sábado, 12 de mayo de 2007

Reino Nazca

Cultura Nazca


Se desarrolló en la provincia de Nazca de la región Ica, su ciudad capital fue Cahuachi, a orillas del río Aja – Quebrada Nazca, uno de los brazos del río Grande.

Su área de influencia por el norte fue hasta Pisco, por el sur hasta Arequipa y por el este hasta Ayacucho. Desde el siglo VI d.C., aumentaron sus contactos con la zona andina, llegando inclusive hasta las zonas altas de Ayacucho. Este contacto tuvo especial importancia en la formación del Estado Wari.

Lo más impresionante de esta cultura es su cerámica policromada, con figuras de hombres, animales, plantas, etc. En muchas de estas cerámicas, se representan a hombres mutilados, lo que hace suponer que realizaron sacrificios humanos “en ceremonias religiosas o bélicas” (Julio, R. Villanueva Sotomayor, lib. cit.).

El trabajo en metales era inferior a los hechos en Chavín de Huántar, pero tenían estilo propio. El arte textil floreció tanto como en la época de los Paracas.

Mención especial, son los trazos efectuados por los Nazca en las Pampas de Nazca y en otros sitios de la costa sur del Perú. Los trazos conocidos como “Líneas de Nazca”, se ubican en una zona geográfica con pocas precipitaciones, lo que demuestra conocimientos de geografía, y meteorología.

Como dato sumamente interesante y que refuerza la teoría del conocimiento meteorológico de los Nazcas, Julio R. Villanueva Sotomayor, nos dice: “En ese sito, las temperaturas llegan a 45°C; pero de día las piedras absorben el calor y de noche lo devuelven al medio ambiente, evitando la presencia de contrastes en la presión atmosférica y, por ende, los fuertes vientos”.

Estos trazados, según lo han comprobado estudios como los de Maria Reiche y otros investigadores no tienen relación alguna con la astronomía sino más bien son ceques o marcas territoriales para la distribución de las tierras de cultivo y el agua (según las últimas teorías hay canales subterráneos debajo con esas forma, lo cual no se ha podido comprobar por lo titánico de la tarea), los cuales se pueden observar desde lo alto de los cerros cercanos al valle.

La economía nazquense estaba basada en la agricultura y ésta fue intensiva y un ejemplo para la posteridad de cómo resolver el problema de tierras eriazas en la costa. El sabio Antonio Raimondi sobre esto, dijo: “En el subsuelo de Nasca existe agua subterránea, pero, hallándose ésta a la profundidad de 4 o 5 metros, no puede servir para el riego de los terrenos. El río, comúnmente sólo tiene agua corriente durante 40 días en el año; de manera que, por más de 10 meses, Nasca carecería de agua si no fuera por los trabajos emprendidos por los antiguos indios”.

Los antiguos nazquenses, construyeron acueductos para poder tener agua todo el año; obras que por otro lado debieron significar un gran esfuerzo físico, organizado y dirección técnica de ingenieros hidráulicos. Sus tomas se encuentran en las alturas de Nazca y toman por infiltración las aguas subterráneas para llevarlas a la ciudad. Los acueductos más importantes, son: Ocaña, Matara, Uchulla, Tejeje, Bisambra, Aja, Curve, Llícuas, Soisnaguito, Copara y la Achirana. Villanueva nos dice que “actualmente se han contado hasta 42. Tienen más de 5,800 metros de extensión. Con ellas se podría atender las necesidades de 2,000 hectáreas de tierras de cultivo en limpio”.

Los principales cultivos de Nazca, fueron:
maíz, frijol, calabaza, zapallo, yuca, maní, ají, guayaba, lúcuma, pacae y algodón.











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