Buque de Guerra Chileno Loa Hundido en El Callao |
Durante la Guerra del Guano y el Salitre de 1879, Perú fabricó sistemas de torpedos, bombas, y también desarrollo submarinos.
Los sistemas de bombas y torpedos fueron utilizados con gran habilidad por miembros de la Marina de Guerra del Perú.
Frente a la costa de El Callao fue hundida la nave de guerra chilena Loa.
Frente a la costa de Chancay fue hundida la nave de guerra chilena Covadonga.
Existían listas para su uso un gran stock de otras bombas y torpedos, que ya tenían objetivos establecidos.
Lamentablemente, algunos "peruanos" se apresuraron en impulsar un tratado que entregaba a Chile una porción importante del territorio de Perú, lo que pudo haberse evitado, porque Chile se hubiera retirado si se hundía gran parte o toda su escuadra, y también porque se eliminaría gran parte de su ejercito, por acción de las guerrillas de Cáceres, algo factible, y supeditado solo a un poco más de tiempo.
El corresponsal del Diario “La Estrella” de Panamá, difundió la siguiente carta (textual) de su anónimo corresponsal en Perú:
"Lima, Julio 6 de 1880- Como a las 5.30 P. M. del día 3 del presente mes, cuando las calles de Lima estaban llenas de gente que se dirijian a comer a sus respectivos hoteles, se hoyó una terrible detonación del lado del Callao, i al instante se hicieron millares de conjeturas relativas a la causa que la produjera. Veinte minutos después, un telegrama recibido aquí anunciaba que el trasporte chileno Loa había sido echado a pique por uno de nuestros torpedos. Este despacho se ha confirmado después. Ocho minutos después de la esplosion el buque se hundió. Cuarenta hombres solamente fueron salvados por algunos de los buques neutrales que se encontraban mui cerca del lugar del desastre. La historia de este incidente de la guerra es mui curioso por la injeniosidad que se ha desplegado, i me propongo relatarla en unas pocas palabras. Desde que la escuadra enemiga está en las costas del Perú, ha podido notarse que los oficiales y toda la tripulación en general, son muy adictos a las frutas y legumbres, y de que no se cuidaban mucho de distinguir los botes de los buques mercantes que hacen el mercado y los botes de los peruanos que vienen de tierra. Con este motivo un oficial que se había fijado en esta circunstancia, maduró al fin un proyecto del cual se propuso sacar alguna ventaja. Dicho proyecto lo realizó así: consiguió una lancha a propósito para su objeto, en el fondo de la cual colocó un torpedo, y sobre él hizo construir un piso falso, bastante cerca al fondo de la lancha, el cual apoyó sobre resortes. Luego cargó la lancha con un escogido surtido de camotes, yucas, chirimoyas, granadillas, gallinas, pavos, legumbres de todas clases, etc., etc., i remolcándola a fuera en dirección a la escuadra enemiga, antes de amanecer, la soltó de su cuenta, cuando ya lo juzgó en buen lugar. Todo el día flotó esa lancha por su cuenta, pero los chilenos no la pudieron ver hasta eso de las 5 P. M., hora en que se pensó por los peruanos mandar un bote en su busca para evitar que cayese en manos de los neutrales.El “Loa” estaba de guardia, y al notar que venía un bote de tierra hacia los buques neutrales, notó también la presencia de la lancha y en el acto se dirigió a ella. El bote de tierra al ver esto, se regresó con precipitación. El “Loa” mandó dos botes en busca de su presa, los cuales la condujeron a su costado e inmediatamente principiaron a descargarla. A medida que se sacaba la carga el peso disminuía, el falso piso se alzaba y los resortes en que se apoyaba, que estaban en conexión con el torpedo, iban quedando en libertad para producir bien pronto su esplosion.Repentinamente ésta tuvo lugar, y los efectos fueron desastrosos. Las 300 libras de dinamita hicieron casi levantar al “Loa” de sobre las aguas. Los que de tierra espiaban con ansiedad las operaciones del “Loa “, dicen que el resultado fue terrible. Todas las casas del Callao se estremecieron y los buques todos temblaron como si hubiese ocurrido algún sacudimiento natural en el mar. El buque volado apareció primero envuelto en una gran masa de fuego, que poco a poco se convirtió en densa columna de espeso humo, i vióse después al “Loa” claramente como si nada le hubiera sucedido, pero de pronto su popa comenzó a hundirse con prisa i el buque todo se precipitó en el fondo del mar, desapareciendo para siempre!Mientras esto tenia lugar, el “Blanco Encalada” y el “Huáscar” permanecían en sus posiciones, a unas ocho millas de distancia, demasiado léjos para prestar ninguna clase de ausilios a sus desgraciados camaradas que quedaron nadando para salvarse. Los botes de la Thetis, Penguin, Alaska, Decrés i Garibaldi fueron enviados prontamente al lugar del desastre. Los de los primeros dos mencionados lograron salvar a 30 individuos; el Alaska uno, el Decrés tres o cuatro i el Garibaldi seis, componiendo entre todos un total de 40. De éstos es probable que muchos mueran. Han perecido por lo ménos 150 hombres. Los únicos oficiales salvados son: el 2° jefe, herido, el médico i uno de los ingenieros.Cualesquiera que sean las opiniones que se formen respecto a esta manera de guerrear, son los chilenos quienes ménos se pueden pronunciar en contra. Ellos fueron los primeros en ponerla en práctica cuando en la madrugada del 10 de abril último enviaron una lancha-torpedo con el intento de hacer volar la “Unión” en momentos que sus oficiales i tripulación no se imaginaban que tenían tan cerca al enemigo. Si la Union se hubiera hundido, sus 200 hombres habrían perecido del mismo modo, que por consecuencia de un buen meditado golpe, han perecido los del “Loa”. Pero el deber de vuestro corresponsal no es tanto moralizar como describir los hechos.Algunos de los buques neutrales tratan la cuestión de salirse del puerto del Callao, por temor a los torpedos".