miércoles, 22 de agosto de 2007

Controversia Frontera Marítima Chile - Perú, Argumentos de las Partes



Discusión y principales argumentos

El origen de esta controversia es el supuesto que la delimitación de la frontera marítima entre ambos países aún se encontraría pendiente. De acuerdo a Chile, no es un tema pendiente, por cuanto existirían tratados internacionales vigentes sobre la materia; el Perú argumenta, a su vez, que no existen tratados de límites marítimos entre ambos países.

Para Chile, la frontera terrestre se inicia en el Hito Nº 1, denominado "Orilla del Mar" y la frontera marítima es el paralelo que cruza el Hito Nº 1, de acuerdo a tratados de diversa índole celebrados con el Perú.

Para el Perú, la frontera terrestre se inicia en el punto "Concordia" en la línea de baja marea del Océano Pacífico y la frontera marítima es la línea bisectriz a las perpendiculares de las costas chilenas y peruanas, según ley aprobada y promulgada el 3 de noviembre de 2005, sobre la determinación de las líneas de base de dominio marítimo.

Argumentos de la postura chilena

El presidente peruano José Luis Bustamante y Rivero, declaró mediante el Decreto Supremo Nº 781 del 1 de agosto de 1947, la soberanía del Perú sobre el mar "entre las costas y una línea imaginaria paralela a ellas siguiendo la línea de los paralelos geográficos".

Los acuerdos de 1952 y 1954 están vigentes en ambos países y, de acuerdo a la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, según la posición chilena, tienen la naturaleza de un tratado internacional.

Si bien dicha convención no tiene efectos retroactivos (y sólo entró en vigencia el 27 de enero de 1980), ello no impide la aplicación de sus normas, en cuanto éstas se limitan a reconocer derecho internacional consuetudinario. Esta señala que se entiende por tratado un "acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el derecho internacional, ya conste en un instrumento único o en dos o más instrumentos conexos y cualquiera que sea su denominación particular'"; asimismo, en el artículo 62 señala que "un cambio fundamental en las circunstancias no podrá alegarse como causa para dar por terminado un tratado o retirarse de él: a) si el tratado establece una frontera".

Si bien los acuerdos de 1952 y 1954 se suscribieron en el marco de conferencias sobre "Explotación y Conservación de las Riquezas Marítimas", en Derecho existe un principio general que señala que las "cosas son lo que son, de acuerdo a su naturaleza, y no lo que quiera una de las partes", por tanto, serían tratados de límites marítimos, si en su contenido versa sobre éstos. El acuerdo de 1954 se denomina "Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima".

La Resolución Suprema N° 23 de 1955 del gobierno de Manuel Odría expresa que "la indicada zona está limitada en el mar por una línea paralela a la costa peruana y a una distancia constante de ésta, de 200 millas náuticas. De conformidad con el inciso IV de la Declaración de Santiago, dicha línea no podrá sobrepasar a la del paralelo correspondiente al punto en que llega al mar la frontera del Perú".

El Acta Final de la Comisión Mixta de Límites del 21 de julio de 1930 y el Acta de los Plenipotenciarios, del 5 de agosto de 1930 indica que el Hito N° 1 tiene coordenadas Latitud 18°21'03 Sur, Longitud 70°22'56 Oeste y se denomina "Orilla del Mar".

El Acta de 1968, destinada a conformar la comisión mixta chileno-peruana para la instalación del Hito Nº1, menciona que: "Reunidos los Representantes de Chile y del Perú acordaron elaborar el presente documento que se relaciona con la misión en orden a estudiar en el terreno mismo la instalación de marcas de enfilación visibles desde el mar, que materialicen el paralelo de la frontera marítima que se origina en el Hito número uno".

Tras el acuerdo de Charaña de 1975, el gobierno del Perú fue consultado por Chile sobre la posibilidad de ceder a Bolivia un territorio soberano al norte de Arica, en conformidad al Protocolo complementario del Tratado de Lima de 1929. En aquellla oportunidad, Perú respondió con una propuesta que sugería crear ún área de soberanía compartida entre Bolivia, Perú y Chile, al norte de la ciudad de Arica y al sur de la línea de la Concordia, la sugerencia incluía además la cesión a Bolivia del mar territorial que quedaría frente a dicha zona compartida.

La Ley peruana de 2001, de Demarcación Territorial de la Provincia de Tacna, señala que esta limita por el suroeste con el Océano Pacífico y que "El límite se inicia en el Hito Nº 01 (Océano Pacífico)" y no en el punto Concordia.

La Convención de Derecho del Mar indica que los acuerdos previos vigentes entre los Estados y, además, la existencia de derechos históricos, priman por sobre el establecimiento de la línea media contemplada por la misma convención.

El Perú no puede acogerse a la Convención de Derecho del Mar, de la cual todavía no forma parte, pues esta reconoce sólo hasta 12 millas de mar territorial y no 200 millas marinas, como afirma la Ley peruana de 2005, de Líneas de Base del Dominio Marítimo, y su Constitución Política.

Los ejercicios conjuntos de la Armada de Chile y la Marina de Guerra del Perú han reconocido la zona al sur del paralelo indicado como territorio chileno.

Desde hace más de 50 años, en la práctica, Chile ha ejercido soberanía en el espacio marítimo reclamado por Perú, deteniendo a los buques pesqueros peruanos que han cruzado el paralelo.

Entre el Perú y Chile existe la Isla del Alacrán a 400 m de Arica, por lo que la objeción peruana en torno a la tesis del paralelo no sería procedente. Si bien dicha isla está actualmente unida a tierra firme, tal conexión fue efectuada en forma artificial mediante un camino, sólo en 1964.

El Perú estaría en contradicción, al manifestar que con Ecuador existen los límites están determinados, en virtud de los convenios de 1952 y 1954, suscritos por los 3 países, y que respecto de Chile son solamente acuerdos pesqueros. El Acta de Brasilia de 1988, acordada por los presidentes del Perú y Ecuador, expresa que "quedan resueltas en forma definitiva las diferencias fronterizas entre los dos países. Con esta base, dejan registrada la firme e indeclinable voluntad de sus respectivos Gobiernos de culminar, dentro del plazo más breve posible, la fijación en el terreno de la frontera terrestre común".

Ecuador ha manifestado que no existen problemas de límites pendientes con el Perú, y que tales límites se encuentran sustentados en los acuerdos de 1952 y 1954 y el Acta de Brasilia de 1988, siendo la línea del paralelo la frontera marítima entre ambos; las líneas de base de Ecuador están fijadas en conformidad a esta última.

Argumentos de la postura peruana

Chile y Perú, según la posición peruana, nunca habrían firmado un tratado específico de límites marítimos.

El Acta Final de la Comisión Mixta de Límites del 21 de julio de 1930 indica que el Hito N° 1 se denomina "Orilla del Mar"; pero el Tratado de Lima de 1929 menciona que la frontera se inicia en el punto llamado "Concordia". La Comisión Mixta de Límites de 1930 indica que este punto se obtiene proyectando el Hito N° 1 sobre el límite con el Océano Pacífico con un arco de circunferencia tomando como centro el medio del puente sobre el río Lluta.

La declaración del presidente José Luis Bustamante y Rivero mediante el Decreto Supremo Nº 781 de 1947 establece la reserva del derecho de modificar la demarcación de las zonas de control y protección de las riquezas nacionales en los mares continentales e insulares que quedan bajo el control del Gobierno del Perú, "de acuerdo con las circunstancias sobrevinientes por razón de los nuevos descubrimientos, estudios e intereses nacionales que fueren advertidos en el futuro"

La Declaración de Zona Marítima de 1952, firmada por delegados de Chile, Ecuador y Perú, define como zona marítima de un país las 200 millas medidas desde la costa. En caso que se encuentren islas, la zona marítima queda limitada por el paralelo, pero no define que sucede cuando las 200 millas se superponen. Entre Chile y Perú no se encuentran islas en las 200 millas.

Para el Perú, el acuerdo de 1954, firmado por delegados de Chile, Perú y Ecuador, denominado "Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima", sería sólo un convenio de pesca y no un tratado de límites. Sólo por error los negociadores habrían mencionado límites marítimos, que no se encontrarían definidos por tratado alguno.

La Resolución Legislativa Nº 12.305 de 1955 indica que el Congreso del Perú había aprobado los "Acuerdos y Convenios suscritos en la Primera y Segunda Conferencia sobre Explotación y Conservación de las Riquezas Marítimas", como indica la introducción de la resolución, y no en una conferencia sobre límites marítimos. La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, señala que "Un tratado deberá interpretarse de buena fe conforme al sentido corriente que haya de atribuirse a los términos del tratado en el contexto de estos y teniendo en cuenta su objeto y fin".

El gobierno del Perú, en la Resolución Nº 23, del 12 de enero de 1955, invoca el inciso IV de la Declaración de Santiago, donde indica que el paralelo es el límite entre los países, disposición que inicia señalando "En el caso del territorio insular [...]". Entre Chile y el Perú no existirían islas, lo que si ocurre entre Ecuador y el Perú, pues desde 1964 la antigua isla del Alacrán está unida a tierra firme y actualmente es una península (la Península del Alacrán). El convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima fue ratificado por Chile en 1967.

La misma Resolución Nº 23, del 12 de enero de 1955, indica que "La indicada zona está limitada en el mar por una línea paralela a la costa peruana y a una distancia constante de ésta, de 200 millas náuticas". Si se considerara el paralelo como límite, en Camaná solo llegaría a 100 millas, 80 en Mollendo, 40 en Ilo, 20 en Sama y 0 millas en Tacna (punto Concordia).

La Convención de Derecho del Mar indica que, generalmente, en caso de diferencias entre dos estados sobre su límite marítimo, primaría el establecimiento de un línea media cuyos puntos sean equidistantes de los puntos más próximos de las líneas de base, por sobre líneas geográficas, como paralelos o meridianos.

La Constitución Política del Perú de 1993 establece su soberanía marítima en 200 millas marinas desde las líneas de base y se ha mantenido, durante los últimos años, explicando el problema de la delimitación marítima en organismos internacionales, como la OEA y la ONU.

Hasta 1998 el Instituto Hidrográfico de la Armada de Chile consideraba el inicio del límite terrestre en el punto Concordia y no en el hito Nº 1. Los acuerdos de 1930 determinaron que este hito se coloque lo más próximo al mar donde quede a cubierto de ser destruido por las aguas del océano indicándose que la línea de frontera entre Perú y Chile se extenderá desde este hito hacia el mar a 10 km del puente Lluta.

El Perú no reconoce los tratados de 1952 y 1954 como tratados de límites marítimos ni con Ecuador, ni con Chile. La ley que fija las líneas de bases de dominio marítimo aprobada por el Congreso peruano en 2005 no manifiesta diferencias con el Ecuador, ya que ambos países han establecido las mismas líneas de base como límites. En la frontera sur con Chile se mantiene una discrepancia respecto a estas líneas de base.

Efectos

La evolución de esta disputa podría provocar ciertos efectos en las relaciones diplomáticas entre ambos estados y con sus vecinos.

Administración de zona económica: la ley aprobada por el Congreso del Perú incluye como parte de ese país, una zona de entre 33.000 y 36.000 km² de una zona abundante de pesca, debido a los efectos de la Corriente de Humboldt. Chile es uno de los mayores exportadores de productos pesqueros en el mundo, y un tercio de su producción radica en la I Región de Tarapacá, mientras que el Perú es el segundo productor a nivel mundial.

Mediterraneidad de Bolivia: la tensa situación que ha generado este problema, es entendida en Chile como una dificultad para resolver el problema de la mediterraneidad boliviana; asimismo en Perú se considera que la solución para la histórica demanda boliviana, sólo será posible cuando Perú y Chile resuelvan el tema de su delimitación marítima. Por otra parte, en Bolivia ha surgido el convencimiento de que la solución del diferendo limítrofe peruano-chileno puede ser resuelto conjuntamente con el problema del enclaustramiento boliviano, es decir, que se llegue a un acuerdo que pueda resolver los problemas que, desde el siglo XIX, no han permitido una verdadera integración en la región.

Anillo Energético Sudamericano: los estados de América del Sur se han comprometido en la creación de un anillo entre estos países para la producción de energía y su suministro. Este proyecto que ha estado en tela de juicio debido a la inestabilidad política de Bolivia, se vería completamente imposibilitado en el caso de un conflicto mayor entre Chile y Perú.

Situación actual

En la práctica Chile sigue ejerciendo soberanía en el espacio marítimo reclamado por Perú, por lo cual la Armada chilena, en los casos que buques pesqueros cruzan el paralelo, procede en la forma habitual (detención, traslado hasta el puerto de Arica, confiscación de los productos obtenidos, imposición de una sanción pecuniaria y la deportación a su país de origen).

Ante estas diferencias, como primer paso el Perú solicitó a Chile iniciar las negociaciones tendientes a firmar un tratado de límites marítimos, ante lo cual Chile respondió que los acuerdos de 1952 y 1954 constituyen tratados de límites marítimos entre ambos países. Del mismo modo, Perú señaló que haría uso de los medios de solución pacífica previstos en el Derecho internacional, como los procedimientos de conciliación, reiterando su invitación a utilizar los mecanismos bilaterales, como la Comisión Mixta Permanente de Límites; la respuesta de Chile fue la misma.

Finalmente el Perú estaría estudiando presentar el asunto ante la Corte Internacional de La Haya, como lo vienen litigando, por un tema similar Nicaragua y Honduras. Ello por cuanto Perú sostiene que es posible exigir, ante este tribunal internacional, la solución al diferendo presentándose en forma unilateral, debido a que ambos países suscribieron el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas (Pacto de Bogotá) de 1948, el cual establece que, en caso de no llegarse a solución de acuerdo al procedimiento de conciliación conforme a dicho tratado o por voluntad de las partes, y no habiéndose convenido un procedimiento arbitral, cualquiera de los Estados parte tienen derecho a recurrir a la Corte Internacional de Justicia, existiendo competencia obligatoria de ésta, tratándose de controversias de orden jurídico que verse, entre otras, sobre la interpretación de un tratado y cualquier cuestión de Derecho internacional (artículo XXXI y XXXII del Pacto de Bogotá de 1948, en concordancia con el artículo 36 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia).
 Tomado de Wikipedia la enciclopedia libre 

viernes, 17 de agosto de 2007

El Reino Chincha y el Período Intermedio Tardío

Reino Chincha

Se desarrolló en el antiguo territorio Nasca, en los valles de Cañete, Chincha, Pisco, Ica y Nasca, llegando su área de influencia hasta Arequipa; la sede más importante fue: “La Centinela” de San Pedro al sur del valle y “La Centinela” de Tambo de Mora al norte del valle. De esta última partían los caminos hacia otros asentamientos humanos.

La vigencia de este reino fue desde los 900 d.C. hasta 1435 d.C., en que fueron conquistados por Pachacútec cuando reinaba en Chincha, Guavia Rucana.

Chinchaycámac, fue su dios principal y Urpy Huachay (la que pare palomas) fue su santuario que hace referencia a una huaca femenina esposa de Pachacámac; creían que sus dioses provenían de esa isla. Sus palacios fueron santuarios y huacas.

La principal actividad económica del reino Chincha fue el comercio. El poderío del rey Chincha, se midió por la cantidad de balsas que tenía. No existía en la época de desarrollo Chincha, señor o rey que ganara en esto al rey de Chincha. Se dice que tenía por lo menos una flota de unas 200, con las que comercializaba por todo el litoral, no sólo peruano sino que llegaron incluso a Ecuador y Colombia por el norte y Chile (puerto Valdivia), por el sur.

Los productos chinchanos llegaron hasta el Caribe, lo cual debe ser cierto, por cuanto los chinchanos comercializaban sus productos en la desembocadura del río San Juan; de ahí comerciantes Chibchas lo llevaban por el curso del río San Juan hasta el mar Caribe.

Los chinchas comercializaron: chuño, charqui de llama, lanas diversas, cobre, pescado salado, calabaza, maíz y huacos. Traían a Chincha: mullu o concha colorada (spondylus), esmeraldas y otras piedras preciosas.

Se cuenta que cuando Atahualpa Inca llegó a Cajamarca, en litera de oro, había otro señor que también llego de la misma manera. Luego de la captura del Sapa Inca, al interrogarle Pizarro preguntó por el señor de la otra litera de oro y el Inca, respondió: “…es el Señor de Chincha, importante porque tiene más de 200 embarcaciones para el comercio y es el más rico de todos mis súbditos”.

Rutas Comerciales

Ya durante la conquista, Chincha fue motivo de peleas entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro, al tener la fama que se inició en Cajamarca con la captura del Sapa Inca Atahualpa.

Según un documento de la doctora María Rostworowski, en la población chincha había: “doce mil labradores o campesinos, diez mil pescadores y seis mil mercaderes, además de un número de plateros cuya mayoría estaba ausente…”.

Hecha la conquista del Reino Chincha por el Ejército Imperial Inca y para no estropear sus trueques, los chinchanos no ofrecieron resistencia a los ejércitos de Túpac Yupanqui y parece que así se estableció una relación amistosa entre ellos, cosa que según los mitos orales era común desde la épocas posteriores a Chavín.


Debido al sistema de intercambio, durante los siglos XV y XVI, los chinchanos gozaron no sólo de riquezas, sino de prestigio por todo el Tawantinsuyo.

Sobre el Período Intermedio Tardío

El Intermedio Tardío (1200-1438) también es llamado periodo de los Estados Regionales Tardíos o de los Reinos y Señoríos. 

Se inicia con la destrucción del estado imperialista Wari (siglo XIII d.C.) y se prolonga hasta el surgimiento del Tahuantinsuyo o Imperio de los Incas (siglo XV d.C.).

Este periodo se caracteriza por la fragmentación política y cultural del mundo andino. En cada región del Perú surgen diversos reinos y señoríos que tienen un área de influencia focalizada.

Son estados o curacazgos militaristas que luchan por consolidarse en sus regiones y ,eventualmente, expandirse para conquistar más valles y comunidades tributarias.

Los reinos más importantes de esta etapa son:

- En la costa: Chimú, Sicán, Chancay, Ishma, Chincha, Chiribaya, Churajón.

- En la sierra: Cuismanco, Yarowilca, Huanca, Chanca, Cusco, Colla, Lupaca.

- En la selva: Chachapoyas.

También proliferaron los señoríos o curacazgos, pequeños pero de gran vocación militarista para defenderse de los reinos que ambicionaban anexarlos a sus dominios. Algunos de estos señoríos son: Tallán (Piura), Colli (Lima), Guancho (Lima), Huarco (Lima), Chupaychu (Huánuco), Pumpu (Junín), Tarama (Junín), Chocorbo (Huancavelica), Asto (Huancavelica), Pokra (Ayacucho), Cunti (Arequipa), Canas y Canchis (Cusco).

Estos reinos y señoríos estaban en constantes conflictos, pero en muchas ocasiones hacían alianzas para enfrentar un peligro común, por ejemplo Chancas, Pokras y Huancas, ante el expansionismo de Pachacútec; y Chimús y Cuismancus, ante los ataques de Túpac Yupanqui.

Otra característica del Intermedio Tardío es la proliferación de urbes fuertemente amuralladas y estratégicamente ubicadas. El ordenamiento y distribución urbana es herencia del viejo imperio Wari. Es por eso los Reinos y Señoríos son llamados también Los Constructores de Ciudades. A esta etapa pertenecen complejos urbanos como Chan Chan (Chimú), Túcume (Sicán), Pachacámac (Isma), Tambo de Mora (Chincha), Kuelap (Chachapoyas), Tantamayo (Yaros), Siquillapucará (Huancas), etc.

A nivel alfarero es importante mencionar que las culturas de esta etapa no alcanzan el grado de refinamiento alcanzado en el Intermedio Temprano. Por ejemplo, en la cerámica se nota una "decadencia artesanal". Los artesanos de esta etapa priorizaron la cantidad, antes que la calidad en el acabado. Sin embargo, algunas manifestaciones artísticas sí se desarrollaron, como la orfebrería de Chimú y Sicán, el tejido en Chancay, o la xilografía en Chincha.

Libro Recomendado relacionado con el tema: Vuelo Espía Sobre Perú








jueves, 5 de julio de 2007

Cultura Moche: Hallazgo de Tumba de Sumo Sacerdote



Un equipo de arqueólogos peruanos, encabezado por el descubridor del Señor de Sipán, confirmó el hallazgo de la tumba de una autoridad mochica aún más antigua que la del llamado Tutankamón de América, al encontrar en ella joyas y enseres de gran valor.

El cineasta español José Manuel Novoa, cuya productora, Explora Films, financia en parte las excavaciones, informó del hallazgo al constatar que pertenece a un miembro de la élite moche debido a las dimensiones del enterramiento y a las coronas halladas en su interior.

El sarcófago "mide un metro por dos metros y medio y es de madera", manifestó en conversación telefónica desde la Huaca Rajada, el complejo arqueológico donde en 1987 Walter Alva descubrió al Señor de Sipán, en la norteña región peruana de Chiclayo y considerado uno de los principales hallazgos del siglo XX.

Aunque los arqueólogos todavía no han llegado a la momia, lo que se prevé ocurra en los próximos días, por ahora han verificado la existencia de dos coronas de bronce bañadas en oro en forma de "V", lo que -de acuerdo a la iconografía de la cultura moche- indicaría que se trata de un sumo sacerdote.

Asimismo se han hallado cuatro cabezas felinas también de cobre y oro, similares a las que acompañaban una tumba vecina a la de Sipán y que fue saqueada a finales de los años ochenta del siglo XX, motivo por el que estas piezas se perdieron en el mercado negro.

Según Novoa, que ha rodado más de un centenar de películas sobre esta temática, esta autoridad moche habría vivido hace unos 1.800 años.

"Esto denota que la tumba es previa al Señor de Sipán", quien se cree fue enterrado hace aproximadamente 1.700 años, matizó.

El descubrimiento se encuadra en las excavaciones que lleva a cabo un equipo de 60 arqueólogos liderados por Walter Alva simultáneas al rodaje del largometraje 'El Señor de Sipán', una súper producción que Novoa planea llevar a la pantalla grande el próximo año.

El filme, cuyo rodaje comenzó en abril pasado, recrea los últimos días de vida del Señor de Sipán y al tiempo registra los trabajos de excavación en vivo, un ambicioso proyecto financiado por Explora Films, el Gobierno de Perú y un fondo oficial italiano.

El rodaje y las tareas arqueológicas, cuyo presupuesto asciende a un millón de euros, son posibles también gracias a la aportación financiera de la productora española El Deseo, de Pedro y Agustín Almodóvar, y de Televisión Española (TVE).
 Tomado del diario El Mundo de España - 04/07/2007

miércoles, 20 de junio de 2007

Imperio Incaico: Encuentran Vestigios de la Batalla por Lima



Investigadores peruanos han descubierto los restos de quien podría ser la primera víctima indígena por arma de fuego en Perú durante la conquista española del Nuevo Mundo, lo que abre la posibilidad, según apuntaron, de que haya que "reescribir" ese periodo de la Historia.

Guillermo Cock, el arqueólogo al frente de la excavación, explicó en una teleconferencia en Washington que el hallazgo de 483 fardos funerarios en el suburbio limeño de Puruchuco revela detalles que contrastan con las versiones de los cronistas de la conquista del Nuevo Mundo.

El equipo de investigadores concluyó que la mayoría de las víctimas en esos fardos murieron de manera violenta por heridas de armas tradicionales, como hachas de piedra, y seguramente quienes los mataron fueron otros indígenas.

Al parecer, los indígenas del poblado de Guailas, en su descontento con la dominación inca, se aliaron con los españoles gracias a la intercesión de la concubina del conquistador español Francisco Pizarro, la princesa inca Inés Huaylas.

"Vamos a tener que mirar a la historia como un proceso mucho más complejo, no tan simple como que un pequeño grupo de españoles fue capaz de dominar todo el imperio inca", dijo Cock.

El cementerio de Puruchuco, que se descubrió en 2004 cuando comenzaron las excavaciones para la elaboración de una avenida en los suburbios de Lima, es una prueba fehaciente de que realmente se produjo el Cerco de Lima, que significó la muerte del líder de los incas rebeldes, Quizo Yupanqui.

Según Cock, para los españoles de Pizarro, la batalla tras el Cerco a Lima fue especialmente importante puesto que les supuso la victoria que necesitaban tras varias derrotas contra el poderoso imperio inca.

Los cuerpos encontrados, que datan de agosto de 1536, han servido a los arqueólogos para arrojar luz sobre varias cuestiones históricas inciertas y constituyen uno de los más interesantes hallazgos sobre la cultura inca de los últimos años por varios motivos.

"Es la primera vez que descubrimos un cadáver con un agujero causado por el impacto de una bala de arcabuz, las armas que utilizaban los conquistadores españoles en el siglo XVI", explicó Cock.


Uno de los detalles que más sorprendió a los arqueólogos es que los cuerpos no estaban enterrados según el rito inca, que establece una metodología muy concreta para el enterramiento de los difuntos.

"Los fardos funerarios estaban muy cerca de la superficie, no estaban orientados hacia el noroeste, estaban envueltos en simples telas y no como exigen los ritos funerarios. Además, no tenían ofrendas", explicó Cock.

El especialista señaló como causa de esta falta de rigor en los enterramientos el "apuro de los momentos posteriores a la batalla y el temor de los incas a ser encontrados enterrando a los suyos".

Pero también quiso señalar el impacto que tuvo la casi total desestructuración de la sociedad inca tras la conquista española de Lima y la posible desaparición de los especialistas en ritos funerarios.

El equipo de arqueólogos descubrió que cerca de 35 de los cuerpos encontrados no mostraban signos de violencia, por lo que concluyeron que seguramente serían víctimas de enfermedades europeas que viajaron al Nuevo Mundo, tales como la gripe, la viruela, o incluso simples resfriados.

Las víctimas eran todos indígenas, su media de edad estaba entre los 18 y los 24 años, e incluían a dos o tres mujeres incas, según los análisis de la investigación.

Para explicar su presencia, el arqueólogo peruano explica que debían formar "parte del ejército, como las rabonas, o participaron para defender a sus maridos o hermanos, o puede que murieran a manos de los conquistadores repletos de adrenalina al final de la batalla".

Curiosamente en la excavación no se encontraron armas, quizás porque fueron incautadas por los españoles o escondidas por los mismos incas por si tenían que volver a utilizarlas, razona el experto.

Cock, que calificó el hallazgo de "fascinante", hizo hincapié en que las investigaciones siguen en curso y que no descarta el descubrimiento de nuevos detalles sobre este cementerio en el futuro.

El proyecto, que comenzó en 2004, está financiado por la prestigiosa fundación National Geographic.
 Tomado del diario El Mundo de España - 20/06/2007


jueves, 14 de junio de 2007

Las Pirámides de Caral

Parte 1/5



Parte 2/5



Parte 3/5



Parte 4/5



Parte 5/5




lunes, 28 de mayo de 2007

La Conquista del Imperio Inca

Imperio Inca


Protagonista esencial de la conquista del país de los incas fue Francisco Pizarro, un oscuro español natural de Medellín y que se formó como soldado en Tierra Firme a la sombra de Ojeda, Balboa y Pedrarias.

Participó en la fundación de San Sebastián de Urabá y de Santa María la Antigua, y se estableció luego en Panamá, donde oyó hablar de un país muy rico llamado el Virú o Pirú, que estaba al sur del golfo de San Miguel.

Para descubrirlo organizó una compañía con Diego de Almagro y con el padre Luque. El clérigo puso la mayor parte del dinero, aunque se convino repartir el botín por partes iguales. Fletaron una embarcación llamada Santiago y alistaron a 112 hombres, todo lo cual sobrepasó con mucho los 6.000 pesos que habían logrado reunir, quedando endeudados.

Con el barco y los hombres salió Pizarro de Panamá en 1524, mientras su socio Almagro se quedaba haciendo acopio de mayores efectivos.

Pizarro navegó hasta Puerto Piñas y Puerto del Hambre, donde además de infinitas penalidades cosechó siete heridas. Regresó a Chochama, en el actual Chocó colombiano encontrando allí a su socio Almagro. Este había partido tras él y llegado a Puerto Quemado, lugar en el cual trabó un gran combate con los indios del que resultó tuerto, por lo que se le conocería más tarde como Almagro el tuerto, para diferenciarle de su hijo Almagro el mozo, que también dio mucho que hablar.

Pizarro y Almagro no se desanimaron y prepararon la segunda salida, que hicieron en 1526. Llegaron hasta la costa de Barbacoas y Atacames. Ante el hambre y la hostilidad de los indios decidieron replegarse a la isla del Gallo. Aquí se quedó Pizarro con los soldados, mientras Almagro regresaba a Panamá por refuerzos.

Algún soldado descontento logró introducir en un ovillo un mensaje para el Gobernador de Panamá, don Pedro de los Ríos, informándole de los desastres. El Gobernador envió entonces a Tafur con orden de recoger a todos los hombres y llevarles a Panamá. Pizarro se negó a volver derrotado y tuvo un gesto que ha pasado a la Historia como característico de los conquistadores. Trazó una raya en el suelo con su espada e invitó a los que desearan aventuras y riqueza a pasarla. Trece hombres la cruzaron, los llamados "Trece de la fama": el resto volvió a Panamá.

Pizarro y sus compañeros se trasladaron entonces a la isla Gorgona. Allí esperaron pacientemente la resolución del Gobernador, quien finalmente autorizó los refuerzos. Llegaron en un buque pilotado por Bartolomé Ruiz. De los Ríos dio un plazo de seis meses a Pizarro para concluir su descubrimiento.

Pizarro embarcó a sus hombres en la nave de Ruiz y navegó hacia el sur. En 1528 costeó el resto de la actual Colombia y el litoral ecuatoriano, arribando finalmente a Túmbes. Era la antesala del imperio inca. Salieron a recibirle multitud de canoas.

Pizarro envió a tierra a Alonso de Molina y a un negro, para explorar. Luego mandó al artillero Pedro de Candía, que volvió contando excelencias del lugar: Había visto oro y plata a raudales, unos ovejos raros (las llamas) y vistosas ropas de algodón. Aseguraba, además, que en la ciudad había un convento con vírgenes (se trataba de las acllahuasi o escogidas del Inca).

Los españoles continuaron costeando hacia el sur y alcanzaron la desembocadura del río Santa. El viaje fue una sucesión de sorpresas maravillosas y los expedicionarios concluyeron que aquella tierra era aún más rica que la de los aztecas, cuya fama había corrido por toda América.

El 3 de mayo de 1528 regresaron a Panamá. Los socios dispusieron entonces exponer su descubrimiento al Emperador y lograr la capitulación de conquista de la tierra. Se encargó ir a España a Pizarro, quien partió llevando numerosos presentes: unas hachas con los cabos chapeados de oro, mantas finas de algodón, los ovejos, etc. El 26 de julio de 1529, firmó en Toledo la capitulación. Por ella sería nombrado Adelantado y Alguacil Mayor de Nueva Castilla (nombre con el que bautizó al Perú).

Almagro sería hidalgo y alcaide de la fortaleza de Túmbez y el padre Luque Arzobispo de la misma ciudad, a la que se había denominado ya la Nueva Valencia. El piloto Ruíz fue nombrado Piloto Mayor de la Mar Austral, Candía artillero mayor del Perú y los Trece de la fama fueron ascendidos a la hidalguía. Resultaba así que Pizarro se había quedado con la parte del león, dejando a sus socios las migajas.

Pizarro pasó por su ciudad natal para incorporar a la hueste conquistadora a sus hermanos Hernando, Juan y Gonzalo, a su hermano de madre Francisco Martín Alcántara y a una veintena de paisanos. Con ellos se trasladó a San Lucar, donde embarcó para Panamá. Al llegar a esta ciudad, tuvo varias diferencias con sus socios a causa de lo capitulado, pero todo se solucionó de momento, ante la perspectiva de la conquista.

La tercera y última expedición salió de Panamá a fines de enero de 1531 con tres navíos. Una vez más, Pizarro iba en vanguardia y Almagro se quedaba en Panamá reclutando hombres y comprando vituallas y armas para reforzarle. Pizarró repitió el recorrido del segundo viaje y llegó a Túmbes. Allí pudo comprobar todas las exageraciones de Candía y quedó decepcionado. La ciudad acababa de sufrir, además, los estragos de la guerra civil motivada por las diferencias entre Huáscar y Atahualpa.

Repuesto de la sorpresa decidió internarse en el país. Cruzó una zona desértica y arribó a Tanará, lugar en el que fundó la población de San Miguel, en julio de 1532. Dejó una pequeña guarnición y prosiguió al sur, hallando ya tierras bien cultivadas. En Caxas recibió al fin noticias del Emperador Atahualpa, quien había enviado varias comunicaciones. Se trataba de unos patos desollados con los que venía un mensaje que decía: "De esta manera os ha de poner los cueros a todos vosotros si no le volvéis (a Atahualpa) cuanto habéis tomado en la tierra". Pizarro hizo caso omiso de la advertencia y continuó, adelante, por lo cual recibió otro mensaje del Inca citándole en Cajamarca, donde pensaba acabar con los españoles.

Pizarro abandonó la costa y empezó la subida a la sierra. El 15 de noviembre llegó a Cajamarca. Se trataba de una típica ciudad incaica de sierra, totalmente abandonada. Se instaló en ella y empezó a estudiar su defensa para el momento en que arribara el Inca. No tardó en aparecer, pero no quiso entrar en la ciudad. Acampó en sus proximidades. Los españoles quedaron aterrados al ver un ejército tan numeroso.

Pizarro envió a sus hermanos a cumplimentar al monarca y uno de ellos hizo una exhibición para atemorizarle, lanzando su caballo al galope y frenando ante el mismo Inca quien, lejos de inmutarse, le dijo que al día siguiente iría a visitar a su jefe para exigirle la devolución de cuanto había robado a su pueblo.

El 16 de noviembre de 1532 Atahualpa se dirigió a Cajamarca, tal como había prometido. Iba en una litera de oro, rodeado de señores, y acompañado por unos diez mil indios. En vanguardia iba un escuadrón limpiando el suelo y colocando mantas sobre él.

El Inca llegó a la plaza principal donde le esperaba Pizarro. Se le acercó entonces el padre Valverde, capellán de la hueste, para leer el Requerimiento. Un intérprete, el indio Felipillo, fue traduciendo las palabras del sacerdote. El Inca interrumpió el discurso y dijo algo que el religioso interpretó como dudas sobre la fuente de autoridad de lo que decía, y señaló entonces la Biblia. Los cronistas Trujillo, Jerez, Estete y Ruiz de Arce coinciden en afirmar que Atahualpa tiró entonces la Biblia, lo que puso furioso al Padre, que se volvió indignado a Pizarro pidiéndole atacar.

El Inca Garcilaso nos da una versión bastante sensata del asunto y es que el indio Felipillo fue incapaz de traducir las palabras del Padre Valverde, pues no sabía español, ni quechua, ya que procedía de la isla de Puná. Además, había expresiones intraducibles hasta para el más experimentado políglota, como eran las de Santísima Trinidad, etc. por lo que el Inca se quedó tan asombrado que dijo "Atac", palabra que en su lengua quería decir "!Ay dolor!", lo que fue interpretado por los españoles como la orden de ataque. Esta última parte es poco creíble, pero no así la perplejidad del Inca al escuchar a un indio de Puná aquellas cosas tan extrañas y confusas.

Lo cierto es que en aquellos momentos sonó un tiro de arcabuz y se agitó una toalla blanca en el aire. Eran las señales convenidas para el ataque español. Pizarro se puso la armadura, se disparó la artillería, salieron los jinetes al galope por las calles y atacaron los infantes al grito de Santiago. Los indios se asustaron, como era de esperar, y Pizarro aprovechó el desconcierto para abrirse camino hacía el Inca, seguido de 25 soldados. Dio muerte a los guardianes y se apoderó de su persona, lo que aterrorizó a los naturales, que huyeron en desbandada. La batalla duró una media hora, que fue lo que tardó en caer el imperio inca.

Al día siguiente Atahualpa ofreció a Pizarro un rescate a cambio de su libertad: una habitación llena de oro y dos de plata. El Adelantado de la Nueva Castilla aceptó. Empezó a reunirse el tesoro, recogiendo metales preciosos en todos los templos del imperio.

Atahualpa fue luego procesado por haber mandado matar a su hermano, por incesto, ya que se había casado con su hermana, y por hereje contumaz al rechazar el bautismo cuantas veces se le propuso. Fue ejecutado el 26 de julio de 1533.

La resistencia inca prosiguió por parte de los quiteños, los más fieles a Atahualpa. Sus ejércitos, dirigidos por prestigiosos generales, intentaron salvar lo que quedaba del imperio. Pizarro se dirigió hacia Cuzco, donde tuvo un encuentro con las tropas quiteñas. Entró en la capital el 14 de noviembre del mismo año. Un enorme saqueo de los templos terminó con lo que quedaba del culto al sol.

El Gobernador envió desde allí una expedición para que descubriera y tomara posesión del lago Titicaca, del que tanto hablaban los naturales. El 23 de marzo de 1534, Pizarro ordenó repartir los solares de Cuzco a los nuevos pobladores españoles. La ciudad no sufrió los estragos de la guerra y siguió con su vieja traza incaica.

El conquistador del Perú no quiso instalar allí la capital de Nueva Castilla porque estaba muy lejos de la costa, lo que dificultaría recibir refuerzos en un momento determinado. Tornó hacia el litoral y en el camino fundó Jauja (25 de abril de 1534). Aquí hizo el primer reparto de encomiendas, bastante injusto, por cierto, pues desconocía la tierra, por lo que dio a unos mucho y a otros poco.

Luego se dirigió a la costa y a orillas del río Rimac, muy cerca de un puerto que pronto se conocería como El Callao, fundó la ciudad de Los Reyes el 18 de enero de 1535, verdadera capital de su gobierno y futura sede virreinal. Poco después, el 5 de marzo del mismo año, asentó Trujillo, en homenaje a su ciudad natal. Con ello se completaría el primer conjunto poblacional del Perú.

Las disparidades entre almagristas y pizarristas motivaron el asesinato del Marqués de Cajamarca en 1541, año que puede considerarse el término de esta conquista.


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miércoles, 23 de mayo de 2007

La Cultura Lima

Cultura Lima


300 a.c. hasta 600 d.c.

Esta cultura se desarrolló en los valles de los ríos Chillón, Rímac y Lurín. Por el norte llegó hasta el valle del río Chancay y por el sur hasta el valle del Mala, por el oeste colindó con el oceano pacífico y por el este, hasta las primeras estribaciones de la cordillera de los Andes “más allá de Santa Eulalia”.

Luego de la decadencia de Chavín de Huántar, las comunidades aldeanas de la costa central del Perú, se desarrollan en tres etapas hasta ser conquistadas por los Wari.


Estas tres etapas son denominadas: “Baños de Boza”, “Playa Grande” y "Maranga-Cajamarquilla-Nievería”. Estas etapas, se diferencian principalmente por su cerámica, de menor grado de desarrollo a más en la última etapa.

Los palacios y santuarios, se convierten en centros urbanos, se hacen tejidos de algodón y de lana de auquénidos. Durante esta época, se detectan dos tipos de enterramientos:

1) Común, en donde el muerto era cubierto con dos mantos, con pocos utensilios de cerámica y colocado el cadáver en posición horizontal y enterrado a 1 metro o 1,50 metro de profundidad.

2) Especial, el cadáver sobre una “parihuela” (especie de cama hecha con palos y cañas), envuelto con varios mantos decorados, “cara arriba” (cúbito dorsal), con diversos utensilios domésticos y de guerra y acompañado de otro cadáver, quizá sacrificado en su honor.

Como todas las culturas, la base de su economía fue la agricultura. Se cultivó: maíz, pallar, frijol, zapallo, calabaza, camote, maní, lúcuma, chirimoya, pacae, etc.

Construyeron dos obras de ingeniería que hasta el día de hoy sirven. El “Río Surco”, que no existe como tal y que es un canal de riego que lleva las aguas del río Rímac de Ate a Chorrillos, pasando por Surco, Miraflores y Barranco. La otra obra hidráulica, es el “Canal de Huatica”, que lleva las aguas desde La Victoria hasta Maranga.

Está demostrado que la pesca fue otra de las actividades importantes de la cultura Lima.


Julio R. Villanueva Sotomayor, escribió al respecto:
“Lo más curioso es que, además de las especies de pesca artesanal (
pejerrey, corvina, cojinova, liza, etc), también se han encontrado restos de pescado que sólo se consigue en cardúmenes que se hallan a 100 o 200 metros de profundidad, como por ejemplo, el machete, la sardina, la anchoveta y el bonito. ¿Cómo lo hicieron?. No se sabe. Eran grandes buceadores, de eso no hay duda. Sacaban conchas de mar de hasta 8 metros de profundidad, las que servían como objeto decorativo. En todos los palacios se las ha encontrado en gran cantidad”

Por su posición estratégica, Lima se convirtió por esa época en un gran centro comercial. La Cultura Ichma, del valle de Lurín, comenzaba a imponer a su dios

Pachacámac en la mitología andina, produciéndose un peregrinaje inusitado hacia el templo ubicado en dicho valle.

Julio R. Villanueva Sotomayor, nos dice al respecto:
“Con justa razón, un historiador llama a esta etapa de la Cultura Lima como “cultura impersonal”: ya de todos”

Además del templo de Pachacámac en el valle del río Lurín, en la zona costera correspondiente al hoy distrito de
Miraflores, se encuentra la Huaca Pucllana o Pugliana y corrompido el nombre en vocablo español “Juliana”, que parece ser el más importante luego del de Pachacámac.


Florecimiento Regional 

De los 300 años a.C. hasta los 600 años d.C., aproximadamente, fue la época del florecimiento regional, caraterizada según Julio R. Villanueva Sotomayor:

“…porque las culturas rompieron drásticamente con los rezagos de la influencia religiosa y estilística chavinoide y crearon su propia personalidad histórica”. “Convivieron con las culturas de transición del formativo final, traspusieron la valla temporal de los comienzos de la era cristiana y florecieron, perviviendo 6 siglos durante ésta. Tuvieron, en total, una presencia histórica de 9 siglos o novecientos años”.

Una de las características de esta etapa de florecimiento regional, fue que las culturas “cerraron sus fronteras” fomentando una tendencia de marcado aislamiento cultural. No así para sus vinculaciones comerciales entre sí y con Mesoamérica. No querían influencias culturales para no perder su identidad.

Pachacamac 
Territorio Cultura Lima



Huaca Pucllana





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