domingo, 25 de noviembre de 2018

Virreinato del Perú: Luis Enríquez de Guzmán - IX Conde de Alba - 17° Virrey del Perú

Luis Enríquez de Guzmán - IX Conde de Alba - 17° Virrey del Perú

Luis Enríquez de Guzmán (c. 1600 – 12 de marzo de 1667) fue el 17º Virrey del Perú. 

Nació hacia el año 1600, hijo de Luis Enríquez de Almansa y Rojas (hijo de Juan Enríquez de Almansa, II marqués de Alcañices), conde de Almansa y de Vila Flor, y de Juana Ignacia Quaresma Peçanha, hija de Manuel Quaresma, veedor de la hacienda real de Sebastián I de Portugal y del Consejo de Estado del Reino de Portugal. 

Fue segundo conde de Vila Flor, IX conde de Alba de Liste, Grande de España, señor de las villas de Garrovillas, Membibre y Castrocalbón, alférez y alguacil mayor de Zamora; y posteriormente alcaide perpetuo de las torres y fortalezas de dicha ciudad, alcaide y escribano mayor de rentas de Sacas, y caballero y comendador de la Orden de Calatrava. 

Fue nombrado Virrey del Perú el 22 de febrero de 1653, demorando dos años en ocupar el cargo.

Llegó a Paita el 3 de enero de 1655, donde recibió la noticia de la pérdida de la nave capitana de la Armada del Sur en un naufragio, con 600 hombres y seis millones de pesos en oro y plata. 

Hizo su entrada oficial en Lima el 24 de febrero del mismo año, y su primera acción fue la de enviar a España un millón de pesos.

Durante su gobierno, en el mediodía del 13 de noviembre tuvo lugar un terrible terremoto que estremeció Lima y destruyó el puerto de El Callao, causando grandes daños materiales y humanos. Pasó grandes apuros para mitigar el desastre y conseguir devolver todo a la normalidad. 

Afrontó y redujo una sublevación en Tucumán encabezada por Pedro Bohórquez.

Combatió a los araucanos, quienes saquearon Valdivia y Concepción.

Durante su mandato, en 1657, se exploró y descubrió  las minas de Laicacota, cuya explotación originó el auge de Puno. 

En colaboración con el Cosmografo Mayor Francisco Ruiz Lozano y Juan Ramón Koenig, fundó el 22 de diciembre de 1657 la Academia Real de Náutica de Lima , para la instrucción de los pilotos de la Mar del Sur.

Proyectó la derogación de la institución de la mita, fuente de excesos contra los indios y de su permanente malestar. 

Tuvo constantes desavenencias con la iglesia católica en general y con el arzobispo de Lima, Pedro de Villagómez en particular, por cuestiones de jurisdicción y preeminencias, y llegó a tener dificultades con los ministros de la Inquisición y con el tribunal de la Santa Cruzada. Sus disputas eclesiásticas se originaron por un libro que siempre le acompañaba, que estaba escrito por el holandés Guillermo Lombardo. Los problemas ocasionados llegaron a tal punto que un día tuvo que abandonar la misa ante una lluvia de insultos, siendo calificado como el Virrey hereje. 

Una vez finalizado su gobierno, el 31 de julio de 1661 entregó el bastón de mando a su sobrino Diego IV de Benavides y de la Cueva, VIII conde de Santisteban del Puerto y 1° marqués de Solera.

Permaneció en Lima hasta el término de su juicio de residencia que fue favorable.

Regresó a España el 2 de diciembre de 1662, donde falleció el 12 de marzo de 1667.

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