viernes, 8 de abril de 2016

La Enigmática Estela de Raimondi

Estela de Raimondi

La Estela de Raimondi es un monolito o escultura pétrea con uno de sus lados decorado en plano relieve.

Se trata de una losa de granito de 1,98 metros de alto por 74 centímetros de ancho y 17 centímetros de grosor,

Pertenece a la Civilización o Cultura Chavín, la que existió en un período anterior al Imperio Inca.

Fue descubierta en la zona denominada Chavín de Huántar, provincia de Huari, Región Huaraz, la que fue uno de los principales centros religiosos y culturales del hemisferio occidental. 

La escultura representa a un ser mítico, al cual se relaciona con el dios Wiracocha de la cultura Tiahuanaco ,ya que también sujeta dos varas o bastones. 

Fue bautizada como Estela de Raimondi en homenaje al naturalista y geógrafo italiano Antonio Raimondi, quién puso en relieve su importancia e  impulsó su traslado a Lima para su estudio y mejor conservación.

En la actualidad, la Estela de Raimondi se encuentra en el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú.

Lo que representa el monolito aún es un enigma, existiendo diversas interpretaciones de su significado:

-Julio C. Tello: Según su criterio, la imagen representaba a un dios jaguar coronado con una enorme mitra o tocado ritual, y sería un antecedente del dios Viracocha, por los dos báculos que lleva en las manos. 

-Max Uhle, consideró que las expresiones iconográficas del monolito derivaban del estilo nazca e interpretó a la figura como un felino-hombre, de cuya cabeza se desprende una escolopendra o tal vez un milpiés con sus patas estilizadas en forma de bastones o culebras. 

-Federico Kauffmann Doig sostiene que se trata de un dios humanizado con atributos combinados de felino y de ave de rapiña. Según su punto de vista, lo que para Uhle era una escolopendra y lo que para Tello una mitra, se trata en realidad de alas y plumas estilizadas que deben verse como prolongación de la espalda de la divinidad, a manera de capa. En otras palabras, el cuerpo superior que se ve encima de la cabeza del dios sería en realidad su espalda desplegada, provista de alas estilizadas. Kauffmann ha denominado a esta divinidad como piscoruna-pumapasim (en quechua: hombre-ave con boca atigrada). Este “felino volador” estaría relacionado con el culto al agua y la invocación a la fertilidad, de tanta importancia en las civilizaciones agrícolas del Perú. (Datos: Wikipedia)


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