viernes, 10 de septiembre de 2021

Yamnayas: Los grandes conquistadores de Europa - Una historia que podría ser la tuya.



Recientes estudios genéticos revelan que un violento contingente humano –los yamnayas– originario de las estepas asiáticas se expandió por toda Europa y cambió la cultura, las costumbres y la propia población del continente en el Neolítico.


El icónico monumento megalítico de Stonehenge, en el suroeste de Gran Bretaña, fue erigido hace unos 4.500 años. La intención original de su construcción sigue siendo objeto de controversia, pero ahora sabemos que no tardó en convertirse en un recordatorio de un pueblo desaparecido. En el plazo de unos pocos siglos, casi todos los británicos originarios, desde la costa sur de Inglaterra hasta el extremo norte de Escocia, habían sido barridos del mapa por forasteros llegados desde fuera de las islas. No está muy claro ni cómo ni por qué los bretones pudieron desvanecerse tan deprisa, pero empieza a dibujarse el cuadro de la gente que los reemplazó. El último aluvión de migrantes europeos del final de la Edad del Cobre e inicios de la del Bronce fue un grupo de pastores y ganaderos llamado yamnaya o yamna que ocupaba las estepas del norte de Eurasia, desde el mar Negro hasta las montañas del Cáucaso. Su destino no fue solo Gran Bretaña.


Hace entre 5.000 y 4.000 años, ellos y sus descendientes colonizaron importantes franjas de Europa y dejaron un legado genético que persiste hasta nuestros días. Su llegada coincidió con una serie de profundos cambios sociales y culturales. Las prácticas funerarias variaron, apareció una nueva clase de guerreros y hubo un significativo aumento de la violencia, en ocasiones brutal. “Estoy convencido de que debió de producirse algún tipo de genocidio”, dice Kristian Kristiansen, arqueólogo danés de la Universidad de Gotemburgo (Suecia). Mientras él y otros expertos tratan de recomponer su historia, una pregunta flota en el aire: ¿fueron los yamnayas los mayores asesinos de la historia?

 

Tenían una tecnología más desarrollada y trajeron consigo enfermedades nunca vistas en los territorios que hoy conforman Europa. Los yamnaya, cuyo nombre significa literalmente "hoyo" en ucraniano, suelen ser conocidos por algunos arqueólogos como "la cultura de los túmulos". Un nombre más que apropiado para esta tribu, originaria de los territorios comprendidos entre los mares Negro y Caspio y pertenecientes a Rusia en la actualidad.


Según un nuevo estudio de la Escuela de Medicina de Harvard, los yamnaya habrían invadido la Península Ibérica hace 4.500 años. Sus autores afirman que tras su llegada, la línea genética masculina preexistente desapareció. Fueron los hombres colonizadores quienes dejaron descendientes en los territorios que hoy conforman España y Portugal.


Los europeos actuales son la suma de tres grandes migraciones. La primera, hace 37.000 años, se produjo tras la llegada de unos cazadores en el paleolítico superior, tal y como determinó este estudio de Nature en 2016. La segunda provenía de la actual Turquía. Los nómadas que migraron eran agricultores en las estepas de la actual región de Anatolia. La tercera corresponde a la invasión del pueblo yamnaya.


Los resultados de la investigación, conducida por el genetista David Reich, han sido adelantados en el congreso científico New Scientist Live en Londres. Reich pretende completar el trabajo que desarrolla en su libro Who We Are and How We Got Here: Ancient DNA and the New Science of the Human Past ('Quiénes somos y cómo llegamos hasta aquí: El antiguo ADN y la nueva ciencia del pasado humano)'.


En la conferencia del pasado 22 de septiembre, recogida en este artículo, se defiende la "conquista violenta" por parte de los yamnaya en la Península Ibérica. Reich llegó a esta conclusión tras descubrir "un reemplazo completo del cromosoma Y" en la línea genética hispano-lusa. El estudio cree que la gran mayoría de los hombres nativos fueron asesinados o sometidos a condiciones de esclavitud. Tan solo sobrevivieron las mujeres, afirma el artículo científico, quienes perpetuarían la línea genética de estos íberos primitivos... mediante los hijos de los yamnaya.


Pionero en este campo, el científico arroja algo de luz sobre ciertos enigmas, como el origen y la expansión de las lenguas indoeuropeas. También aprovecha para denunciar los abusos cometidos en nombre de los orígenes históricos o genéticos. Reich menciona a los nazis, y reconoce que ciertas ideologías tratarán de aprovechar sus descubrimientos.


Sin embargo, algunos colegas de Reich disienten. En 2015 su equipo ya avanzaba algunas de las conclusiones publicadas actualmente. David W. Anthony, un arqueólogo que participó en ese estudio, afirmaba entonces que la expansión de los yamnaya por Europa fue pacífica. En este reportaje de The New York Times defendía que "no fue como Atila y los hunos, asesinando a todo el mundo en cuanto llegaban". Anthony cree que lo más probable es que los yamnaya "encontrasen algún tipo de oposición a largo plazo", durante un par de siglos. Parece inevitable, concluye, que finalmente las barreras culturales convergiesen.


Pero los yamnaya no se limitaron a colonizar la Península Ibérica. El 90% de los genes de Gran Bretaña, 4.500 años atrás, fueron reemplazados por la llegada de la tribu asiática. No tuvieron que esforzarse demasiado: las enfermedades que trajeron y el cambio climático vigente -entre el 6000 y el 2500 a.C se sucede un período cálido conocido como el Hipsitermal- hicieron la mayor parte del trabajo.


Además, la tecnología empleada por los yamnaya era más avanzada: ya contaban con la rueda y con animales domesticados. "Este pueblo se expande por un territorio enorme: desde Mongolia, pasando por Hungría hasta llegar al interior de Europa. Representan la principal contribución [a la genética] de los europeos actuales", afirma Reich.


El genetista se consolida así como una figura de referencia respecto al análisis del ADN prehistórico. En 2017 recibió el premio Dan David de Arqueología y Ciencias Naturales por sus descubrimientos en las mezclas genéticas entre neandertales y nuestra especie. (Datos: Fuentes Diversas)


Si usted es parte del haplogrupo R-M269, esta podría ser parte de su historia.

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