Augusto B. Leguía
"La verdad sobre Olmos"
Artículo escrito por Enriqueta B. Leguía publicado en la Columna del Director del diario Correo de Lima Perú del 01/11/2011
Le cedo gustoso mi espacio a doña Enriqueta, casi nonagenaria pero aún juvenil hija del gran ex presidente Leguía, por razones de justicia histórica.
"Aldo, el diario La República ha publicado un largo artículo sobre el 'Proyecto Olmos', ignorando completamente el nombre de su creador y constructor: el presidente Augusto B. Leguía Salcedo, quien es un completo desconocido para estas últimas cuatro generaciones de peruanos. De modo que a continuación voy a exponer una reseña hecha por el ingeniero Vicente del Solar en su libro titulado Cómo salir del subdesarrollo (1982):
"Esta obra (Olmos), iniciada por el presidente don Augusto B. Leguía hace medio siglo (...) constituye actualmente una de las principales preocupaciones del gobierno del presidente Fernando Belaunde Terry.
Se trabajan cifras astronómicas, se dice que se pondrá bajo riego 120 mil hectáreas. Pero la realidad es que quienes merecen ser mencionados en este proyecto son: Leguía, como presidente y gestor del proyecto; y Carlos W. Sutton, como ingeniero ejecutor del mismo. Sin embargo, parece que en todo el tiempo transcurrido un oculto temor a la verdad mantuviera un sentimiento de repulsión contra el nombre de Leguía (...)
Si es verdad que se ha conseguido hacer olvidar su nombre en la avenida 'Leguía' (hoy Arequipa) y en el 'Terminal Leguía' del Callao, existe ahora la obligación moral de recordar la memoria de Leguía en la 'Irrigación de Olmos'. El Proyecto y la Memoria Descriptiva incluían la perforación de un túnel principal de 20 km de extensión, que desviaría las aguas del río Huancabamba, perteneciente a la cuenca del Atlántico, al río Olmos, de la cuenca del Pacífico. El canal de conducción había sido proyectado para alimentar un primer reservorio, con capacidad de 50 millones de m3 de agua y otro para 100 millones de m3. El volumen acumulado permitiría poner bajo riego 160 mil hectáreas y generaría 600 millones de kilovatios. El presupuesto total para esta obra, que dejaría sentir su influencia en 500 km a la redonda, ascendía a la irrisible suma de 5 millones de Libras Peruanas de Oro.
Lo cierto es que la oposición atacó el proyecto por considerarlo exorbitante y ruinoso para la economía del país. Sin embargo, contra toda oposición, los trabajos fueron iniciados en 1924. En el informe mensual remitido al Ministerio de Fomento, el 30 de junio de 1928, consta que la suma invertida hasta ese momento era de un millón 985 mil 98 Libras Peruanas de Oro. La ejecución de la obra prosiguió, hasta que estalló el aciago golpe de Estado en Arequipa (1930). La caída de Leguía brutalizó los sentimientos. Las turbas se lanzaron al asalto y pillaje de los campamentos y oficinas.
A don Augusto B. Leguía, presidente derrocado y vilmente calumniado, se le negó el derecho a defenderse. Vejado, enfermo y recluido en una cárcel de la Penitenciaría de Lima (Panóptico) como un vulgar delincuente, exhaló el último suspiro perdonando a sus enemigos y esperando que la posteridad juzgara sus obras y la historia le hiciera justicia".