lunes, 20 de julio de 2015

La Masacre del Cuartel O'Donovan del Ejército Peruano en Trujillo


El cuartel O’Donovan del Ejército Peruano fue tomado el 7 de julio de 1932 por una turba de amotinados contra el Gobierno de Sánchez Cerro, en la que participaban sindicalistas de las haciendas cañeras y miembros del Partido Aprista Peruano. Luego de controlar el cuartel, inmediatamente hicieron conocer al Gobierno que tenían en calidad de prisioneros a la oficialidad del Ejército y la Policía, amenazando que en caso de tomar medidas militares para capturar Trujillo, ejecutarían a los prisioneros. 

Pese al riesgo, el Gobierno peruano decidió restablecer el orden, y como consecuencia de ello, a la medianoche del 9 de julio, se realizó una muy cruel matanza realizada con desbordado ensañamiento:

La turba masacró a los oficiales del Ejército Peruano y la Guardia Civil, así como a sargentos, clases, cabos, soldados y guardias capturados.

Muertos violentamente, los cadáveres fueron mutilados y saqueados; en medio de una orgía de sangre, se llegó al extremo de extraer el corazón del comandante Silva Cáceda y de extirpar los genitales al teniente Villanueva.


Militares masacrados en Trujillo - 1932

Los oficiales prisioneros eran los siguientes:

-Del Regimiento de Artillería N.º 1: el teniente coronel EP Julio P. Silva Cáceda, el mayor Luis Pérez Salmón, el capitán Manuel Morzán, el capitán Víctor Corantes; alféreces: Ricardo Revelli Elías, Alfredo Molina y Miguel Picasso Rodríguez. 

-Del Regimiento de Infantería N.º 1: Subtenientes Carlos Hernández Herrera, Federico Mendoza Gastón y Carlos Valderrama. 

-De la Guardia Civil): el capitán GC Eduardo Carbajal Loayza y el teniente GC Alberto Villanueva Gómez. 

Después de controlar el motín el Gobierno conformó una corte marcial la que dictó pena de muerte contra 102 personas sindicadas como principales responsables del alzamiento; debido a que muchos de estos se encontraban fugitivos y otros habían muerto en el enfrentamiento, la pena solo pudo ser aplicada a 42 detenidos, quienes fueron trasladados a la ciudadela de Chan Chan, obligados a cavar las fosas que se convertirían en sus tumbas y sin excepción recibieron la descarga fatal el 27 de julio de 1932.

Se calcula que el número de víctimas al terminar el conflicto llegó aproximadamente a unos 5 mil civiles, los que fueron fusilados de forma extrajudicial. Aun así, enfrentaron a la muerte, dando vivas al partido aprista y a su líder Víctor Raúl Haya de la Torre.


Entierro en Lima de los militares masacrados en Trujillo - 1932

Antecedentes:

La Revolución de Trujillo fue una revuelta popular realizada por campesinos, obreros y estudiantes en la ciudad de Trujillo, ocurrida en julio de 1932, durante el gobierno de Luis Miguel Sánchez Cerro.

Durante las décadas de los años 1920 y 1930 Trujillo vivió la gestación y crecimiento de la organización sindical entre los campesinos de las haciendas de la región y la agitación de la intelectualidad urbana progresista. 

Zonas como Casa Grande, Cartavio y Laredo se convirtieron en bastiones del recién nacido Partido Aprista Peruano, organización política de orientación social-demócrata fundada por el líder estudiantil Víctor Raúl Haya de la Torre. 

El 8 de enero de 1932, el entonces presidente del Perú Luis Sánchez Cerro (elegido constitucionalmente el año anterior), perpetró un “autogolpe”; publicando una ley inconstitucional que proscribía las libertades políticas y permitía la detención de cualquier ciudadano sin mandato judicial; este hecho, sumado a las desigualdades sociales, al irrespeto de los derechos laborales de los trabajadores de las haciendas azucareras ubicadas al norte de la ciudad de Trujillo, acrecentaron el descontento social. Desde este momento las demandas por el fin del gobierno “sanchezcerrista” y por la liberación del líder político Víctor Raúl Haya de la Torre, quien se encontraba preso desde el 6 de julio, se volvieron incontenibles.

El 7 de julio de 1932, a las dos de la madrugada, un grupo compuesto fundamentalmente por peones cañeros de la hacienda Laredo y estudiantes del Colegio Nacional San Juan asaltaron el cuartel de artillería “Ricardo O’Donovan”, ubicado en la entonces entrada de la ciudad. Al frente de las masas estuvo Manuel “Búfalo” Barreto, reconocido líder aprista. La pelea duró más de tres horas, causando numerosas bajas por ambos lados y finalizando con el triunfo de los rebeldes. Los insurrectos fueron ganando terreno, tomando poco después el Cuartel de Seguridad y el local de la Prefectura, cuya jefatura fue asumida de facto por Agustín Haya de la Torre (hermano del líder aprista). El levantamiento se extendió a Salaverry, Samne, diversos lugares del valle de Chicama, Otuzco, Santiago de Chuco y Huamachuco. También alcanzó hasta Cajabamba en Cajamarca y repercutió en Huaraz. (Datos: Wikipedia)

Noticias e Información que no se puede perder