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lunes, 28 de febrero de 2022

Almirante francés Abel Bergasse Du Petit Thouars: Evitó la destrucción de Lima por las hordas bárbaras chilenas

 



El día martes 26 de febrero del 2019 se realizó la ceremonia de develación del busto del almirante francés Abel Bergasse Du Petit Thouars, en el conjunto arquitectónico "Marinos Notables" de la Escuela Naval del Perú.


Chile declara la guerra al Perú e invade su territorio durante la miserable Guerra del Guano y el Salitre de 1879, en las afueras de Lima las descontroladas hordas invasoras alcoholizadas en completo desorden destruían y quemaban todo lo que encontraban.


Temiendo que destruyeran y quemaran la hermosa e histórica capital del Perú, Petit Thouars se dirigió al comandante en jefe de las hordas bárbaras chilenas, general Manuel Baquedano González y comodoro Galvarino Riveros Cárdenas, advirtiéndoles que deberían reasumir el control de sus tropas y evitar nuevos desmanes como en Chorrillos, Barranco y Miraflores de los días 13, 14 y 15 de enero de 1881; en caso contrario, se vería obligado a usar la potencia de fuego de la escuadra neutral surta en el Callao y echar a pique a las naves de la escuadra chilena.


Temeroso, Baquedano hizo entrada a la capital peruana sin hacer destrozos


Por esto, Perú ha quedado eternamente agradecido a Petit Thouars, la marina francesa y Francia





miércoles, 7 de octubre de 2020

ANGAMOS 1879: Al Final, la Gloria Perenne es de los Peruanos

El Legendario BAP Huáscar

El Huáscar, legendario buque peruano conocido en el mundo entero, no se encuentra en Talcahuano - Chile, porque fue completamente destruido en un enfrentamiento con toda la moderna y poderosa escuadra chilena el 08 de octubre de 1879 en el denominado Combate de Angamos. 

La nave que exhiben los chilenos como "trofeo" es una réplica mal hecha y adaptada a las características de los buques chilenos de la época.

El "trofeo" de Talcahuano, más parece de Perú que de Chile, porque representa la valentía, el coraje de los marinos peruanos, liderados por Miguel Grau, que no se rindieron y se enfrentaron a toda una escuadra con el doble de potencia y capacidad naval. Es lo que admira la gente cuando lo visita. Gloria de Chile, ninguna.

Siendo el "trofeo" chileno un buque cualquiera, solo parecido al Huáscar, Perú esta pronto a contar con una réplica exacta y fidedigna del BAP Huáscar, la que se construiría en los afamados astilleros SIMA de El Callao.

¿Cómo quedó el Huáscar después del combate final? Veamos testimonios:

Benjamín Vicuña Mackena - historiador chileno:

"Las frecuentes, atrevidas y sobre todo impunes excursiones del "Huáscar" en las costas de Chile (6 meses) comenzaban a producir en el ánimo del país un sentimiento de rubor parecido al de la estupefacción, y en el cerebro de sus mandatarios una emoción semejante al vértigo. Era imposible someterse por más largo tiempo a aquella perenne vergüenza y soportar que un buque mal marinero y tres veces menos guerrero que cualquiera de nuestros blindados, viniese a manera de capricho o de mofa a retarnos en nuestros propios puertos".

-Galvarino Riveros Cárdenas, comandante en jefe de la escuadra chilena, el día del combate naval de Angamos, en reporte al Gobierno.

“Huáscar hecho pedazos. Miguel Grau murió en combate. La tripulación del blindado peruano resistió heroicamente”.

-Z. Freire, corresponsal del diario "El Mercurio" en el reporte a su sede en Santiago de Chile.

“Pintar la escena de desolación y carnicería que ofrecía la cubierta y el entrepuente del Huáscar al finalizar su resistencia es tarea más difícil que suponerla. La cubierta era invadida por los heridos a quienes se traía arriba con objeto de sacarlos de la atmósfera pesada y cargada de humo que abajo se respiraba. Lo que una vez fueron cámaras, salones y camarotes, eran ahora un hacinamiento de madera trozada, ropa despedazada, miembros humanos, sangre y cascos de granadas en horrible confusión; los pasillos de la torre estaban sembrados con los restos de marineros muertos en ella o manejando las cigüenas con que se le hace girar, y por cualquier parte del buque o donde se volviera la vista no se presentaban sino ejemplos de los efectos increíbles producidos por la explosión de las granadas Palliser de los blindados”.

-Teniente Teodoro B. Mason del USS "Pensacola" que participó en la inspección al Huáscar luego del combate naval de Angamos.

“Prácticamente no había una yarda cuadrada de las partes altas del Huáscar que no hubiera sido alcanzado por alguna clase de proyectil. Sus torres estaban casi destruidas, sus botes idos, […]. Abajo la escena era mucho más terrible. En todas partes había muerte y destrucción causada por los enormes proyectiles enemigos. Dieciocho cuerpos fueron retirados de la cabina y la torre estaba repleta con los restos de dos grupos de artilleros”.

-Edwin B. Penton, británico, tripulante del "Almirante Cochrane", uno de los encargados de llevar el buque peruano a Valparaíso luego del combate naval de Angamos.

“Lo primero que vieron nuestros ojos fueron trozos de cubierta, pedazos de madera, hierro, proyectiles rotos y numerosos artículos, todos mezclados con los cuerpos de los muertos, los moribundos y los heridos […] algunos sin cabeza, otros sin brazo, otros sin pierna y algunos sólo troncos, algunos con sus ropas quemadas, otros con los botones de sus chaquetas desprendidos, quemados por efecto de los proyectiles. Este desagradable espectáculo era igualmente malo tanto abajo como en la cubierta, cuerpos que yacían a montones, encima, a lo largo y cruzados uno con el otro entre los escombros, tal como cayeron. En un grupo al extremo posterior de la nave yacían siete hombres formando un montículo, quienes habían sido muertos por efecto de una granada explosiva que había atravesado la nave. Estos hombres estaban atendiendo la rueda de manejo del barco. El hombre de encima no tenía cabeza. A cualquier parte que íbamos, en cubierta, abajo, en la torre, en el cuarto de máquinas y en todas partes, encontramos cadáveres que habían caído en diferentes actitudes, un horror de describir. Aparte de los heridos, en la parte más alta, yacía un hombre muerto al que bajamos y que había sido acribillado mientras que atendía los titraelleurs, no obstante esa parte estaba protegida en su alrededor por placas de hierro. Estas visiones tremendas superan toda descripción”.

Honor a Grau y los tripulantes de esta nave gloriosa y eterna.


sábado, 9 de mayo de 2020

"En Este Buque Nadie Se Rinde"

"En este buque nadie se rinde"

Durante la Guerra del Guano y el Salitre, el 8 de octubre de 1879, en el fragor del Combate de Angamos en el que un pequeño buque peruano, el Huáscar, enfrentó a toda la moderna y potente escuadra chilena, muerto Miguel Grau, y el Huáscar totalmente destrozado y sin gobierno, una bala de cañón rompe la driza y el Pabellón cae. El enemigo cree  y celebra  que se produjo la rendición pero no...


...el teniente primero Enrique Palacios, al mando del Huáscar, gravemente herido, izó nuevamente el Pabellón Nacional del Perú profiriendo la histórica frase: 

"En este buque nadie se rinde"

Al respecto, la Marina de Guerra del Perú compartió un conmovedor video en el que recordó esta histórica frase,

La armada peruana resaltó de esta manera el vínculo que tiene esta expresión con el compromiso que hoy debe de tener todo el país para derrotar al coronavirus covid 19.

Expresó la marina peruana:

"Es la hora de honrar la frase del héroe de Angamos".

"Porque este buque es nuestro país; porque nuestra Marina es nuestro pelotón; también tu ciudad; tu distrito; tu barrio; tu casa, y nadie se rinde porque somos peruanos invencibles; hombres y mujeres de acero, que hemos superado momentos terribles de nuestra historia", evocó.

"Hoy, juntos, desde donde nos toque combatir vamos a vencer. En este buque nadie se rinde"


Enrique Palacios

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jueves, 3 de octubre de 2019

Guerra del Guano y el Salitre 1879: La Superioridad de la Prestigiada Marina de Guerra del Perú (Remake)

Medallón rescatado de los restos del buque chileno La Covadonga hundido por marinos peruanos con un cazabobos - Fabricado como homenaje equivocado porque la fragata Independencia se hundió por haber encallado y no por acción de La Covadonga cuyos tripulantes con Carlos Condell a la cabeza, por el contrario se dedicaron a ultimar con disparos de fusil a los náufragos peruanos

En la Guerra del Guano y el Salitre de 1879 entre Chile y Perú, mal llamada Guerra del Pacífico (*), se distinguió la marina de guerra peruana sobre su par chilena.

A pesar de la precariedad en que se encontraba, la armada peruana hundió en la contienda 6 buques de guerra chilenos, mientras la moderna y potente marina de Chile no pudo hundir ningún buque de guerra peruano.

La Marina de Guerra del Perú hundió a los buques de guerra chilenos:

-Esmeralda (espolón)

-Loa (cazabobos)

-Covadonga (cazabobos)

-Torpedera Janequeo (combate)

-Torpedera Fresia (combate)

-Torpedera Guacolda (combate)

Además, capturó al buque chileno Rímac, que transportaba completo al escuadrón de caballería de Línea del Ejército chileno "Carabineros de Yungay" N° 1, juntamente con modernos equipos, armas y municiones.

La armada chilena por su parte no hundió ningún buque de guerra ni transporte peruano.

A pesar de su inferioridad numérica y tecnológica, la Marina de Guerra del Perú fue más eficiente y eficaz que la armada chilena. 

Cuando uno ve al Huáscar cautivo en Chile puede, equivocadamente, pensar sobre la superioridad de la armada chilena, lo cual no es cierto. 

Fue necesario el máximo poder de fuego de toda la armada de Chile poseedora de buques nuevos del doble de capacidad que el Huáscar para detener el accionar del pequeño blindado peruano de 2 cañones avant carga que la enfrentó y mantuvo en jaque por meses. 

Tuvieron que morir en combate Grau y sus sucesivos reemplazos, todo el comando de la nave, para que ésta nave, sin rendirse, sea capturada por los chilenos.

Lamentablemente, los malheridos sobrevivientes ya no pudieron completar el hundimiento de la gloriosa nave. destrozada por el alevoso cañoneo de todos los buques chilenos..

(*) la Guerra del Pacífico verdadera es la que enfrentó a Estados Unidos y Japón luego del artero ataque japonés a Pearl Harbor en 1941. A diferencia de esta guerra que se dio en todo el Océano Pacífico, la guerra marítima entre Chile y Perú solo se dio en el mar cercano a las costas por lo que no le corresponde el nombre que le dieron sino el de Guerra del Guano y el Salitre porque fueron los objetivos para que Chile declare la guerra al Perú, lo invada y se apodere de esa riqueza.

martes, 12 de febrero de 2019

Los Territorios Peruanos Cautivos del Sur: Pisagua

Tren Peruano en Pisagua 1876



Pisagua fue una localidad peruana invadida por tropas integradas por chilenos actuando por cuenta de Gran Bretaña.

Fue en la Guerra del Guano y el Salitre de 1879, año en el cual mercenarios invasores organizados y reclutados en Chile, pagados y equipados por Inglaterra, ocuparon las zonas ricas en salitre y guano peruanas, el tesoro de la época, que deseaban explotar a plenitud empresas británicas.

Pisagua fue un importante puerto peruano destinado al embarque y exportación de nitrato.

En manos peruanas disfrutó de modernos muelles con grúas mecánicas, un activo movimiento portuario, diversos edificios gubernamentales, bancos, casas comerciales nacionales y extranjeras, un teatro, hoteles y consulados. 

Ya en poder de Chile y tras el fin de la industria salitrera, Pisagua entró en pobreza y se convirtió en un pequeño pueblo principalmente pesquero y cruel prisión chilena.

Pisagua tuvo su origen en un asentamiento costero establecido por peruanos procedentes de Arica y otras localidades del Perú meridional, en las inmediaciones de la desembocadura de la quebrada de Tana o Camiña durante el siglo XVII. 

Formó parte del Virreinato del Perú, dependiendo de la intendencia de Arequipa, inicialmente como parte del partido o subdelegación de Tarapacá y, luego, del de Iquique-Pisagua. 

Con la independencia del Perú en 1821, Pisagua formó parte del nuevo país, el Perú. 

Inicialmente, el pueblo dependió del Departamento de Arequipa, para luego formar parte del Departamento de Moquegua en 1857. 

Durante la primera mitad del siglo XIX, sus pobladores fueron atraídos por sus depósitos de guano, los que eran explotados con mano de obra china. Para entonces, Pisagua se había transformado en una importante localidad del sur de Perú. 

El 20 de junio de 1870, el Gobierno del Perú declaró a Pisagua como «puerto mayor», principalmente destinado para el embarque de nitrato y yodo al exterior. La industria del salitre había crecido desplazando al guano como principal industria de la región. 

El nitrato era explotado en las oficinas salitreras, ubicadas en la pampa interior, a unos 60 km de distancia. 

Con el fin de exportar el salitre, se comenzó la construcción del ferrocarril hacia los principales puertos, incluyendo Pisagua.

En 1878, Pisagua se convirtió en un distrito del nuevo Departamento de Tarapacá. 

En 1879, Chile declara la guerra al Perú e invade para tomar el salitre y guano cuya explotación entregaría luego a empresas británicas.

Han transcurrido muchos años y los peruanos aún consideran a Pisagua dentro de los territorios peruanos cautivos del sur.



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miércoles, 30 de enero de 2019

La Defección del Coronel EP Segundo Leiva y el 2° Ejército Peruano

Tumba abandonada del coronel EP Segundo Leiva



El coronel EP Segundo Leiva es uno de los personajes más oscuros de la guerra del Guano y el Salitre de 1879.

Los dramáticos y numerosos telegramas del coronel Francisco Bolognesi en Arica diciendo "Apure Leiva Apure" contribuyeron a acrecentar las críticas en su contra.

Bolognesi no se rindió en Arica porque hasta último momento tuvo la esperanza que Leiva llegaría con el 2° Ejército Peruano por la retaguardia de los invasores chilenos, pero ello nunca ocurrió, y se inmoló con su ejército convirtiéndose en mártires.

Manuel Segundo Leiva Velasco, (*Camaná, Virreinato del Perú, 1815- † Lima, Perú, 1895) militar peruano de larga trayectoria en el ejército. Inició su carrera militar en 1835, hizo las campañas de la confederación peruano-boliviana encontrándose en las batallas de Yanacocha y Guías, durante la insurrección de Manuel Ignacio de Vivanco en 1841 combatió a ordenes de Ramón Castilla en el combate de Cuevillas. En 1843 obtuvo sus despachos de coronel efectivo de manos del mariscal Domingo Nieto. En 1865 se encontraba al mando de una de las divisiones del ejército del general Pezet; cuando el general Prado que había iniciado una revolución en Arequipa atacó Lima en noviembre de ese año el coronel Leiva desobedeció las órdenes del ministro José Luis Gómez Sánchez, lo que permitió que los revolucionarios se hicieran con el control de la capital. Concurrió al combate del 2 de mayo en las baterías del Callao que enfrentaban a la escuadra española del almirante Méndez Núñez, por lo que fue declarado benemérito a la patria.

Al momento de iniciarse la Guerra del Guano y el Salitre de 1879, es nombrado por el presidente Prado instructor de la Guardia Nacional, y cuando Nicolás de Piérola derrocó a Prado le confió la inspectoría general del ejército, posteriormente obtuvo el mando del segundo ejército del sur con sede en Arequipa.

Leiva llegó a Arequipa el 27 de abril de 1880. Inicia la marcha hacia Tacna el 12 de mayo​ con un ejército de alrededor de 3.000 hombres. Su marcha fue extremadamente lenta de manera que, el 26 de mayo, cuando se produce la batalla del Alto de la Alianza, él se encontraba recién en Torata - Moquegua.

Leiva tenía órdenes de amagar la retaguardia chilena, acción que hubiera significado la victoria peruana en Tacna y Arica, y el fin de la guerra.

El lento Leiva llega a la ciudad de Moquegua el 28 de mayo y el 30 a las inmediaciones de Locumba, punto desde el cual ordena el retorno a su cuartel general en Arequipa.

Según se dice fue Nicolás de Piérola quien le ordena primero hacer la marcha lenta y luego regresar para de esta manera causar la derrota de sus 2 principales comandantes, Montero en Tacna y Bolognesi en Arica, cuyas victorias hubieran significado 2 potentes rivales políticos, pensamiento que solo puede ser atribuido a un loco o a un presidente traidor puesto por Chile. Tacna y Arica cayeron así como un regalo en manos del vandálico y cruel invasor chileno cuyas hordas degollaron a soldados peruanos heridos y rendidos.

Luego de su vergonzoso regreso a su cuartel en Arequipa, Leiva fue depuesto del mando y en su lugar nombrado el coronel José de la Torre, recibiendo la orden de presentarse en Lima para dar cuenta de su conducta, proceso del que salió absuelto, luego e increíblemente el 22 de diciembre fue nombrado ayudante del presidente Nicolás de Piérola.

Como ayudante del presidente, dictó malas disposiciones en las batallas de San Juan y Miraflores, las  que se caracterizaron por la improvisación, pésima organización y decisiones erradas. ¿También parte de un complot contra Perú?

Los últimos años de su vida los pasó en la soledad y abandono hasta su fallecimiento en Lima en el año 1895. Sus restos se encuentran enterrados en el cementerio Presbítero Maestro en una pobre y olvidada tumba que solo lleva sus iniciales. (Datos: Wikipedia y otras fuentes)


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sábado, 13 de octubre de 2018

¿Sabe quién fue el destacado estadounidense James G. Blaine y que tuvo que ver con el Perú?

James G. Blaine



James Gillespie Blaine (31 de enero de 1830 - 27 de enero de 1893) fue un estadista estadounidense y político republicano que representó a Maine en la Cámara de Representantes de Estados Unidos de 1863 a 1876, sirviendo como Presidente de la Cámara de Representantes de 1869 a 1875, luego estuvo en el Senado de los Estados Unidos de 1876 a 1881. Blaine sirvió dos veces como Secretario de Estado (1881, 1889-1892).

James G. Blaine, tuvo una destacada actuación con respecto a las gestiones de los Estados Unidos sobre acuerdos de paz en la Guerra del Guano y el Salitre de 1879, en la que Perú enfrentó la invasión de  mercenarios chilenos.

Blaine reconoció y expuso en el Senado de su país que en realidad Perú combatía con Inglaterra, país que utilizaba a chilenos para encubrir sus afanes de conquista de toda la explotación del guano y el salitre en territorio boliviano y peruano. Los hechos en el curso de los años le dieron la razón.

En 1881, en el Senado de su país dijo:

 "Chile, jamás habría entrado una sola pulgada dentro de la guerra, sino hubiera sido por el respaldo del capital inglés. Era un completo error hablar de dicho conflicto como una guerra entre Chile y Perú...es una guerra de Inglaterra contra el Perú, con Chile como instrumento...Asumo la responsabilidad de esta afirmación." 

Más adelante, en 1882 declaró al diario The Washington Post: 

 "Los chilenos consiguieron de Inglaterra acorazados y material de guerra. Los soldados chilenos marcharon hacia el Perú con uniformes de tela inglesa, con fusiles ingleses sobre sus hombros, la simpatía inglesa respaldó a Chile en su conquista y los intereses comerciales ingleses reciben un tremendo impulso del engrandecimiento de Chile".

  "Banqueros ingleses proveerán el dinero, comerciantes ingleses efectuarán los negocios, buques ingleses cargarán los productos. Más de 800 barcos están implicados en este negocio...La guerra contra el Perú ha sido hecha en pro de los mismos intereses que Clive y Hasting (*) tuvieron en India" 

James G. Blaine es considerado un hombre ilustre del Perú.

 (*) Clive fue el conquistador de la India a nombre de East India Company y después dominó el país, se dedicó a expoliarlo al máximo de sus riquezas, como sucedió también con Chile en la post Guerra del Guano y el Salitre.

lunes, 1 de octubre de 2018

En 1879 Chile Armado por Empresas Británicas Invade Territorio Costero Boliviano



Durante febrero y marzo de 1879 Chile invade territorio boliviano en la costa del Océano Pacífico.

Lo hace en defensa de empresas británicas que explotaban el salitre de la zona, a quienes Bolivia había elevado los impuestos.

Como los británicos se negaron a pagar, el gobierno boliviano de Hilarión Daza rescindió las licencias de explotación, confiscó los bienes de la compañía y los puso a remate para el día 14 de febrero de 1879. 

Frente a ello, las empresas británicas habían recurrido ya con antelación al gobierno chileno de Aníbal Pinto Garmendia, financiando la implementación del ejército y armada de Chile con la idea de expandir el territorio del país.

Dentro del plan de ocupación, Chile invade el puerto de Antofagasta el 14 de febrero de 1879 y en pocos días toma los poblados de Mejillones y Caracoles.

El 22 de febrero sale del Callao una delegación peruana de alto nivel a cargo de José Antonio de Lavalle para mediar entre Bolivia y Chile, pero ésta es rechazada violentamente por Chile.

Los poblados de Tocopilla (puerto), Cobija (puerto) Calama y San Pedro de Atacama fueron también ocupados por tropas chilenas. 

Pretendiendo también las empresas inglesas los ricos territorios salitreros de Perú, impulsan la guerra contra Perú. Así, Chile declara la guerra al Perú el 5 de abril de 1879. 

Al final, Chile armado por los británicos se apodera dolosamente de provincias costeras bolivianas y peruanas, las que hasta la actualidad se consideran como Provincias Cautivas que deben retornar.

martes, 5 de diciembre de 2017

Los Crímenes Cometidos Contra 13 Bomberos Italianos de la Bomba Garibaldi

Bomberos Italianos - Bomba Garibaldi

En la mañana del 14 de enero de 1881, un día después de la derrota peruana en la Batalla de San Juan, durante la miserable Guerra del Guano y el Salitre de 1879 (mal llamada Guerra del Pacífico), trece bomberos de nacionalidad italiana, pertenecientes a la Bomba Garibaldi de Chorrillos, fueron asesinados por salvajes hordas invasoras procedentes de Chile.

Los bomberos de nacionalidad italiana, se encontraban combatiendo el fuego producido en Chorrillos, por los bombardeos chilenos contra la población inerme. 

Las llamas consumían la tienda de su compatriota de apellido Queirolo, un gran incendio que se había propagado a toda la manzana. 

El primero en caer asesinado fue el bombero Giovanni Ognio a quien los chilenos le partieron el cráneo con un golpe de sable. 

Cayó después el adolescente Luca Chiappe, acribillado a balazos por dos sargentos del "regimiento" Buín, quienes le dispararon sin aviso todas las balas que tenían en sus fusiles

Haciendo uso de su arma de reglamento para realizar degüellos, un cuchillo punteagudo y curvo, al que llamaban el corvo, las hordas criminales degollaron sin piedad a los bomberos italianos Angelo Cipollini, Gio Batta Leonardi y Enrico Nerini

Los bomberos que quedaron cautivos de las bestias chilenas fueron Angelo Descalzi, Guiseppe Orengo, Egidio Valentini, Lorenzo Astrana, Paolo Marzano, Paolo Risso, Giovanni Pale y Filippo Bargna

A pesar de haber reiterado que cumplían función como bomberos y que no portaban armas, los cautivos fueron torturados y luego fusilados en forma sumaria la mañana del 14 de enero del 1881.

Una tortura propia de salvajes: Oficiales de caballería chilenos los golpearon y luego los ataron a las colas de sus caballos, arrastrándolos a gran velocidad, todo frente al criminal de guerra Patricio Lynch quién expectaba la escena como si fuera una diversión, para luego ordenar su fusilamiento.

Como es habitual, terminada la guerra, los indolentes gobernantes peruanos no han otorgado el debido reconocimiento a estos bomberos, verdaderos héroes y martires de una sucia guerra que no era de ellos. 

Tampoco los gobernantes peruanos han demandado con firmeza que el Gobierno de Chile pida perdón al Perú e Italia por los terribles crímenes de guerra que cometieron al invadir el territorio peruano.




martes, 3 de octubre de 2017

¿A qué se dedicó el ejército chileno inmediatamente después de la Guerra del Guano y el Salitre de 1879 mal llamada Guerra del Pacífico?

 
Facundo Jones Huala - Líder Mapuche Actual


El gobierno de Chile tomó la decisión de ocupar la Araucanía después de que el francés Orélie Antoine de Tounens había aparecido en la zona en 1861. Tounens creó el Reino de la Araucanía y la Patagonia, y fue elegido regente por importanteslíderes de la zona, tomando el nombre de Orélie Antoine I.

Chile, decide aplicar el plan propuesto por el general de Ejército Cornelio Saavedra Rodríguez. 

Según el plan, las tierras serían confiscadas a los mapuches para ser traspasadas a colonos sin ningún costo, para fomentar así la ocupación de la zona y desarrollar la producción de trigo. 



La primera ocupación se llevó a cabo con relativamente poca resistencia, pero luego se produjo una sublevación de los mapuches que habitaban las cercanías del río Malleco, bajo el mando del lonco Quilapán. 

En el año siguiente más de 1500 soldados estaban concentrados en Angol para operaciones en el interior araucano. ​ En diciembre de 1867 se habían reunido 4000 a 5000 guerreros mapuches en la zona montañosa de Chihuaihue, provenientes de Moquehua, Boroa y La Imperial. Los arribanos de Quilapán lograron coordinar una rebelión con los abajinos costeros al mando de Catrileo, Coñoepan, Marileo y Painemal, con 3000 lanzas cruzaron la cordillera de Nahuelbuta al poniente de Angol y fueron a salir al norte del río Malleco donde unieron sus fuerzas y lograron victorias en Traiguén, Curaco y Perasco gracias a su combinación del malón con tácticas de guerrilla. 

En enero de 1869, 1500 mapuches son derrotados en Chihuaihue por el general José Manuel Pinto. Los araucanos se reorganizaron y atacaron Angol, ante esta situación el Ministro de Guerra, Francisco Echaurren, marchó con refuerzos a Cautín. En la costa el coronel Saavedra ocupó Cañete y Tucapel, sofocando la rebelión de 1500 guerreros en Purén. El 25 de septiembre los mapuches y el ejército llegaron a un acuerdo en Angol. Poco duró el acuerdo ya que Quilapán volvió a rebelarse con 3000 lanzas siendo derrotados el 25 de enero de 1871 por un ejército de 2500 soldados en Collipulli.

Si en 1869 la guerra ofensiva de Saavedra -consistente en atacar pueblos, robar ganados y quemar rucas y provisiones- había sido un éxito al tomar por sorpresa a los araucanos, para el verano de 1870-1871 fue un fiasco debido a que los indios se adaptaron y optaron usualmente por retirarse y evitar el combate frontal.

Las críticas al método usado por los militares llevaron a la disminución de las operaciones ofensivas y a optar por consolidar las conquistas logradas, se edificaron un gran número de fuertes y pueblos en la costa de Arauco y en el valle del río Malleco-Traiguén. Esto trajo una relativa calma en la región por los siguientes diez años. 

La Guerra del Guano y el Salitre, mal llamada Guerra del Pacífico, que enfrentó a Chile contra Perú y Bolivia en el norte del país, significó que las fuerzas del ejército se concentraran en este conflicto en particular, situación que fue aprovechada por los mapuches para lanzar nuevos ataques a los puestos ubicados en las zonas fronterizas. 

Según el historiador y antropólogo chileno José Bengoa esa fue la primera vez en toda su historia que los muy descentralizados mapuches se unieron en una sola insurrección. Esta nueva sublevación ocurrida en 1880 se materializó en pérdidas para ambos bandos. 

Una vez finalizada la Guerra del Guano, el ejército chileno, cumpliendo órdenes del gobierno de Domingo Santa María retomó en forma vigorosa la campaña de extinción de la etnia mapuche.

El Coronel Gregorio Urrutia estuvo a cargo de las operaciones de destrucción de los pueblos mapuches y de la anexión de su territorio.

El 27 de enero de 1881, 3000 indígenas atacaron Traiguén arrasando con las haciendas y el ganado. Tras ser rechazadas sus incursiones en Traiguén y el fuerte de Lebuelmán los mapuches se encaminaron, sumando cada vez más lanzas a atacar el fuerte de Los Sauces, entonces tenían unas 1500. Su asalto fracasó y cuando atacaron la línea del Malleco que creían desguarnecida fueron masacrados, con esto las tropas chilenas pudieron seguir su avance, cruzaron el Cautín, y el 24 de febrero fundaron el fuerte de Temuco.

Los aborígenes respondieron atacando dos caravanas matando 100 personas, en los cerros de Ñielol, ese mismo mes. 

Durante el comienzo del mes de noviembre se produjo el último alzamiento indígena: unos 6000 a 7000 conas participaron de los combates, resultando muertos o heridos más de mil.

Según Horacio Lara las tribus araucanas en aquellos momentos, ya menguadas en sus números por la guerra constante, podían movilizar solamente 8.000 lanzas: 2.000 de los arribanos, 2.000 de los abajinos, 1.000 de los costinos y el resto huilliches. 

Luego de una serie de crueles y masivas matanzas de exterminio los mapuches fueron temporalmente derrotados.

Aplicando medidas de segregación con los mapuches sobrevivientes de los crímenes, éstos fueron concentrados en «reducciones», pequeñas reservas en las peores zonas de clima severo y suelo infértil, generalmente separadas unas de otras por áreas mejores que se regalaron y fueron ocupadas por colonos europeos. 

En 1929, existían 3078 reservas indígenas ocupadas por mapuche o araucanos..

En total, hasta 1901 habían llegado 36 000 europeos, 24 000 contratados por la agencia de colonización y 12 000 llegados por sus propios medios, quienes usurparon la propiedad mapuche.

La rebelión mapuche sigue viva en el espìritu de los descendientes de los grandes guerreros, quienes esperan que algún día el territorio que les quitaron injustamente y por la fuerza, les sea devuelto.

Actualmente, Chile sigue su política de segregación contra el pueblo mapuche o araucano. Nunca se ha visto personas de esta etnia ejerciendo el cargo senador, diputado, ministro, general, almirante, obispo o en cualquier cargo público destacado, algo que debe ser corregido, caso diferente al de Perú por ejemplo en el que nunca hubo segregación contra los pueblos originarios, los que fueron correctamente incorporados a la vida de la nación.

sábado, 3 de junio de 2017

Chile Exhibe en Talca una Estatua Robada de Perú en la Guerra del Guano y el Salitre de 1879

Monumento Peruano al 02 de Mayo
Talca - Chile
Sustraído Durante la Guerra del Guano y el Salitre de 1879

En la plaza 2 de mayo de Lima, se encuentra el monumento que conmemora la victoria peruana en El Callao,  frente a la flota española.

Luego del combate del 2 de mayo de 1866, se expidió un decreto para construir un monumento conmemorativo y se hizo una colecta entre la comunidad para construirlo.

Mediante decreto del 26 de junio de 1866 se comisionó a Numa Pompilio Llona, poeta y diplomático ecuatoriano que vivía en el Perú para conseguir el modelo del monumento. Llona viajó a París donde convoca a un concurso internacional para encontrar el diseño. Los proyectos se expusieron en el salón de honor de Palacio de la Industria de París en febrero de 1868.

Se declaró como ganadores al escultor Emil Guillaume y el arquitecto Luis León Cugnot. 

Se demoraron siete años en lograr el monumento, los mármoles se trabajaron en Carrara y las figuras de bronce fueron fundidas en la fundición Fhierar.

Con las partes terminadas se levantó una maqueta del monumento frente al Palacio de la Industria de París donde estuvo expuesta entre mayo y junio de 1872. 

Allí fue vista por el viajero Edmund Cotteau que la describió de la siguiente manera: 

Pedro Gálvez Egusquiza, hermano del héroe de 2 de mayo José Gálvez, fue encargado de trasladar el monumento al Perú. Sin embargo, vio que la escultura era muy grande. Desde París escribió que la estatua era… “de un mérito sobresaliente" tenía dimensiones demasiado grandes, por lo que consideraba era necesario modificar el decreto que fijaba su tamaño, proponiendo fundir una nueva más pequeña, aunque destacaba que "juzgo que no debería destruirse la actual para solo aprovechar del material, que no saldría la quinta parte de lo que vale la estatua, sino que se podría dar a la estatua sobrante otra colocación, sea en el Museo Nacional, sea en el Callao". El monumento fue enviado a Lima entre 1873 y 1874. 

Por esta razón se decidió construir una escultura más pequeña. En 1874 se enviaron las partes del monumento y fue ensamblado en Lima por Nicolás Mequer. Cuando estuvo terminado fue inaugurado el 29 de julio de 1874.

La escultura que se colocó fue la más pequeña. La otra escultura fue guardada en los almacenes del Callao. 

Durante la guerra del Guano y el Salitre, en 1881, la escultura conservada en los almacenes del puerto de El Callao, fue sustraída y embarcada hacia Chile, el país invasor.

A fines de julio de 1881, el intendente de Talca - Chile, escribió al ministro del Interior comunicándole que un coronel Gana había remitido desde Perú, para embellecer la ciudad y como recuerdo de los triunfos en combate del regimiento homónimo, una bella estatua de bronce que representa la Victoria para que se sirva ponerla a disposición del pueblo de Talca y colocarla en el lugar que crea conveniente.

La segunda escultura sobrevivió de milagro a la ocupación de Lima por las hordas saqueadoras y destructoras chilenas.

Las 2 esculturas fueron hechas para conmemorar la victoria peruana del 2 de mayo, pero la historia las separó: la más grande fue robada y terminó en una ciudad perdida Talca - Chile y la más pequeña se encuentra en la Plaza 2 de Mayo, lugar destacado del centro de Lima, capital del Perú.

Este caso es uno de los miles de robos que Chile realizó en la Guerra del Guano y el Salitre de 1879. En casos similares los países civilizados han devuelto lo sustraído a su país de origen, pero Chile no solo no devuelve sino que exhibe lo robado. (Datos: fuentes varias)



viernes, 26 de mayo de 2017

En Tarapacá: La Unica Victoria del Ejercito Peruano en la Guerra del Guano y el Salitre

Estandarte del 2° de Línea Chileno
Capturado por el Guardia Civil Mariano Santos

La batalla de Tarapacá se desarrolló en la localidad homónima, el 27 de noviembre de 1879, durante la campaña terrestre de la Guerra del Guano y el Salitre de 1879.

Se enfrentaron fuerzas peruanas y fuerzas chilenas, estas últimas defendiendo los intereses ingleses por el guano y el salitre que poseían Bolivia y Perú.

Perú obtuvo la victoria, logrando el desbande y huida de los cuerpos del ejército chileno aún sobrevivientes.

Tras el desembarco en Pisagua, el 2 de noviembre de 1879, el ejército chileno invasor inició una serie de penetraciones al interior del departamento peruano de Tarapacá para consolidar sus posiciones y asegurar las vías de comunicación y suministros.

Se producen entonces dos acciones militares: un encuentro de caballería muy limitado en Germania, el día 6 de noviembre, y una batalla mayor en Dolores (también llamada San Francisco), el día 19 del mismo mes. 

Cabe destacar un hecho vergonzoso, la retirada de Camarones del ejército boliviano al mando del general Hilarión Daza, quien debía marchar para encontrarse con las fuerzas peruanas del General Juan Buendía. Daza retorna aceleradamente a Arica sin enfrentar batalla alguna. 

Por la falta de los esperados refuerzos bolivianos, e incapaz de sostenerse en el punto de la victoria, el ejército peruano se repliega hacia Tiviliche para luego marchar hacia el puerto de Arica, con el fin de reagruparse con las fuerzas aliadas que se encontraban en esa posición.

Al finalizar la Batalla de Tarapacá, los chilenos contabilizaron 516 muertos y 179 heridos, más que en las batallas de Pisagua, Germania y Dolores juntas. Los peruanos dieron en sus partes un total de 236 muertos y 261 heridos. 

Para los peruanos, la victoria de Tarapacá no cambió su situación, ya que luego de la batalla el ejército abandonó el lugar con destino a Arica, junto con toda la población que, huyendo de las represalias, dejó sus hogares. 

Al llegar a Arica el general Buendía y el Coronel Suárez fueron puestos bajo arresto por el Contraalmirante Montero culpándolos de las derrotas y por haber dejado Tarapacá en manos chilenas. (Datos: Wikipedia)


EL ABANDONO EN QUE SE ENCUENTRA ACTUALMENTE EL PUEBLO DE TARAPACA, LUGAR DONDE SE DESARROLLO LA BATALLA

jueves, 25 de mayo de 2017

Decisión de Francisco Bolognesi en Arica ¿Acierto o Error?


Al 2° Ejercito Peruano, al mando del coronel Leyva, con sede en Arequipa, se le dió la orden de dirigirse hacia Tacna para apoyar al 1° Ejercito Peruano al mando de Lizardo Montero, en maniobra envolvente la derrota del invasor Ejército Chileno era segura.

Leyva, nunca tuvo la intención de entrar en combate, a poca distancia de su objetivo, decidió regresar a Arequipa con sus 4 mil soldados, decretando la derrota peruana en Tacna.

A pesar de los innumerables telegramas que Francisco Bolognesi le cursara desde Arica, tampoco llegó. 

El 5 de Junio, llegó un emisario chileno, Juan de la Cruz salvo, quién le dijo: "El general en jefe del ejército de Chile, deseoso de evitar un derramamiento inútil de sangre, después de haber vencido en Tacna al grueso del ejército aliado, me envía a pedir la rendición de esta plaza, cuyos recursos en hombres, víveres y municiones conocemos".

Con la esperanza de la llegada de Leyva, Bolognesi, luego de consultar a sus jefes militares, respondió: "Tengo deberes sagrados, y los cumpliré quemando el último cartucho. 

El único jefe militar peruano que discrepó de la decisión de Bolognesi y de sus compañeros de armas, fue el coronel Agustín Belaúnde.

Belaúnde, fundó su voto en favor de la capitulación, alegando que, "habiéndose perdido toda esperanza de auxilio, sea de Leyva, o de Montero, era pueril creer que las escasas tropas de que se disponía, fueran capaces de contener el empuje de las orgullosas legiones invasoras; que no era acción de cobardes capitular ante enemigo tres o cuatro veces superior en número, haciendo antes "tabla rasa" de Arica y sus fortificaciones; finalmente que no hacerlo así, era sacrificar, a sabiendas, tanta juventud en flor; era llevarla al matadero".

Y tuvo razón Agustín Belaúnde, Perú fue derrotado, muriendo 900 jóvenes de un total de 1 mil 900 combatientes peruanos mal armados, que lucharon en desventaja contra 5 mil soldados chilenos que poseían los mejores equipos de guerra. Es más, muchos peruanos murieron cruelmente degollados por el salvaje invasor chileno cuando estaban heridos o rendidos.

Hubiera sido mejor decisión de Bolognesi y sus jefes militares rendirse frente a la diferencia militar tan grande y sin posibilidad de refuerzo peruano, permitiendo así que siga viviendo tanta gente joven, inútilmente sacrificada. Los 900 peruanos muertos podrían luego haber sido canjeados y regresar al combate más adelante, como ocurrió en otros casos.

Pero, Bolognesi creyó hasta antes de morir que Leyva llegaba con el 2° Ejército Peruano y Perú derrotaba al cruel invasor chileno. Pero este traidor estaba descansando cómodamente en Arequipa.


Coronel EP Agustín Belaúnde

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