jueves, 31 de julio de 2008

El Reino Recuay

Cultura Recuay

Parece ser que la zona de Copa, fue el centro de esta cultura, en el distrito de Marca, provincia de Recuay, región Ancash; pero también se desarrolló en Santa en la costa y Pashash en Pallasca, al norte del Callejón de Conchucos. Otra teoría dice que fue parte de las ciudades estados que conformaban el estado Moche.

Su eje político, económico y social se ubicó en el Callejón de Huaylas, entre la Cordillera Blanca y la Cordillera Negra, en el rico valle del río Santa. Su área de influencia abarcó por el norte, la cuenca del río Marañón (Pataz, La Libertad; Cutervo y Cajamarca); y hacia el oeste, por los valles de Ancash (Santa, Nepeña, Casma, Culebras, Huarmey y Fortaleza).

Hay evidencia de que la dominación de los valles en el desarrollo de estas culturas fue militar; quienes tenían más y mejor de todo, incluyendo el aparato militar, imponían su hegemonía en las zonas conquistadas.

La economía Recuay, estuvo basada en la ganadería de auquénidos. Según Julio R. Villanueva Sotomayor, “…, a tal extremo que las edificaciones chavinoides (incluido su Templo o Castillo) de los callejones de Huaylas y Conchucos fueron utilizadas como corrales”.

En esa época en las regiones Suni y Puna se criaban llamas, vicuñas y alpacas, aprovechando el potencial de pastos naturales, como el ichu, ocsha y champales.

Los principales productos ofertados por esta cultura era el charqui de llama y la lana de los auquénidos, Esculpieron en grandes piedras figuras antropomorfas que recordaban a los pobladores Recuay, que debían obediencia al rey y a las normas sociales y les hacían recordar los castigos a los que estaban propensos si las violaban.

Sobre el posicionamiento estratégico de más de una región por parte de las culturas peruanas, Julio R. Villanueva Sotomayor, nos dice:

“Nasca, Mochica y Recuay son tres reinos que demuestran que de una región geográfica no podían subsistir y, por eso, se aseguran un dominio estratégico, más que amplio, de diversos pisos altitudinales o regiones naturales.

Las tres culturas también dieron importancia al Mar de Grau, sabedores de que en sus aguas conseguirían ingentes riquezas naturales alimentarias.

Otra constatación de esa época es el interés que sus estados o administradores mostraron por el control de sus cuencas hidrográficas. Mochica y Nasca lo hicieron con los ríos costeros y, con ello, haciendo obras viales y de irrigación, fomentaron un dominio espacial transversal, desde el mar a la sierra. Recuay ejerció ese dominio en la cuenca del Santa (longitudinal y transversalmente; en sierra y costa, respectivamente), en las de los ríos costeños de la región Áncash y en la cuenca del río Marañón (en su sentido longitudinal).

La preocupación de la élite gobernante de Recuay fue vincular el Callejón de Huaylas con el Mar de Grau, por el oeste, y el gran valle marañonense, de Yunga interandina, por el este y noreste.

Para estas culturas, la integración regional fue a través de las hoyas hidrográficas”.

Julio R. Villanueva Sotomayor, lib. cit.




jueves, 24 de julio de 2008

El Imperio Chimú

Cultura Chimú

El Imperio Chimú (Siglos XII-XV d.C), tuvo casi 1.000 kilómetros de largo y su ancho promedio fue de 50 kilómetros. Su área fue de 50.000 km², es decir, 4,17% del área del Perú actual.

Fue un imperio que se desarrolló totalmente en la costa, en los valles de Lambayeque, Reque, Jequetepeque, Chicama, Moche, Virú, Chao, Santa, Huarmey, Casma, Fortaleza, Pativilca, Supe, Huaura y Chancay.

La población total de este imperio fue de 500.000 habitantes y su capital fue la ciudad de Chan Chan, que albergaba a 50.000 habitantes.

La base de su economía, fue la agricultura de la que sacaron provecho en todos los valles mencionados; no tuvieron pretensiones territoriales en los Andes, salvo en aquellos, donde podían controlar el recurso hídrico, bastante escaso en la costa: “con infraestructura de riego montada, el reino del Chimor logró cultivar el doble de tierras que en la actualidad”.

Construyeron represas, acueductos, canales, puquios y acequias, tanto para mantener y mejorar sus áreas de cultivo como para ampliar su frontera agrícola. En el valle de Moche, construyeron los sistemas de riego Mochica, Huatape y Santo Domingo. El sistema La Cumbre, fue su máxima obra hidráulica, tenía 80 kilómetros de longitud y unía los valles de Chicama y Moche. Tuvieron otras irrigaciones no menos importantes, en Lambayeque por ejemplo como Taymi, Racarrumi, Chaname, Cumperlate, Chumbenequi y Talambo, que irrigaban unas 100.000 hectáreas de cultivos.

Adicional a lo anterior excavaron pozos con la finalidad de aprovechar la napa freática, como los pozos de Kiriwac, Puquio Lato, Puquio Bajo y Puquio Larrea. Las represas las construyeron con la finalidad de tener agua en épocas de sequía, un ejemplo de ello, es la represa de Bolsillo del Diablo.

Los cultivos más frecuentes eran: maíz, maní, ají, algodón, pacae, ciruelo del fraile, lúcuma, palta y guanábana. La ganadería, la pesca y la caza, les proveían y completaban la dieta con el aporte proteico necesario.

Su idioma oficial fue el muchik, pero se hablaba también el quignan (entre los pescadores principalmente).

Su artesanía era utilitaria y su principal materia prima fue la totora; crearon chacras artificiales o “wachaques” de totorales, para la construcción de sus viviendas, balsas, etc., con un ingenioso sistema de protección contra el arenamiento y consecuente secado.

El Imperio Chimú, fue diseñado basándose en polos de desarrollo y ellos fueron, Túcume, Batán Grande en la zona norte y Paramonga en el sur. Otras ciudades importantes fueron Pacatmanú (en el valle de Pacasmayo), El Purgatorio (en el valle de La Leche) y Apurtec (en el norte de Motupe). Todas las ciudades tuvieron doble función administrativa y religiosa.

La ciudad de Chan Chan, capital del imperio, fue fundada por el “ciquic” (rey en el idioma muchik) Tacaynamo, quien además inicia las conquistas del Imperio Chimú, que son seguidas por sus descendientes, en especial por su hijo Guacricur, quien somete a las tribus aledañas al imperio, para más tarde Naucempinco llevarlas hasta Pacasmayo, por el norte y Santa, por el sur.

Años después, el ciquic Minchancaman sometió a los tallanes en el norte y a los habitantes del valle de Carabayllo por el sur.

Este ciquic, años después se enfrentó al Ejército Imperial Inca, comandado por el Sapa Inca, Túpac Inca Yupanqui, quien al derrotarlo, lo envió al Cusco, donde lo trataron de acuerdo a su jerarquía de ciquic con mucha cortesía, pero impusieron a Huamanchumu, quien se sometió totalmente a los Incas y terminó con el Imperio Chimú.

Los ciquic usaron los palacios como santuarios también. Después de muerto el ciquic, los parientes y servidores, tenían la obligación de adorar a su mallqui o momia. Un cronista dice: “lo trataban como si estuviera vivo”.

El resto del pueblo, vivía en barrios marginales y en casas seguramente de quincha (barro y caña). Los chimús, estratificaron su sociedad de la siguiente manera de acuerdo a su jerarquía de mayor a menor: “ciquic”, a los reyes; “alaec” a los curacas; “fixl” a los hacendados; “parang” a los vasallos; “gana” a los sirvientes. No se tiene conocimiento cómo denominaron en su idioma chimor, a los curanderos y mercaderes, que eran parte de la estratificación social.

Los artesanos metalúrgicos más famosos del antiguo ande, salieron del Imperio Chimú. Manejaron el cobre, la plata y el oro con trabajos y cantidades extraordinarias. Cuando se produjo la conquista Inca, grandes cantidades de oro con sus artesanos, fueron trasladados al Cusco.

Producida la conquista española al Imperio Inca, gran parte del tesoro de Atahualpa, salió de Chimú y grandes cantidades de oro en barras o trabajada, fue enviada a la corona española desde 1533.

"Desde Chan Chan, gobernaba su imperio un grupo despótico, fuerte y opresivo, propietario de todo lo existente, incluso los hombres; por lo que, así como cubrió de privilegio a la agricultura, se aseguró para sí el control de la distribución de la producción monopolizándola.

Esa forma de Estado, cualquiera sea la actividad primordial, era la que imperaba y la que imperó en el mundo andino autónomo. Los métodos de sujeción se hacían a través de una férrea administración centralista, de una acicalada imposición ideológico – religiosa y de una bien preparada y despiadada organización militar.

Tacaynamo fue el fundador de Chan Chan y del imperio Chimú. Según la mitología, llegó de “allende los mares”. Guacricur y Naucempinco, hijo y nieto del fundador, fueron los inciadores de la expansión de Chimú. Chimú Minchancaman fue el último rey, de una lista que, tuvo 10 gobernantes”.

Julio R. Villanueva Sotomayor, “El Perú en los tiempos antiguos”, Empresa Editora Nacional S.A.C., Lima, Perú, pág. 134

A pesar que los Chimús, llegaron a Paramonga, la fortaleza que ahí existe, fue construida por los incas del Ejército Imperial del Sapa Inca Túpac Inca Yupanqui.

Según el Inca Garcilaso de la Vega, la fortaleza de Paramonga fue construida por el ejército vencedor. Después de la victoria, Túpac Inca Yupanqui se dedicó a realizar varias obras en el reino Chimú.

Dice Garcilaso de la Vega:
“Particularmente, en el valle de Parmunca mandó el príncipe se hiciese una fortaleza en memoria y trofeo de la victoria que tuvo contra el rey Chimú, que la estimó en mucho por haber sido la guerra muy reñida de ambas partes. Y porque la guerra se empezó en aquél valle mandó se hiciese la fortaleza en él. Hiciéronla fuerte y admirable en el edificio y muy galana en pinturas y otras curiosidades reales, más los extranjeros no respetaron lo uno ni lo otro para no derribarlas en el suelo: todavía quedaron algunos pedazos que sobrepujaron a la ingnorancia de los que la derribaron, para muestra de cuan grande fue”.

Inca Garcilaso de la Vega, "Comentarios Reales de los Incas", pág. 404








domingo, 6 de julio de 2008

Hallan Tumba de Antiguo Gobernante Preinca en Perú


El hallazgo de la tumba completa de un poderoso señor de una cultura preinca que reinó en el norte de Perú hace 1.600 años, pero que desapareció misteriosamente, fue dado a conocer el sábado por su descubridor, quien lo consideró "fascinante" para la historia del país andino.

El descubrimiento, registrado en la denominada Huaca del Pueblo, en la región Lambayeque, unos 770 kilómetros al norte de Lima, es contemporáneo y similar al "Señor de Sipán," un rey cuya tumba, desenterrada hace 20 años, es uno de los tesoros arqueológicos más importantes de Perú.

Ambos personajes serían figuras de alta jerarquía de la cultura Moche, que se desarrolló en la costa norte del país durante el primer milenio de la era cristiana, y que destacó por la magnífica calidad de su orfebrería.

"Es claramente un hallazgo de primera porque hay mucha iconografía, son cosas complejas, será realmente un placer poder manipular esos datos y compararlos con sitios como Sipán," dijo a Reuters, Steve Bourget, arqueólogo canadiense de 51 años, quien dirigió la investigación.

"En este sentido es un hallazgo de oro para el patrimonio cultural peruano," agregó el investigador en una conversación telefónica.

Bourget, un científico que trabaja en la zona desde 1986, explicó que del estudio entre las semejanzas y diferencias entre Sipán y este nuevo hallazgo será posible entender mejor las relaciones entre los grupos que habitaron esta región.

"Nosotros no estábamos acá buscando esta tumba, estábamos estudiando la arquitectura y su desarrollo en el sitio. Ha sido casi una casualidad que nos hayamos encontrado con esto, realmente," relató.

SIMILITUDES CON SIPAN

El arqueólogo precisó que las similitudes con Sipán se enfocan en el tiempo, en el ajuar funerario y en los objetos que incluyen 14 coronas, dos máscaras funerarias, seis bastones de guerra de cobre; además de collares, pectorales de cuentas y chaquiras.

"Hay coronas, maravillas tecnológicas de cobre, de cobre dorado que parecen de calidad igual, pero parece que el sitio de Sipán tenía una importancia social y política mucho más grande," destacó Bourget.

Si bien en la tumba no se hallaron los espectaculares objetos de oro que caracterizaron a Sipán, la Huaca del Pueblo aporta importantes elementos para descubrir la dimensión histórica de esta cultura, refirió el arqueólogo.

"Con este hallazgo ya se puede definir mucho más la naturaleza del estado Moche. Hay varios sitios que han dado hallazgos importantes como San José de Moro, Sipán, Dos Cabezas y ahora Huaca del Pueblo," afirmó Bourget.

Las joyas de la cultura Moche, que reinó hasta mediados del siglo IX para luego desaparecer y dividir su influencia entre otras dos culturas preincas, Chimú y Sicán, son especialmente valiosas y botín preciado de traficantes de arte antiguo.

En agosto del 2006, la policía británica entregó a las autoridades peruanas un tocado de oro Moche que fue localizado en un vivienda de Londres.

La pieza, que representa la imagen de una divinidad marina como un pulpo mítico antropomorfizado, fue extraída por saquedores o "huaqueros" en 1988 de un importante centro arqueológico poco conocido.

"El sitio donde yo trabajo tenía una gran protección que permitió que estas cosas no sean destruidas," anotó Bourget.

El tráfico de objetos considerados como patrimonio cultural en Perú, que guarda inmensos tesoros ancestrales, se ha convertido en el segundo comercio ilegal después del de cocaína, según las autoridades locales.

Los precios que se manejan por las antigüedades en el mercado negro son incalculables, debido a que el valor de estos no puede ser fijado en el tiempo.

(Editado por Patricia Vélez)
Fuente: reuters

martes, 10 de junio de 2008

La América Española de los Siglos XVI y XVII



La principal actividad económica de las colonias españolas en los siglos XVI y XVII es la minería, con importantes centros en todo el continente.

Destacan, por encima de todos, los de Zacatecas, Guanajuato y Taxco, en Nueva España, y las minas de Huancavelica y Potosí, en América del Sur.

La artesanía es otra actividad de gran desarrollo. En el Caribe el principal centro manufacturero es La Habana. En Nueva España, destacan Querétaro, México, Puebla y Guatemala. Por último, en América del Sur, resaltan las producciones de Tunja, Quito, Guayaquil, Lima, Tucumán, Córdoba y Santiago.

Al abrigo de esta actividad, surgen rutas terrestres que comunican las principales ciudades. De Santa Fe, un camino recorre toda Nueva España de norte a sur. En Panamá, una carretera atraviesa el continente enlazando el Atlántico con el Pacífico.

Otras importantes rutas comunican Cartagena con Quito, Loja con Piura y Jauja con el gran puerto de El Callao.

Por último, una red de caminos enlaza a ciudades como La Paz, Valparaíso, Buenos Aires y Asunción.

Las rutas incas son aprovechadas por los españoles.

Las mercancías españolas parten de Sevilla hacia el Caribe siguiendo una misma línea que después se divide en dos ramas: una, hacia Veracruz, otra, hacia Cartagena y Portobelo, desde donde enlazan por tierra con Panamá. De esta ciudad parten, de nuevo por mar, hacia El Callao, en Perú, siendo llevadas después hacia Valparaíso y Potosí.

El puerto de El Callao, en América del Sur, y el de Acapulco, en Nueva España, son los más importantes del Pacífico, y están enlazados directamente mediante un sistema de flotas.

Las flotas y galeones que se dirigen a España salen siempre de La Habana

martes, 3 de junio de 2008

Descubrimiento y Saqueo de Machu Picchu Antes de Hiram Bingham





Una detallada investigación, llevada a cabo por el historiador y explorador Paolo Greer, revela que Machu Picchu fue descubierto por primera vez por un aventurero y empresario alemán, Augusto Berns, en 1867, y no por el arqueólogo de la Universidad de Yale Hiram Bingham en 1911, como se creía hasta ahora.

La investigación de Greer en archivos de Estados Unidos y Perú ha desenterrado documentos que prueban que Berns creó una empresa expresamente para saquear Machu Picchu y su entorno inmediato. La empresa, conocida como Compañía Anónima Explotadora de las Huacas del Inca, contaba con el apoyo de algunos de los personajes más importantes de Perú, entre ellos el presidente del país.

Los hallazgos de Greer, examinados junto con material de documentación descubierto por un arqueólogo peruano, demuestran que en 1887 el Gobierno peruano consintió el saqueo de Machu Picchu y firmó un acuerdo con Berns, según el cual se permitía a éste exportar el material y el Gobierno se reservaba un 10% de los ingresos.

Uno de los socios comerciales de Berns en la empresa fue el director de la Biblioteca Nacional de Perú por aquel entonces. Su colega de más rango (el vicepresidente de la empresa) era profesor de patología en una universidad de Lima y un coleccionista de antigüedades que acabó vendiendo su colección a un museo de Berlín.

Machu Picchu fue construido en el siglo XV por el emperador inca Pachacuti, que casi con toda certeza fue enterrado ahí cuando murió, en 1471. La ciudad tenía un importante templo en honor al sol y es probable que la tumba de Pachacuti y el templo estuvieran decorados con grandes cantidades de oro, cuya mayor parte se retiró casi con toda seguridad en 1432, en un vano intento de rescatar a Atahualpa, el último emperador inca, capturado por los conquistadores españoles. Sin embargo, es concebible que Berns encontrase cantidades ingentes de cerámica de alta calidad y otros artículos que no se exigieron para el rescate.

Durante su investigación, Greer localizó una lista de 57 contactos de Berns, estadounidenses, británicos y de otras nacionalidades, y otras personas que posiblemente compraran las antigüedades que Berns o sus asociados encontraron en Machu Picchu. Pero hasta ahora no se ha descubierto ninguna lista de los hallazgos y la investigación se ampliará ahora a Estados Unidos y Europa para intentar localizar cualquier tesoro perdido de Machu Picchu en colecciones privadas y otras colecciones.

Greer ha encontrado en los archivos peruanos documentos escritos por Berns que revelan que entre 1867 y 1870 exploró Machu Picchu y descubrió varias estructuras subterráneas selladas. Antes de planear, con apoyo gubernamental, la forma de saquear el lugar, Berns predijo que estas estructuras «contendrían sin duda objetos de gran valor»: los «tesoros de los incas».

En un principio, Berns viajó a la zona para talar árboles y fabricar traviesas para un proyecto ferroviario peruano. Hacia 1870 ya había realizado una exploración preliminar de Machu Picchu. Más tarde, como el ejército chileno había ocupado gran parte de Perú durante la guerra del Pacífico de 1879-83, Berns se trasladó durante un tiempo a Panamá y puso en marcha una empresa peruana, registrada en Estados Unidos, denominada Compañía Minera de Minas Incas de Oro y Plata.

Finalmente, en 1887, regresó a Perú y creó su empresa de saqueo de antigüedades, y es de suponer que volvió a Machu Picchu, aunque lo que allí encontró y luego vendió sigue siendo un completo misterio. Pasaron otros 40 años antes de que la ciudad fuera redescubierta por el famoso académico de Yale, Hiram Bingham.

La revelación de que los tesoros arqueológicos fueron saqueados, casi con toda certeza, con el apoyo del Gobierno peruano a finales del siglo XIX llega justamente en un momento en que Perú redobla sus exigencias de que le sea devuelto el material que Hiram Bingham halló en Machu Picchu (y que actualmente se encuentra en la Universidad de Yale).

Contrastes

El contraste entre el auténtico descubridor de Machu Picchu -de cuya existencia se ha sabido hace poco- e Hiram Bingham no podría ser mayor. August R. Berns era un oscuro empresario alemán que fundó un pequeño negocio de producción de traviesas de ferrocarril en Perú en la década de 1860. Compró unos terrenos cercanos a las entonces desconocidas ruinas de Machu Picchu para talar árboles de los que sacar madera. Descubrió y exploró las ruinas entre 1867 y 1870.

Hiram Bingham era un historiador, arqueólogo, explorador, aviador y político estadounidense. Hay quien ha llegado a insinuar que el taquillero personaje de Indiana Jones está inspirado en él.

Bingham enseñó en las universidades de Harvard, Princeton y Yale, y fue miembro del Senado de Estados Unidos y gobernador de Connecticut. Sin embargo, hasta ahora, siempre ha sido más conocido por ser el descubridor de Machu Picchu, la ciudad perdida de los incas, que ahora ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y que constituye una de las atracciones turísticas más famosas del mundo.

Su libro de 1948 sobre Machu Picchu, «La ciudad perdida de los incas», fue un éxito de ventas. Y en el propio Machu Picchu, la pista de montaña que lleva a las ruinas se conoce como «carretera de Hiram Bingham».

La revelación de que Berns fue el auténtico descubridor de Machu Picchu (cuatro décadas antes que de que Bingham «descubriera» el yacimiento) se publicará en la próxima edición de la revista «South American Explorer».
(Fuente: diario ABC de España)


Libro Recomendado relacionado con el tema: Vuelo Espía Sobre Perú

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miércoles, 28 de mayo de 2008

Jaqaru: Etnia y Lengua que se Apagan

Etnia Jaqaru


Con el objetivo de despertar sensibilidad nacional frente a la acelerada desaparición de las lenguas originarias de Perú, específicamente el caso del jaqaru, lengua ancestral que guarda similitudes con el aimara, la Biblioteca Nacional del Perú (BNP), proyectará el jueves 29, a las 19.00 hrs., el documental “Jaqaru: lengua que se apaga, memoria en agonía”.

La actividad se realiza en coordinación con la Escuela Nacional Superior de Folklore “José María Arguedas” (ENSF-JMA) y la Comunidad de Tupe, provincia de Yauyos (Lima).

El documental fue producido por la Investigadora Cultural de la Dirección de Investigación de la ENSF-JMA, la comunicadora July Sánchez Fuentes, como parte del catálogo documental etnográfico realizado por esa institución cultural, denominado “Videos etnográficos del Perú”.

Una vez finalizada la proyección, se iniciará un conversatorio, en el cual participarán el Director de Investigación ENSF-JMA, Dr. Amílcar Hijar Hidalgo; la Coordinadora del Programa de formación docente de la lengua jaqaru y representante del Instituto Superior Pedagógico Público de Yauyos, Lic. Yolanda Payano; y el Presidente de la Comunidad de Tupe, Sr. Obed Morales Cuevas.

Lengua que se apaga

La lengua jaqaru tuvo momentos de esplendor durante la expansión de la Cultura Wari, entre los siglos VIII y X de nuestra era. Actualmente, el jaqaru es hablada por algunos pobladores de los distritos de Tupe y Catahuasi, en la provincia de Yauyos, departamento de Lima. En estas zonas, la mayor parte de la población es bilingüe, puesto que también hablan el castellano.

Según estudios realizados por la ENSF-JMA, la lengua jaqaru es hablada por sólo 750 personas, por lo que su futuro como lengua viva es incierto.
La entrada a este evento es libre.
(Fuente: Agencia Andina de Perú)


Parte 1/2



Parte 2/2





lunes, 26 de mayo de 2008

Cultura Killke: Serán Exhumados Restos Oseos encontrados en Machu Picchu



Los restos óseos de al menos cincuenta personas encontrados en un sector del Parque Arqueológico de Machu Picchu denominado Piscacucho serán exhumados a mediados de junio próximo, informó el arqueólogo y antropólogo Fernando Astete, jefe del santuario inca.

El especialista explicó que según conclusiones preliminares los descubrimientos pertenecen a enterramientos de la época preínca.

Los restos óseos fueron encontrados en cuevas ligadas a evidencias de cerámica y de arquitectura de la cultura Killke, como terrazas y recintos semicirculares con esquinas ovoides, lo cual será ratificado cuando finalicen los estudios.

“Se trataría de enterramientos de campesinos, porque los contextos funerarios se encuentran dentro de una ladera y son bastante modestos. Si fueran enterramientos importantes se encontrarían chullpas bien elaboradas o cuevas con revestimientos rocosos de fina factura”, comentó.

Para el inicio de los trabajos de exhumación se espera la aprobación del expediente por parte de la Comisión de Arqueología del Instituto Nacional de Cultura (INC) de Cusco.

El trabajo será desarrollado por un equipo de especialistas, entre ellos un antropólogo físico que determinará en forma minuciosa las características principales, como sexo, edad y causa de la muerte de los individuos enterrados.

La exhumación se realizará bajo un minucioso registro fílmico y fotográfico, así como en dibujo y en un diario de campo. 
Fuente: Agencia Andina de Perú 


Más sobre la Cultura Killke:

La cultura Killke ocupó la región de Cusco alrededor del 900 a 1200 dC, antes de la llegada de los Incas en los años 1200.

La fortaleza de Sacsayhuamán que más tarde fue utilizada por los Incas, fue originalmente construida por la gente de esta cultura en el siglo XII. En 2007, las excavaciones descubrieron un templo en las afueras de la fortaleza, lo que indica actividades religiosas, así como el uso militar de la instalación.

Los arqueólogos descubrieron, el 13 de marzo de 2008, las ruinas de otro antiguo templo, la carretera, y los sistemas de riego en Sacsayhuamán.

Parte del templo fue destruido por explosiones de dinamita a principios del siglo 20, cuando el sitio fue utilizado como cantera de piedra. Las nuevas excavaciones se iniciaron en junio de 2007 y continuarán durante cinco años hasta el 2012.

La Cerámica Killke fue identificada por primera vez por John H. Rowe. Los huacos son a menudo globulares con correas verticales o asas, con una simple relación de las decoraciones geométricas de color negro o negro sobre rojo o blanco.

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