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sábado, 22 de julio de 2023

El Legado de Destrucción de San Martín y Bolívar - Las Hordas Invasoras Bárbaras

 


Desde el sur primero...

...José de San Martín, con tropas argentinas y chilenas...

...y luego, ante su fracaso...

...viene Simón Bolívar desde el norte...

...esta vez con un aguerrido núcleo británico...

...al que se sumaron soldados de Venezuela...

...Colombia, Ecuador, y peruanos de mala gana...

...fueron las hordas que se formaron para destruir Lima...

...capital del Virreinato del Perú...

...y proclamar la "independencia"...

...algo que los peruanos no querían...

...porque formaban parte de la población...

...más avanzada del continente.

Todos estos ejércitos bárbaros se retiran del Perú...

...dejando a Lima y todo el país destruidos...

...en un caos absoluto...

...y con sus arcas vacías producto del saqueo que sufrieron. 

11 años después de la capitulación de Ayacucho, en 1835...

...el famoso naturalista ingles Charles Darwin...

...arriba al puerto de El Callao en la corbeta Beagle...

...en la cual realizaba sus viajes de investigación. 

En su diario de viaje Darwin...

...narra lo que vio durante su estadía en Lima...

...gracias a ello, podemos conocer el estado desastroso de la ciudad...

...situación que se proyectaba a las provincias peruanas...

...panorama de destrucción que se constituye...

...en el legado independentista de José de San Martín...

...y Simón Bolívar a los peruanos.

En el siguiente texto "Darwin en Lima"...

...tomado de un artículo del historiador peruano Héctor López Martinez...

...publicado en el diario El Comercio de Lima...

...el científico inglés describe lo que encontró en Lima y El Callao:

"En su diario de viaje, verdadera joya de informaciones...

...Darwin anota que el Beagle echó el ancla en el Callao...

...el 19 de julio de 1835 y permaneció en el puerto durante seis semanas. 

Eran días de caos y guerra en el marco de la Confederación Perú-Boliviana.

El invierno se mostraba con toda su crudeza.

“Espesa capa de nubes cubre siempre las tierras —observa Darwin—...

...de tal modo que durante los dieciséis primeros días...

...no vimos más que una vez la Cordillera detrás de Lima.

Vistas en lontananza estas montañas, elevándose unas detrás de otras...

...a través de las nubes, presentan hermosísimo espectáculo”.

Darwin describe la limeña garúa “que embarraba las calles y mojaba las ropas”...

...a la cual llama “rocío peruano”. 

Observa que una lluvia abundante crearía una catástrofe...

...“puesto que las techumbres de las casas son planas...

...y hechas sencillamente de barro endurecido (adobes)”.

Lima, en suma, no le gustó. 

Relata la abundancia de enfermos de fiebres palúdicas...

...que no distinguían entre naturales y extranjeros. 

Cree que esta enfermedad la causan las miasmas...

...efluvios o emanaciones nocivas del aire, suelo o agua...

teoría muy difundida en ese tiempo... 

...según recuerda el notable médico e historiador Henry E. Sigerist...

...en su libro “Civilización y enfermedad”. 

Darwin anota que en la costa del Perú el calor no es excesivo...

...y por eso las fiebres no son tan perniciosas. 

Respecto de la situación política...

...Darwin señala que “ningún Estado de Sudamérica ha sido...

...castigado por la anarquía como el Perú...

...desde la declaración de su independencia”. 

Desgraciadamente tenía razón...

...la lucha caudillesca entre Santa Cruz, Gamarra, Orbegoso y Salaverry...

...parecía no tener fin. Este último, mediante decreto...

...le había declarado “guerra a muerte” a Santa Cruz...

...y Darwin pudo ver que las tropas formadas en la plaza mayor...

...durante el Te Deum de Fiestas Patrias no enarbolaban la bandera bicolor...

...sino los pabellones negros de Salaverry. 

Darwin describe a Lima como una ciudad casi en ruinas...

“No están pavimentadas las calles, y por todas partes se ven en ellas...

montones de inmundicias, arrojadas de las casas...

...en las cuales los gallinazos negros, tan domesticados...

...como nuestras gallinas, buscan los pedazos de carne podrida”

Darwin opina que Lima, “en lo antiguo”, ha debido ser una ciudad espléndida.

“El extraordinario número de iglesias con que cuenta...

...le da todavía hoy un carácter original...

...sobre todo cuando se la ve desde breve distancia”. 

Darwin visitó y exploró también la isla San Lorenzo...

...y algunas huacas que suponemos estaban en el actual Miraflores o en Maranga. 

Cuando las describe podemos percibir que nada escapa a su interés...

,,,y, de inmediato, tomaba apuntes con el objeto de poder estudiar...

...más detenidamente los detalles que llamaron su atención. 

Al momento de reanudar su viaje a bordo del Beagle...

...el joven naturalista da rienda suelta a su incomodidad...

...y, como despedida, lanza duros epítetos contra el Callao y sus habitantes. 

Ciertamente Darwin no tuvo el menor interés de tomar contacto...

...con la gente, conocer su carácter y costumbres. 

Era un científico que en ningún momento se apartó del objetivo...

...de su largo y fructífero viaje." 

miércoles, 26 de agosto de 2020

José de San Martín: Al final solo varias proclamaciones de independencia


El 21 de agosto de 1820 se embarcó en Valparaíso la Expedición Libertadora del Perú bajo la bandera de la Expedición Libertadora. Contaba con un ejército de 4.118 efectivos. El 7 de septiembre la Expedición Libertadora arribó a las playas del Paracas, en la bahía de Pisco, en la actual Región Ica. El desembarco en Paracas se inició el 8 de septiembre de 1820 y continuó los días siguientes. San Martín instaló su cuartel en Pisco.

El 15 de septiembre de 1820, el virrey del Perú, Joaquín de la Pezuela, proclamó la restauración de la Constitución de Cádiz de 1812, y envió una carta a San Martín ofreciéndole entrar en negociaciones, teniendo como base la nueva situación política peninsular. San Martín aceptó, y a partir del día 25 de septiembre, los delegados de San Martín y del virrey se reunieron en las Conferencias de Miraflores las que concluyeron el 4 de octubre sin llegar a ningún acuerdo.

El 23 de octubre de 1820 la Expedición Libertadora se reembarcó con destino norte, pasando frente al Callao. El 9 de noviembre, la Expedición Libertadora arribó al puerto de Huacho (a 170 km al norte de Lima), donde desembarcó. Al frente de su ejército, San Martín avanzó hasta el poblado vecino de Huaura, donde estableció su cuartel general. Fue en Huaura donde por primera vez San Martín proclama la independencia del Perú, en noviembre de 1820, desde un balcón que hasta hoy se conserva como joya histórica.

El 4 de junio de 1821, el virrey La Serna se entrevistó personalmente con San Martín en la hacienda Punchauca, situada a unos 25 km al norte de Lima, en el actual distrito de Carabayllo. Delegados de ambos continuaron en los siguientes días estas Conferencias de Punchauca, pero al igual que lo ocurrido en las conferencias de Miraflores, no se llegó a algún acuerdo trascendente.

Lima se vio amenazada por el avance del ejército libertador y el acoso de montoneras, grupos armados mayormente conformadas por hombres andinos.

El 5 de junio de 1821, el virrey La Serna anunció a los limeños que abandonaría Lima y dejaría una fuerza al mando de José de la Mar para que resistiera en el Callao, al amparo de la Fortaleza del Real Felipe. 

El poderoso Ejército Real del Perú, al mando del general Canterac, deja Lima y enrumba a la sierra, el 25 de junio de 1821. 

A comienzos de julio de 1821 se vivía en Lima una tremenda escasez de alimentos, debido al asedio de las montoneras, que cortaron las vías de comunicación con el exterior. Bajo el temor al pillaje o rebeliones de esclavos, San Martín ingresa en la ciudad.

Las avanzadas del Ejército Libertador ingresaron a Lima el 9 de julio de 1821. El mismo San Martín hizo su ingreso en la noche del día 12 y dos días después lo hizo todo su Ejército.

A pedido de San Martín, los "notables" de Lima se reunieron en Cabildo Abierto, con el propósito de jurar la Independencia. La firma del Acta de Independencia del Perú tuvo lugar el 15 de julio de 1821. Unos 300 ciudadanos firmaron el Acta ese día.

Al momento de su separación de España, Perú contaba con poco más de un millón de habitantes. Los indios eran más de la mitad, un 58%; los mestizos el 22%; y los negros, en su mayoría esclavos, el 4% de la población; la gente de “color libre” también bordeaba el 4%. Los blancos, tanto peninsulares como criollos, eran poco más del 12% y vivían básicamente en la costa y en algunas ciudades del interior como el Cuzco o Huamanga. Lima tenía unos 64 mil habitantes.

El sábado 28 de julio de 1821, en una ceremonia pública muy solemne, el generalísimo José de San Martín enunció la célebre proclamación de la Independencia del Perú. Primero lo hizo en la Plaza Mayor de Lima, después en la plazuela de La Merced, luego, en la plaza Santa Ana, frente al Convento de los Descalzos y finalmente en la plaza de la Inquisición (hoy plaza Bolívar). Según testigos de la época, presenciaron la ceremonia más o menos 16.000 personas.

Tras proclamar la independencia del Perú, San Martín asumió el mando político y militar de los departamentos libres del Perú, bajo el título de Protector, según decreto del 3 de agosto de 1821. Su gobierno se llamó el Protectorado del Perú. Dio al estado peruano su primera bandera y escudo, su himno nacional, su moneda, su administración primigenia y sus primeras instituciones públicas. 

Por su parte, el virrey José de la Serna trasladó su cuartel general al Cuzco, amparado por el poderoso Ejército Real del Perú que estaba intacto.

El 27 de diciembre de 1821, San Martín convocó por primera vez a la ciudadanía con el fin de que eligiera libremente un Congreso Constituyente, con la misión de establecer la forma de gobierno que en adelante regiría al Perú, así como una Constitución Política adecuada.

Mientras tanto, la corriente libertadora caribeña, al mando de Bolívar, avanzaba hasta la región de Quito, al norte del Perú. La libertad de Quito quedó sellada en la Batalla de Pichincha librada el 24 de mayo de 1822. 

La Entrevista de Guayaquil se produce el 26 de julio de 1822, en ella San Martín y Bolivar discutieron no se sabe bien de que asuntos, pero luego de ella San Martín decide retirarse del Perú.

El 20 de septiembre de 1822 se instaló el primer Congreso Constituyente del Perú, compuesto por 79 diputados (elegidos) y 38 suplentes (para los territorios que aún se hallaban ocupados por los realistas, es decir, el sur peruano). 

Ante este Congreso, San Martín renunció al protectorado y se dispuso a abandonar el Perú. 

Como Presidente del Congreso fue elegido el diputado por Arequipa, Francisco Javier de Luna Pizarro, clérigo liberal.

El Congreso entregó el poder ejecutivo a tres de sus miembros, que conformaron un cuerpo colegiado denominado la Suprema Junta Gubernativa (presidida por el general José de La Mar e integrada por Manuel Salazar y Baquíjano y Felipe Antonio Alvarado). Esta Junta entró en funciones el día 21 de septiembre de 1822. (Datos: Wikipedia)

Mientras tanto Bolivar y su ejército caribeño, reforzado por un regimiento de élite británico que le daría la victoria, iniciaban su ingreso al Perú esta vez por el norte.
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Artículo patrocinado por BBSE Best Books Spanish Edition

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miércoles, 16 de marzo de 2016

El Legado de Destrucción que Dejaron en Perú José de San Martín y Simón Bolivar

Corbeta HMS Beagle
Nave que Transportaba a Charles Darwin

José de San Martín primero, con tropas argentinas y chilenas y luego Simón Bolivar con un núcleo británico al que se sumaron soldados de Venezuela, Colombia y Ecuador, fueron los grupos que se concentraron en Perú para destruir Lima, el Virreinato del Perú y proclamar la "independencia", algo que la mayoría de peruanos no quería, porque formaban parte de la población más avanzada del continente.

Todos estos ejércitos se retiran del Perú, dejando a Lima y todo el país destruido, en un caos absoluto y con sus arcas vacías producto del saqueo que sufrieron. 

11 años después de la capitulación de Ayacucho, en 1835, el famoso naturalista ingles Charles Darwin, arriba al puerto de El Callao en la corbeta Beagle, en la cual realizaba uno de sus viajes de investigación. 

Leyendo la siguiente reproducción del diario de viaje de Darwin en el que narra lo que vió durante su estadía en Lima, podemos conocer el estado desastroso de la ciudad, situación que se proyectaba a las provincias peruanas, panorama de destrucción que se constituye en el legado independentista de José de San Martín y Simón Bolivar a los peruanos.

En el siguiente texto "Darwin en Lima", tomado de un artículo del historiador peruano Héctor López Martinez, publicado en el diario El Comercio de Lima, el científico inglés describe lo que encontró en Lima y El Callao:

"En su diario de viaje, verdadera joya de informaciones, Darwin anota que el Beagle echó el ancla en el Callao el 19 de julio de 1835 y permaneció en el puerto durante seis semanas. Eran días de caos y guerra en el marco de la Confederación Perú-Boliviana. El invierno se mostraba con toda su crudeza. “Espesa capa de nubes cubre siempre las tierras —observa Darwin— , de tal modo que durante los dieciséis primeros días no vimos más que una vez la Cordillera detrás de Lima. Vistas en lontananza estas montañas, elevándose unas detrás de otras a través de las nubes, presentan hermosísimo espectáculo”. Darwin describe nuestra limeña garúa “que embarraba las calles y mojaba las ropas”, a la cual llama “rocío peruano”. Observa que una lluvia abundante crearía una catástrofe, “puesto que las techumbres de las casas son planas y hechas sencillamente de barro endurecido (adobes)”. Lima, en suma, no le gustó. Relata la abundancia de enfermos de fiebres palúdicas, que no distinguían entre naturales y extranjeros. Cree que esta enfermedad la causan las miasmas —efluvios o emanaciones nocivas del aire, suelo o agua— teoría muy difundida en ese tiempo, según recuerda el notable médico e historiador Henry E. Sigerist en su libro “Civilización y enfermedad”. Darwin anota que en la costa del Perú el calor no es excesivo y por eso las fiebres no son tan perniciosas. Respecto de nuestra situación política, Darwin señala que “ningún Estado de Sudamerica ha sido castigado por la anarquía como el Perú desde la declaración de su independencia”. Desgraciadamente tenía razón. La lucha caudillesca entre Santa Cruz, Gamarra, Orbegoso y Salaverry parecía no tener fin. Este último, mediante decreto, le había declarado “guerra a muerte” a Santa Cruz y Darwin pudo ver que las tropas formadas en la plaza mayor durante el Te Deum de Fiestas Patrias no enarbolaban nuestra bandera bicolor sino los pabellones negros de Salaverry. Darwin describe a Lima como una ciudad casi en ruinas. “No están pavimentadas las calles, y por todas partes se ven en ellas montones de inmundicias, arrojadas de las casas, en las cuales los gallinazos negros, tan domesticados como nuestras gallinas, buscan los pedazos de carne podrida”. Darwin opina que Lima, “en lo antiguo”, ha debido ser una ciudad espléndida. “El extraordinario número de iglesias con que cuenta —concluye el naturalista inglés— le da todavía hoy un carácter original, sobre todo cuando se la ve desde breve distancia”. Darwin visitó y exploró también la isla San Lorenzo y algunas huacas que suponemos estaban en el actual Miraflores o en Maranga. Cuando las describe podemos percibir que nada escapa a su interés y, de inmediato, tomaba apuntes con el objeto de poder estudiar más detenidamente los detalles que llamaron su atención. Al momento de reanudar su viaje a bordo del Beagle, el joven naturalista da rienda suelta a su incomodidad y, como despedida, lanza duros epítetos contra el Callao y sus habitantes. Ciertamente Darwin no tuvo el menor interés de tomar contacto con nuestras gentes, conocer su carácter y costumbres. Era un científico que en ningún momento se apartó del objetivo de su largo y fructífero viaje." (Datos: Reflexiones desde Perú - reflexionesdeperu.blogspot.com)

martes, 5 de enero de 2016

José de San Martín y Simón Bolivar ¿Libertadores o Abanderados de los Ingleses?

Video: ROdelUru

Diversas evidencias llevan a pensar que los llamados "Libertadores de América" José de San Martín, y Simón Bolivar, no actuaron con ese objetivo, sino como abanderados de Inglaterra y con la finalidad de destruir el poder español y permitir así el libre ingreso de Inglaterra en Sudamérica.

Al servicio de Inglaterra, Bolivar y San Martín cumplieron sus planes, recibiendo de los ingleses su total apoyo financiero, también armas, adiestramiento y regimientos militares con oficiales y soldados británicos que se constituyeron en la columna vertebral de las "fuerzas libertadoras".

Ambos eran masones y recibieron de las logias inglesas todo su respaldo.

En la última etapa de su trabajo, San Martín y Bolivar confluyen en el Perú, sede del poder español en Sudamérica. Al retirarse, lo dejan totalmente destruido, saqueado y en estado caótico.

viernes, 20 de marzo de 2015

La Conspiración Inglesa que Impulsó la Independencia de Sudamérica

Gran Logia de Inglaterra

Los países que ahora constituyen Sudamérica eran parte del Imperio Español, cuyo principal exponente era el Virreinato del Perú.

Ningún país fuera del Imperio Español podía comercializar con sus colonias en Latinoamérica, Filipinas etc.

Inglaterra, entonces con una economía deprimida, empieza un proceso para romper el dominio español sobre Latinoamérica, lo que le permitiría expandir su comercio.

Aparecen entonces en escena, primero Francisco de Miranda, y luego Simón Bolivar, José de San Martín, y Bernardo O´higgins.

Ellos van a Londres donde son instruidos, impulsados y financiados para llevar a cabo el plan inglés de romper el vínculo de España y sus colonias.

Los 4 fueron masones integrantes de la Gran Logia Inglesa que apoyó la conspiración Inglesa contra España.

Los 4 "libertadores" en realidad fueron agentes de la monarquía británica que trabajaron para los fines de ésta.

Al empezar los levantamientos en Venezuela el líder del grupo Francisco de Miranda fue traicionado por Bolivar quién lo señaló y entregó al ejército realista. Miranda, fue llevado a España donde murió en una cárcel.

De esta manera, Bolivar usurpa el liderazgo "independentista" y recibe honores que no le corresponden.

Es necesario recordar que la columna vertebral del "ejército independentista" de Bolivar fue el Regimiento Rifles integrado totalmente por británicos.

Recomendamos ver el siguiente video:

Video: ROdelUru

miércoles, 21 de marzo de 2012

Jose de San Martin en sus Ultimos Años y el Maltrato que Recibio de los Argentinos


... luego de dejar Peru y vuelto a Mendoza en enero de 1823, pidió autorización para regresar a Buenos Aires y reencontrarse con su esposa que estaba gravemente enferma. Bernardino Rivadavia, ministro de gobierno del gobernador Martín Rodríguez, se lo negó argumentando que no sería seguro para San Martín volver a la ciudad. Su apoyo a los caudillos del Interior y la desobediencia a una orden que había recibido del gobierno de reprimir a los federales, le valió que los unitarios quisieran someterlo a juicio.

No obstante, como la salud de su esposa empeoraba, decidió viajar a Buenos Aires, donde a su llegada ya ella había fallecido, el 3 de agosto de 1823. La lápida de su sepultura, que aún puede leerse en el Cementerio de la Recoleta, reza: «Aquí yace Remedios de Escalada, esposa y amiga del general San Martín».

Al llegar a Buenos Aires se le acusó de haberse convertido en un conspirador. Desalentado por las luchas internas entre unitarios y federales decidió marcharse del país con su hija, quien había estado al cuidado de su abuela. El 10 de febrero de 1824 partió hacia el puerto de El Havre (Francia). Tenía 45 años y era generalísimo del Perú, capitán general de la República de Chile y general de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Luego de un breve período en Escocia, se instalaron en Bruselas y poco después en París. Su única obsesión era la educación de su hija Mercedes. En 1825 redactó las Máximas para Merceditas, donde sintetizaba sus ideales educativos.

Ofreció sus servicios a las autoridades argentinas con motivo de la guerra con Brasil, sólo después de la renuncia de su despreciado enemigo Rivadavia a la presidencia; pero la guerra ya había prácticamente terminado.

En marzo de 1829 intentó regresar a Buenos Aires, aunque no llegó a desembarcar al saber que había vuelto a estallar la guerra civil, permaneció a bordo de incógnito, aunque fue descubierto. El general Juan Lavalle, antiguo subordinado suyo, había derrocado y fusilado al gobernador Manuel Dorrego, pero ante la imposibilidad de vencer en la contienda, le ofreció la gobernación de la provincia de Buenos Aires. San Martín juzgó que la situación a que había llevado el enfrentamiento sólo se resolvería por la destrucción de uno de los dos partidos. Entonces respondió a Lavalle que «el general San Martín jamás desenvainará su espada para combatir a sus paisanos». Luego se trasladó a Montevideo, donde permaneció tres meses, para finalmente volver a Europa.

Durante los años en que duró su exilio, San Martín mantuvo contacto con sus amigos en Buenos Aires, tratando de interiorizarse de lo que sucedía en su país. En 1831 se radicó en Francia, en una finca de campo cercana a París. Por esos años tiene lugar su afortunado encuentro con su ex compañero de armas, Alejandro Aguado, marqués de las Marismas, quien, convertido en un exitoso banquero, designó a San Martín tutor de sus menores hijos, con una generosa paga. Tres años más tarde y gracias al dinero ahorrado trabajando con su amigo y a la venta de las fincas con que lo habían premiado el gobierno de Mendoza y el de Perú, San Martín se mudó a una casa que compró en Grand Bourg.

Recibió la visita de varios personajes argentinos, en general jóvenes románticos y liberales, exiliados de su país, como Juan Bautista Alberdi (en 1843) y Domingo Faustino Sarmiento (entre 1845 y 1848), que viajó a Europa por encargo del gobierno de Chile y se encontró con San Martín en Grand Bourg en varias oportunidades. Hasta sus últimos años mantuvo correspondencia con su gran amigo Tomás Guido, quien le mantenía informado sobre la situación política en Argentina y América.

Testamento y Muerte

Fechó su testamento ológrafo en París el 23 de enero de 1844, dejando como única heredera a su hija Mercedes de San Martín, casada con Mariano Balcarce quien se desempeñaba como embajador argentino en París. Entre sus claúsulas establecía:

* Que Mercedes otorgue a su tía María Elena una pensión hasta su fallecimiento.
* Que a la muerte de María Elena le otorgue una pensión a la hija de ésta, Petronila.
* Que su sable corvo favorito, el de las batallas de Chacabuco y Maipú, fuera entregado al gobernador porteño Juan Manuel de Rosas, «como una prueba de la satisfacción que, como argentino, he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla».
* Prohibió la realización de funerales y de acompañamientos hasta el cementerio, «pero sí desearía que mi corazón fuese sepultado en Buenos Aires».
* Declaraba como su primer título el de generalísimo del Ejército del Perú.

En marzo de 1848, al estallar la revolución de ese año en París, se traslada a la ciudad costera de Boulogne-sur-Mer, estableciéndose en una habitación alquilada. Allí falleció a la edad de 72 años, a las tres de la tarde del 17 de agosto de 1850, en compañía de su hija Mercedes y de su yerno. Según cuenta la leyenda, el reloj de la casa dejó de funcionar a esa hora y aún sigue marcando las 3 en punto. Casualmente, en el mismo país donde murió San Martín, Francia, moría Honoré de Balzac, un día después. (Taringa)

Estando en sus ultimos años de vida en la miseria, olvidado por los argentinos, Peru otorgo a San Martin una pension vitalicia la que le permitio seguir sosteniendose hasta su muerte.

jueves, 25 de agosto de 2011

La Muerte del Libertador del Perú Don José de San Martín

Monumento al Libertador en la Plaza San Martín en Lima

En la edición del 9 de noviembre de 1850 del Diario Oficial El Peruano se publicó una carta escrita por Mariano Balcarce, esposo de Mercedes Tomasa San Martín y Escalada, hija del libertador don José de San Martín, dirigida al presidente de la República Ramón Castilla.

La misiva narra una noticia funesta: la muerte del Gran Capitán de los Andes, don José de San Martín Matorras, acaecida la tarde del sábado 17 de agosto del mismo año en Bolonia, Francia, a consecuencia de una hipertrofia cardiaca.

En la carta (escrita el 14 de septiembre), Mariano Balcarce, diplomático argentino en Francia, hijo de Antonio González Balcarce (1774–1819), quien fue director supremo de las Provincias Unidas de Río de La Plata, agradece al gobierno del Perú por la deferencia que tuvo para con el Protector e informa que don José de San Martín, como muestra de cariño y afecto por nuestra patria, nos dona el estandarte que Francisco Pizarro usó para conquistar el Imperio de los Incas.

"Al privarnos la divina providencia de un padre tierno y virtuoso, parece que hubiese querido suavizar nuestro dolor, haciendo que sus últimos momentos fuesen sin sufrimiento alguno visible y con la serenidad que inspira una conciencia sin tacha", reza un pasaje de la dolida carta de Balcarce.

Ante tan infausta noticia, el entonces presidente de la República Ramón Castilla, mediante decreto supremo del 7 de noviembre de 1850, dispone que se preparen, "en las capitales de los departamentos y provincias litorales de la República" las exequias correspondientes al "Jeneralísimo (sic) de las armas, fundador de la Independencia y Protector de la Libertad del Perú" (El Peruano: Lima, 9 de noviembre de 1850).

Han pasado 161 años de este sensible deceso del general que liberó de las cadenas de la opresión a la Argentina (1816), a Chile (1818) y proclamó la Independencia del Perú el 28 de julio de 1821. Hoy solo nos queda conmemorar su muerte y comprender el papel que cumplió en la gesta libertadora de América y del Perú.

José de San Martín, hijo del coronel Juan de San Martín, teniente gobernador de la Gobernación de las Misiones Guaraníes en Yapeyú, y de Gregoria Matorras del Ser, nació en Yapeyú el 25 de febrero de 1778.

Cuando tenía treinta años (1808), sirvió en el ejército español que había entrado en guerra contra la Francia de Napoleón Bonaparte. Mas, al iniciarse la rebelión en Argentina, abandona el ejército español, viaja a Inglaterra y luego a su país natal para apoyar en la campaña libertadora.

Después de asegurar la independencia de Argentina, junto con sus Granaderos a Caballo, cruza la cordillera de los Andes para llegar a Chile y conseguir su independencia en la batalla de Maipú en 1818, después de la gesta victoriosa de Chacabuco. 

En agosto de 1820, se embarca nuevamente en campaña con el apoyo del naciente Estado de Chile, parte del puerto de Valparaíso con destino a Perú, desembarcando en la bahía de Paracas en septiembre de ese mismo año.

Desde su desembarco en Paracas hasta su entrada en la ciudad de Lima, José de San Martín acepta dialogar con los virreyes que gobernaron el Perú en ese periodo: primero con el virrey Joaquín de la Pezuela, a través de representantes, en el pueblo de Miraflores donde se discute la restitución de la Constitución de Cádiz (por parte del virrey) y la instauración de una monarquía constitucional en el Perú (por parte de San Martín). No se llegó a ningún acuerdo.

Después, en 1821, negocia con el virrey José de La Serna en la hacienda Punchauca, donde San Martín insiste en su proyecto monárquico, pero cediendo el gobierno del Perú de manera provisional al virrey. No se llegó al consenso.

Después de la entrevista, el virrey José de La Serna se dirige al Cusco; San Martín, por su parte, hace su ingreso en la ciudad de Lima el 15 de julio de 1821. Trece días más tarde proclama la Independencia del Perú en la Plaza Mayor. Es proclamado Protector y da una serie de dispositivos legales como la Ley de Vientres (libertad para los hijos de esclavos nacidos después del 28 de julio), la abolición de la mita indígena, la fundación de la Biblioteca Nacional y la definición de los símbolos de la patria.

No obstante el protectorado de San Martín, la independencia del Perú no estaba sellada, faltaba ir a la sierra y derrotar al virrey. Es por eso que decide invitar a Simón Bolívar a que sumen fuerzas, se entrevista con él en Guayaquil (actual Ecuador) en julio de 1822, pero tampoco llegan a un acuerdo porque ambos libertadores tenían proyectos políticos distintos: José de San Martín proponía una monarquía constitucional y Simón Bolívar, una República.

La falta de consenso por parte de los dos libertadores pone en peligro el triunfo de la Independencia del Perú, José de San Martín es consciente de esto y decide dar un paso al costado. Tras su regreso a Lima en agosto de 1822 y, decepcionado, por verla sumergida en la anarquía, renuncia al Protectorado e inicia su autoexilio, en Europa, hasta el día de su muerte.

San Martín prefirió desistir de su proyecto monárquico para que América alcanzara su independencia plena y así permitir sin obstáculos el ingreso de Simón Bolívar al Perú, quien continuó la gesta independentista.

Este acto de desprendimiento, en un contexto en que los caudillos militares sobreponían sus intereses personales condenando a sus jóvenes repúblicas a la anarquía debe ser recordado porque da muestra de una personalidad intachable por parte del libertador. De allí la importancia de conmemorar la fecha de su fallecimiento.

Fuente: Jorge Eduardo Castro Tamayo Bachiller en Historia de la UNMSM - El Peruano

lunes, 19 de abril de 2010

General Don José de San Martín Libertador de Argentina, Chile, y Perú



José Francisco de San Martín (Yapeyú, Argentina, 25 de febrero de 1778 - Boulogne-sur-Mer, Francia, 17 de agosto de 1850) fue un militar argentino cuyas campañas fueron decisivas para las independencias de la Argentina, Chile y el Perú.

A los siete años viajó a España y con el tiempo se unió a los ejércitos españoles que combatían la dominación napoleónica de la Península, participando en las batallas de Bailén y Albuera. En 1812, tras una escala en Londres, partió a Buenos Aires, en donde se le encomendó la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo (que hoy lleva su nombre), que resistió un ataque realista durante el Combate de San Lorenzo. Luego reforzó el Ejército del Norte.

Desde la ciudad de Mendoza inició su plan para la liberación definitiva de Sudamérica: tras crear al Ejército de los Andes cruzó con el mismo la cordillera de los Andes y liberó Chile, en las batallas de Maipú y Chacabuco. Tomando bajo su control los barcos chilenos, atacó el centro del poder español en sudamérica, la ciudad de Lima, que declaró su independencia en 1821. Se encontró en Guayaquil con Simón Bolívar, y tras dicha entrevista le cedió su ejército y la meta de complementar la liberación del Perú. San Martín partió a Europa, y murió el 17 de agosto de 1850.

Es considerado el libertador más importante de Sudamérica de la colonización española. En la Argentina se lo reconoce como el Padre de la Patria y se lo considera un héroe y prócer nacional. En el Perú, se lo reconoce como libertador de aquel país, con los títulos de «Fundador de la Libertad del Perú», «Fundador de la República» y «Generalísimo de las Armas». En Chile su ejército le reconoce el grado de Capitán General.


viernes, 6 de abril de 2007

José de San Martín y la Independencia de Perú


José de San Martín y Matorras

El 8 de septiembre de 1820 luego de independizar Chile de la Corona Española , el General José de San Martín y su ejército desembarcan en el puerto peruano de Pisco haciendo retroceder al ejército realista, que se repliega a la zona de Sierra.

La expedición estaba constituida por alrededor de 4,500 hombres, pertenecientes al Ejército Libertador de los Andes y al Ejército de Chile, de los cuales 1,600 eran marinos, los que fueron transportados en ocho navíos de guerra y dieciséis transportes.

El virrey español Pezuela, jefe del ejército realista, tenía bajo su mando a unos 20.000 soldados, distribuidos por todo el virreinato, de los cuales la mayor parte defendía Lima; tratando de ganar tiempo para reunir a todos los soldados, plantea una salida diplomática al conflicto, que finalmente no llegó a ningún acuerdo aceptable para San Martín. Éste envía inmediatamente una división al mando del general Juan Antonio Álvarez de Arenales hacia Lima, por la ruta de la sierra, para propiciar la insurrección de las poblaciones a lo largo de su trayecto.

San Martín sigue con la flota y en los primeros días de noviembre desembarca en la localidad de Huacho, donde fortifica su posición e inicia su estrategia para sitiar definitivamente Lima.

El 29 de enero de 1821 se sublevan altos oficiales realistas contra el virrey Pezuela, quien es derrocado y sustituido por el general José de La Serna, que será nombrado virrey del Perú por la corona; quien propone a San Martín nuevas negociaciones diplomáticas; éstas finalmente fracasan debido a que la propuesta definitiva del General era la independencia del Perú.

El sitio de Lima se prolongó por algunos meses y en el mes de marzo arribó al Perú el capitán Manuel Abreu, enviado por el rey de España como emisario pacificador, sin ninguna consecuencia favorable para los independentistas y San Martín decide iniciar nueva estrategia y envía dos ejércitos, uno al mando del general Guillermo Miller, para desembarcar en las costas del sur y otra al mando del general Arenales, hacia a la sierra.

San Martín deja Huacho y desembarca en Ancón, estrechando el cerco a Lima. A la vez, inicia negociaciones de paz, que se realizan en la hacienda de Punchauca, cerca de Lima, a fines de abril, mediante sus delegados Guido, García del Río y José Ignacio de la Rosa y los del virrey La Serna; Abreu, Manuel de Llano y Mariano Galdiano. Las negociaciones fracasan nuevamente.

El alzamiento del regimiento realista Numancia -integrado por venezolanos- a favor de la independencia, le abre las puertas de Lima a San Martìn, obligando a La Serna a abandonar la ciudad el 5 de julio, internándose en la sierra.

San Martín ocupa Lima y reúne a Cabildo Abierto el 15 de julio. El día 28 de Julio San Martín declara la independencia de Perú y es nombrado Protector del Perú con autoridad civil y militar.

Ese mismo año fundó la Biblioteca Nacional del Perú a la cual donó su colección personal de libros y creó la Orden El Sol del Perú. Gobierna el Perú desde el 3 de agosto de 1821 hasta el 20 de septiembre de 1822.

Durante su protectorado recibe un pedido de ayuda del general Antonio José de Sucre, lugarteniente de Simón Bolívar, para la campaña en Ecuador. San Martín envía soldados que participaron en las victorias de Riobamba y Pichincha, que garantizaron la rendición de los realistas en Quito.

Entre los días 26 y 27 de julio de 1822 se realiza la Entrevista de Guayaquil, donde se reúne con Bolívar, teniendo como tema principal la liberación del Perú, principal baluarte realista español en Sudamérica, cediendo a éste la iniciativa y conducción de la campaña libertadora. Poco después decide retirarse de todos los cargos y volver a su país.

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