viernes, 15 de octubre de 2021

BBC: Pedro Paulet el peruano calificado como PADRE DE LA ASTRONAUTICA MUNDIAL Y PIONERO DE LA ERA ESPACIAL - ORGULLO DE LOS PERUANOS


Pedro Paulet fue un distinguido científico, ingeniero, arquitecto, diplomático y escritor peruano


Paulet desarrolló la idea que serviría de base para propulsar al hombre a la Luna y diseñó su propia nave aeroespacial.


Inicialmente los únicos que quisieron aprovechar sus descubrimientos fueron los nazis, pero él se negó a ayudarlos.


Sus fórmulas y experimentos sirvieron de punto de referencia para los principales diseñadores de la agencia espacial estadounidense NASA y, por ello, el peruano es considerado como el padre de la astronáutica y pionero de la era especial.


Su historia empieza en su Arequipa natal, en aquellas noches despejadas en las que pasaba horas mirando la Luna e imaginando un viaje fantástico hasta aquel satélite natural de la Tierra.


Su principal fuente de inspiración fue aquella premonitoria novela del escritor francés Julio Verne titulada "De la Tierra a la Luna" (1865).


Ese vuelo de la imaginación que encontró en las páginas llevó a Pedro Paulet a creer que ese fantástico viaje era posible, e hizo todo lo que pudo para lograrlo.


Paulet debe ser considerado también como el pionero del motor a propulsión con combustible líquido.


Lamentablemente, su trabajo y logros no se enseñan en colegios, su historia está poco documentada y todavía su obra está dispersa en muchas bibliotecas del mundo.


Paulet sería mucho más reconocido en Perú y en el mundo si hubiera sido alemán o estadounidense, pero como es peruano, los propios peruanos menosprecian su obra.


Antes de terminar el colegio, el joven inventor ya fabricaba sus propios cohetes por su fascinación por los fuegos artificiales.


Paulet estuvo a punto de quedarse sin estudios universitarios por los pocos recursos con los que contaba.


Pero el rector de la Universidad San Agustín de ese entonces lo invitó a dar un examen ante varios profesores y terminó ovacionado. Era un genio.


Por su notable talento, poco tiempo después el gobierno peruano le dio una beca para estudiar Ingeniería y Arquitectura en la Universidad La Sorbona.


Fue en París, en los últimos años del siglo XIX, que Paulet afinaría su "motor-cohete" alimentado por combustible líquido. El descubrimiento iba en contra de la industria de aquel entonces que se esmeraba en mejorar sus cohetes impulsados por pólvora.


Faltaban más de 70 años para que el hombre pisara la superficie lunar, pero en un aula de la Sorbona parisina un peruano había dado el primer gran paso.


El "motor-cohete" de Paulet rápidamente se convertiría en el "autobólido", la nave aeroespacial diseñada por el peruano en 1902 que nunca llegó a materializarse.


El inventor pasó décadas buscando financiamiento para su construcción mientras ejercía cargos diplomáticos en países de Europa y América Latina.


Sostuvo fuertes polémicas con científicos europeos de la época durante las primeras décadas del siglo XX y, pocos años antes del ascenso de Adolf Hitler al poder, científicos alemanes intentaron imitar su "motor-cohete" de combustible líquido para misiles de guerra. Paulet nunca les entregó la fórmula, pero con los años, y ya con el nazismo en auge, los alemanes lograron su objetivo.


En 1944, las ciudades de Amberes y Londres fueron bombardeadas por las tropas de Hitler con misiles A2 de combustible líquido.


Un año después, Paulet fallecería en Buenos Aires a la edad de 71 años.


Pero la historia no termina ahí


Quien logró convertir el "motor-cohete" de combustible líquido en un misil de guerra fue Wernher von Braun, un científico afiliado a la Schutzstaffel de Hitler, mejor conocida como la SS.


Von Braun no compartía el ideario nazi, pero fue puesto a trabajar para el régimen como muchos científicos alemanes de aquel entonces.


En 1945, con Alemania a punto de perder la Segunda Guerra Mundial, se entregó a las fuerzas estadounidenses.


Wernher von Braun consideraba a Pedro Paulet como el pionero de la propulsión con combustible líquido que usan los cohetes espaciales.


De a poco fue ganando espacio y reconocimiento en Estados Unidos hasta que llegó a la NASA, donde dirigió el programa espacial que en 1969 lograría el ansiado objetivo de llegar a la Luna.


El cohete que permitió que Neil Armstrong y Edwin Aldrin pisaran la superficie lunar se impulsaba, al igual que los misiles A2 alemanes, por un motor de combustible líquido.


Von Braun, quien se quedó con buena parte del crédito por la hazaña humana, en uno de sus libros reconoció el aporte del peruano en el alunizaje.


Escribió Von Braun en su libro "Historia de la cohetería y los viajes espaciales":


"Paulet debe ser considerado como el pionero del motor a propulsión con combustible líquido"


(Datos: BBC/Alvaro Mejía)




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