jueves, 14 de mayo de 2009

Entierros funerarios incaicos hallados en Machu Picchu poseen características atípicas, según arqueólogo

Entierros en Machu Picchu

Los dos entierros funerarios incaicos hallados en los últimos meses en el sitio arqueológico de Torontoy, dentro del Santuario Histórico de Machu Picchu, poseen características atípicas que los diferencian de los enterramientos comunes realizados durante el incario, sostuvo Omar Gallegos Gutiérrez, arqueólogo residente de las obras de excavación y puesta en valor.

El entierro hallado en noviembre de 2008 corresponde a un hombre adulto de la nobleza incaica, de 30 a 35 años de edad; mientras que el descubierto en abril pasado pertenece a un joven de entre 14 y 15 años.

El especialista explicó que se maneja la hipótesis de que dichos enterramientos funerarios fueron realizados durante el período de la conquista española (luego de 1533), de manera apresurada y sin guardar los lineamientos estrictos de los incas.

Remarcó que los incas que habitaban esta zona, para escapar del avance español abandonaron abruptamente sus posesiones cuando se vieron obligados a huir a Vilcabamba, en la ceja de selva de Cusco, donde por 40 años se refugiaron los últimos cuatro monarcas: Manco Inca, Sairy Túpac, Titu Cusi Yupanqui y Túpac Amaru I.

"Abandono que es corroborado porque hay evidencias o indicadores arquitectónicos de que vanos, hornacinas y pisos de los recintos del lugar fueron sellados o tapiados adrede por los propios incas antes de su partida."

Gallegos refirió que las conclusiones arqueológicas sustentan que las sepulturas no tienen una estructura adecuada, porque los cuerpos fueron depositados en un simple hoyo hecho de manera muy repentina, como si se hubiese tratado de ocultarlos antes de abandonar el lugar.

"Además, los enterramientos se hallaron en lugares inusuales a una distancia de 25 metros uno del otro: El hombre adulto en el vano del recinto número 7 del sector B, donde se realizaban labores textiles; y el joven, en el pasadizo adyacente del edificio principal del sector religioso."

El arqueólogo destacó que el hombre adulto fue un importante miembro de la nobleza incaica, debido a que el contexto de su enterramiento presenta 25 objetos que en su mayoría son parejas que simbolizan la dualidad, concepto base de la cosmovisión incaica que divide sus esferas divinas y terrenales en dos mitades: el hombre y la mujer, el Sol y la Luna, el Hanan y el Hurin.

En tanto, anotó, el enterramiento del joven es más sencillo, porque sólo se encontraron cuatro objetos de cerámica decorada y un prendedor o tupu de metal, por lo que no se tiene la certeza de que sea miembro de la nobleza incaica; aunque no se descarta esta posibilidad, que será corroborada al terminar los estudios comparativos.
Fuente: Agencia Andina de Perú – www.andina.com.pe

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