En los casi 3 siglos de dominio español en Sudamérica, Lima fue la capital del Virreinato del Perú.
En tal condición, era la ciudad número 1 de Sudamérica, centro de la cultura, las artes, la ciencia, la literatura y la riqueza de la época
Los limeños de la época eran los ricos de Sudamérica, mientras los peruanos del norte y sur sudamericanos eran bastante más pobres y poco cultos.
En estas circunstancia, surgen rebeliones de las colonias sudamericanas contra los centros de poder cuyo nivel máximo se encontraba en Lima, capital del reino del Perú o virreinato como se le llamaba.
Los habitantes de Lima deseaban seguir perteneciendo al imperio español y no apoyaban ninguna rebelión.
Lidera la primera rebelión en el sur José de San Martín el cual fracasa en su intento de derrotar al virrey.
Sigue Simón Bolívar, con una segunda rebelión, esta vez reforzada con un regimiento británico con soldados de élite que habían participado en la batalla de Waterloo contra Napoleón al mando del Duque de Wellington el vencedor.
Gracias a los británicos, Bolívar logra la capitulación del virrey, y a la gente de Lima no les queda más que unirse al proceso.
Tiempo después, el ejército del Perú expulsa del territorio peruano a todo el ejército de Simón Bolívar.
Lima queda arrasada y sumida en batallas para tomar el poder por parte de grupos de militares.
Para Lima, no fue una guerra por la independencia, porque no la deseaba.
Solo fue una REBELIÓN DE LAS COLONIAS del reino del Perú, que triunfaron por la participación británica.
Si no hubieran participado británicos de élite, el Ejército Real del Perú hubiera derrotado y aniquilado al ejército caribeño de Bolívar
Esta es la historia verdadera.