miércoles, 18 de febrero de 2009

Perú cuenta con 1,786 comunidades indígenas según último censo

Líder indígena de la tribu amazónica shipibo Julio Casurichi.

Un total de mil 786 comunidades indígenas, ubicadas en 11 departamentos, fueron identificadas geográfica y cartográficamente en los censos nacionales 2007: XI de Población y II de Comunidades Indígenas, informó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

Indicó que ancestralmente en la Amazonía peruana se asienta población indígena perteneciente a 13 familias lingüísticas: arahuaca, cahuapana, harakmbut, huitoto, jíbaro, pano, peba-yagua, quechua, tacana, tucano, tupi-guaraní, zaparo y una sin clasificación.

Ello, según indicó, convierte al Perú en el país más heterogéneo de América, pues no existe otro en este continente con más familias lingüísticas, no obstante se comparte con otras naciones de América algunas de las familias mencionadas.

Estas familias lingüísticas agrupan 60 etnias como la amuesha, asháninka, ashéninka, caquinte, chamicuro, culina, matsiguenga, nomatsiguenga, piro, resígaro, chayahuita, jebero, amarakaeri, arazaeri, huachipaeri, kisamberi, pukirieri, bora, huitoto-meneca, huitoto-murui, actual, aguaruna, candoshi-murato.

Igualmente, huambisa, jíbaro, amahuaca, capanahua, cashibo-cacataibo, mayoruna, parquenahua, pisabo, shipibo-conibo, yagua, lamas, quichua, kichwaruna, aguano, ticuna, muniche, omagua, arabela, iquito y taushiro, entre otros.

Los resultados del censo permiten tener información de las 13 familias lingüísticas y de 51 etnias de las 60 existentes, pues no se empadronó a nueve de ellas, debido a que algunas ya no forman comunidades al ser absorbidas por otros pueblos, y por lo difícil de llegar a ellas por su situación de aislamiento.

Después de la ejecución de los censos, el INEI llevó a cabo una investigación de la existencia de dos pueblos étnicos no empadronados: los omagua y muniches (ambos en Loreto), encontrando personas mayores de 50 años que dijeron ser originarios pero que dejaron de hablar su lengua natal por la convivencia con no indígenas, con lo que pasaron a formar parte de la sociedad mestiza.

Si bien la clasificación etnolingüística resulta precisa, los asentamientos a través de las comunidades indígenas no siempre se presentan con personas de una misma etnia, sino algunas con más de dos etnias.

Así, de las mil 786 comunidades censadas, 21 presentan asentamientos poliétnicos, es decir, en una comunidad existen chamicuros y cocama-cocamilla; y en tres comunidades jeberos y chayahuitas, por citar dos casos.
Fuente: Agencia Andina de Perú – www.andina.com.pe

domingo, 18 de enero de 2009

Chucuito en el Puerto de El Callao, barrio de inmigrantes de Italia y España que vuelve a resplandecer

Chucuito - El Callao


A veces un detalle cambia la vida. Eso le pasó a Chucuito, una comunidad de pescadores del puerto limeño del Callao que ha vestido de colores sus fachadas para conquistar a los turistas con la misma coquetería que el barrio argentino de La Boca.

Debido su cercanía al mar, Chucuito alojó desde tiempos prehispánicos a pescadores, y a partir del siglo XVIII a españoles e italianos que se dedicaban a este oficio. Por ello aún se conservan algunas de las viviendas coloniales de adobe y otras tantas construidas de madera, al estilo genovés.

Hasta hace poco eran escasos los visitantes que osaban caminar por sus calles, consideradas una zona muy insegura, a pesar de la cercanía a la fortaleza del Real Felipe, construida a partir de 1747, y al balneario de La Punta, uno de los destinos gastronómicos favoritos de los limeños.

Pero este año Chucuito, nombre que se cree le dieron los indios collas que habitaron el lugar hasta la llegada de los conquistadores españoles, ha pasado del desprecio a la admiración cuando su la Municipalidad del Callao decidió pintar con colores vivos las fachadas de más de un centenar de viviendas, rehabilitar su bello parque y colocar farolas ornamentales en sus calles.


Se buscaba rescatar la tradición e historia y convertirlo en un centro turístico similar al barrio bonaerense de La Boca, con el que comparte el fuerte legado de sus inmigrantes italianos.

"En el caso del barrio argentino, las casas se pintaron con las pinturas de los barcos y en el caso de Chucuito, muchas viviendas fueron construidas con restos de antiguos barcos", explica el regidor provincial del Callao, José Danos.

Con unos 139.000 euros de inversión municipal, la vida cambió para los residentes de Chucuito, nombre que se cree le dieron los indios collas que habitaron el lugar hasta la llegada de los conquistadores españoles.

Han instalado pequeños negocios dirigidos a los turistas, como bodegas, restaurantes y tiendas de artesanías"A Chucuito no lo cambio por nada", asegura orgulloso Antonio Sotomayor, un jubilado de 86 años que desde hace casi cuatro décadas reside en el lugar que, según dijo, "antes era un pueblo joven (chabola) y ahora es distinto".

El anciano se siente un privilegiado al caminar en menos de un minuto desde su casa a la playa, gozar del aire puro y de muchos días con sol. Sotomayor cuenta que Chucuito, donde existía el caserío indígena de los "Pitipiti" antes de la llegada de los españoles, "es un sitio muy simpático y el clima es excelente".


El atractivo turístico de Chucuito es evidente. Y si bien se siguen viendo por sus calles con aire pueblerino a ancianos con sombreros y vendedores ambulantes en triciclos, los precios de las casas han comenzado a elevarse

Con los cambios, los precios de las casas han comenzado a subir.

De eso se queja Juan Acevedo, un pintor de Chucuito que dice que vivió en el barrio durante 20 años: "aquí me enamoré, me casé y después me abandonaron", recuerda. Ahora, con el alto precio de las viviendas y el corazón partido, ha tenido que mudarse a una zona aledaña y desértica.

Acevedo siempre regresa a Chucuito a pintar las casas de clientes que prefieren tonos sobrios como el nogal y el crema, que contrastan con el azul eléctrico, malva, verde brillante, turquesa, morado y mostaza que le han devuelto el color, y la vida, a uno de los rincones más tradicionales del Callao.
Fuente: www.20minutos.es

lunes, 12 de enero de 2009

Cultura SICAN: la máscara de oro de los ojos rasgados (7 videos)

Cultura Sicán

La Cultura Sicán se manifestó entre los siglos VIII - XIV d.C,

Ocupó el territorio que hoy le corresponde al departamento de Lambayeque en Perú.

Se llegó a extender por casi toda la costa peruana en su periodo de mayor apogeo (Fase Intermedia 900 -1100 d.C).

Esta cultura se formó a partir de la decadencia de la Cultura Mochica. Asimilando gran parte del conocimiento y tradiciones culturales de éstos.

En su desarrollo se distinguen tres fases o etapas:

Fase temprana (700-900 d.C)
Fase intermedia (900-1100 d.C)
Fase tardía (1100-1375 d.C)

Destacaron en arquitectura, orfebrería he incluso llegarían a ser grandes navegantes.

Si los mochicas asombraron con la belleza de sus joyas y su ingeniería hidráulica, los Lambayeque sorprenden aún más con sus aleaciones, sus finos acabados y sus enormes sistemas de irrigación.
(wikipedia)

viernes, 9 de enero de 2009

Estudio revela vínculos genéticos entre antiguos peruanos y japoneses




Un estudio reveló que existen vínculos genéticos entre ciudadanos que habitaron el norte de Perú hace más de 1.000 años y residentes en Japón, los que habrían mantenido relaciones comerciales a través del mar.

El antropólogo japonés Ken Ichi Shinoda realizó en los últimos tres años una serie de análisis de ADN con los tejidos de los personajes descubiertos en la Tumba Este y la Tumba Oeste del Santuario Histórico Bosque de Pómac, que forman parte del Proyecto Arqueológico de la Cultura Sicán, financiado por la cooperación japonesa.

El director del Museo Nacional de Sicán, Carlos Elera, dijo que las pruebas consistieron en comparar los resultados con las muestras tomadas de las personas que vivieron en países asiáticos.

Esto permitió establecer que existieron vínculos genéticos con ciudadanos que habitaron hace más de 1.000 años en lo que hoy es la región de Lambayeque, 791 kilómetros al norte de Lima.

Los estudios continuarán con descendientes de la cultura Mochica, que se asentó en la misma región, que trabajan actualmente en el Proyecto Sicán y con ciudadanos que viven en los alrededores del Santuario Histórico Bosque de Pomac.

Elera explicó que "a los voluntarios vivos se les extraerán muestras de tejidos de la boca, gracias a lo cual se conseguirá mucha información de su código genético".

Con esa información, los expertos harán la comparación con los descendientes vivos de las antiguas culturas del Asia, lo cual revelará el vínculo genético entre estos pueblos muy distantes geográficamente, que en la antigüedad establecieron relaciones comerciales a través del mar, puntualizó.
Fuente: www.rpp.com.pe

viernes, 2 de enero de 2009

El libro “Comentarios Reales” del Inca Garcilaso de la Vega cumple 400 años de publicado

Inca Garcilaso de la Vega


A 470 años de su nacimiento y 400 años de la publicación de su libro más representativo, la figura del Inca Garcilaso de la Vega simboliza el origen y destino del encuentro de dos culturas, la andina y la hispánica, en el territorio que actualmente conocemos como Perú, y que se puede extrapolar a la noción de América como continuidad cultural.

En ese sentido, este 2009, que acaba de iniciarse, constituye un año fundamental para la valoración y difusión de la obra garcilasina, que estamos seguros se verá realzado por la celebración de una serie de eventos académicos de primer nivel.

El hijo del capitán Sebastián Garcilaso de la Vega y de la princesa inca Isabel Chimpu Ocllo se llama Gómez Suárez de Figueroa y nace el 12 de abril de 1539 en el Cusco.

Educado en el colegio de Indios Nobles de la antigua capital incaica, pasa sus primeros años escuchando las historias de su familia materna, historias que después daría a conocer con mayor amplitud y riqueza en sus libros.

Poco después de la muerte de su padre, el joven Suárez de Figueroa emprende el camino rumbo a España, donde inicialmente toma la carrera de las armas, con la finalidad de hacer valer sus derechos ante la corte española. Sin embargo, desencantado de las intrigas palaciegas, abraza la religión y se vincula con los círculos humanísticos de Montilla (Córdoba).


De este modo, emprende su vinculación con la literatura: la traducción de los Diálogos de amor de León Hebreo (1590), la composición de La Florida del Inca –basada en la fallida expedición de Hernando de Soto a América del Norte (1605)– y el proyecto de los Comentarios reales, que publicó en dos partes (1609 y 1617). El mestizo más notable del Perú falleció en abril de 1616.

Dos publicaciones
El año que pasó aparecieron dos libros importantes que nos vinculan con la obra garcilasista. El primero tiene que ver con los Comentarios reales: la segunda parte (en dos tomos) apareció con el sello de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, edición cuidada por el crítico literario Ricardo González Vigil.

El estudioso incluye en esta edición una amplia bibliografía garcilasista, discutiendo los alcances de la obra del Inca y su repercusión intelectual. Asimismo, resalta que el proyecto garcilasista fuera un antecedente cabal y decisivo del proceso emancipador.

De igual modo, se publicó Nuevas lecturas de La Florida del Inca, las actas del congreso de Montilla de 2005, que recordó los 400 años de esta capital obra garcilasista (Iberoamericana, Madrid, 2008). El libro ha sido editado por Carmen de Mora y Antonio Garrido Aranda.

El volumen incluye las valiosas contribuciones y relecturas de Mercedes López Baralt, Raquel Chang-Rodríguez, José Antonio Mazzotti, Raúl Ferrero-Fente, Rosa Pellicer, Mercedes Serna Arnaiz, Miguel Zugasti, Daniel Mesa Cancedo, Carmen de Mora, Belén Castro, Virginia Gil, José Carlos González y Luis Millones. Como se ve, ambos esfuerzos constituyen motivos suficientes para recordar 2009 como el año del Inca Garcilaso de la Vega.
Fuente: Agencia Andina de Perú – www.andina.com.pe




viernes, 19 de diciembre de 2008

Descubren ciudadela Wari en Complejo Arqueológico de Cerro Pátapo en Lambayeque

Ciudadela Wari

Una ciudadela de la cultura preinca Wari, que se constituiría en un "eslabón perdido" del desarrollo cultural de Lambayeque, donde se erigen grandes fortificaciones de piedra de carácter militar y religioso, fue descubierto en el Complejo Arqueológico de Cerro Pátapo, ubicado a 22 kilómetros de esta ciudad.

Estos importantes hallazgos fueron descubiertos tras los trabajos de mantenimiento que está realizando la Unidad Ejecutora Naylamp:111-Lambayeque en la zona.

Cesar Soriano Ríos, arqueólogo de la Unidad Ejecutora Naylamp, refirió que en ese lugar se desarrolló un estado aristocrático que administraba todo el valle, cuya presencia militar fue imponente.

En este lugar se puede evidenciar celdas y lugares de sacrificios humanos, cuyos restos eran lanzados al precipicio.

Soriano Ríos indicó que en la etapa de introspección se ha observado osamentas en las partes bajas de la zona, que eran de las posibles víctimas lanzadas al abismo.


Agregó, que éstas fortificaciones son de gran importancia para conocer el eslabón del desarrollo cultural luego de la extinción de la cultura Moche, en los años 700 d.C., donde se habría desarrollado la presencia de la cultura Wari en esta zona en los años 700 a 1200 d.C.

“Es la primera vez que se determina la presencia de esta cultura que se expandió desde el sur de nuestro país”, acotó.

Por su parte, Celso Sialer Távara, director de la Unidad Ejecutora Naylamp- Lambayeque, señaló que en las labores de mantenimiento y prevención se han invertido 40 mil nuevos soles, ante las denuncias de huaqueo y destrucción de este importante patrimonio arqueológico.

“Se contrató a 43 obreros de la zona de Pátapo y Pósope Alto y luego de concluidos estos trabajos quedará un vigilante en la zona con el fin de cuidar este importante legado cultural, hasta que se inicie la etapa de investigación arqueológica”, concluyó.


Fuente: Agencia Andina de Perú –
www.andina.com.pe


martes, 18 de noviembre de 2008

Documentos del siglo XIX demuestran que sí se tenía conocimiento de la existencia de Machu Picchu antes de la llegada de Hiram Bingham

Mapa que muestra Machu Picchu en el año 1874. Exposición del archivo de Torre Tagle.

En estos días se viene llevando a cabo la muestra "Machu Picchu antes de su divulgación mundial" en el edificio García Bedoya (jirón Lampa 535, Lima) del ministerio de Relaciones Exteriores del Perú.

Esta es la cuarta exposición del año del archivo de Torre Tagle y tiene como meta recalcar que este sitio arqueológico nunca fue una ciudad perdida como se ha difundido erradamente desde la llegada de Hiram Bingham.

Recorrer las vitrinas dedicadas a mapas y documentos en las que se hace referencia al sitio arqueológico antes de la llegada de la expedición de Hiram Bingham da una perspectiva distinta a la habitual sobre la ciudadela Inca. La información que se exhibe cancela el mito popular que habla de Machu Picchu como un lugar del que pocos tenían noticia.

Por ejemplo, se puede apreciar un mapa hecho en la época del Virreinato por el funcionario Pablo Jorge Orcaín sobre el curso del Urubamba. En ese documento, que data de 1801, se describe toda la zona en la que se ubica nuestro actual principal atractivo turístico.

Pero no sólo eso. También se pueden ver mapas y trabajos del italiano Antonio Raimondi y del inglés Clements Markham, dos de los más importantes investigadores extranjeros en el Perú del siglo XIX, que dan cuenta sobre restos prehispánicos encontrados en la zona.

Nunca se perdió

La historiadora Mariana Mould de Pease, quien ha asesorado en esta exposición, comenta que Hiram Bingham no fue, contrario a lo que a veces se piensa, el descubridor de la conocida urbe Inca. "No descubrió Machu Picchu porque nunca se había perdido", puntualiza.

Sin embargo, la especialista no escatima elogios para reconocer la labor que cumplió el expedicionario norteamericano en la difusión mundial del sitio arqueológico. Aunque también hace notar que ya en 1915 la revista Times informaba sobre expediciones de viajeros germanos a la ciudadela previos a Bingham

Un dato interesante que da la investigadora es que a lo largo del tiempo ha recopilado documentación oficial que habla de estas famosas ruinas incaicas. El más antiguo data de la segunda mitad del siglo XVII.

En ese sentido, es interesante ver en esta muestra que incluso en los primeros años de la época republicana hayan existido planes para explotar el sitio arqueológico. Por ejemplo, el alemán Augusto Berns presentó al gobierno proyectos para el uso comercial de los vestigios incaicos pero que no llegaron a concretarse.

La primera vez que aparece el nombre de Machu Picchu en un documento es en un litigio de tierras a fines del siglo XVIII. Una copia del documento se exhibe en la exposición.

Cabe señalar que esta muestra recoge material de la Mapoteca del Archivo de Límites de la Cancillería y de la Biblioteca Nacional y está abierta al público de 9.00 a 13.00 horas. 
Fuente: Agencia Andina de Perú 

Noticias e Información que no se puede perder