Esta es solamente una reseña de algunos casos de errores, descuidos, traición, entrega, e indolencia, que afectaron gravemente a la nación.
Atahualpa, el Inca quiteño, no adoptó medida alguna para
prevenir un ataque de un grupo extraño (los españoles) que habían invadido su
territorio, confiado en extremo y desarmado se acercó a los invasores, los que
lo capturaron muy fácilmente. Luego, ingenuamente, ofrece un rescate en oro por
su liberación, entregado éste lo condenan a muerte, cayendo así, sin combate,
el Imperio Inca.
La sociedad peruana, mayormente, no sintió nunca la necesidad de obtener su independencia de la corona española. Tuvo que venir
un extranjero, San Martín, para proclamar la independencia. Pero ésto no término ahí, se necesitó nuevamente de extranjeros para
culminar el trabajo de San Martín, es así que aparece Bolivar en territorio
peruano.
Perú mal armado establece una secreta alianza defensiva con
Bolivia país casi sin ejército y en serio conflicto con Chile. Además, los ineptos gobernantes peruanos de la época se imaginan, erróneamente, que contarían con la participación de
Argentina en caso de conflicto, lo que al final no se dio por su espíritu no combativo. La consecuencia
fue que Perú terminó involucrado y luego totalmente derrotado en una guerra que no le
correspondía. La fuga de los soldados y oficiales del “ejército boliviano” al inicio del conflicto bélico dejó al Perú sólo en la contienda.
La derrota del Alto de la Alianza en Tacna y posteriormente
en el morro de Arica se origina por la indolencia y malas intenciones políticas de Piérola que no provee el
apoyo necesario a su rival político Lizardo Montero y luego a Bolognesi. El caso del coronel Leiva, jefe del segundo ejercito, es escandaloso
pues debió llegar a Tacna para envolver a las tropas chilenas pero, por órdenes presidenciales, se detuvo y
regresó a Arequipa, generándose con esto la virtual pérdida de la guerra del
guano y el salitre.
En la Guerra de Guano y el Salitre, muy avanzado y con buenos
resultados el trabajo de Cáceres y Montero en la guerra de guerrillas, aparece
Iglesias y firma el tratado de Ancón por el que se termina la guerra pero
entregando, innecesariamente, a Chile toda una provincia rica en fosfatos y minerales. Este
territorio, más el que pertenecía a Bolivia, sustentan hasta nuestros días la
economía chilena.
En nuestra historia reciente hay una decisión, no sabemos si errónea o mal intencionada, que ha perjudicado severamente al país hasta nuestros días, y es la supresión, en el primer gobierno de Alan García, de una institución de élite peruana, la Guardia Civil del Perú, a la que se agregó la eliminación de entidades especializadas, la Policía de Investigaciones del Perú, y la Guardia Republicana. Este pésimo accionar del Gobierno mencionado y de los posteriores, que no han corregido el error, y restituido dichas instituciones, ha facilitado que la delincuencia domine hoy las ciudades del Perú, sin que haya nadie que responda.