domingo, 13 de enero de 2019

Virreinato del Perú: Melchor de Liñán y Cisneros - Conde de la Puebla de los Valles - 21° Virrey del Perú

Melchor de Liñán y Cisneros - Conde de la Puebla de los Valles
21º Virrey del Perú


Melchor de Liñán y Cisneros (Torrelaguna, 19 de diciembre de 1629 - Lima, Virreinato del Perú, 28 de junio de 1708), fue un clérigo secular y político español que sirvió en distintos cargos administrativos en los territorios de América.

Fue Obispo de Santa Marta (1664-67) y de Popayán (1667-71), Gobernador y Capitán General del Nuevo Reino de Granada (1671-75) y Presidente de la Real Audiencia de Santafé de Bogotá (1671-74), Arzobispo de La Plata (Charcas) (1675-76), VIII Arzobispo de Lima (1678-1708) y XXI Virrey del Perú (interino, 1678-1681). 

Oriundo de la villa de Torrelaguna, en el arzobispado de Toledo, fue hijo de Francisco de Liñán de Cisneros e Isabel González. Estaba emparentado con el gran cardenal de los Reyes Católicos, Francisco Jiménez de Cisneros. 

En la Universidad de Alcalá de Henares estudió Artes y Teología, doctorándose en esta última materia. Luego de recibir las órdenes sacerdotales, ofició de cura en las villas de Santa María de Buitrago y de Torrelaguna. En 1660 pasó a la villa y corte de Madrid, donde tuvo a su cargo la parroquia de San Salvador, en la que se mantuvo hasta 1664. Al mismo tiempo ejerció como Calificador del Santo Oficio. Su desempeñó en tales responsabilidades le sirvió de trampolín para pasar a América investido de las más altas dignidades. 

El 30 de agosto de 1664 fue nombrado Obispo de Santa Marta en el Nuevo Reino de Granada (actual Colombia), tomando posesión de su sede el 18 de enero de 1665. El 22 de junio de 1666 fue promovido al Obispado de Popayán, tomando posesión el 20 de octubre de 1667 como obispo electo. 

El 5 de diciembre de 1670 la Corona le nombró Gobernador y Capitán General interino de Nueva Granada y Presidente de la Real Audiencia de Santafé, cargos que asumió el 2 de junio de 1671.

Continuaba siendo gobernador de Nueva Granada, cuando la Santa Sede lo designó como Arzobispo de La Plata, en la provincia de Charcas (actual Bolivia) (15 de septiembre de 1671). 

El 14 de diciembre de 1676, Liñán y Cisneros fue promovido a la arquidiócesis de Lima, vacante entonces por la muerte del arzobispo fray Juan de Almoguera. 

Por entonces el virrey Conde de Castellar era víctima de acusaciones calumniosas que motivaron a que la corte lo cesara del gobierno y encomendara al arzobispo Liñán el mando interino del Virreinato (8 de marzo de 1678). 

Liñán se convirtió así en el vigésimo primer virrey del Perú, cargó que asumió el 7 de julio de 1678. 

Por primera vez asumía un arzobispo el mando del virreinato peruano, aunque sólo a título interino. 

Su gobierno duraría un breve período de tres años y cuatro meses (1678-1681).  
La máxima preocupación del virrey-arzobispo se concentró en la protección de los indìgenas. 

A su gestión le correspondió aplicar la Recopilación de Leyes de Indias, que fue promulgada el 18 de mayo de 1680. Un año antes Liñán había prohibido la esclavitud de los indios apresados en la guerra de la frontera de Chile. 

Como prueba de su buena administración de la Real Hacienda, Liñán remitió a España la cantidad de 2.164.080 pesos, a los que se sumó el envío de 150.000 pesos en calidad de donativos de los comerciantes limeños con motivo del matrimonio del rey Carlos II (a quien la posteridad recuerda con el apelativo de “El Hechizado”). 

Los franciscanos de origen criollo y peninsular protagonizaron en 1680 disturbios entre sí tanto en Cuzco como en Lima. Los franciscanos criollos (es decir, nacidos en América) se oponían en el Cuzco al nombramiento de prelados venidos de España. Los más recalcitrantes fueron trasladados a Lima, donde desencadenaron violentos incidentes, los que obligó al virrey a usar la fuerza armada para restablecer el orden. 

Mediante cartas y edictos pastorales reformó la vida en los conventos de monjas a fin de salvaguardar el orden y la moral. Dispuso que en cada uno de los monasterios no hubiese más de 80 a 100 monjas y 50 donadas, visto el número considerable de mujeres que solían encerrarse. 

Por entonces llegaron a Lima las noticias de las beatificaciones de Francisco Solano (25 de enero de 1675) y Toribio de Mogrovejo (28 de junio de 1679), ambos ilustres personalidades de origen español pero que habían florecido en suelo peruano (Mogrovejo había sido el segundo Arzobispo de Lima). Las fiestas celebratorias se realizaron en Lima 23 de abril de 1679 y el 27 de abril de 1680, respectivamente. El virrey-arzobispo cuidó la solemnidad de las ceremonias. 

Por lo demás, su actuación como prelado se caracterizó por el desprendimiento y la austeridad. 

Liñan entregó el gobierno virreinal a su sucesor, Melchor de Navarra y Rocafull, Duque de la Palata, el 20 de noviembre de 1681, y al cabo de un mes la correspondiente memoria o Relación de su administración. 

Fue premiado con el nombramiento honorario de consejero de Su Majestad y con el título de Conde de la Puebla de los Valles, que renunció en favor de su hermano José de Liñán y Cisneros. 

Finalizado su interinato virreinal, Liñán siguió residiendo en Perú en su calidad de Arzobispo de Lima. 

Murió el 28 de junio de 1708, a la edad de 78 años. 

En total ocupó la sede arquiepiscopal limeña 30 años, 4 meses y 3 días, siendo el más largo período de un arzobispo de Lima en toda la historia virreinal. 

Su cadáver reposa en un sepulcro colocado al lado del Evangelio mayor de la iglesia parroquial del Sagrario, que él construyó a su costa después del terremoto de 1687. (Datos: Wikipedia)








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