sábado, 4 de octubre de 2008

La Cultura Aymara

Cultura o Civilización Aymara

Aimara, aimará, aymara o aymará es el nombre que recibe un pueblo indígena americano que ancestralmente habitaba la meseta andina del Lago Titicaca desde tiempos precolombinos, repartiéndose su población entre el occidente de Bolivia, el sur del Perú y el norte de Chile.

Alternativamente, reciben el nombre de collas, aunque no hay correspondencia biunívoca entre ambos nombres.

Las naciones o pueblos que ancestralmente lo conformaban eran: aullaga, ayaviri, cana, canchis, carangas, charcas, chicha, larilari, lupacas, umasuyus, pacaje, pacasa y quillaca.

A estos pueblos se les ha atribuido una única identidad con el nombre qullasuyu y conformaron una parte del Imperio Inca.

Historia
Los aimaras se asocian a sí mismos como la civilización centrada en Tiwanaku. Hay evidencia lingüística que sugiere que provinieron de más al norte, ocupando la meseta del Titicaca después de la caída de Tiawanaku.

No se han encontrado evidencias de que los habitantes de la civilización de Tiahuanaco tuvieran lenguaje escrito.

El territorio tiwanaku fue fundado aproximadamente en 200 a. C., como una pequeña villa, y creció a proporciones urbanas entre el 300 y el 500, consiguiendo un importante poder regional en el sur de los Andes.

En su máxima extensión, la ciudad cubría aproximadamente 6 km², y tuvo un máximo de 40.000 habitantes.

Su estilo de alfarería era único, del encontrado hasta 2006 en Sudamérica. Una característica importante son las enormes piedras que se encontraron en el lugar; de aproximadamente diez toneladas, las cuales ellos cortaban, le daban forma cuadrada o rectangular y esculpían.

Colapsó repentinamente aproximadamente en 950. La ciudad fue abandonada y su estilo artístico se desvaneció.

Desaparecido el Imperio Tiwanaku, la región quedó fragmentada en varias etnias aimaras que conviven con los Urus quienes en un momento tuvieron el dominio de la cuenca lacustre.

Estos aimaras se caracterizan por sus necrópolis compuestas por tumbas en forma de torres-chullpas. Existen también algunas fortalezas denominadas pucaras.

El modelo por el cual se regulaban estas etnias es el de verticalidad o control de los diversos pisos ecológicos que sostienen su economía de subsistencia.

Ningún grupo humano necesita tanto de sus relaciones con la costa y con los valles como los pueblos aimaras del altiplano, por esta razón cada centro de la puna controlaba por medio de la colonización de zonas periféricas situadas a diferentes alturas y con climas varios.

A mediados del siglo XV el reino Colla conservaba un extenso territorio con su capital Hatun-Colla. El inca Viracocha incursionó en la región, pero quien la conquistó fue su hijo Pachacutec, noveno Inca.

Así como al norte se encontraban los collas, al sur estaba la Confederación Charca que tenía dos grupos: Los Carangas y Quillacas en torno al lago Poopó, y los Charcas que ocupaban el norte de Potosí y parte de Cochabamba. Ambos, Charcas y Collas eran de habla aimara.

La cultura material de los Carangas presenta extensas necrópolis o chullpares algunos de los cuales conservan todavía restos de pintura en sus muros exteriores. Una vez que los carangas fueron conquistados por los incas, Huayna Cápac los llevó a trabajar al valle de Cochabamba como mitimaes.

El señorío denominado Charca, al que estaban adscritos Cara-caras y Chichas, fue conquistado por los incas en tiempo de Túpac Inca Yupanqui y llevados a la conquista de Quito.

Por su parte el pueblo de los Cara-cara era tan belicoso como el Charca y aún mas, en su territorio tienen lugar aun hoy en día luchas denominadas "T'inkus".

El Inca Lloque Yupanqui inició la conquista del territorio aimara a finales del siglo XIII, la que fue continuada por sus sucesores hasta que a mediados del siglo XV fue completada por Pachacútec al derrotar a Chuchi Kápak.

De todas formas se cree que los incas tuvieron una gran influencia sobre los aimaras por algún tiempo, ya que su arquitectura, por la cual son muy conocidos los incas, fue claramente modificada sobre el estilo Tiwanaku, y finalmente los aimaras conservaron un grado de autonomía bajo el imperio Inca.

En la actualidad, la mayor parte de los aimaras viven en la región del Lago Titicaca y están concentrados en el sur del lago.

El centro urbano de la región aimara es El Alto, la ciudad de 750.000 habitantes, que colinda con la sede de gobierno de Bolivia, La Paz. Además, muchos aimaras viven y trabajan como campesinos en los alrededores del Altiplano.

Se estima en 1.600.000 a los bolivianos aimara-parlantes. Entre 300.000 y 500.000 peruanos utilizan la lengua en los departamentos de Puno, Tacna, Moquegua y Arequipa. En Chile hay 48.000 aimaras en las áreas de Arica, Iquique y Antofagasta, mientras que un grupo menor se halla en las provincias argentinas de Salta y Jujuy.

El aymara utilizó como medio de comunicación un tipo de proto khipus, que se ha comprobado fue un tipo de lenguaje escrito.

Cultura
Su idioma es el aimara, aunque muchos de ellos hablan castellano, idioma dominante en los países donde viven. Actualmente también poseen bandera, conocida como la Wiphala, la cual consiste en 7 colores con forma de cuadrados unidos diagonalmente.

Acostumbran sembrar y masticar hojas de coca, costumbre adquirida durante la época de la conquista y alentada por los españoles para obtener mayor rendimiento laboral debido a los alcaloides que contiene.

Religiosidad
Por su condición de hoja sagrada de la coca durante la época del imperio incaico, su uso estaba restringido al inca, nobleza y sacerdotes bajo pena de muerte.

Además del uso en masticación, utilizan las hojas de coca en remedios al igual que en rituales al ofrecérselas al Dios sol Inti y a la Diosa de la tierra Pachamama.

Durante este último siglo, estas plantaciones les ha traído conflictos con las autoridades, para prevenir la creación de la droga cocaína. Sin embargo, la coca tiene gran participación en la religión de los aimaras, al igual que antes con los incas y últimamente se ha convertido en un símbolo cultural de su identidad.

Los cultos de Amaru, Mallku y Pachamama son la formas más antigua de celebración que los aimaras aún realizan en la actualidad.
Fuente: Wikipedia – www.wikipedia.org









jueves, 25 de septiembre de 2008

Rasgos de la Cultura Peruana Actual desde la Optica de un Chileno

Lima

(tomado de El Mercurio de Santiago de Chile)

Nuestro vecino vive un momento único: su economía crece casi 10 por ciento anual, sus exportaciones se disparan, la prensa internacional alaba a sus nuevos escritores, las revistas de viajes recomiendan sus encantos, desde el salvaje Amazonas hasta la refinada nueva gastronomía limeña. Por eso fuimos hasta allá. Para descubrir cómo viven los peruanos su minuto de gloria.

El último boom limeño es la cumbia. Todos hablan de eso, y se escucha y baila en los barrios populares y en discotecas chic. La moda explotó hace poco y nadie la frena: hay récords de ventas y los "cumbieros" son fotografiados en revistas dirigidas al ABC1 peruano. Apenas uno llega a Lima, ve dentro del aeropuerto Jorge Chávez una gigantesca fotografía del Grupo 5 –la banda emblema de esta moda–, que bajo el auspicio de una compañía de celulares da la bienvenida a la ciudad donde todos, tarde o temprano, hablan de un boom.

–Y además de la cumbia, hay boom inmobiliario ¿no?– pregunté, estos días en Lima.

–Claro, igual que en Caracas o Bogotá, pero acá los precios del metro cuadrado han subido en un porcentaje mayor que en las otras ciudades– me dijeron varios.

–También hay un boom literario, ¿no?– pregunté otra vez.

–Eso lo han dicho The Guardian y The New York Times en grandes reportajes. Citan autores jóvenes como Santiago Roncagliolo y Daniel Alarcón, la generación intermedia de Alonso Cueto y la vigencia de Mario Vargas Llosa. También mencionan el auge internacional de los nuevos cronistas y de la revista Etiqueta Negra. Sin dejar de lado las editoriales: hoy Lima tiene tantas o más editoriales independientes que Buenos Aires–
me dijeron varios.

–También hay boom del turismo ¿no?– pregunté otra vez.

–Claro, aunque se supone que el crecimiento más fuerte será entre la mitad del 2009 y el 2010– me dijeron varios.

–También hay un boom gastronómico ¿no?– pregunté otra vez.

–Ése es el principal. El auge de la comida peruana ha sido destacado en Estados Unidos, Europa y Latinoamérica. Han venido todos los canales de televisión de comida a hacer especiales. Nuestros chefs tienen fama internacional, la comida peruana ya es una marca mundial. Y también hay un boom interno. Hasta hace poco, los restaurantes limeños eran sólo para la aristocracia. Hoy va mucha más gente, todas las semanas– me dijeron varios en estos días de recorrido por Lima, la ciudad donde la verdadera moda es la palabra boom.

Un sándwich. Después de varios días en Lima y su destape gastronómico, dan ganas de comerse un sándwich. En estas jornadas he probado cebiches con salsas de colores, cortes de sushi-fusión con mezclas insólitas, carnes agridulces, chupes boutique, nuevo ají de gallina y todo tipo de chifas (en Lima hay más de 3 mil chifas, como se le llama a los restaurantes chino-peruanos). Por eso, este mediodía de domingo sólo quiero un bendito sándwich.

Camino por Miraflores, un tradicional y próspero barrio limeño.Voy por la calle Comandante Espinar, rumbo al óvalo (rotonda) Gutiérrez, donde hay un multicine, una iglesia y un casino lleno de tragamonedas. Ahí comienza San Isidro: otro barrio donde se nota el auge económico (edificios nuevos, restaurantes caros, arreglo de calles). En el
número 651 de Espiner hay un cartel enorme que dice "sanguchería". Es lo que ando buscando, para dejar de sentirme un cebiche-victim. Hay poca gente en la fila. El lugar es moderno, tiene cajeras que hablan por micrófono y diferentes tipos de sándwiches. El sitio se llama Pasquale, así que pido "un lomo saltado Pasquale, para comer aquí, y una Inca Kola".

Salgo pensando que, aunque sea por una comida, he podido escapar del boom gastronómico. Horas más tarde, descubro que no ha sido así. Sucede cuando le comento a un amigo limeño que almorcé un sándwich "buenazo" en Pasquale.

–Ah, claro que la conozco, es la sanguchería de Gastón Acurio– me dice, nombrándome a la cara más famosa del auge internacional de la comida limeña.

Acurio, que ha formado una suerte de imperio internacional a partit del cebiche, y que en Santiago tiene una sucursal de su exitoso restaurante Astrid & Gastón y acaba de inaugurar la primera sede chilena de La Mar, siempre está presente en esta nueva Lima. Tarde o temprano aparece, aunque trates de escaparte.

Es difícil explicar el repentino auge de una comida ancestral como la peruana. Una astronomía con influencias de cuatro continentes y que ha logrado, gracias a su fama, darle identidad a Lima. Perú siempre ha atraído una gran cantidad de turistas extranjeros a Machu Picchu, elegida el año pasado entre las nuevas 7 maravillas del mundo, habría que agregar íconos turísticos como el Amazonas– pero hasta hace unos años, los visitantes apenas pasaban unas horas por Lima. Hoy se quedan en promedio, tres noches. Es decir, tres cenas.

El peruano Julio Villanueva Chang, fundador de la revista Etiqueta Negra, tiene su propia visión del auge.

–En Lima se come comida local como en pocas ciudades del mundo. Sin habérselo propuesto, hoy Perú está haciendo con México lo que España hizo con Francia: acabar con el monopolio de ser la mejor comida de un continente.

En la Lima de hoy, los restaurantes han adquirido un estatus que va más allá del gastronómico. Esta noche, por ejemplo, el famoso Pescados Capitales tiene la cocina cerrada y sin embargo está repleto de limeños. El motivo es la presentación del libro Toque de queda, de Raúl Tola: un famoso y mediático conductor de televisión, que acaba de publicar un conjunto de cuentos ambientados en los años de Sendero Luminoso. Es decir, la Lima de ayer.

Sobre las mesas del Pescados Capitales hay copas y botellas de vino. El bar está abierto, y hay un micrófono por el que hablan amigos y conocidos del autor.

El libro refleja muy bien esos años de bombas, de apagones, cuando en mitad de la noche Lima se iluminaba con los reflejos de una nueva explosión. Hay un cuento donde el protagonista está en su casa, en mitad de un apagón, y en eso entran unos terroristas con linternas y le alumbran la cara– dice Phillip Butters, periodista de la televisión
peruana y uno de los encargados de presentar Toque de queda.

Aquí están los nuevos rostros de la televisión local mezclados con gente como Antonio Cisneros, el poeta vivo más importante de Perú. Hay modelos rubias, periodistas extranjeros y escritores.

Todos los presentadores son jóvenes y dicen más o menos lo mismo: crecimos en una ciudad azotada por el terrorismo, y es bueno no olvidarse de aquello.

Esto parece un homenaje a Fujimori– comento en voz alta en la mesa, en mitad de la presentación. Según muchos, Perú comenzó a cambiar cuando el gobierno de Alberto Fujimori barrió con Sendero Luminoso. Hoy, Fujimori está preso.

La respuesta me sorprende:

Escribir de Sendero Luminoso se está convirtiendo en un nuevo boom.

La respuesta me la da la dueña de una empresa de comunicaciones, y viene acompañada de una explicación:

El que puso de moda eso fue Santiago Roncagliolo, cuando ganó el premio de novela Alfaguara a los 33 años con Abril Rojo, la novela donde habla del gobierno de Fujimori y su lucha contra Sendero. Ahora todos escriben de eso: o del rescate de la embajada, o de los videos, o de los años de las bombas.

Luego de los discursos comienza una fiesta en el restaurante. Al rato cae todo el elenco del programa boom de la TV: la versión peruana de Bailando por un sueño. El bar sigue abierto. Raúl Tola, el conductor de televisión, parece feliz de que ya no exista toque de queda.

Siempre se supo poco de Lima. Su apodo de "Lima la horrible" parecía hecho a la medida, aunque recién ahora asoma como una sub-valoración de su vida cultural. Hasta hace una década, Lima era conocida por pocas cosas: el cebiche (con b, como les gusta a los peruanos), Sendero Luminoso y Vargas Llosa.

Hoy el cebiche está de moda, escribir de los años de Sendero está de moda y, frente a todos esos celulares que le sacan fotos y a esa multitud que lleva libros para que los firme, está Vargas Llosa. Es el último día de la edición 13 de la Feria Internacional del Libro de Lima, y un par de policías custodia a uno de los escritores más importantes de Latinoamérica. Intento acercarme, pero el tumulto es una pared. Vargas Llosa parece una estrella de rock, o un actor de telenovelas.

De pronto el autor de Pantaleón y las visitadoras deja de firmar libros y, rodeado de cámaras, se va por un pasillo largo hasta el auditorio. Lo sigo. Llevo en el cuello mi credencial de autor invitado (vine a presentar La vida de una vaca, y tengo ganas de que sea un boom).

Hay 800 personas sentadas, más muchas que lo escucharán de pie. Vargas Llosa sube al escenario y todos aplauden. Estamos aquí para el lanzamiento del libro Las guerras de este mundo, que recoge ensayos sobre su obra de autores como Alonso Cueto, Jorge Edwards, Enrique Krauze, José Miguel Oviedo, Nélida Piñón y Antonio Tabucchi.

Además de cerrar la feria del libro, Vargas Llosa será el presidente del jurado del Festival Internacional de Cine que comienza la misma semana en Lima, y estará presente en la Universidad Católica donde se inaugurará una gran retrospectiva de su obra, con objetos originales hasta ahora nunca expuestos. La actividad cultural limeña está en auge y Vargas Llosa es, nuevamente, protagonista del boom.

El Juanito es un bar de Barranco, la zona bohemia de Lima. El lugar, frecuentado por vecinos históricos, jóvenes artistas y escritores con ganas de hacer historia, es lo que en Perú se llama huarique, una picada.

En el Juanito me encuentro con Juan Manuel Robles, autor del libro Lima Freak, donde asoman insólitos personajes. Como Laura Bozzo, la animadora que pasó su arresto domiciliario –por nexos con Vladimiro Montesinos– dentro de un estudio de TV, para seguir con su programa diario.

Robles, quien viste de negro y saluda levantando cejas, ganó un concurso de cuentos gastronómicos con el relato Huancaína Freak. Y ahí describe a Lima: "Vivo en una ciudad enferma, trastornada por la comida, adicta a losorgasmos del paladar. Todos cocinan, todos dicen haber creado un plato, todos tragan y todos son críticos: comer es un carnaval permanente y una explosión demencial".

Entre los jurados del concurso estaba Gastón Acurio.

–El verdadero boom es que hay más consumo– dice Robles, y pide otra ronda de cervezas.

Noches más tarde, en el restaurante El Señorío de Sulco, de Isabel Álvarez (madre del chef Flavio Solórzano, inventor del helado de coca), comparto un pisco sour con Daniel Titinger, autor del libro Dios es peruano (imitado en Chile con Dios es chileno) y que tiene un perro llamado Pisco. Y me dice:

–Es cierto lo del boom. Pero tienes que tener cuidado en qué esquina doblas. Por ahí, te equivocas y te sales del boom.

Los expertos económicos dicen que lo mejor del crecimiento peruano está por venir. Que el auge de una industria arrastrará consigo a otras. El entusiasmo tocó techo hace unas semanas, cuando el presidente Alan García dijo que Perú debía postular para organizar los Juegos Olímpicos de 2016.

Por ahora, en el bar el Dragón de Barranco, como todos los miércoles en la noche, lo que de verdad está en alza es el ritmo que pone el DJ, que mezcla música electrónica de hoy y éxitos de los 80. Los limeños saltan y levantan los brazos, disfrutando sin importar si la música es de la época de las bombas de Sendero o del actual boom del Grupo 5, los reyes de la cumbia.

Comer

Astrid & Gastón. Nueva comida peruana. 50 dólares por persona aprox. Cantuarias 175, Miraflores; tel.(51-1) 444 1496; ayg@qnet.com.pe

El Señorío de Sulco. Cocina peruana. 40 dólares por persona aprox.Malecón Cisneros 1470, Miraflores; tel. (51-1) 441 0183; www.senoriodesulco.com

Malabar. Nueva cocina peruana. 30 dólares por persona aprox. Camino Real 101, San Isidro; tel. (51-1) 440 5200; malabarrestaurante@hotmail.com

Wa lok. Cocina china-peruana. 15 dólares por persona aprox. Jirón Paruro 864, Barrio Chino; tel. (51-1) 427 2656.

Picadas:

Mi Perú: en sus paredes hay cientos de tarjetas personales de los comensales y fotos de la selección de fútbol. Pida concentrado de cangrejo. Av. Lima 861, frente a la plaza Butters.

Juanito: con más de 70 años, todas las noches se prende con su ambiente bohemio. Pida un sándwich de jamón del norte con cebolla. Av. Grau 274.

Sonia: cebichería a la antigua. Pida conchitas a la parmesana y pulpo al olivo. Agustín Lozano La Rosa 173, Chorrillos.

Comprar

Ropa: 10 años cumple Larcomar, un centro comercial ubicado en el barrio de Miraflores y frente al mar. Tiene ropa de moda, artesanía de buena calidad, restaurantes y cines. Hace pocos meses se inauguró una nueva ala, dedicada a tiendas boutiques. www.larcomar.com

Libros: la última novedad es Ksa Tomada, en el barrio de San Isidro. Además de libros cuenta con cafetería y una nutrida agenda de eventos culturales. Conquistadores 1238, San Isidro; www.libreriaksatomada.blogspot.com

Dormir

Hotel La Castellana. 3 estrellas. Desde 50 dólares. Grimaldo del Solar 222, Miraflores.

Hotel Posada del Inca. 3 estrellas. Desde 80 dólares Alcanfores 329, Miraflores.

JW Marriott Hotel and Stellaris Casino. 5 estrellas. Desde 200 dólares. Malecón de la Reserva 615, Miraflores.

Sonesta Lima Hotel El Olivar. 5 estrellas. Desde 130 dólares. Pancho Fierro 194, San Isidro.
Por Juan Pablo Meneses desde Lima, Perú.
Fuente: diario El Mercurio de Chile – www.elmercurio.com

martes, 9 de septiembre de 2008

Documental sobre Lima en el Año 1944 (3+1 Videos)


Videos sobre Lima de la Oficina de Coordinación de Asuntos Interamericanos de Estados Unidos. Produccion: Julien Bryan; Fotrograf{ia: Jules Bucher; Textos: Miriam Bucher. Imágenes de Plaza de Armas, hotel Bolivar, Av. La Colmena, Monumento a Pizarro, iglesias del centro de Lima, Hipodromo de Santa Beatriz, Portales de la Plaza San Martín, Tranvias, zapaterías.

El documental fue filmado en Lima en 1944 por Julien Bryan.

Parte 1/3



Parte 2/3



Parte 3/3



Lima en el Año 1940

martes, 2 de septiembre de 2008

Expedición Internacional Encuentra Tumbas y Restos Arqueológicos en Zona Virgen del Cañón del Colca

Jerzy Majcherczyk, líder de la expedición científica polaca-americana-peruana Colca Cóndor 

Una expedición científica, conformada por especialistas polacos, americanos y peruanos, encontró tumbas, al parecer preincaicas, y restos arqueológicos, en una zona virgen del cañón del Colca (Arequipa), durante una excursión realizada a lo largo de los primeros 20 kilómetros de este lugar.

Los viajeros partieron el 21 de agosto y por espacio de diez días recorrieron una zona nunca antes explorada debido a su inaccesibilidad y falta de tecnología.

La excursión permitió a los científicos realizar trabajos en áreas geológicas, hidrogeológicas, hidrográficas, espeleológicas (estudio de cuevas y cavernas), así como en el campo electromagnético, para lo cual se contó con equipos de última generación que permitieron recopilar datos exactos sobre cada segmento explorado.

Durante la expedición, denominada Colca Cóndor 2008, se tomaron muestras de las diferentes formaciones rocosas y aguas, a fin de analizar su composición y temperatura, datos que permitieron conocer con exactitud cómo se forma la estructura del tramo inicial del cañón, el más profundo del planeta.

A lo largo de la zona explorada, la expedición halló en cuevas restos óseos, algunos con residuos de piel y cabellos, en buen estado de conservación, al parecer, pertenecientes a la nobleza de una cultura preincaica; así como un conjunto de ruinas al que denominó Complejo Arqueológico Peruano Polaco Sombreroyoc-Pinchollo.

“Ahora no queremos decir exactamente (dónde se encuentran los hallazgos), porque tenemos miedo de los huaqueros”, refirió Jerzy Majcherczyk, líder de la exploración y jefe de la expedición que visitó el cañón en 1981.


Tras expresar su deseo de convocar a expertos en el tema para una próxima excursión a la zona en 2010, así como a auspiciadores y un mayor número de aventureros peruanos, el estudioso polaco aseguró realizar una activa promoción a nivel internacional de la candidatura del cañón del Colca como una de las siete maravillas naturales del mundo.

Majcherczyk calificó la última travesía de una aventura “dura, de máximo riesgo”, al recordar que la expedición tuvo que vencer innumerables obstáculos durante los seis días de permanencia en el interior del cañón, siendo el más difícil de ellos las bajas temperaturas de la zona, que oscilan entre 5 a 7 grados centígrados en horas de la noche.

Estimó que en unos cinco años el cañón del Colca, del cual solamente existe un acceso a los visitantes del 25 por ciento de su territorio, podría superar el número de arribos de turistas registrado en la ciudadela incaica de Machu Picchu, el principal destino turístico del Perú.

Por otro lado, solicitó la participación de las autoridades para el recojo oportuno de los residuos sólidos arrojados en la zona, pues representan un peligro para el patrimonio, y una política eficaz para resguardar el área, la cual, opinó, debería ser declarada parque nacional.

El centro de operaciones de esta expedición se ubicó en las instalaciones del hotel Kuntur Wasi, en la localidad de Cabanaconde, desde donde diariamente se emitían reportes de los avances a diferentes medios de comunicación de Polonia y Estados Unidos.

Para este propósito, se contaba con teléfonos satelitales y radios de largo alcance, los mismos que permitían realizar un seguimiento diario, ya que en algunos lugares del cañón el contacto visual era imposible por lo elevado y accidentado de sus paredes (más de dos mil metros en algunos casos), no permitiendo la entrada de luz solar.


Uno de los objetivos de Colca Cóndor 2008, cuyas primeras imágenes serán propaladas el 26 de este mes en Varsovia (Polonia), es difundir y promover la actividad turístico-deportiva conocida como "canyoning", deporte de aventura que se realiza en kayak, atravesando los lugares más peligrosos de los cañones.

Entre los expedicionarios, en su mayoría polacos, figuraron también el norteamericano Eugene Buchanan -editor de famosas publicaciones de aventura y comentarista de deportes extremos en cadenas norteamericanas de televisión- y el peruano Carlos Zárate, conocido andinista, descubridor de la momia "Juanita".

El cañón del Colca está ubicado a 165 kilómetros de la Ciudad Blanca, en la provincia de Caylloma. Tiene tres mil 400 metros de profundidad y 100 kilómetros de longitud.

Esta belleza natural es una formación geológica producida por una falla en la corteza terrestre, sobre donde sigue actuando la erosión milenaria de las aguas del río del mismo nombre. La zona se halla rodeada por volcanes como el Coropuna, el Ampato y el Sabancaya.

En los últimos años la zona se ha convertido en el principal atractivo turístico de Arequipa, por sus hermosos paisajes, práctica de deportes de aventura, cultura viva, arquitectura colonial y otros.

El valle del Colca recibe diariamente a más de 500 turistas, cifra que se incrementa en fechas festivas, feriados largos y en temporada alta. Fuente: Agencia Andina de Perú

Foto: ANDINA/Stephanie Zollner



lunes, 1 de septiembre de 2008

Comisión de la Verdad y la Reconciliación: Las Prendas que Delatan el Horror



Una singular muestra en Perú exhibe las ropas que vestían en el momento de su muerte las víctimas de una masacre en 1984 para que puedan ser identificadas

Han pasado 24 años desde la incursión militar que acabó con la vida de 123 personas en la región peruana de Ayacucho y el pasado fin de semana sus familiares se reunieron para la penosa tarea de reconocer la ropa que llevaban las víctimas en el momento de su muerte, expuestas en una singular muestra.

En la sede del Centro Cívico de la comunidad de Putis, más de 500 prendas de las víctimas de la matanza quedaron expuestas para que los familiares y vecinos puedan reconocer los restos de sus seres queridos entre la emoción de los habitantes de esta remota localidad andina.

El trabajo de clasificación y exposición de las prendas estuvo a cargo del Equipo Peruano de Antropología Forense (EPAF), institución que solicitó la exhibición de las vestimentas halladas en las fosas comunes en las que fueron enterradas las víctimas de la matanza, exhumadas el pasado mes de mayo.

De acuerdo con el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), en diciembre de 1984 aproximadamente 123 hombres, mujeres y niños de la zona fueron ejecutados por militares bajo la presunción de que simpatizaban con las acciones subversivas.

Según testimonios recogidos por la CVR, los militares obligaron a sus víctimas a cavar una gran fosa bajo el pretexto de crear una reserva de agua y luego las ametrallaron para después apropiarse de su ganado y otras pertenencias.

Durante la presentación de las ropas, marcada por las lágrimas de muchos de los que acudieron para inspeccionar los restos, el alcalde de la localidad, Edwin Bustío, afirmó que el esfuerzo para exponer los restos "es sólo un paso para la verdadera reconstrucción social de la provincia y los demás lugares afectados".

Este acto también sirvió como celebración del Día Internacional de los Desaparecidos y coincidió con el quinto aniversario de la publicación del informe de la CVR sobre la guerra interna que asoló Perú entre 1980 y 2000.

En ese periodo desaparecieron en Perú unas 15.000 personas, una cifra que podría ser mayor debido a que aún subsisten amplias zonas del país en las que es necesaria una investigación, confesó el director del EPAF, José Pablo Baraybar.

Las investigaciones en Putis comenzaron en 2003, pero no fue hasta 2006, cuando se encargó a la EPAF desarrollar el caso, que se encontraron cinco fosas comunes en terrenos ocupados por los militares. Cuando comenzaron a desenterrarse los restos de las fosas de Putis, tanto el Gobierno como el Ejército peruano reconocieron los excesos cometidos en la zona y mostraron su disposición a colaborar en la investigación. 
Fuente: diario El País de España



miércoles, 27 de agosto de 2008

Desentierran una Momia de la Cultura Pre-Inca Wari en Lima, Perú


Arqueólogos que trabajan en las ruinas de la Huaca Pucllana en Lima, desenterraron el martes los restos de una momia mujer Wari, una cultura que floreció antes de los Incas.

Además de la mujer momificada, la tumba contenía los restos de otros dos adultos y un niño probablemente sacrificado.

Es la primera tumba intacta que se ha encontrado del imperio Wari en la Huaca Pucllana, ubicada en Miraflores, e investigadores creen que tiene unos 1.300 años de antigüedad .

"Descubrimos otras tumbas antes," dijo la directora de las ruinas, Isabel Flores.

"Pero las tumbas tenían agujeros o estaban dañadas. Nunca encontramos una tumba entera como esta, intacta," afirmó Flores en la plaza ancestral, parcialmente excavada, con montículos de rocas, ladrillos y polvo.

Los trabajadores envolvieron a la momia en un delgado papel antes de cargarla sobre una plancha de madera, dejando expuesta por unos momentos una máscara con dos grandes ojos azules desorbitados. Los arqueólogos también extrajeron a inicios de la semana a las otras momias adultas.



"Su cara me asustó al principio," dijo Miguel Angel, un trabajador de la Huaca Pucllana de 19 años, que ayudó a desenterrar la tumba.

"No esperaba encontrar algo como eso," agregó.

Los pobladores de la cultura Wari vivieron en lo que es ahora Perú por 500 años, entre 600 y 1.100 D.C. Su capital estuvo cerca de la actual ciudad andina de Ayacucho, al sureste de Lima, pero viajaron por varias regiones y son conocidos por haber construido una amplia red de caminos.

Flores afirmó que se han encontrado en total 30 tumbas en la Huaca Pucllana, rodeada por las congestionadas calles de Lima.

Cuando están en buenas condiciones, las tumbas Wari pueden ser identificadas por las ofrendas de cerámica y de textiles colocados alrededor del difunto.

Pequeños niños eran usualmente sacrificados y es común encontrar sus cuerpos al lado de uno de los adultos.

El descubrimiento de la huaca confirma que los Wari enterraban a sus muertos en lo que es ahora Lima y ofrece una reconstrucción clara sobre cómo fueron los entierros.

"Esto enriquece la historia de Lima," afirmó Flores.
(Editado en español por Ricardo Figueroa)
Fuente: Reuters


martes, 5 de agosto de 2008

La Cultura Pukara

Cultura Pukara


Esta cultura representa la primera respuesta sureña del formativo, que evidencia culturas más antiguas en la zona (proto Tiawanako) sumergidas en restos de antiguas inundaciones (barro solidificado).

Su sede se ubicó al noroeste del lago Titicaca, entre Ayaviri y Azángaro, en el distrito de Pucará, provincia de Lampa, en la región Puno. La principal zona de dominio, fue la meseta del Collao, alrededor de los 3.700 msnm.

Su zona de influencia se extendió 500 kilómetros al oeste del lago y a varios kilómetros por el lado este. Fue otra cultura de amortiguación o “puente” entre Chavín y Tiahuanaco.

Esta cultura fue la primera en dominar los sistemas y técnicas de la agricultura y la ganadería de altura. Su alimentación fue a base de olluco, oca, mashua, papa y maíz, éste último en menor proporción, que producían en las regiones suni y puna.

La base de su economía, fue la ganadería de auquénidos: vicuña, llama, alpaca y guanaco.

Los reyes Pucará, conquistaron hacia el oeste hasta el océano Pacífico, para abastecerse de alimentos de otros pisos ecológicos; “del Océano Pacífico se abastecían de pescado”.

Pukara, edifica sus construcciones en piedra, superando en el corte lítico (forma, pulimento y unión de las rocas; vigas, cornisas y columnas), a los maestros de Chavín de Huántar.

Paralelo a Chavín de Huántar, fueron desarrollándose otras culturas, logrando tal desarrollo que superaron en algunas cosas a los chavines; definitivamente hacia el 500 a.C., Chavín de Huántar perdió su hegemonía.

Por esa época, los de Pukara en cerámica y los Paracas en textiles, exportaron productos de mejor calidad que los Chavín. El haber conseguido esto, hizo a estos pueblos más seguros de sí mismos y fueron capaces de independizarse y “se desprendieron de la obediencia al Estado Chavin y de la administración ajena”.

Al ir diluyéndose la influencia Chavín en sus manifestaciones artísticas y técnicas, disminuyó notoriamente su sujeción ideológica por el terror.

Aparecieron otras culturas regionales que se fueron expandiendo ampliando sus fronteras que incluso eran defendidas con guerras intestinas.

Es así como Chavín de Huántar, pierde su importancia y paulatinamente, van creciendo en importancia otras culturas de la costa y sierra del Perú, para desarrollarse independientemente, en los años sucesivos y formar culturas independientes (wikipedia)













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