lunes, 30 de abril de 2007

Cultura Chavín

Cultura Chavín


Ubicado en Chavín de Huántar, a orillas del río Mosna, tributario del río Marañón, en el Callejon de Conchucos, en la provincia de Huari, en la región Ancash, en la sierra norte del Perú, a una altitud de 3.137 msnm, en el piso ecológico quechua.


En su máxima expansión, se extendió hacia el occidente del territorio peruano, desde Ocucaje en la región Ica hasta Huayruro, en la región Tumbes. Pasando más allá dentro del territorio del actual Ecuador, entre el litoral y la ceja de selva. Como se dijo, formó el primer horizonte cultural, ya sea por dominio territorial o por influencia socio económica.


Esta cultura se desarrolló desde el 1500 adC, hasta el 500 adC; es decir, que durante diez siglos o un milenio, prevaleció su hegemonía en todo el quehacer andino de la región u área de influencia.

Fue una sociedad teocrática, cerrada, que dominaba por medio del miedo; adoraron al dios Wiracocha o dios de las varas con rasgos felinos (jaguar) y serpentinos (boas, serpientes) y sus ceramios y esculturas, tienen rasgos del mismo tipo, posiblemente relacionados con los mitos orales de los amarus o serpientes colosales de naturaleza elemental.


Puede decirse que en la evolución de esta sociedad de la comunidad andina convivieron hombres del ande, de la costa y de la selva, que en un engrane perfecto de productos de los diversos pisos ecológicos se dedicaban a:

· Actividades Primarias: recolección, caza y pesca
· Actividades Nuevas (especializadas): agricultura, ganadería,
alfarería, textilería, orfebrería, arquitectura, escultura, pintura, hidráulica monumental y otras artes.


Los más hábiles destacaron y se hicieron categorizar por la comunidad y terminaron convirtiéndose en líderes, jefes, autoridades. Estos líderes forzaron por el miedo a la comunidad a producir más y mejor y terminaron imponiéndose a las demás, mediante el intercambio y el conocimiento secreto de los ciclos de producción agrícolas; los que tuvieron éxito, construyeron grandes edificaciones en honor a sus dioses.

El principal motivo del progreso de Chavín de Huántar, fue que se convirtió en la agricultura más moderna y productiva e innovadora de su época y dentro de esa agricultura, el maíz que ocupó el sitio principal conjuntamente con sus derivados, entre ellos la chicha de jora, que se convirtió en su fuente de riqueza y dominio. Parece ser que la economía de retribución, una versión mejorada del trueque fue la modalidad de pago en especies sagradas como el maíz. Esta economía de retribución, que incluso refiere intercambio de fuerza laboral, se generalizó y fue la modalidad imperante en sus transacciones, desde Chavín de Huántar hasta los Incas.

Como se dijo, la sociedad Chavín fue teocrática y el tirano rey sacerdote era el representante de la casta gobernante, posiblemente elegido entre los campeones de las casas gobernantes o panacas, tal como lo hicieran luego los incas. Esta casta gobernante formó el primer Estado del Ande. Esta casta sacerdotal, eran especialistas y grandes técnicos agrícolas hidráulicos, los cuales dominaban por el miedo a sus semejantes.

Entre sus logros, hay manufactura de gran calidad en la arquitectura, agricultura, hidráulica, cerámica y orfebrería, entre otros.

Correspondiente a este Primer Horizonte Cultural Chavín, están las culturas de Sechín, en la provincia de Casma de la región Ancash, en el piso ecológico chala (costa). Cupisnique, al norte del valle de Chicama, en la quebrada de Cupisnique, en la región La Libertad; la zona de influencia de esta cultura, fue por el norte hasta la ciudad de Chiclayo y por el sur hasta Ica. Parece ser que en todo sentido, compitió con Chavín. Kuntur Huasi (casa del cóndor), ubicada en el cerro La Copa, a 2.300 msnm, en la provincia de San Pablo, en la región Cajamarca. Su vigencia histórica se desarrolla entre el 1100 adC hasta los 50 adC.

Otras culturas del “chavinoide”, son Cerro Blanco, en el valle de Nepeña; Moxeke o Mojeque, en la margen derecha del río Casma. Pacopampa, en el distrito de Querocoto, en la provincia de Chota, región Cajamarca.

Es cierto que estas sociedades, ya sea para mantener la hegemonía de la que gozaban o para proteger su “modus vivendi”, debieron mantener un ejército capaz de garantizar las condiciones de desarrollo indispensables para su expansión y dominio y para mantener el “statu quo” de la época. Esto también se lograba mediante el terror infundido por sus esculturas (cabezas clavas), hidráulica (los templos rugían al paso del agua por canales de construcción no igualada hasta hoy) y arte.

La decadencia de Chavín de Huántar, parece ser que se debió más a estancamiento del desarrollo que a intervención militar de otras culturas; es decir, se “agotó como cultura”, siendo superada por otras culturas “más frescas” y posiblemente no basadas en una dominación por el terror.

A este respecto cabe añadir que algunos historiadores transversales apuntan a que este tipo de terror estaba más dirigido hacia los enemigos extranjeros y/o compatriotas que pretendían usurpar un poder legítimamente otorgado por entidades divinas aladas y relacionadas con el sol, más que para atemorizar al propio pueblo.


Basándose en analogías y paralelismos iconográficos y arqueológicos de las principales culturas en todo el mundo, todo parece indicar que algunas dinastías se perpetuaban a través de sacrificios, automutilaciones e incluso autoinmolaciones para hacer ver a su pueblo, a sus rivales y a sus enemigos, tanto un amor abnegado y sin límites hacia un pueblo que debía ser unificado para ser fuerte y próspero, como un desinterés por lo material que incluía en ello el propio cuerpo o partes de él.

Estas demostraciones que tanto nos cuesta entender hoy día, formaban imperios, y aguerridos ejércitos cohesionados por el amor reciproco a sus reyes y no por el miedo, formaban interminables huestes de voluntarios deseosos de emular a la familia real y alcanzar un lugar de honor en la piedra labrada que era lo mismo que encontrar un lugar en el corazón del emperador y en la memoria de su pueblo.

Cuando una ciudad era sitiada, un voluntario que había ingerido coca se presentaba desde algún relieve alto ante los sitiadores revestido en oro y piedras deslumbrantes para ser visto por todos, les sacaba la lengua y se la arrancaba de un mordisco en un baño de sangre antes de saltar al vacío. El horror hacía que se levantase el sitio sin mayor derramamiento de sangre y sin saqueo alguno. Eran mensajeros de paz, sus nombres eran grabados en el relieve donde habían hecho el sacrificio de su vida (generalmente un monolito) a cambio de vida para su pueblo que, hubieran acabado arrasados de otro modo.

Se forjaba así la leyenda de que detrás de una lombriz engalanada en los tesoros que codiciaba el insensato, aguardaba agazapado en lo más profundo de la pachamama el espíritu del jaguar.












Disponible en Amazon - Vea Aquí


sábado, 28 de abril de 2007

Presidentes de Perú

Actual Palacio de Gobierno - Lima

1821-1822 Don José de San Martín (Supremo Protector)
1822-1823 José de La Mar (Junta Gubernativa)
1822-1823 Manuel Salazar y Baquijano (Junta Gubernativa)
1823 José de la Riva Agüero (Primer Presidente)
1823-1824 José Bernardo de Tagle (Segundo Presidente)
1824-1826 Simón Bolívar (Dictador del Perú)
1826-1827 Andrés de Santa Cruz (Nacido en Bolivia)
1827-1829 José de La Mar
1829-1833 Agustín Gamarra
1834 Pedro Pablo Bermúdez
1833-1835 Luis José de Orbegoso
1835-1836 Felipe Santiago Salaverry
1836-1837 Andrés de Santa Cruz (Confederación Perú-boliviana)
1838-1841 Agustín Gamarra
1842-1843 Juan Crisóstomo Torrico
1842-1843 Francisco Vidal
1843-1844 Domingo Elias
1843-1844 Domingo Nieto
1844 Justo Figuerola
1844 Manuel Ignacio de Vivanco
1845-1851 Ramón Castilla
1851-1855 José Rufino Echenique
1855-1862 Ramón Castilla
1862-1863 Miguel de San Román
1863 Pedro Diez Canseco (Presidente interino)
1863-1865 Juan Antonio Pezet
1863 Pedro Diez Canseco (Presidente interino)
1865-1868 Mariano Ignacio Prado
1868 Pedro Diez Canseco (Presidente interino)
1868-1872 José Balta
1872 Mariano Herencia Zevallos
1872-1876 Manuel Pardo
1876-1879 Mariano Ignacio Prado
1879 Luis La Puerta
1879-1881 Nicolás de Piérola
1881 Francisco García Calderón
1881-1883 Lizardo Montero
1883-1885 Miguel Iglesias
1885-1886 Antonio Arenas
1886-1890 Andrés A. Cáceres
1890-1894 Remigio Morales Bermúdez
1894 Justiniano Borgoño
1894-1895 Andrés A. Cáceres
1895 Manuel Candamo
1895-1899 Nicolás de Piérola
1899-1903 Eduardo López de Romaña
1903-1904 Manuel Candamo
1904 Serapio Calderón
1904-1908 José Pardo y Barreda
1908-1912 Augusto B. Leguía
1912-1914 Guillermo Billinghurst
1914-1915 Óscar R. Benavides
1915-1919 José Pardo y Barreda
1919-1930 Augusto B. Leguía
1930-1931 Luis Miguel Sánchez Cerro
1931 David Samanez Ocampo
1931-1933 Luis Miguel Sánchez Cerro
1933-1939 Óscar R. Benavides
1939-1945 Manuel Prado Ugarteche
1945-1948 José Bustamante y Rivero
1948-1956 Manuel A. Odria
1956-1962 Manuel Prado Ugarteche
1962-1963 Ricardo Pérez Godoy
1962-1963 Nicolás Lindley
1963-1968 Fernando Belaunde Terry
1968-1975 Juan Velasco Alvarado
1975-1980 Francisco Morales Bermúdez
1980-1985 Fernando Belaunde Terry
1985-1990 Alan García Pérez
1990-2000 Alberto Fujimori Fujimori
2000-2001 Valentín Paniagua Corazao
2001-2006 Alejandro Toledo Manrique
2006-2011 Alan García Pérez

2011-2016 Ollanta Humala Tasso
2016-2018 Pedro Pablo Kuczynski
2018-2021 Martín Vizcarra Cornejo

Antiguo Palacio de Gobierno - Lima

jueves, 26 de abril de 2007

Imperio Incaico: Los 12 Incas Legítimos


Restos del Trono del Inca - Sacsayhuamán - Cuzco


La capaccuna era la lista oficial de gobernantes de la civilización Inca. Se especula que existieron más gobernantes de los que ésta acepta y que varios fueron borrados de la historia oficial del imperio por distintos motivos. En total, fueron doce los emperadores incas:


Dinastía Urin Cusco:1200-1230: Manco Capac
1230-1260: Sinchi Roca
1260-1290: Lloque Yupanqui
1290-1320: Mayta Capac
1320-1359: Cápac Yupanqui


Dinastía Hanan Cusco:1350-1380: Inca Roca
1380-1400: Yahuar Huaca
1400-1438: Viracocha Inca
1438-1471: Pachacutec
1471-1493: Túpac Yupanqui
1493-1525: Huayna Cápac
1525-1532: Huáscar

En contra de lo que se piensa, Atahualpa (que gobernó de facto el Imperio Inca entre 1532 y 1533) no forma parte de la capaccuna, ya que, a diferencia de los demás emperadores, nunca llegó a ceñir la mascaipacha (corona imperial), único símbolo de poder imperial en el Tahuantinsuyo, otorgado por las panacas reales del Cusco. Por tanto, es impropio llamarle sapa inca a Atahualpa, como algunas veces se le titula.

Libro Recomendado:

-Vuelo Espía Sobre Perú

sábado, 21 de abril de 2007

INCA MANCO CAPAC


Inca Manco Cápac

Fue el fundador de la civilización inca. Según la leyenda del Lago Titicaca, recogida por el Inca Garcilazo de la Vega, fue el héroe semidivino que por orden del dios Inti, su padre, fundó el Cusco y civilizó a muchas tribus con la ayuda de su mujer Mama Ocllo.

En la Leyenda del Cerro Tamputocco, relatada por Juan de Betanzos, es Ayar Manco, quien por designios del dios Wiracocha tomó posesión del valle de Acamama y fundó el Cusco después de derrotar a varias tribus con la ayuda de la valiente Mama Huaco.

Según el etnohistoriador Waldemar Espinoza, el fundador del Cusco fue hijo del rey Apu Tambo, de Taipicala-Tiahuanaco, quien dirigió el éxodo de su pueblo desde el Collao hasta Tamputoco (Pacaritambo, provincia de Paruro).

Al parecer Manco Capac nació en el siglo XIII d.C. en el poblado de Maucallaqta, cuyas ruinas existen en el distrito de Pacaritambo a 50 km. al sur del Cusco.

En realidad se sabe muy poco de la vida y obra de este personaje, sin embargo los principales cronistas le atribuyen algunos hechos dignos de mención como: la construcción del Inticancha, templo del Sol y sede de gobierno; su triunfo sobre las tribus huallas, sahuaseras y alcahuisas; la desecación de los pantanos del Cusco; y la división de la ciudad en cuatro barrios: Quinticancha, Chumbicancha, Sayricancha y Yarambuycancha.

Después de designar como sucesor a su hijo Sinchi Roca, Manco Capac murió y su cadaver fue momificado por sus descendientes que se agruparon en el ayllu real llamado Chima Panaca.

Durante el gobierno del Inca Pachacutec (S. XV) la momia o mallqui fue llevada al templo del Sol en una isla del Lago Titicaca.

jueves, 12 de abril de 2007

El Virreinato del Perú


Virreinato del Perú


Mientras los españoles afianzaban su posición en las tierras del Incario y los nativos, liderados por Manco Inca, se refugiaban en Vilcabamba, convertido en eje de la resistencia a los invasores, en 1542 fue creado por orden real el virreinato del Perú.

La ciudad de Lima fue la sede del gobierno virreinal y acogió el 15 de mayo de 1544 al primer virrey del Perú, Blasco Núñez de Vela. La tarea de este funcionario chocó con los intereses de los encomenderos que, encabezados por Gonzalo Pizarro, se habían alzado en el Cuzco contra las Leyes Nuevas.

La guerra civil costó la vida al flamante virrey y sólo a partir de 1555, mandato del Virrey Andrés Hurtado de Mendoza, el Perú comenzó a vivir una etapa de mayor tranquilidad y prosperidad.

La nueva unidad política era más extensa en superficie que el virreinato de México. Abarcaba todo el continente sudamericano, excepto el Brasil portugués, las Guayanas y la costa del Caribe en Venezuela.


El ámbito del virreinato del Perú incluyó, en principio, la mayoría de las gobernaciones suramericanas. No obstante, el poder directo del virrey se manifestó sobre Lima, Charcas y Quito, pues éstas no tenían gobernador político. Mientras tanto, Panamá, Chile y el Río de la Plata eran territorios regidos por presidentes-gobernadores (autoridad máxima de una gobernación que cuenta con una Real Audiencia), que además eran capitanes generales, por tratarse de tierras de guerra. En consecuencia, actuaban con plena autonomía política dentro de la esfera del virreinato.

Quizás una de las particularidades más significativas del Perú estuvo en la temprana explotación de los metales preciosos, cuyo centro más importante fue el cerro rico de Potosí descubierto por los españoles en 1545. Estas riquezas permitieron a Lima un amplio predominio en América que, sin embargo, después del auge indiscutido del siglo XVI y parte del XVII, declinó y atravesó por un período de decadencia en el transcurso del último siglo colonial.

Finalmente, a lo largo del siglo XVIII, el virreinato del Perú sufrió un paulatino desmembramiento territorial que dio origen a los virreinatos de Nueva Granada y del Río de la Plata.

Libros Recomendados:


-Reflexiones Sobre Perú


-Vuelo Espía Sobre Perú




Virrey Andrés Hurtado de Mendoza

Virrey Blasco Núñez de Vela

Arcabucero



Casa de Aliaga

Palacio de Torre Tagle


El Consagrado Guitarrista Javier Echecopar


Javier Echecopar

Javier Echecopar sabe bien que el talento no puede vivir si no se cultiva, pues el tenerlo no es suficiente. Sólo el trabajarlo apropiadamente puede dar señales de éxito. Lo contrario es estrellarse con la amargura de la frustración.

En ese sentido, el consagrado guitarrista está volcando toda su experiencia como músico e investigador para la creación de la Escuela Superior de Música de la Pontificia Universidad Católica del Perú, de la cual será el director.

El guitarrista, quien viajará a Praga para ofrecer tres conciertos dentro del marco del prestigioso EuroArt Prague International Chamber Music Festival, donde estrenará su trabajo más reciente, Suite Barroca Peruana para guitarra y cuarteto de cuerdas, también tiene previsto visitar París, ciudad en la que sostendrá reuniones relacionadas con el proyecto de la Escuela Superior de Música.

“La creación de una escuela de este tipo es una necesidad. En el Perú existe una avidez y un talento para la música que no pueden ser desaprovechados. En ese sentido, con las autoridades de la Universidad Católica estamos realizando todo lo que se requiere para que pronto comience este proyecto, que tendrá una visión amplia de la música. Es decir, cubrir todo lo clásico y toda la riqueza que significa la pluriculturalidad de nuestra música peruana. Por eso habrá un centro de formación que tendrá como criterio tender un puente entre nuestra música y la escuela musical europea. Eso es fundamental”, manifiesta el concertista.

Apuntando a fortalecer este proyecto, Javier Echecopar ha ofrecido clases maestras en universidades norteamericanas como Berkeley, en California. Las posibilidades de cooperación académica son enormes. Este sueño está a punto de hacerse realidad.

Actualmente, Echecopar comparte su vida profesional con la grabación de sus nuevos CD, las clases maestras y sus conciertos alrededor del mundo. Dependiendo de cada programa musical utiliza diferentes guitarras en sus presentaciones, tales como: John Price (Australia, 1998), Daniel Moncloa (Perú, 1997), Joseph Benedid (España, c. 1790) y Miguel Farfán (Perú, 1863). Tomado del diario Correo de Perú - 12/04/2007

martes, 10 de abril de 2007

Textiles de la Cultura Paracas


Textil Cultura Paracas

A finales del Período Formativo Superior (500 a.C) florece en la Península de Paracas una cultura extraordinaria por su gran aporte a la tradición textil de Perú.


En 1925, el arqueólogo peruano Julio C. Tello descubre en los cementerios de Cerro Colorado y Cavernas cuatrocientos veintinueve fardos funerarios, muchos de los cuales contenían hasta dieciséis mantos además de esclavinas, turbantes, paños y demás adornos de uso personal.


Tello, con base en el patrón de enterramiento, divide a la cultura Paracas en dos épocas:

Los tejidos Cavernas se caracterizan por ser de tipo geométrico y rígidos, predominando la técnica de doble tela. En ellos existe aún una fuerte reminiscencia en la representación del felino o seres antropomorfos geometrizados con cabellos serpentiformes.


Los tejidos Necrópolis, en cambio, presentan mayor maestría y delicadeza en los diseños debido a que eran bordados, lo cual permitía obtener hermosos motivos y creaciones llenas de color. Se representa personajes sosteniendo báculos o cabezas trofeo con fajas que atan a su cintura y se transforman en serpientes bicéfalas, con tocados rematados en un cuchillo ceremonial, nariguera, bigotera, etc.


En segundo orden, destacan los diseños naturalistas tomados tanto de flora y fauna tales como: serpientes, aves, felinos, peces, frutos, flores,etc. A esta época corresponden los mantos ceremoniales que se caracterizan por presentar una tela llana base sobre la cual se bordan los motivos decorativos en lana de camélido teñido en la más diversa armonía de colores, haciendo de estos tejidos los más bellos del arte textil precolombino. Fuente: Museo de Antropología, Arqueología, e Historia de Perú

Libro Recomendado: Vuelo Espía Sobre Perú









lunes, 9 de abril de 2007

La Confederación Peruano - Boliviana

Confederación Peruano Boliviana

La Confederación Perú-Boliviana es un Estado desaparecido constituido por la confederación de tres repúblicas, dos de ellas de efímera existencia: El Estado Nor-Peruano, el Estado Sud-Peruano y Bolivia, bajo la égida de Andrés de Santa Cruz.

La duración de esta confederación fue de sólo dos años, desde 1837 a 1839, destruido por un ejército formado por tropas chilenas y otras peruanas separatistas, contrarias a la Confederación.

A inicios del siglo XIX Simón Bolívar postuló la idea de la creación de una gran nación iberoamericana uniendo los recientes países liberados del yugo de España. Sin embargo, sus diferencias con otros líderes sudamericanos hicieron fracasar la idea. Esta iniciativa influyó en personajes como Andrés de Santa Cruz, quien pensó en unir en un solo país a Perú y Bolivia (anteriormente conocida como Alto Perú).

El 23 de febrero de 1835 en el Perú, siendo presidente constitucional Luis José de Orbegoso, Felipe Santiago Salaverry tomó a la fuerza el control del país, si bien es cierto que Orbegoso quedó con el control del sur del país.

Santa Cruz, entonces presidente boliviano, le ofreció su apoyo para vencer a Salaverry y consolidar su gobierno, bajo la condición de que éste le diera las facilidades necesarias para que su idea integradora viera la luz. Orbegoso aceptó, y con la ayuda de Santa Cruz, venció a Salaverry en la batalla de Socabaya el 7 de febrero de 1836, mandándolo fusilar, y retomó el gobierno del Perú.

El 9 de mayo de 1837 la Confederación fue oficialmente promulgada por los representantes de las tres regiones en el Congreso de Tacna, antecedida por las pertinentes decisiones de dividir el Perú en dos estados y aunársele la República de Bolivia.

Al igual que Orbegoso, Santa Cruz también tenía bastantes opositores y enemigos nacidos en los frecuentes enfrentamientos caudillescos de los primeros años de la historia del Perú. Entre esos enemigos se encontraban poderosos personajes como Agustín Gamarra y Ramón Castilla, quienes a la sazón fueron desterrados y coincidieron en Chile.

Chile consideró que la creación de la Confederación significaba una clara amenaza y una muestra de las intenciones expansionistas de Santa Cruz. En ese sentido, Chile declaró la guerra a la Confederación y formó, junto con tropas peruanas contrarias a Santa Cruz, un ejército restaurador cuyo objeto era destruir la confederación y lograr "liberar al Perú y deshacer su innecesario desmembramiento".

El Ejército Restaurador invadió territorio del Estado Sur Peruano y se libraron varias batallas, las que causaron la derrota de Santa Cruz, su retirada a territorio boliviano y el fin de la Confederación. 

El 25 de agosto de 1839 Agustín Gamarra asumió el Gobierno del Perú, declaró el fin de la Confederación Perú-Boliviana y la extinción de los estados Nor y Sur Peruanos mediante el retorno a su unidad en el Estado Peruano.


Cabe señalar que Gamarra no fue ajeno a la idea de Santa Cruz de crear una gran nación andina, pero en su plan esta idea no se podía realizar mediante una Confederación en la que, según su idea, era Bolivia la que llevaba el papel predominante. Al contrario, Gamarra, cusqueño de nacimiento, pensaba que el territorio boliviano pertenecía al Perú y debía volver a él mediante su recuperación. Es por ello que a partir de ese momento se inició una guerra contra Bolivia mediante la cual Gamarra pensaba anexarse todo el territorio de esa república.

Gamarra, hombre de batallas, dirigió sus tropas en la misma zona del combate y murió en la Batalla de Ingavi. La muerte del caudillo fue el desencadenante para la derrota peruana y la consolidación total de Bolivia como nación soberana, autónoma e independiente, encabezada por su Presidente José Ballivián.

Organización Territorial de la Confederación:

Estados:

Nor-Peruano:
Libertad
Amazonas
Lima
Junín

Sur-Peruano:Arequipa
Ayacucho
Cusco
Puno

Boliviano:Cochabamba
Chuquisaca
La Paz
Potosí
Santa Cruz




Agustín Gamarra

Andrés de Santa Cruz

viernes, 6 de abril de 2007

José de San Martín y la Independencia de Perú


José de San Martín y Matorras

El 8 de septiembre de 1820 luego de independizar Chile de la Corona Española , el General José de San Martín y su ejército desembarcan en el puerto peruano de Pisco haciendo retroceder al ejército realista, que se repliega a la zona de Sierra.

La expedición estaba constituida por alrededor de 4,500 hombres, pertenecientes al Ejército Libertador de los Andes y al Ejército de Chile, de los cuales 1,600 eran marinos, los que fueron transportados en ocho navíos de guerra y dieciséis transportes.

El virrey español Pezuela, jefe del ejército realista, tenía bajo su mando a unos 20.000 soldados, distribuidos por todo el virreinato, de los cuales la mayor parte defendía Lima; tratando de ganar tiempo para reunir a todos los soldados, plantea una salida diplomática al conflicto, que finalmente no llegó a ningún acuerdo aceptable para San Martín. Éste envía inmediatamente una división al mando del general Juan Antonio Álvarez de Arenales hacia Lima, por la ruta de la sierra, para propiciar la insurrección de las poblaciones a lo largo de su trayecto.

San Martín sigue con la flota y en los primeros días de noviembre desembarca en la localidad de Huacho, donde fortifica su posición e inicia su estrategia para sitiar definitivamente Lima.

El 29 de enero de 1821 se sublevan altos oficiales realistas contra el virrey Pezuela, quien es derrocado y sustituido por el general José de La Serna, que será nombrado virrey del Perú por la corona; quien propone a San Martín nuevas negociaciones diplomáticas; éstas finalmente fracasan debido a que la propuesta definitiva del General era la independencia del Perú.

El sitio de Lima se prolongó por algunos meses y en el mes de marzo arribó al Perú el capitán Manuel Abreu, enviado por el rey de España como emisario pacificador, sin ninguna consecuencia favorable para los independentistas y San Martín decide iniciar nueva estrategia y envía dos ejércitos, uno al mando del general Guillermo Miller, para desembarcar en las costas del sur y otra al mando del general Arenales, hacia a la sierra.

San Martín deja Huacho y desembarca en Ancón, estrechando el cerco a Lima. A la vez, inicia negociaciones de paz, que se realizan en la hacienda de Punchauca, cerca de Lima, a fines de abril, mediante sus delegados Guido, García del Río y José Ignacio de la Rosa y los del virrey La Serna; Abreu, Manuel de Llano y Mariano Galdiano. Las negociaciones fracasan nuevamente.

El alzamiento del regimiento realista Numancia -integrado por venezolanos- a favor de la independencia, le abre las puertas de Lima a San Martìn, obligando a La Serna a abandonar la ciudad el 5 de julio, internándose en la sierra.

San Martín ocupa Lima y reúne a Cabildo Abierto el 15 de julio. El día 28 de Julio San Martín declara la independencia de Perú y es nombrado Protector del Perú con autoridad civil y militar.

Ese mismo año fundó la Biblioteca Nacional del Perú a la cual donó su colección personal de libros y creó la Orden El Sol del Perú. Gobierna el Perú desde el 3 de agosto de 1821 hasta el 20 de septiembre de 1822.

Durante su protectorado recibe un pedido de ayuda del general Antonio José de Sucre, lugarteniente de Simón Bolívar, para la campaña en Ecuador. San Martín envía soldados que participaron en las victorias de Riobamba y Pichincha, que garantizaron la rendición de los realistas en Quito.

Entre los días 26 y 27 de julio de 1822 se realiza la Entrevista de Guayaquil, donde se reúne con Bolívar, teniendo como tema principal la liberación del Perú, principal baluarte realista español en Sudamérica, cediendo a éste la iniciativa y conducción de la campaña libertadora. Poco después decide retirarse de todos los cargos y volver a su país.

Libros Recomendados: 

Vuelo Espía Sobre Perú

Reflexiones Sobre Perú



Proclamación de Independencia - Lima

Monumento a San Martín - Lima

Noticias e Información que no se puede perder