lunes, 11 de octubre de 2010

Juan Diego Flórez ofreció excelso recital en México


Con un canto expresivo, fácil y virtuoso, el tenor peruano Juan Diego Flórez conquistó anoche a cerca de 4,000 personas durante un recital que ofrecio en el auditorio nacional.

Nombrado por Luciano Pavarotti (1935-2007) como su heredero, el cantante, que ha recibido numerosos premios y condecoraciones en todo el mundo, tuvo una exitosa presentación tras casi siete años de no presentarse en esta ciudad.

Acompañado por la Orquesta Sinfónica de Yucatán (OSY), bajo la direccion del concertista Juan Carlos Lomonaco, su presentación estuvo a la altura de los grandes conciertos operísticos y dejó una grata impresión entre los asistentes.

Sencillo, alegre, carismático y con un rico timbre vocal, el intérprete ofreció sobre el escenario un repertorio conformado por obras de compositores italianos, franceses, mexicanos, peruanos y venezolanos.

La música de Gioacchino Rossini, Gaetano Donizetti, Charles Gounod, Pedro Elías Gutiérrez, Chabuca Granda, José Pablo Moncayo, Arturo Márquez y José Alfredo Jiménez atrapó al público durante las dos horas de concierto.

Con agudos sorprendentes, comunicación y cercanía con el auditorio, algunos aires latinoamericanos y muchos temas de compositores italianos, Flórez ofreció un excelso recital operístico en el coloso de Reforma.

Apenas apareció en el escenario, ataviado con un esmoquin negro, el público lo recibió con una tremenda ovación, gesto que el cantante agradeció con un par de caravanas.

Su repertorio se caracteriza por interpretar un estilo entre el siglo XVIII y comienzos del XIX en Europa, con temas de compositores como Rossini, Bellini y Donizetti, que no son los únicos pero sí los básicos, en esta ocasion incluyó obras de mexicanos, venezolanos y peruanos, lo que le valió una lluvia de aplausos.

Durante la primera parte destacó la participación de la OSY, que también convenció al ejecutar con maestría Sinfonia-Cenerentola, Sinfonia-Semiramide y Sinfonia-Guillaume Tell, de Rossini.

Para la mitad, el virtuoso del bel canto continuó atrapando miradas, sobre todo de las damas, quienes después comentaron encontrarle un parecido con el futbolista portugués Luis Figo, informó Notimex.

En la recta final del show, la OSY volvió a deleitar con Huapango de Moncayo, una pieza que estremeció al auditorio, pues esta obra cumbre del compositor mexicano José Pablo Moncayo es considerada el segundo himno de México.

El llamado "Tenor de Oro'' hizo gala de la música popular mexicana al deleitar con Ella, del compositor José Alfredo Jiménez, una obra que llegó al alma del público mexicano.

Al término del recital, algunos de los presentes despidieron de pie al tenor, quien con una gran sonrisa agradeció la hospitalidad del público mexicano.

Tras su presentación en el auditorio nacional, el tenor viajará a Santiago de Chile donde el 14 se presentará en el teatro Municipal; posteriormente, el 22, 25 y 29 lo hará en Viena, Austria.

Vía Andina

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