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sábado, 22 de julio de 2023

El Legado de Destrucción de San Martín y Bolívar - Las Hordas Invasoras Bárbaras

 


Desde el sur primero...

...José de San Martín, con tropas argentinas y chilenas...

...y luego, ante su fracaso...

...viene Simón Bolívar desde el norte...

...esta vez con un aguerrido núcleo británico...

...al que se sumaron soldados de Venezuela...

...Colombia, Ecuador, y peruanos de mala gana...

...fueron las hordas que se formaron para destruir Lima...

...capital del Virreinato del Perú...

...y proclamar la "independencia"...

...algo que los peruanos no querían...

...porque formaban parte de la población...

...más avanzada del continente.

Todos estos ejércitos bárbaros se retiran del Perú...

...dejando a Lima y todo el país destruidos...

...en un caos absoluto...

...y con sus arcas vacías producto del saqueo que sufrieron. 

11 años después de la capitulación de Ayacucho, en 1835...

...el famoso naturalista ingles Charles Darwin...

...arriba al puerto de El Callao en la corbeta Beagle...

...en la cual realizaba sus viajes de investigación. 

En su diario de viaje Darwin...

...narra lo que vio durante su estadía en Lima...

...gracias a ello, podemos conocer el estado desastroso de la ciudad...

...situación que se proyectaba a las provincias peruanas...

...panorama de destrucción que se constituye...

...en el legado independentista de José de San Martín...

...y Simón Bolívar a los peruanos.

En el siguiente texto "Darwin en Lima"...

...tomado de un artículo del historiador peruano Héctor López Martinez...

...publicado en el diario El Comercio de Lima...

...el científico inglés describe lo que encontró en Lima y El Callao:

"En su diario de viaje, verdadera joya de informaciones...

...Darwin anota que el Beagle echó el ancla en el Callao...

...el 19 de julio de 1835 y permaneció en el puerto durante seis semanas. 

Eran días de caos y guerra en el marco de la Confederación Perú-Boliviana.

El invierno se mostraba con toda su crudeza.

“Espesa capa de nubes cubre siempre las tierras —observa Darwin—...

...de tal modo que durante los dieciséis primeros días...

...no vimos más que una vez la Cordillera detrás de Lima.

Vistas en lontananza estas montañas, elevándose unas detrás de otras...

...a través de las nubes, presentan hermosísimo espectáculo”.

Darwin describe la limeña garúa “que embarraba las calles y mojaba las ropas”...

...a la cual llama “rocío peruano”. 

Observa que una lluvia abundante crearía una catástrofe...

...“puesto que las techumbres de las casas son planas...

...y hechas sencillamente de barro endurecido (adobes)”.

Lima, en suma, no le gustó. 

Relata la abundancia de enfermos de fiebres palúdicas...

...que no distinguían entre naturales y extranjeros. 

Cree que esta enfermedad la causan las miasmas...

...efluvios o emanaciones nocivas del aire, suelo o agua...

teoría muy difundida en ese tiempo... 

...según recuerda el notable médico e historiador Henry E. Sigerist...

...en su libro “Civilización y enfermedad”. 

Darwin anota que en la costa del Perú el calor no es excesivo...

...y por eso las fiebres no son tan perniciosas. 

Respecto de la situación política...

...Darwin señala que “ningún Estado de Sudamérica ha sido...

...castigado por la anarquía como el Perú...

...desde la declaración de su independencia”. 

Desgraciadamente tenía razón...

...la lucha caudillesca entre Santa Cruz, Gamarra, Orbegoso y Salaverry...

...parecía no tener fin. Este último, mediante decreto...

...le había declarado “guerra a muerte” a Santa Cruz...

...y Darwin pudo ver que las tropas formadas en la plaza mayor...

...durante el Te Deum de Fiestas Patrias no enarbolaban la bandera bicolor...

...sino los pabellones negros de Salaverry. 

Darwin describe a Lima como una ciudad casi en ruinas...

“No están pavimentadas las calles, y por todas partes se ven en ellas...

montones de inmundicias, arrojadas de las casas...

...en las cuales los gallinazos negros, tan domesticados...

...como nuestras gallinas, buscan los pedazos de carne podrida”

Darwin opina que Lima, “en lo antiguo”, ha debido ser una ciudad espléndida.

“El extraordinario número de iglesias con que cuenta...

...le da todavía hoy un carácter original...

...sobre todo cuando se la ve desde breve distancia”. 

Darwin visitó y exploró también la isla San Lorenzo...

...y algunas huacas que suponemos estaban en el actual Miraflores o en Maranga. 

Cuando las describe podemos percibir que nada escapa a su interés...

,,,y, de inmediato, tomaba apuntes con el objeto de poder estudiar...

...más detenidamente los detalles que llamaron su atención. 

Al momento de reanudar su viaje a bordo del Beagle...

...el joven naturalista da rienda suelta a su incomodidad...

...y, como despedida, lanza duros epítetos contra el Callao y sus habitantes. 

Ciertamente Darwin no tuvo el menor interés de tomar contacto...

...con la gente, conocer su carácter y costumbres. 

Era un científico que en ningún momento se apartó del objetivo...

...de su largo y fructífero viaje." 

viernes, 23 de junio de 2023

Los Irlandeses que lograron la Libertad del Perú - La Masacre de Corpahuaico

 




La Batalla de Corpahuaico fue un enfrentamiento ocurrido el día 3 de diciembre de 1824 en el Valle de Corpahuayco.


Cerca del pueblo de Matará, en el distrito de Acocro, provincia de Huamanga, Región Ayacucho, en Perú.


Se enfrentaron el Regimiento británico Los Rifles, que integraba las fuerzas del Ejército Unido Libertador del Perú EULP encabezado por Simón Bolivar...


...y el Ejército Real del Perú ERP, Comandado por el virrey La Serna


Fue durante la campaña de independencia del Perú que formaba parte del Imperio Español.


Ese día, el virrey al mando del ERP, estaba en neta persecución del EULP, el que huía por la quebrada de Corpahuaico en dirección a Huamanga. 


El general Valdés, del ERP, había realizado una marcha forzada toda la noche del 2 de diciembre, logrando dar alcance y atacar al EULP a las cuatro de la tarde del día 3.


Las divisiones de Cordova, La Mar y el general Sucre del EULP junto con su estado mayor pasaron con precipitación, casi huyendo, sin hacer un solo tiro.


En una actitud completamente opuesta, la retaguardia del EULP, formada por el regimiento británico Rifles se detuvo y enfrentó al ERP.


El regimiento Rifles era comandado por el coronel irlandés Arthur Sandes, e integrado mayormente por irlandeses.


Ellos asumieron una actitud distinta, mostrando coraje y entrega total.


Combatieron con bravura por largo tiempo sin recibir el apoyo de los regimientos sudamericanos.


En la batalla, muere un tercio del regimiento y queda el resto muy mal herido y sin atención en el campo de batalla.


Muere uno de sus comandantes, el mayor irlandés Thomas Duckbury, segundo al mando.


Si bien vence el ERP, como unidad militar queda imposibilitado de seguir enfrentando al EULP.


Había quedado sin municiones, carente de agua y alimentos, con los soldados exhaustos y muchos desertores.


Pero, también el EULP había quedado en incapacidad de presentar batalla pues había perdido a su columna vertebral, el regimiento Rifles.


Los Rifles eran los gestores de las victorias en la campaña bolivariana.


En esa situación, ambos bandos deciden llegar a un acuerdo.


El virrey capitulaba luego de una simulada batalla en Ayacucho.


Este acto, casi teatral, permitiría al virrey no ser enjuiciado y condenado en España si hubiesen visto que se rindió sin pelear.


Así se produce la "Capitulación de Ayacucho", suscrita por el jefe de estado mayor José de Canterac y el general Antonio José de Sucre el 9 de diciembre de 1824.


Con este instrumento termina la vigencia del Virreinato del Perú.


Por su acción heroica y decisiva en la Batalla de Corpahuaico, Simón Bolivar otorgó al Regimiento Británico Rifles el titulo de:


 "LIBERTADORES DEL PERÚ"


Honor a Arthur Sandes, los irlandeses y su glorioso regimiento Rifles, al que Perú le debe su independencia.


Resulta sorprendente que Perú no haya reconocido esta acción valerosa, ni rendido homenaje alguno a este glorioso regimiento.


Esperamos que el Perú rectifique y reconozca el título único que posee esta  unidad militar.


Y estreche relaciones con la República de Irlanda.


ARTHUR SANDES

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miércoles, 16 de marzo de 2016

El Legado de Destrucción que Dejaron en Perú José de San Martín y Simón Bolivar

Corbeta HMS Beagle
Nave que Transportaba a Charles Darwin

José de San Martín primero, con tropas argentinas y chilenas y luego Simón Bolivar con un núcleo británico al que se sumaron soldados de Venezuela, Colombia y Ecuador, fueron los grupos que se concentraron en Perú para destruir Lima, el Virreinato del Perú y proclamar la "independencia", algo que la mayoría de peruanos no quería, porque formaban parte de la población más avanzada del continente.

Todos estos ejércitos se retiran del Perú, dejando a Lima y todo el país destruido, en un caos absoluto y con sus arcas vacías producto del saqueo que sufrieron. 

11 años después de la capitulación de Ayacucho, en 1835, el famoso naturalista ingles Charles Darwin, arriba al puerto de El Callao en la corbeta Beagle, en la cual realizaba uno de sus viajes de investigación. 

Leyendo la siguiente reproducción del diario de viaje de Darwin en el que narra lo que vió durante su estadía en Lima, podemos conocer el estado desastroso de la ciudad, situación que se proyectaba a las provincias peruanas, panorama de destrucción que se constituye en el legado independentista de José de San Martín y Simón Bolivar a los peruanos.

En el siguiente texto "Darwin en Lima", tomado de un artículo del historiador peruano Héctor López Martinez, publicado en el diario El Comercio de Lima, el científico inglés describe lo que encontró en Lima y El Callao:

"En su diario de viaje, verdadera joya de informaciones, Darwin anota que el Beagle echó el ancla en el Callao el 19 de julio de 1835 y permaneció en el puerto durante seis semanas. Eran días de caos y guerra en el marco de la Confederación Perú-Boliviana. El invierno se mostraba con toda su crudeza. “Espesa capa de nubes cubre siempre las tierras —observa Darwin— , de tal modo que durante los dieciséis primeros días no vimos más que una vez la Cordillera detrás de Lima. Vistas en lontananza estas montañas, elevándose unas detrás de otras a través de las nubes, presentan hermosísimo espectáculo”. Darwin describe nuestra limeña garúa “que embarraba las calles y mojaba las ropas”, a la cual llama “rocío peruano”. Observa que una lluvia abundante crearía una catástrofe, “puesto que las techumbres de las casas son planas y hechas sencillamente de barro endurecido (adobes)”. Lima, en suma, no le gustó. Relata la abundancia de enfermos de fiebres palúdicas, que no distinguían entre naturales y extranjeros. Cree que esta enfermedad la causan las miasmas —efluvios o emanaciones nocivas del aire, suelo o agua— teoría muy difundida en ese tiempo, según recuerda el notable médico e historiador Henry E. Sigerist en su libro “Civilización y enfermedad”. Darwin anota que en la costa del Perú el calor no es excesivo y por eso las fiebres no son tan perniciosas. Respecto de nuestra situación política, Darwin señala que “ningún Estado de Sudamerica ha sido castigado por la anarquía como el Perú desde la declaración de su independencia”. Desgraciadamente tenía razón. La lucha caudillesca entre Santa Cruz, Gamarra, Orbegoso y Salaverry parecía no tener fin. Este último, mediante decreto, le había declarado “guerra a muerte” a Santa Cruz y Darwin pudo ver que las tropas formadas en la plaza mayor durante el Te Deum de Fiestas Patrias no enarbolaban nuestra bandera bicolor sino los pabellones negros de Salaverry. Darwin describe a Lima como una ciudad casi en ruinas. “No están pavimentadas las calles, y por todas partes se ven en ellas montones de inmundicias, arrojadas de las casas, en las cuales los gallinazos negros, tan domesticados como nuestras gallinas, buscan los pedazos de carne podrida”. Darwin opina que Lima, “en lo antiguo”, ha debido ser una ciudad espléndida. “El extraordinario número de iglesias con que cuenta —concluye el naturalista inglés— le da todavía hoy un carácter original, sobre todo cuando se la ve desde breve distancia”. Darwin visitó y exploró también la isla San Lorenzo y algunas huacas que suponemos estaban en el actual Miraflores o en Maranga. Cuando las describe podemos percibir que nada escapa a su interés y, de inmediato, tomaba apuntes con el objeto de poder estudiar más detenidamente los detalles que llamaron su atención. Al momento de reanudar su viaje a bordo del Beagle, el joven naturalista da rienda suelta a su incomodidad y, como despedida, lanza duros epítetos contra el Callao y sus habitantes. Ciertamente Darwin no tuvo el menor interés de tomar contacto con nuestras gentes, conocer su carácter y costumbres. Era un científico que en ningún momento se apartó del objetivo de su largo y fructífero viaje." (Datos: Reflexiones desde Perú - reflexionesdeperu.blogspot.com)

sábado, 20 de febrero de 2016

La Batalla del Portete de Tarqui de 1829 entre Perú y la Gran Colombia

José de La Mar
Presidente de Perú

La batalla del Portete de Tarqui se libró el 27 de febrero de 1829, en el lugar del mismo nombre, a pocos kilómetros de Cuenca que actualmente es parte de Ecuador.

Participaron, tropas de la Gran Colombia, comandadas por Antonio José de Sucre y Juan José Flores, y tropas del ejército peruano comandadas por José de La Mar.

Tras la independencia definitiva del Perú, el país había sido forzado a someterse al protectorado de Simón Bolívar, que controlaba estrechamente sus asuntos.

Sin ser necesaria, en Lima estaba instalada la 3ª División del ejército grancolombiano que había participado en la independencia. 

Por los graves problemas que ocurrían en la Gran Colombia, Bolívar tuvo que abandonar Lima en 1826.

Esta salida de Bolivar, fue aprovechado por los miembros del Gobierno y del Ejército Peruano para eliminar la asfixiante influencia colombiana y también para volver a incluir dentro del territorio nacional a Bolivia, separada por Bolívar para satisfacer su egolatría y perpetuar su nombre.

También pretendía Perú, dejar a la ciudad de Guayaquil que se exprese libremente si quería pertenecer a la Gran Colombia o al Perú.

En junio de 1827 fue proclamado presidente del Perú el general José de La Mar.

La Mar organizó dos ejércitos, uno acantonado en el sur del país con 5 mil hombres al mando de Agustín Gamarra y otro en el norte con 5 mil soldados.

Las negociaciones diplomáticas con Bolívar fracasaron, y en julio de 1828 comenzó oficialmente la guerra. 

El 28 de noviembre de 1828 La Mar penetró en territorio grancolombiano y ocupó Loja y prácticamente todo el departamento de Azuay gracias al aporte de 3 mil 700 refuerzos traídos por Gamarra.

La Mar ocupó también Guayaquil tras haber sido rechazadas sus tropas en primera instancia por el general grancolombiano Juan Illingworth Hunt el 23 de diciembre de 1828, el cual decide posteriormente evacuar la ciudad en vista de que se encontraba en inferioridad numérica y además por el hostigamiento por parte de los cañones de los barcos de guerra peruanos que bloqueaban Guayaquil, a la espera de refuerzos. 

Gracias al trabajo de la Marina de Guerra del Perú, el 19 de enero de 1829 se firma la capitulación de la ciudad de Guayaquil siendo está ocupada por tropas peruanas. 

Ante la situación, Antonio José de Sucre, entonces ya de vuelta a Quito tras ser expulsado por los bolivianos y Juan José Flores, gobernador del departamento del Ecuador, concentraron el ejército grancolombiano cerca de Cuenca para presionar a las tropas peruanas, que el 10 de febrero la habían ocupado.

El 4 de febrero fue atacada por primera vez la vanguardia del ejército peruano por tropas a cargo del general Luis Urdaneta, comisionado por Juan José Flores para atacar los puntos de avanzada en Paquichapa, siendo estos perseguidos hasta Saraguro, donde la vanguardia grancolombiana compuesta por Granaderos del Cauca, llegados de Guayaquil y 20 hombres del Yaguachi apoyados por la compañía "Caracas" derrotaron y dispersaron a un destacamento peruano compuesto por 1 mil 300 soldados que había quedado de guarnición, siendo confiscada gran cantidad de armamento. 

El día 27 de febrero el ejército peruano pasó a Yunguilla. El cuartel general lo establecieron en Surupali. Continuó avanzando hasta la localidad de Lentag a 4 leguas (20 km) de Girón y llegó a San Fernando. 

Sucre mientras tanto se movió hacia la explanada de Tarqui, ubicando a la infantería en Narancay y a la caballería en Guagua-Tarqui a donde llegó el 18 manteniéndose en esa posición hasta el 26 de febrero. 

En esos días, Raulet retornó de su incursión en Cuenca y llegaron 700 de los dispersos peruanos de Saraguro. Con eso, las pérdidas en efectivos de esa acción, quedaron reducidos a una suma sin mayor significación. 

El día 22 se dispuso una incursión sobre Girón y a continuación se ordenó que la División Norte al mando del general argentino José María Plaza hiciera lo mismo. Tanto Plaza como el general argentino Mariano Necochea al frente de los Húsares de Junín, se opusieron a esta orden, porque ponía a los 900 hombres más cerca de Sucre que del resto de los peruanos. Se le ofreció a Plaza que de inmediato le seguiría el resto del ejército. 

El general al partir dijo: “si no se tratase de mi honor, pediría licencia.“. El ejército sólo llegó a Girón el 26, dos días más tarde, y se dio a Plaza una nueva orden de avanzar hasta el ejército peruano. 

Todo el ejército grancolombiano estaba en la planicie norte, muy cerca de Plaza. El general Plaza consciente de la imprudencia de esta acción, protestó, pero sintiéndose comprometido en su honor, obedeció como buen militar. Al llegar de noche al sitio de su destino, distribuyó como mejor pudo a su tropa. Ya entrada la noche llegó Raulet con un contingente. Sería el gran sacrificado. El 24, Sucre se enteró que una columna con dos batallones se encontraban en o cerca de Girón, pero pensando que sería solo un escuadrón de reconocimiento no avanzó sobre el grupo peruano. 

Sin embargo, ya el 25 junto con el general Flores, se entera que el grupo seguía en Girón separado del resto de sus efectivos en San Fernando, por lo que el día 26 decide atacarlos. Las tropas de Sucre se pusieron en marcha a las tres de la tarde con tres mil seiscientos hombres de combate. Al comenzar la marcha, sobrevino una fuerte lluvia, que apenas permitió llegar a las tropas a Tarqui a las 7 de la noche. 

Ya en el lugar, se enteró que el general Plaza estaba en el Portete de Tarqui, a tres leguas (15 km), y que el resto del ejército peruano llegaría aquella tarde a Girón. 

La mañana del día 27 de febrero, y después de una larga marcha que duró toda la noche anterior, Sucre consiguió situar la 1.ª División colombiana de 1500 hombres de infantería y 100 caballos compuesta por tres batallones y un escuadrón al norte de la llanura de Tarqui en posición ventajosa, mientras esperaba la llegada de la 2.ª División.

Mientras tanto en cumplimiento de las órdenes de La Mar la vanguardia peruana formada por la División del general José María Plaza compuesta por 900 infantes avanzaba sobre el Portete, siendo ésta completamente derrotada por los hombres a la cabeza del Mariscal Sucre, atacando sucesivamente al grueso del ejército peruano que acudió en ayuda al mando de La Mar y Gamarra.

La batalla se inició cuando una avanzada peruana de reconocimiento al mando del capitán Uria tropezó con una grancolombiana al mando del capitán Piedrahita trabándose un sangriento combate que comprometió al escuadrón de caballería Cedeño, comandado por el coronel venezolano José María Camacaro y al resto de la División peruana de Plaza. Los batallones el británico Rifles, Yaguachi y Caracas avanzaron en apoyo del "Cedeño" y se encontraron con el batallón Quito. 

El general Flores, mientras tanto, consiguió superar los bosques que le separaban del enemigo, y organizar un ataque conjunto de los diversos batallones. Viéndose superado en número y con las municiones agotadas el general Plaza ordenó el repliegue en busca del grueso del ejército peruano encargando proteger la retirada al Coronel Quiroz siendo en todo momento acosado por la infantería y caballería grancolombiana. 

Cuando a las 7 de la mañana el resto del ejército peruano comandado por La Mar arribó al campo ya la División de Plaza había sido casi batida y el ejército grancolombiano ocupaba su posición. 

Viendo que el Portete de Tarqui ya había sido tomado por el ejército grancolombiano el general La Mar dispuso el repliegue estratégico del ejército hacia Girón. 

Mientras tanto la caballería grancolombiana, bajo el mando del coronel Daniel Florencio O'Leary (británico), intentaba cortar el repliegue de la infantería peruana, el general argentino Mariano Necochea al frente de los Húsares de Junín comandó una carga de caballería que consiguió desbaratar al escuadrón "Cedeño " y detener el avance de la infantería de la Gran Colombia, compuesta por unas compañías de cazadores, protegiendo el repliegue de la infantería peruana. 

Fue en esta batalla cuando se produjo el célebre duelo a lanza entre el teniente coronel del Ejército peruano Domingo Nieto jefe del primer escuadrón de Húsares de Junín y el coronel venezolano José María Camacaro 1.ª Lanza de la caballería de la Gran Colombia al mando del escuadrón "Cedeño". Camacaro envió un parlamentario con señal blanca para que, a su nombre, haga un desafío, a fin de '"que ahorrasen la sangre de sus regimientos y que él se batiría con cualquiera que le conteste el duelo y el que ganara se quedaba con la victoria"'. Triunfó Nieto, Camacaro fue muerto de un lanzazo y las armas peruanas se quedaron con la victoria. 

Al ver a su jefe muerto los soldados grancolombianos no aceptaron la afrenta y atacaron a los "Húsares de Junín", pero éstos lograron detenerlos y acuchillaron a casi todo el escuadrón "Cedeño" reduciéndolo a 6 ó 7 hombres aproximadamente, consiguiendo los "Húsares de Junín", con su acción, impedir que las armas de la Gran Colombia obtengan una victoria total sobre las armas peruanas. 

El ejército grancolombiano consideró prudente conservar su posición mientras que el peruano logró replegarse en orden y formar sus divisiones en la llanura con su caballería y artillería a la salida del desfiladero, en espera de un nuevo enfrentamiento con el ejército de la Gran Colombia. 

El fracaso de esta última ofensiva, por parte del ejército de la Gran Colombia, y el repliegue estratégico peruano sellaron el resultado de la batalla. Sucre no satisfecho con este resultado envía a un oficial de Estado Mayor, con el objeto de negociar con La Mar siendo esto aceptado y el 1 de marzo en el campo de Girón se firma el Convenio de Girón que es ratificado por los generales Flores y O' Leary, por parte de la Gran Colombia y Gamarra y Orbegoso, por parte del Perú.

La reducida victoria grancolombiana sobre la División peruana del general Plaza (compuesta por los Batallones de Infantería "Ayacucho" y "Callao") se debió en buena parte a la estrechez del lugar, a lo ventajoso de la posición que las tropas de Sucre ocupaban, lo precipitado del combate que presentó a las divisiones peruanas la dificultad de desplegarse en orden de batalla y al enfrentamiento por separado contra la vanguardia del ejército peruano. 

Las bajas en el ejército grancolombiano fueron 800 mientras que en el ejército peruano llegaron a cerca de 1,200 entre muertos y heridos

El 10 de julio de 1829 se firmó el armisticio de Piura, el cual fue ratificado por Simón Bolívar. 

El 15 las tropas peruanas procedieron a evacuar Guayaquil.

Como resultado de la batalla se firma el Convenio de Girón. Las fuerzas peruanas se habrían de retirar de la provincia del Azuay y abandonar todas las plazas ocupadas. Si bien las fuerzas peruanas se retiraron La Mar se negó a entregar Guayaquil y, de hecho, se preparaba para iniciar una nueva ofensiva. 

Durante cinco meses la guerra se estabilizó pues la Marina de Guerra del Perú aún continuaba dueña del mar y el ejército grancolombiano no se hallaba en condiciones de intentar recuperar Guayaquil. 

Finalmente el mismo Bolívar se había desplazado hacia el sur para dirigir la campaña para recuperar el puerto. 

La guerra acabó inesperadamente con un golpe de estado por parte de Agustín Gamarra y otros jefes peruanos en Lima que derrocó a La Mar. 

El nuevo gobierno de Agustín Gamarra cesó las hostilidades y entregó Guayaquil el 20 de julio. (Datos: Wikipedia) 

martes, 5 de enero de 2016

José de San Martín y Simón Bolivar ¿Libertadores o Abanderados de los Ingleses?

Video: ROdelUru

Diversas evidencias llevan a pensar que los llamados "Libertadores de América" José de San Martín, y Simón Bolivar, no actuaron con ese objetivo, sino como abanderados de Inglaterra y con la finalidad de destruir el poder español y permitir así el libre ingreso de Inglaterra en Sudamérica.

Al servicio de Inglaterra, Bolivar y San Martín cumplieron sus planes, recibiendo de los ingleses su total apoyo financiero, también armas, adiestramiento y regimientos militares con oficiales y soldados británicos que se constituyeron en la columna vertebral de las "fuerzas libertadoras".

Ambos eran masones y recibieron de las logias inglesas todo su respaldo.

En la última etapa de su trabajo, San Martín y Bolivar confluyen en el Perú, sede del poder español en Sudamérica. Al retirarse, lo dejan totalmente destruido, saqueado y en estado caótico.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Perú Invade Bolivia - Gran Mariscal Peruano Agustín Gamarra Logra la Independencia Verdadera del Pueblo Boliviano

Agustín Gamarra - Gran Mariscal del Perú

Tropas peruanas al mando del general Agustín Gamarra, invadieron la República de Bolivar (hoy Bolivia) en el año 1828.

Esta intervención militar fue la primera de importancia para la nueva Bolivia, porque se produjo a tres años de la independencia de este país.

El propósito real de Perú era forzar la salida de las tropas grancolombinas de territorio de Bolivia, dado que el gobierno peruano, luego de los roces con Bolívar, no terminó de asumir la pérdida del Alto Perú y su desmembración de la nación peruana.

Además, Perú empezó a sentirse amenazado por dos flancos, por un lado la Gran Colombia y por el otro la República de Bolívar, como así se llamaba al principio para auto-halago de Bolivar.

La intromisión peruana fue bien recibida por los bolivianos y no hubo batalla o combate alguno en contra de las fuerzas peruanas.

Como consecuencia de esta acción, Antonio José de Sucre, que gobernaba en Bolivia y las tropas grancolombinas se vieron forzadas a huir de territorio boliviano.

Antecedentes:

Pasado el fervor de la gratitud, los políticos bolivianos se dieron cuenta de que eran solamente subordinados de Bolívar quien ejercía la primera autoridad de su país, y que la mayoría de prefectos o empleados públicos eran personas nacidas en la Gran Colombia.

Existían casos de abusos: un comandante llamado Galindo, grancolombiano, fue ascendido a general de división; otro de la misma nacionalidad, apellidado Fernández, por recomendación de Bolívar, sin haber estado en Junín ni en Ayacucho, recibió una gratificación de cuarenta mil pesos. En esos mismos días, el general boliviano Pedro Blanco Soto (luego presidente de Bolivia) con su división se moría de hambre en Tarija. 

La cancillería de Bolivia no tomaba resolución alguna en los asuntos internacionales hasta después de recibir los correos con el visto bueno de Caracas y de Bogotá.

El descontento del pueblo boliviano contra la influencia bolivariana provocó el motín de Chuquisaca y la inmediata intervención de las fuerzas del Perú, que buscaban expulsar a las tropas colombianas y despejar todo lugar de una posible amenaza.

La intervención peruana no se hubiera podido llevar a cabo sin el apoyo de los principales hombres de Bolivia, estimulados no sólo por propia conveniencia, sino también por el deseo de ver a su patria libre e independiente de una posible amenaza grancolombina, al retener durante tanto tiempo a tropas de la esa nacionalidad.

La población de Bolivia se encontraba dividida parte de ella apoyaba a Sucre y otra a las ideas de Gamarra y Santa Cruz, quienes buscaban la reunificación del Alto y Bajo Perú. 

Tras conocer el motín y el estado convulsivo de Bolivia, Gamarra decide intervenir en Bolivia. 

El 1 de mayo de 1828, Gamarra cruza el río Desaguadero a la cabeza de 5 mil hombres, siendo Jefe de Estado mayor el general Manuel Martínez de Aparicio, a quien dejó guardando el paso del río. 

Gamarra publicó una proclama que encontró eco en una parte significativa de la población. En ella criticó la política de Sucre e hizo la indicación de que el Alto y el Bajo Perú debían formar una nación. 

Gamarra llegó a La Paz el 8 de mayo, a la sazón de hallarse a la cabeza del gobierno y de las tropas de Bolivia el presidente del consejo de ministros, general José María Pérez de Urdininea.

Habiendo abandonado los bolivianos fieles a Antonio José de Sucre la ciudad de Oruro, ésta fue ocupada por Gamarra, quien más tarde entró también en Potosí y La Plata. Gran parte de los habitantes de las tres ciudades le recibieron con los honores de un libertador por expulsar a las tropas grancolombinas.

Gamarra al ver que Sucre estaba detenido por las tropas bolivianas le hizo poner en libertad y el Gran Mariscal se retiró a Mojotoro. 

Con la ocupación de Cochabamba por las fuerzas del general Cerdeña, que estaba a órdenes de Gamarra, toda Bolivia con excepción de Santa Cruz y Tarija quedó ocupada por las fuerzas peruano-bolivianas. 

Viendo Antonio José de Sucre que la opinión del país estaba a favor de la salida de las tropas colombianas, y que toda resistencia era inútil, insinuó la conveniencia de entablar negociaciones entre Gamarra y Urdininea. Insinuación que encontró eco en la voluntad de ambos jefes, quienes enviaron sus representantes a Piquiza, en donde, el 6 de julio de 1828 se firmó el tratado con el mismo nombre de la localidad. El 7 de marzo de 1828, se canjearon las ratificaciones del tratado firmado en días anteriores. 

Entre otras cosas, se acordó en el tratado la salida de todos los extranjeros del territorio boliviano, tanto tropas auxiliares colombianas como aquellos otros extranjeros que hubieran tomado parte activa en la política boliviana; también se dispuso la reunión de un Congreso en Chuquisaca para admitir la dimisión de Sucre y nombrar un gobierno provisional. La salida de las tropas grancolombinas sería por el puerto de Arica, en transportes que proporcionaría el gobierno del Perú, debiendo Bolivia pagar los gastos del viaje. 

En cumplimiento del Tratado de Piquiza se convocó para el 1 de agosto el congreso constituyente, no obstante caducaron los poderes de los representantes, quedando sin efecto la convocatoria extraordinaria del congreso constitucional, hecha por el Consejo de Gobierno ante el cual había resignado Antonio José de Sucre la presidencia. 

Urdininea dirigió una proclama a sus compatriotas y otra al ejército, en las que los felicitaba por la emancipación y por haber llegado a conseguir patria en su propia patria. Prometió publicar un manifiesto para acreditar que el Tratado de Piquiza, que había sido firmado a fin de evitar a Bolivia pérdidas de vida e inútiles derramamientos de sangre. 

Antonio José de Sucre a fines de julio se presentó en La Plata, resuelto a leer personalmente su mensaje ante el congreso. Llegado el día designado para la instalación no hubo reunión, sin embargo al estar en La Plata casi todos los representantes, y al día siguiente sucedió lo mismo; y como no faltaron gritos ni agrupaciones tumultuosas en las que se pedía su cabeza, Sucre comprendió que se trataba de una intriga infame, y que sólo se esperaba su salida para que la augusta ceremonia tuviera lugar. Al partir, le encargó a Calvimonte la lectura de su mensaje, y dejó tres pliegos que contenían su renuncia, la organización del gobierno y la propuesta que debía hacer para la vicepresidencia de la república. El 2 de agosto de 1828 en la tarde, salió de La Plata seguido de numerosa comitiva que le acompañó muy lejos de la ciudad. El 25 del mismo mes llegó a Cobija en la costa y en la fragata inglesa Porcupine se embarcó para el Callao el 4 de septiembre del mismo año, con los Tenientes coroneles Estanislao Andrade, Juan Antonio Azaldeburo, el capitán José Valero y el capitán cirujano Santiago Zavala.

Gamarra ascendido a Gran Mariscal por el tratado de Piquiza, remitió 10.000 pesos a Braun para que salieran las tropas, encargó al General Aparicio que vigilara su marcha, y el 27 y 28 de julio de 1828 partieron de La Paz para Arica, por la ruta de Tacora, los escuadrones Dragones y Húsares de la Gran Colombia. El Mayor Zubiaga fue mandado de Oruro con anticipación para buscar y preparar transportes que los condujeran a su patria.

El 3 de septiembre de 1828 se despidió Gamarra del Ministro de Relaciones Exteriores, y el 8 del mismo mes declaró que Bolivia era libre para constituirse y que la Asamblea nacional quedaba encargada de regir sus destinos. En seguida dictó las disposiciones necesarias para que el ejército peruano siguiendo la ruta designada en el tratado, cruzara el río Desaguadero (antigua frontera de Perú y Bolivia). El regocijo que produjo esta declaración es indescriptible. La Plata se vistió de gala; los bailes y banquetes se sucedieron sin cesar, y cuando Gamarra cruzaba por las calles el pueblo no se cansaba de vivarle, ni las bellas de arrojarle flores de los balcones. 

La independencia de Bolivia era una realidad porque la mayoría de la población entendía que ya no se encontraba amenazada por tropas de la Gran Colombia. 

Gamarra y su ejército se pusieron en marcha para su patria, llegando a Arequipa el 17 de octubre de 1828, donde fue recibido en palmas por el pueblo y las autoridades, movidos y estimulados por el prefecto La Fuente, y también por el entusiasmo que siempre despiertan los hechos militares. 

En su proclama de despedida al pueblo boliviano Gamarra expresó: 

"...que las tropas que habían ido a restituirles sus derechos se marchaban sin haber faltado a su palabra y a sus promesas... Bolívar (la república) tiene ya existencia propia, su suerte queda en manos de sus hijos. Una asamblea nacional está convocada para reformar la carta ignominiosa que extranjeros ambiciosos os entregaron con la punta de sus bayonetas, solo para colonizaros. Su augusta inauguración sea el principio de vuestra gloria y prosperidad... sea feliz la patria, sea la asamblea nacional la columna de vuestra dicha, reuníos en torno de ella, respetad sus leyes, la concordia y la fraternidad sea vuestra divisa. Si no, siento decirlo, vais a sumiros en sangre y anarquía".

El 3 de julio de 1828, Simón Bolívar, que por esa fecha tuvo noticia de la ocupación de Chuquisaca por Gamarra, lanzó la siguiente proclama: "

"A los pueblos del Sur: La perfidia del gobierno del Perú ha pasado todos los límites y hollado todos los derechos de sus vecinos de Bolivia y de Colombia. Después de mil ultrajes sufridos con una paciencia heroica, nos hemos visto al fin obligados a repeler la injusticia con la fuerza. Las tropas peruanas se han introducido en el corazón de Bolivia sin previa declaración de guerra y sin causa para ello. Tan abominable conducta nos dice lo que debemos esperar de un gobierno que no conoce ni las leyes de las naciones, ni las de gratitud, ni siquiera el miramiento que se debe a los pueblos amigos y hermanos. Referir el catálogo de los crímenes del gobierno del Perú, sería demasiado y nuestro sufrimiento no podría escucharlo sin un horrible grito de venganza; pero yo no quiero excitar vuestra indignación, ni avivar vuestras dolorosas heridas. Os convido solamente a armaros contra esos miserables que ya han violado el suelo de nuestra hija, y que intentan aún profanar el seno de la madre de los héroes. Armaos colombianos del Sur. Volad a las fronteras del Perú y esperad allí la hora de la vindicta. Mi presencia entre vosotros, será la señal del combate."

Esta invasión, junto con los desacuerdos fronterizos en las provincias del sur de la Gran Colombia y el norte del Perú, fueron el detonante por el cual se produjo la posterior guerra grancolombo-peruana.

Así, de malas maneras y con rechazo de Bolivia y Perú termina para siempre la presencia e influencia de Simón Bolivar en esta parte de Sudamérica. 

¿No creen que falta el reconocimiento de Bolivia a Agustín Gamarra como su verdadero libertador? (Datos Base: Wikipedia)

viernes, 20 de marzo de 2015

La Conspiración Inglesa que Impulsó la Independencia de Sudamérica

Gran Logia de Inglaterra

Los países que ahora constituyen Sudamérica eran parte del Imperio Español, cuyo principal exponente era el Virreinato del Perú.

Ningún país fuera del Imperio Español podía comercializar con sus colonias en Latinoamérica, Filipinas etc.

Inglaterra, entonces con una economía deprimida, empieza un proceso para romper el dominio español sobre Latinoamérica, lo que le permitiría expandir su comercio.

Aparecen entonces en escena, primero Francisco de Miranda, y luego Simón Bolivar, José de San Martín, y Bernardo O´higgins.

Ellos van a Londres donde son instruidos, impulsados y financiados para llevar a cabo el plan inglés de romper el vínculo de España y sus colonias.

Los 4 fueron masones integrantes de la Gran Logia Inglesa que apoyó la conspiración Inglesa contra España.

Los 4 "libertadores" en realidad fueron agentes de la monarquía británica que trabajaron para los fines de ésta.

Al empezar los levantamientos en Venezuela el líder del grupo Francisco de Miranda fue traicionado por Bolivar quién lo señaló y entregó al ejército realista. Miranda, fue llevado a España donde murió en una cárcel.

De esta manera, Bolivar usurpa el liderazgo "independentista" y recibe honores que no le corresponden.

Es necesario recordar que la columna vertebral del "ejército independentista" de Bolivar fue el Regimiento Rifles integrado totalmente por británicos.

Recomendamos ver el siguiente video:

Video: ROdelUru

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