, y la usurpación del trono imperial.

Querían el fin del Tawantinsuyo, y el inicio de una nueva era, con la introducción de todos los avances culturales, científicos, sociales, económicos y religiosos que podía aportar Pizarro.

Para ellos, Atahualpa y sus seguidores debían ser depuestos y con ellos finalizar la existencia del Imperio Inca.

Le ofrecieron a Pizarro todo su apoyo, y le aseguraron el éxito de su misión.

Pizarro desembarca en la costa norte peruana y avanza hacia la sierra, con destino a Cajamarca, cruzando la Cordillera de los Andes en fuertes caballos españoles.

Llega a Cajamarca y se instala, mandando una delegación a visitar a Atahualpa, quién se relajaba en los cercanos baños térmicos.

Los comisionados fueron recibidos por Atahualpa a quién saludaron a nombre de Pizarro, y le trasmitieron su invitación para que lo visite en Cajamarca, la que fue aceptada.

Pero, nos quedamos sorprendidos ¿cómo un inca acepta que elementos extraños invadan su imperio y lo inviten a presentarse en un lugar que está dentro de su propio territorio? ¿no hubiera tenido que ser al revés, que el inca los invitará a visitarlo?

Según información que recibimos, los seres celestiales, habían también aparecido en Cajamarca avisándole a Atahualpa de la próxima visita de un dios (por Pizarro), le dijeron que debía cumplir sus indicaciones, sometiéndose a todos sus mandatos. 

Cuando llega la delegación de Pizarro a visitarlo, Atahualpa se sorprende al ver gente distinta a ellos, montada sobre grandes y desconocidos animales (los caballos), de la que emanaban luces (los reflejos de las corazas frente al sol).

Atahualpa, ya no tenía ninguna duda, eran los dioses anunciados por los extraterrestres.

Atahualpa, atendiendo la invitación de Pizarro, viaja a Cajamarca con su ejército completamente desarmado, donde es recibido por Pizarro quien mediante una estratagema logra secuestrarlo y encerrarlo..."(continúa)

Texto: Parte del Capítulo V del libro "Vuelo Espía Sobre Perú"

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