martes, 10 de noviembre de 2020

Cultura o Civilización Vícús

 



Vicús es una civilización que se desarrolló entre los años 150 a. C. y 400 d. C. 


Está ubicada en la zona costera norte del Perú, en el curso inferior del río Piura, a 7 km del distrito de Chulucanas, en la provincia de Morropón, departamento de Piura.


Su área de influencia se extendió desde Tambo Grande y Salitral (parte alta del río Piura), hasta el norte en las provincias piuranas de Morropón, Ayabaca, Huancabamba y probablemente hasta la Sierra Sur de Ecuador.


Su sede administrativa, localizada en el "cerro Vicús", a una altitud de 170 msnm, y que da nombre a esta cultura, sirvió de enlace con otras ciudades andinas ubicadas más al norte. 


Se descubre porque en 1963 comenzó la fiebre de la huaquería o extracción ilegal de las riquezas enterradas de esta cultura, las que fueron vendidas.


Domingo Seminario Urrutia, dueño de tierras en la zona, al ver esta comercialización ilegal, comenzó a comprar cada pieza que le ofrecieron con la única finalidad de preservarlas en su lugar de origen y evitar su pérdida.



Luego, Seminario Urrutia, se pone en contacto con el Ministerio de Educación Pública y el Patronato Nacional de Arqueología, donde contrata el 4 de enero de 1964 a Ramiro Matos para que estudie esta nueva cultura. 


También contrató al arqueólogo Carlos Guzmán Ladrón de Guevara y al técnico José Casafranca Noriega.


El arqueólogo peruano Luis Guillermo Lumbreras se ocupó de la cultura vicús a partir de 1979.


Los vicús, eran conocedores de las aleaciones de plata, oro y cobre, usaron estos metales en la fabricación de sus instrumentos de labranza.


Su cultura se desarrolló en tres grandes etapas:


Etapa Chavín;


Etapa de desarrollo regional


Etapa de influencia Mochica.



La agricultura fue la base de su desarrollo económico. Se conoce que cultivaban calabaza o mate, maíz y algunos frutos, con sistemas de regadío avanzados.


Estas actividades se complementaban con la ganadería o la caza.


Cerca del Cerro Vicús se han encontrado casi dos mil pozos funerarios, verdaderas chimeneas mortuorias con una antigüedad de doce a catorce siglos.


Una de las características de Vicus son precisamente estas tumbas consistentes en pozos verticales tubulares de profundidad y diámetro variable. Al final del pozo hay un ensanchamiento que da al conjunto la forma de bota.


La profundidad del pozo oscila entre 4 y 15 m, pero hay algunos que alcanzan los 15 metros. El diámetro oscila entre los 70  y 1 m pero generalmente son de 80 cm.


Posiblemente las tumbas más profundas pertenezcan a gente de más importancia. Son también las que contienen mayor cantidad de piezas de cerámica y metálicas.


Generalmente el cadáver, reducido a polvo se encuentra en el fondo de la tumba, pero también puede estar ubicado más arriba. Una vez colocado el cadáver y los objetos que le correspondían por su clase, se volvía a cubrir la tumba con arena. Se han encontrado algunas tumbas vacías, lo cual hace suponer que estaban por ser ocupadas y disponibles, pero no se llegaron a usar.


En las tumbas corrientes se han encontrado ollas o diversos objetos de cerámica, agujas de cobre y trozos de tela.


Continúa siendo un misterio como se podía trabajar en una chimenea tan profunda de apenas 75 cm de diámetro, donde se tendría que formar necesariamente un tiro de succión capaz de producir un vacío en el fondo, el mismo que provocaría la muerte por asfixia de cualquier trabajador. Los huaqueros, para evitar este fenómeno excavan estas tumbas por el fondo desde un lugar abierto.


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En las tumbas de los cementerios de Vicús, no se encuentra un cadáver. Lo que se encuentran son formas alargadas reducidas a polvo, de unos 6 cm de largo y 12 o 10 cm de espesor. Es una tierra de color marrón oscuro en la que no quedan ni los huesos, salvo algunas piezas dentarias.


Se supone que los cadáveres eran cremados y las cenizas envueltas en telas, depositadas en las tumbas, porque sí se han encontrado trozos de telas. Esto hace suponer que la cremación no se realizaba dentro de la tumba, sino fuera de ella. Luego las cenizas se trasladaban al interior de la tumba, y se daba con ellas la forma y tamaño deseados. No se han llegado a descubrir, lo que pudieron ser los crematorios de los antiguos Vicús.


La denominación de tierra de muerto, fue dada por los huaqueros piuranos, que guardaban por ellas temeroso respeto.


La colección Domingo Seminario Urrutia fue la más importante donde este exsenador y hacendado con el afán de dar a conocer más de esta cultura llega a exhibir en múltiples oportunidades su valiosa colección a nivel nacional. También cabe resaltar que Seminario tuvo un éxito rotundo exhibiendo esta colección en el Galería Nacional de Arte DC, Museo Solomon R. Guggenheim en New York como también en museos en México y Brasil.


La cerámica Vicús denota influencias de la Chavín/Cupisnique (etapa Chavín) y de la Moche temprana (etapa de influencia Mochica), pero existe entre ambas una cerámica puramente estilo Vicús (Etapa de Desarrollo Regional), con características muy propias de esta cultura, a la que, para diferenciarla, se la llama cerámica Vicús-Vicús.


Los Vicús hicieron dos clases de cerámica:


Uso doméstico: ollas, platos y vasijas de uso diario.


Uso ornamental: usadas mayormente en ceremonias.


En el estado actual de las investigaciones, (1990) la cerámica es la principal fuente de información sobre los Vicús. En general, su cerámica se caracteriza por su aspecto macizo y rústico, y por su tendencia escultórica realista. Morfológicamente, la cerámica Vicús ha sido separada en tres tipos:


-Vicús negativo: comprende círculos simples, volutas, y triángulos que aparecen en recipientes con figuras de animales. En los ceramios Vicús Negativo podemos apreciar guerreros, músicos, y escenas eróticas con figuras desnudas de ambos sexos.


-Vicús blanco sobre rojo: es similar a Vicús Negativo, ya que presenta recipientes escultóricos antropomorfos, fitomorfos y zoomorfos. Su decoración combina blanco, aplicaciones, incisiones y líneas.


-Vicús engobados monocromos: presenta una apariencia tosca, con manchas oscuras debido a defectos de cocción. Presenta recipientes con base acampanada, trípodes o pedestales.


Cerámica Vicús I y Vicús II:


-El primer período está formado por cerámica tosca, de baja calidad en comparación con su supuesto antecesor (el estilo Chavín) y su supuesto sucesor, (el estilo Mochica). 


-El segundo grupo está formado por cerámicas de acabado muy fino y formas compatibles con los complejos cerámicos de Lambayeque y Virú.


Hay vasijas cantarinas, porque dejan escapar melodiosos tonos a medida que se sirve el agua o licor que contienen. Otras que tienen como motivos ornamentales las serpientes, lanzan silbidos como los de un ofidio. Hay también algunas que semejan pájaros y silban como tales. Estas piezas pertenecen al período que podríamos llamar de esplendor que los arqueólogos conocen como Vicús-Vicús.


Otro sello de identidad de la cerámica Vicús, es la representación desproporcionada de figuras humanas o animales. Las creaciones figurativas de Vicús son generalmente grotescas, y en ellas las facciones humanas aparecen notablemente exageradas.


Una característica repetida en los rostros escultóricos es la de la nariz prominente y ganchuda. Es la llamada nariz en «pico de loro». Las orejas son también tan prominentes como la nariz. Los ojos son abultados trabajados con incisión a manera de grano de café. Las divisiones anatómicas del cuerpo globular apenas se bosquejan. Los brazos son muy largos y alargados. Muy pocas veces se ha representado a la mujer, de lo cual se ha deducido que en la cultura Vicús estaban relegadas a un segundo orden. Como motivos también se representan figuras zoomorfas, antropomorfas. (Datos: Wikipedia y otras fuentes)


















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