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martes, 1 de agosto de 2017

Lima Capital de la Música, Canciones y Danzas de Latinoamérica: Juan Diego Flórez y Sinfonía por el Perú

Juan Diego Flórez
y
Sinfonía por el Perú

Extraordinaria presentación de Sinfonía por el Perú entidad que reunió a 400 niñas y niños peruanos tocando variados instrumentos y cantando con el acompañamiento de los mejores conjuntos de baile nacional del Perú.

Sinfonía por el Perú fue creada por el gran tenor Juan Diego Flórez quién impulsa con gran entusiasmo su desarrollo en el ámbito nacional e internacional.

Presentamos algunas piezas musicales del último gran concierto:




lunes, 11 de octubre de 2010

Juan Diego Flórez ofreció excelso recital en México


Con un canto expresivo, fácil y virtuoso, el tenor peruano Juan Diego Flórez conquistó anoche a cerca de 4,000 personas durante un recital que ofrecio en el auditorio nacional.

Nombrado por Luciano Pavarotti (1935-2007) como su heredero, el cantante, que ha recibido numerosos premios y condecoraciones en todo el mundo, tuvo una exitosa presentación tras casi siete años de no presentarse en esta ciudad.

Acompañado por la Orquesta Sinfónica de Yucatán (OSY), bajo la direccion del concertista Juan Carlos Lomonaco, su presentación estuvo a la altura de los grandes conciertos operísticos y dejó una grata impresión entre los asistentes.

Sencillo, alegre, carismático y con un rico timbre vocal, el intérprete ofreció sobre el escenario un repertorio conformado por obras de compositores italianos, franceses, mexicanos, peruanos y venezolanos.

La música de Gioacchino Rossini, Gaetano Donizetti, Charles Gounod, Pedro Elías Gutiérrez, Chabuca Granda, José Pablo Moncayo, Arturo Márquez y José Alfredo Jiménez atrapó al público durante las dos horas de concierto.

Con agudos sorprendentes, comunicación y cercanía con el auditorio, algunos aires latinoamericanos y muchos temas de compositores italianos, Flórez ofreció un excelso recital operístico en el coloso de Reforma.

Apenas apareció en el escenario, ataviado con un esmoquin negro, el público lo recibió con una tremenda ovación, gesto que el cantante agradeció con un par de caravanas.

Su repertorio se caracteriza por interpretar un estilo entre el siglo XVIII y comienzos del XIX en Europa, con temas de compositores como Rossini, Bellini y Donizetti, que no son los únicos pero sí los básicos, en esta ocasion incluyó obras de mexicanos, venezolanos y peruanos, lo que le valió una lluvia de aplausos.

Durante la primera parte destacó la participación de la OSY, que también convenció al ejecutar con maestría Sinfonia-Cenerentola, Sinfonia-Semiramide y Sinfonia-Guillaume Tell, de Rossini.

Para la mitad, el virtuoso del bel canto continuó atrapando miradas, sobre todo de las damas, quienes después comentaron encontrarle un parecido con el futbolista portugués Luis Figo, informó Notimex.

En la recta final del show, la OSY volvió a deleitar con Huapango de Moncayo, una pieza que estremeció al auditorio, pues esta obra cumbre del compositor mexicano José Pablo Moncayo es considerada el segundo himno de México.

El llamado "Tenor de Oro'' hizo gala de la música popular mexicana al deleitar con Ella, del compositor José Alfredo Jiménez, una obra que llegó al alma del público mexicano.

Al término del recital, algunos de los presentes despidieron de pie al tenor, quien con una gran sonrisa agradeció la hospitalidad del público mexicano.

Tras su presentación en el auditorio nacional, el tenor viajará a Santiago de Chile donde el 14 se presentará en el teatro Municipal; posteriormente, el 22, 25 y 29 lo hará en Viena, Austria.

Vía Andina

domingo, 3 de octubre de 2010

Juan Diego Flórez, el viaje de Led Zeppelin a Rossini


ESTRELLA OPERÁTICA En conversación con "El Mercurio", recorre su carrera y sus desafíos actuales:

El célebre tenor viene a nuestro país en el top de su carrera. Ofrecerá un único concierto el jueves 14 de octubre, donde interpretará algunas de las más difíciles páginas de su repertorio, en un espectáculo en beneficio de la reconstrucción del Teatro Municipal. 

Disputado por los grandes teatros del mundo, el peruano Juan Diego Flórez (Lima, 1973) es el mejor tenor rossiniano de estos días. A pesar de su juventud, ha explorado casi todos los títulos imprescindibles de Rossini, Bellini y Donizetti, repertorio donde su voz está a sus anchas con esa capacidad extraordinaria que tiene para las coloraturas y los sobreagudos, aparte de su admirado fraseo y el timbre solar.

Su primer gran éxito se produjo en el Festival Rossini de Pesaro, en 1996. Tenía 23 años e iba a cantar un papel en "Ricciardo e Zoraide", pero fue llamado para sustituir a Bruce Ford, enfermo, como Corradino en "Matilde di Shabran", rol de altísimas dificultades. Fue un éxito. Ese mismo año debutó en La Scala, en "Armida", de Gluck, y en la temporada siguiente, llegó a Covent Garden para el Conde Potoski en una versión de concierto de "Elisabetta", de Donizetti. Desde entonces su vida artística no se detiene.

-Ahora que lleva tantos años de carrera como tenor, ¿no extraña cantar Led Zeppelin o Elvis, como hacía cuando era niño?
"En esa época hacía covers de ellos y todavía me gusta de vez en cuando escuchar esa música, pero cantarla ya no. A veces canto música de Chabuca Granda y boleros. Eso sí, porque era parte de mi entorno familiar".

-¿Qué recuerda de cuando su papá era acompañante de Chabuca Granda? ¿Siente haber aprendido cosas de ellos que hoy le sirven?
"Algunos dicen que mi papá era guitarrista de Chabuca. Eso no es verdad. Él cantaba. Yo no conocí a Chabuca, pero tengo recuerdos vívidos de ese tiempo; fue algo que me quedó muy grabado. En especial, el profesionalismo de esa gente y su amor por la música".

-¿Cuándo fue que su voz dio muestras claras de que estaba hecha para el canto lírico? ¿Se sorprendió de eso?
"Tenía como 14 o 15 años. Cantaba música popular. No sabía nada de ópera. Como a los 16 empecé a estudiar canto impostado y fui descubriendo cosas. Mis primeras clases de canto fueron un poco rudimentarias, pero cuando el camino fue la ópera la cosa se puso seria y todo se fue dando. Mi maestro avanzaba bien conmigo. Comencé a escuchar a Alfredo Kraus, a Luciano Pavarotti, y vi que me gustaba esa música. Me zambullí en ella, me conquistó".

-¿Pero cuándo supo usted que podría tener un buen futuro en la ópera?
"Fue en el momento de audicionar en Estados Unidos para obtener una beca: todas las escuelas querían dármela. Tenía 20 años. Me quedé en Filadelfia. Y, claro, me sorprendió mucho todo lo que sucedía, pero me dije... bueno... por algo será".

-¿Recuerda cuál fue la primera aria de ópera que aprendió?
"Más o menos... Puede haber sido 'O del mio dolce ardor' (de "Paris y Helena", de Gluck), algo del Parisotti (se refiere a Alessandro Parisotti, nombre del compositor y editor de un famoso compendio de arias antiguas), un aria de 'El Mesías', de Haendel, y un aria de 'La clemenza di Tito', de Mozart".

-¿La coloratura siempre estuvo presente?
"Siempre".

-¿Fue difícil alguna vez la coloratura?
"No. Eso venía fácil. Desde el comienzo lo más difícil fue cantar ligado".

-¿Qué opción tiene prevista? ¿Se va a especializar en un repertorio circunscrito, cada vez más refinado, como Alfredo Kraus en el suyo, o lo irá ampliando a otros territorios más allá de Donizetti y Rossini, como hizo Pavarotti?
"Mi voz es adecuada para el belcanto. Mi material no ha cambiado con el tiempo. Quizás he obtenido más soltura, me cuesta menos todo tanto en el aspecto técnico como en el interpretativo. Pero la voz se ha mantenido intacta. No se ha vuelto ni más gruesa ni más grande. Cada vez está más elástica. De manera que el repertorio no debiera cambiar. Hay veces que las voces comienzan a perder flexibilidad y uno se ve en la obligación de tener que dejar de hacer un determinado repertorio. No ha sido mi caso, hasta ahora. Voy añadiendo roles dentro de un mismo rango".

-¿Hay nuevos papeles en preparación?
"Sí. Cantaré 'Linda di Chamounix', de Donizetti, y también 'Los pescadores de perlas', de Bizet".
-Usted cantó alguna vez el Duque de Mantua, del "Rigoletto'' verdiano...
"Sí, pero creo que es el único papel de Verdi que me viene por ahora".

-Dado que tiene le physique de más un rol, ¿no le han presentado algún proyecto de hacer ópera en cine, tipo "Otello", de Zeffirelli, o algo así? ¿Lo consideraría, de haberlo?
"Sin duda. De hecho iba a ser el Duque de Mantua en la película sobre 'Rigoletto' que acaba de protagonizar Plácido Domingo (el rol del Duque lo hizo finalmente Vittorio Grigolo). Ese proyecto nació conmigo, pero resulta que se filmó en el tiempo en que yo estoy de vacaciones, que para mí es sagrado. A mí me gusta disfrutar de mi casa. Los contratos de presentaciones se hacen con mucho tiempo de antelación y suele ocurrir que todo aquello extra, como películas o cosas para la TV, es en tiempo de verano. De manera que renuncié a hacerlo".

-¿Cuesta más preocuparse de la construcción dramática de un personaje cuando está tan pendiente de los agudos y los sobreagudos, algo habitual en el belcanto ?
"Sí, cuesta. Pero cuesta mucho más cuando el papel no está resuelto en lo vocal. Si ya está incorporado a tu vocalidad, puedes dejarte llevar, pero si estás preocupado de qué nota hay que dar... a veces no hay caso".

-¿Ha visto en algún rol que su idea interpretativa cambia a medida que va haciendo otra producción de la misma ópera? Que el personaje de la primera vez no es el mismo...
"Sí. Es algo que me ha sucedido con Almaviva, de 'El Barbero de Sevilla', que he hecho tantas veces. Cuando lo hice en la Scala, lo sentí diferente".

-¿Se hizo más complejo?
"Al revés. Creo que se fue simplificando. Se volvió menos artificioso. Yo creo que a medida que uno crece, descomplica las cosas. La madurez se nota en la forma de cantar y en cómo se aborda de una manera más directa un rol".

-Hoy los teatros firman contratos con los cantantes con cinco y más años de adelanto. ¿Le causa problemas eso? ¿Cómo saber si en cinco años más su voz será la adecuada para los papeles que tiene comprometidos?
"Lo que pasa es que en esto hay un interés de ambas partes. Porque estamos hablando de teatros importantes como el Metropolitan, el Covent Garden, la Scala... Entonces, uno quiere al teatro y el teatro lo quiere a uno. Muchas veces ocurre que si te comprometes para el 2015, te comprometes a estar ahí cantando algo, pero no exactamente un personaje determinado. En otras ocasiones es un compromiso de palabra, y no se firma. Al comienzo de la carrera suceden cosas especiales, como que firmas un contrato para dentro de unos años por tal cantidad de dinero y resulta que poco tiempo después ese dinero te parece poco porque ya estás en otro nivel... Pero así es este trabajo".

-¿Hay algún papel que represente un sueño que le gustaría realizar?
"No especialmente. Me preocupo de los roles que estoy estudiando".

-¿Y alguno que sea un sueño, aunque irrealizable? ¿Tristán... Otello...?
"(risas) No, para nada. Son personajes que no están hechos para mi voz".

-Lo vi vestido de monja en los adelantos fotográficos de la producción de "El Conde Ory" del Metropolitan...
"Sí, muy divertido. Esta ópera de Rossini fue, durante muchos años, un título importante. Pero después fue muy difícil encontrar a un tenor que asumiera la parte. Estoy muy contento de hacerlo en el Met".

-¿Cómo se lleva usted con las puestas en escena contemporáneas?
"Bastante bien. Uno tiende a ayudar al éxito de la producción. Claro que con la experiencia también uno se da cuenta de inmediato cuándo las cosas van destinadas al fracaso. Uno ve venir la catástrofe. En esos casos, intento que al menos lo mío salga bien parado. Me ha sucedido que a veces temo hasta por el traje que me van a poner... Pero entonces trato las cosas con diplomacia, con delicadeza y, normalmente, se obtienen buenos resultados. Tenemos que jugar al ¡sálvese quien pueda!''.

-En Chile hay cerca de 100 mil peruanos. Muchos de ellos estarán afuera del Teatro Municipal cuando su recital sea transmitido a la calle y proyectado.
"Quiero mandarles desde ya un mensaje de saludo. Estoy feliz porque de alguna manera no sólo les cantaré a los chilenos sino también a los míos. Me gustaría contarles que estamos muy avanzados en la Fundación de Orquestas y Coros, que es un proyecto basado en el de José Antonio Abreu de Venezuela, que ha dado tantos buenos resultados".

-¿Ha podido cantar en Perú?
"Sí, pero no todo lo que quisiera. Una vez al año o cada dos años. Queremos hacer en Lima 'El Barbero'. Para mí es una ilusión también cantar en Chile; varias veces hicimos intentos, pero por una u otra cosa no se pudo''.

-En Perú nacen tenores ligeros... Tenemos a Luigi Alva y a Ernesto Palacio, quienes estuvieron varias veces en Chile...
"Pues sí. Ellos dos son grandes cantantes. Ernesto, además, es mi amigo y mi mánager. Muchas veces él me dice lo que debo y no debo hacer. También tuvimos en Perú a Alejandro Granda, un gran tenor spinto de los tiempos de Toscanini".

-Así como Perú produce tenores, Chile parece que produce sopranos...
"(risas) ¡Es cierto!''.

 Qué escuchar para conocerlo. Juan Diego Flórez firmó para la casa Decca en 2001, y desde entonces ha lanzado cuatro CDs de recitales solistas: "Rossini arias", que ganó el Cannes Classical Award de 2003; "Una furtiva lacrima", que obtuvo el Cannes Classical Award de 2004; "Great Tenor Arias" (2005) y "Sentimiento Latino" (2006), con títulos de la música popular como "La flor de la canela" (Chabuca Granda) y "El día que me quieras" (de Gardel y Le Pera). Este año, Decca también editó "Orfeo y Eurídice", de Gluck, en su versión francesa, con Flórez como protagonista absoluto acompañado por Ainhoa Garmendia y Alessandra Marianelli, dirigidos por Jesús López Cobos. Y Virgin Classics lanzó, en DVD, su apabullante versión de "El Barbero de Sevilla", con Joyce di Donato, Piero Spagnoli y Alessandro Corbelli, dirigidos por Antonio Pappano, de una función calificada de histórica de la Royal Opera House londinense de 2009

Juan Antonio Muñoz H. Vía El Mercurio

viernes, 21 de mayo de 2010

Juan Diego Flórez en Chile


El tenor del momento debutará el 14 de octubre en el Teatro Municipal, para apoyar la reconstrucción del coliseo. Lo auspician "El Mercurio" y la embajada de Perú.

Será el acontecimiento lírico del Bicentenario. Confirmado: el gran tenor peruano Juan Diego Flórez (1973) debutará en Chile el jueves 14 de octubre (19:00 horas), en nuestro Teatro Municipal.

"Son varios años de negociaciones. Estuvimos a punto de traerlo en 2007, para celebrar nuestros 150 años, y estábamos listos para concretar su visita para 2012, pero en un gesto de gran generosidad del artista, él decidió adelantar su debut para este año, para ayudar a la reconstrucción de nuestro teatro, dañado tras el terremoto. Son varios los millones que hay que desembolsar para los arreglos", comenta en exclusiva a "El Mercurio" Andrés Rodríguez, director del coliseo.

Es todo un acontecimiento para los operáticos, ya que Flórez está catalogado como una de las voces masculinas del momento, el más brillante tenor rossiniano y privilegiado exponente del bel canto . En vida, el mismo Pavarotti señaló que si tuviera que escoger a un sucesor, ese sería el cantante peruano.

"Estamos hablando de un artista que llega en la cúspide de su carrera. Tiene tal cantidad de requerimientos en los escenarios más top del mundo que nos resultaba imposible traerlo, pero él accedió actuar en condiciones muy excepcionales", agrega Rodríguez, quien además adelanta que las entradas para el único concierto-que cuenta con el auspicio de "El Mercurio" y la embajada de Perú- se pondrán próximamente a la venta. "Les daremos prioridad a los abonados, pero la buena noticia es que colocaremos dos pantallas gigantes, afuera del teatro. Ese día se cerrará la calle Agustinas y habrá graderías para más de mil personas. La idea es que todos los fanáticos que no alcanzaron a adquirir sus localidades no se pierdan este hito musical".

Rodríguez explica que el tenor peruano llegará el 12 de octubre al país, para ensayar con la Orquesta Filarmónica, la que será dirigida por el italiano Alessandro Vitiello, quien suele acompañar a Flórez en muchas de sus presentaciones.

También el repertorio del 14 será imperdible, con varias arias de óperas italianas que han hecho mundialmente famoso al cantante, entre ellas "Capuletos y Montescos", de Bellini; "Semirami", de Rossini; "El elíxir de amor" y la "Hija del regimiento", de Donizetti. "Esta última con los nueve Do agudos. Sin duda será una noche espectacular y uno de los puntos más altos en la historia de nuestro teatro", puntualiza Rodríguez.

Número uno
Juan Antonio Muñoz

Crítico de ópera

"Juan Diego Flórez es un tenor lírico-ligero extraordinario, cuyos agudos más extremos (Re bemoles y Re naturales) los emite sin necesidad de falsete y que es hoy 'el' gran tenor rossiniano . Es un lujo que pueda venir a cantar a Chile en momentos en que está en el pináculo de su carrera".

Mario Córdova

Productor Radio Beethoven

"Un notición. Primero que todo, hay que felicitarnos de poder ver en Chile a un artista que está absolutamente en la cúspide. Estamos hablando de uno de los tres tenores más famosos del momento, y en el bel canto , lejos es el número uno. Su nombre es infaltable en el MET de Nueva York. Este año cantará allí 'El conde Ory', de Rossini".

El rol activo del ministro Luciano Cruz-Coke
"A veces parece que el Consejo de la Cultura financiara fundaciones y corporaciones meramente por existir, pero esos recursos deben generar un mayor acceso a la cultura. No se entiende que ese financiamiento no llegue a quienes más necesitan la ayuda del Estado, por privados que no son capaces de llegar a quienes menos tienen", enfatiza el ministro de Cultura Luciano Cruz-Coke. Y agrega: "En junio empieza a regir un convenio entre el Consejo y todas las entidades privadas con financiamiento estatal, como la Corporación Cultural de Santiago, que recibe $1.800 millones anuales del Consejo, lo que permitirá fiscalizar y la retroalimentación con el Consejo". El concierto de Juan Diego Flórez se financia vía Ley de Donaciones Culturales, explica: "Es nuestra responsabilidad hacer exigencias. Le propusimos a Andrés Rodríguez ampliar el público, instalando pantallas led y graderías para 4.000 personas. Tenemos una serie de proyectos con el Municipal de acá a fin de año, porque el público popular debe tener acceso a cultura de alta calidad". (Maureen Lennon Zaninovic – El Mercurio – Chile)


L'elisir d'amore - Una furtiva lagrima

miércoles, 12 de mayo de 2010

El Telegraph califica de “impresionante” concierto de Juan Diego Flórez en Londres


El influyente diario británico Telegraph, catalogó de “impresionante” el concierto realizado por el tenor peruano Juan Diego Flórez en el Barbican Hall de Londres el último viernes.

Según la crítica de Ivan Hewett, publicada en telegraph.co.uk, el cantante peruano “es indiscutiblemente” el mejor en belcanto, debido a su intensa voz.

“Todo fue muy impresionante. Por momentos, así como en el famoso ‘Ah il piu lieto’ de Rossini en El Barbero de Sevilla, me sorprendió más que nada la técnica de Flórez”, menciona Hewett en su artículo.

Aseguró que Juan Diego “es impresionante”, mientras resalta que el secreto del tenor peruano radica en “un ritmo inteligente” y en “no alejarse demasiado del suave final del repertorio”.

“Uno se da cuenta de cierta igualdad en los colores de voz, de esa cualidad que lo hace más admirable que encantador,” añadió.

El Barbican Hall, situado en el corazón de la capital inglesa, es el hogar de la famosa Orquesta Sinfónica de Londres.

Flórez es considerado como una de las voces más importantes en los últimos años e incluso muchos especialistas lo sitúan como un sucesor natural de Luciano Pavarotti, quien llegó a escucharlo cantar antes de morir.

Es conocido además que la agenda de presentaciones del tenor peruano está copada durante los próximos años, calendario que rompe para efectuar presentaciones en el Perú, como parte de su labor destinada a la promoción de la ópera. (Andina)


miércoles, 3 de junio de 2009

En España El tenor peruano Juan Diego Flórez pone en pie al Teatro Real con un recital dedicado a Alfredo Kraus

El tenor peruano Juan Diego Flórez ha salido al balcón del Teatro Real, en Madrid, para cantar 'La flor de la canela' al público que ha seguido su recital desde la plaza de Oriente


En septiembre se cumplen diez años de la muerte de Alfredo Kraus y el tenor peruano Juan Diego Flórez ha querido dedicar expresamente al tenor español el derroche de voz con el que ha puesto en pie al Teatro Real y al que será su director artístico a partir de enero, Gerard Mortier.

Ellos no han sido los únicos que han recibido emocionados cada una de las canciones rossinianas y españolas con las que Flórez ha "consolado" al público español por su decisión de no cantar el papel del duque de Mantua del Rigoletto que mañana estrenará el Real ya que el público congregado ante la pantalla instalada en la Plaza de Oriente ha sido, al menos, igual de entusiasta.

A unos, a los del interior del teatro, les ha agradecido su entusiasmo con cuatro "propinas" y a los de fuera cantando, a capella, y nada más terminar el recital, La flor de la canela asomado a la terraza del Real.

Madrid, rendido ante el tenor
Si ese gesto, que la gran mayoría del público "de pago" se ha perdido porque Flórez lo ha hecho sin previo aviso e inmediatamente después de salir por tercera y última vez a saludar, ha provocado el arrebato en la plaza de Oriente, en el patio de butacas se han escuchado durante el recital piropos de todos los cortes, especialmente con la canción que ha cerrado los bises, el bolero Júrame, y con los nueve 'do' de pecho de Ah! mes amis de La Fille du Regiment.

En esas dos ocasiones, y en medio de los "bravo", "guapo", qué majo eres" ó "eres el rey" dedicados a Flórez, Mortier se ha puesto en pie al igual que el resto del público, incluido el actual director artístico del Real, Antonio del Moral, con el que el belga ha intercambiado varios comentarios sobre el espectáculo.

Tampoco han escatimado, ellos y el público, la pasión con la "novedad" de la noche: el aria Terra amica de la ópera Zelmira, -que interpretará este verano en el Festival de Pessaro-, y con el que ha cerrado la primera parte, dedicada íntegramente a su "especialidad": Rossini.

La segunda la ha abierto con el Ah! lève-toi, soleil! de Roméo et Juliette de Gounod, ha seguido con La alegría del batallón de José Serrano, El guitarrico de Agustín Pérez Soriano, Emigrantes de Rafael Calleja y Tomás Barrera, y para terminar ha recuperado a Rossini con Asile hereditaire...Amis, amis de Guillaume Tell.

Para las "propinas", como él las ha llamado, y para cuya elección ha bromeado con el pianista, Vincenzo Scalera, diciendo que no sabían qué cantar, se ha guardado, además de Júrame y Ah! mes amis, Cessa di piu resistere y L'alba separa dalla luce l'ombra.

A Mortier, el concierto, que se repetirá el próximo domingo, con pantalla gigante incluida, le ha parecido "fantástico", igual que a la esposa del tenor, Julia Trappe, según han manifestado ambos al término del recital.


Fuente: diario QUE de España – www.que.es




miércoles, 12 de noviembre de 2008

Peruano Juan Diego Flórez es considerado como el mejor tenor del “bel canto” del mundo

Juan Diego Flórez

La más mágica de las expresiones relacionadas con el universo de la ópera, el bel canto, significa literalmente 'bello canto'. La esencia del bel canto llegó a su culmen durante las tres primeras décadas del siglo XIX, con cantantes que poseían una tesitura, una virtuosidad y una expresividad por las que no tardaron en entrar en el mundo de la leyenda. Estos extraordinarios intérpretes eran las 'rockstars' de su época y provocaban el delirio de los espectadores a donde quiera que iban y actuaban.

Por suerte, el bel canto se impone también hoy en los escenarios, sobre todo gracias a la contribución de Juan Diego Flórez. Durante los diez últimos años, el tenor peruano ha seducido a la crítica y al público de todo el mundo gracias a sus proezas técnicas y a una seguridad estilística probablemente equivalentes a las de los mejores tenores que se podían escuchar hace 50 años. Su extraordinaria vocalidad, junto a su irresistible presencia escénica, condujo a los grandes teatros líricos a reponer numerosas obras escasamente interpretadas.

Juan Diego Flórez ha alcanzado una etapa de su carrera en la que puede permitirse el lujo de invitar a eminentes colegas suyos a grabar con él. Este tipo de iniciativa es relativamente habitual en la música popular, pero, en cambio, es raro o, incluso, inédito, entre las estrellas de la ópera de este calibre. Así lo ha hecho para 'Bel Canto Spectacular', su nuevo disco. «Elegí a aquellos a los que quería invitar. Son todos amigos míos con los que ya había actuado antes. Les llamé e intenté convencerlos. No fue fácil hacer coincidir las agendas. De ahí que sea una suerte que hayan podido formar parte de esta aventura».

Esta iniciativa viene a confirmar, por si fuese necesario, la supremacía del tenor peruano en el repertorio. Pero, ¿qué es, para él, el bel canto? «Ante todo, un canto ligado, es decir elegantemente homogéneo. Eso es muy importante. Así como la agilidad y los agudos, que son omnipresentes en el bel canto, sobre todo para el tenor y la soprano. Mucha expresividad, también, porque la orquestación no reúne demasiados efectos dramáticos para apoyarnos. Todo reposa sobre nosotros. Y, por último, la comunicación, el mensaje que hay que hacer pasar».

El bel canto experimentó su apogeo con la música de una virtuosidad extraordinaria de Gioachino Rossini, el estilo elegante y modulado de Vincenzo Bellini y la urgencia teatral de Gaetano Donizetti. Mencionar a estos tres compositores es aludir a los gigantes del bel canto, todos ellos esenciales en la carrera de Flórez. A pesar de que el tenor tienda a subrayar que el término de gigante se le puede aplicar a todo lo que se remonta a la época de las óperas de Haendel.


El bel canto entró en la vida de Flórez en Lima, cuando era un simple estudiante del conservatorio. «Andrés Santa María, el director del Coro Nacional de Perú, era un fan del bel canto y fue él el que me enseñó». Bajo la tutela de Santa María, Flórez descubrió que conseguía con facilidad «hacer evolucionar» su voz a través de las partituras barrocas. Una aptitud que iba a mostrarse crucial para su futuro de cantante. El joven tenor cantó varias óperas belcantistas, mientras era estudiante del Curtis Institute of Music de Filadelfia, pero la auténtica revelación fue su trabajo en 'Il viaggio a Reims' de Rossini en Italia con el tenor Ernesto Palacio. Compatriota peruano, que se convirtió en el mentor más influyente de Flórez, Palacio convirtió a Rossini en su especialidad a lo largo de toda su prestigiosa carrera. «Después de eso —recuerda Flórez— me sentí extraordinariamente cómodo con el estilo belcantista. Él me enseñó a cantarlo con vocales claras y abiertas. Cuando regresé al Curtis para la repetición de Viaggio a Reims, todo el mundo estaba impresionado, porque ya no cantaba como antes. Este encuentro con Ernesto Palacio me ayudó a confirmar que mi repertorio iba a ser el bel canto y, sobre todo, Rossini». Todos los elementos estaban en su sitio para el despegue internacional de Flórez en 1996, a los 23 años, en 'Matilde di Shabran' de Rossini en el Festival de ópera Rossini de Pesaro.

El triunfo conseguido en Pesaro marcó el comienzo de una carrera que ha ido cosechando éxito tras éxito, dado que las reencarnaciones de Flórez abarcan varias de las que están representadas en este disco. Es algo extraordinario, por ejemplo, oírle hacer suyo el estilo enormemente barroco y los espectaculares agudos de Rossini. Pero también le encanta el carácter, que él define como 'legatissimo', de la música de tres óperas de Donizetti, que todavía no interpretó en el escenario: 'Lucrecia Borgia', 'La Favorite' y 'Linda de Chamounis'. Y también disfruta con 'I puritani' de Bellini.

«Cuando se cantan las partituras de Bellini —explica Flórez— se le pone a uno la carne de gallina. Y durante un instante, uno se convierte en su propio público. A menudo, me emociono realmente con ellas, lo cual no deja de ser peligroso. Porque, cuando uno está emocionado, puede resentirlo el canto. Por eso, hay que controlarse».

Está claro que Flórez adora compartir su entusiasmo por este repertorio con artistas capaces de evolucionar a su mismo nivel, como los invitados de este disco: la soprano italiana Patricia Cioli («Dispone de una magnífica delicadez en su voz, es una auténtica cantante de bel canto por su forma de cantar, su ornamentación y su flexibilidad»); la soprano Anna Netrebko («No es sólo una gran cantante, sino también una gran actriz, desborda energía y proporciona mucha credibilidad a todo lo que hace»); la mezo-soprano italiana Daniela Barcellona («Una voz realmente excepcional, amplia pero increíblemente flexible y expresiva»); y el barítono polaco Mariusz Kwieclen («Cuando interpretamos el Don Pasquale en el Met, quedé realmente impresionado por su timbre y por lo coloreada que es su voz»).

Para Flórez, «este disco es realmente un regalo, porque en él se puede encontrar a los mayores artistas actuales, sin hablar de mí mismo. Es extraordinario poder escucharlos a todos en un mismo CD. Me siento orgulloso de cantar en este disco con estos maravillosos cantantes, maravillosos colegas y maravillosos amigos».
ROGER PINES
Fuente: diario El Mundo de España –
www.elmundo.es


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