martes, 17 de mayo de 2016

El Palacio de la Conquista - Trujillo, Extremadura, España Mandado a Construir por Francisca Pizarro Yupanqui Hija del Conquistador

El Palacio de la Conquista
Trujillo - Extremadura - España

El palacio de la Conquista, es un edificio de estilo renacentista situado en la plaza Mayor de la ciudad de Trujillo en Extremadura, España.

Fue construido en el siglo XVI por orden de Hernando Pizarro y su esposa Francisca Pizarro Yupanqui, hija del matrimonio de Francisco Pizarro con la princesa inca Inés Huaylas Yupanqui quién fue hija del inca Huayna Cápac, hermana de los incas Huáscar y Atahualpa y nieta del inca Túpac Yupanqui "El Conquistador".

Procedieron así para dar cumplimiento a las indicaciones de Francisco Pizarro en su testamento: "fundar y edificar una y iglesia e capellanía en la ciudad de Trujillo que es en los Reynos de España de donde soy yo natural e nascido". 

De entre sus elementos arquitectónicos destaca un enorme balcón en una de sus esquinas coronado por un inmenso escudo con donde flanqueado por las armas de Carlos V se pueden apreciar varios motivos alegóricos a la conquista del Perú, así como el escudo de armas de la familia Pizarro.

Monumento a Francisco Pizarro Frente al Palacio de la Conquista
Trujillo - Extremadura - España

Monumento a Francisco Pizarro Frente al Palacio de la ConquistaPlaza Mayor
Trujillo - Extremadura - España

Escudo Nobiliario
Palacio de la Conquista
Trujillo - Extremadura - España

Busto de Francisco Pizarro
Palacio de la Conquista
Trujillo - Extremadura - España

Busto Princesa Inés Huaylas Yupanqui
Palacio de la Conquista
Trujillo - Extremadura - España

Busto Princesa Francisca Pizarro
Palacio de la Conquista
Trujillo - Extremadura - España

lunes, 9 de mayo de 2016

Batalla de Tarapacá: El Abandono de los que Permitieron la Victoria entregando sus Vidas (ver video incluido)

Batalla de Tarapacá
El abandono de los que lograron la victoria entregando sus vidas

La Batalla de Tarapacá, fue una acción bélica que se desarrolló en los alrededores del pueblo de Tarapacá el 27 de noviembre de 1879, durante la campaña terrestre de la Guerra del Guano y el Salitre entre Bolivia, Chile y Perú.

Se enfrentaron fuerzas chilenas y peruanas, las fuerzas bolivianas decidieron no pelear y retornaron a Arica en el norte.

A pesar de ello y del inferior equipamiento y aprestamiento peruano, la batalla concluyó con la victoria peruana y el desbande del ejército chileno.

Esta contienda viene a ser la única victoria del Ejército Peruano o del ejército regular peruano, de pésima actuación durante esta miserable guerra entre países subdesarrollados, la que fue impulsada por Chile por la posesión de ricas tierras en salitre que eran territorio de Bolivia y Perú, elemento que equivalía en valor al cobre de la actualidad. Hubieron otras victorias pero ellas fueron logradas por las fuerzas de la resistencia lideradas por Andrés Avelino Cáceres y Lizardo Montero, cuyas acciones exitosas apuraron el retiro del cruel y depredador invasor del territorio peruano ocupado.

En la Batalla de Tarapacá, las bajas en ambos lados fueron enormes. Los chilenos contabilizaron 516 muertos y 179 heridos. Los peruanos dieron en sus partes un total de 236 muertos y 261 heridos. 

Las pérdidas de oficiales en ambos bandos fue enorme. Por los chilenos puede mencionarse al Coronel Eleuterio Ramírez, comandante del 2º de Línea y a su segundo comandante, Bartolomé Vivar. Del mismo cuerpo, perdieron la vida los capitanes Diego Garfias, Ignacio Silva y José Antonio Garretón Silva, además de un teniente y siete subtenientes. El Zapadores perdió cinco subtenientes, el Chacabuco a su segundo comandante, mayor Valdivieso y su ayudante Ríos y dos tenientes. 

Los peruanos, por su parte, lamentaron la pérdida del comandante del 2 de mayo, coronel Manuel Suárez y de los tenientes del mismo cuerpo Torrico y Osorio. El Zepita perdió a su segundo jefe, el teniente coronel Zubiaga, el capitán Figueroa y los subtenientes Cáceres (hermano del coronel Andrés Cáceres) y Meneses. La 2º División a los capitanes Odiaga, Chávez, Vargas y Rivera y tres subtenientes. El 2º Ayacucho un teniente y dos subtenientes; la columna Tarapacá al mayor Perla; el 3º Ayacucho el mayor Escobar, un teniente y dos subtenientes; los Cazadores del Cuzco y el batallón Iquique un subteniente cada uno; la columna Naval al capitán Meléndez, y la 5º División al coronel Miguel Ríos, que al igual que Vivar no sobrevivió a sus heridas. (Datos: Wikipedia)

En Tarapacá, 236 peruanos perdieron la vida por su patria, y lograron con su arrojo la victoria del Perú al enfrentar al invasor chileno.

En Perú, el 27 de noviembre de cada año se conmemora la victoria en esta batalla y se celebra el día de la infantería del Ejército del Perú.

Todo esto está muy bien, pero ¿qué ocurrió con los patriotas peruanos que murieron por la gloria del Perú?

Según nos muestra el video que incluimos, aún yacen en total abandono, en el sitio de la batalla, semi enterrados y con restos de sus uniformes y vituallas a la vista.

La información tiene algún tiempo, pero no nos hemos enterado de ninguna medida del Gobierno peruano ni del Ejército Peruano sobre la repatriación de los restos de estos insignes peruanos, muertos en el cumplimiento del deber.

Está muy bién que se celebre cada año esta batalla pero está muy mal que a los que lograron la victoria se les haya dejado abandonados ya por 137 años. Es una indolencia demasiado grande y vergonzosa.

¿Y que ocurrió con el pueblo de Tarapacá?

En total abandono y decadencia, viviendas en estado precario, sin luz, ni agua, ni ninguna atención de parte del Gobierno chileno, en una muestra de profundo rencor contra el Perú por la derrota. (jlhurtadov@gmail.com)

jueves, 28 de abril de 2016

La Cultura Tiahuanaco o Tiahuanacota o Tiwanaku

Civilización Tiahuanaco o Tiahuanacota o Tiwanaku

La cultura o civilización pre inca denominada Tiahuanaco, se desarrolló a orillas del lago Titicaca. Según el arqueólogo Carlos Ponce Sanginés surgió alrededor del año 1.580 a. C. y se prolongó hasta el año 1.187 d. C.

El centro principal de esta cultura estuvo ubicado a una altitud de 3.842 m.s.n.m. 

Por su carácter expansivo Tiahuanaco abarcó parte de los territorios actuales de Perú y Bolivia pero principalmente se desarrolló en el altiplano boliviano. 

Tiahuanaco fue la cultura más longeva del área andina, por tanto la periodización evolutiva tuvo distintas teorías y postulados que han ido variando a lo largo de la historia.

La ciudad de tiahuanaco fue fundada aproximadamente en 1580 a. C., como una pequeña villa, y creció a proporciones urbanas entre el 300 y el 500, consiguiendo un importante poder regional en los Andes centrales. En su máxima extensión, la ciudad cubría aproximadamente 6 km², y tuvo un máximo de 40 000 habitantes. 

Colapsó repentinamente aproximadamente en el año 1187 d.C.. La ciudad fue abandonada y su estilo artístico se desvaneció.

Los orígenes de la civilización Tiahuanaco se remontan a las tradiciones Chiripa/Qaluyo y Pukará. Éstas sociedades heredan a Tiahuanaco su pensamiento ideológico que es reconocible a través de la influencia iconográfica;.

Existen evidencias de influencia Pukará en los rostros de felinos modelados, así como similitudes arquitectónicas y escultóricas. Por su parte la tradición «Yayamama» presente en Chiripa, es reconocible en el sitio de Khonkho Wankane de Tiahuanaco. Si bien Chiripa/Qaluyo y Pukará, tuvieron periodos de mayor complejidad artística antes que Tiahuanaco, éstos no tuvieron hegemonía sobre el valle del río Tiwanaku y su paso por la historia fue muy veloz.

Su economía se basaba en el cultivo de papa, que para su almacenaje era deshidratada en la forma que hoy se conoce como "chuño"; así mismo se cultivaba la oca. Uno de los elementos decisivos fue la domesticación de la llama lo que permitió el pastoreo; formaban caravanas que sirvieron para el intercambio de productos. La lana fue necesaria para la textilería y su carne servía de alimento. Mantenían un comercio suplementario a través del intercambio de flechas de obsidiana tan características de la cultura Wankarani. Se traía la sodalita para la manufactura de cuentas que utilizaban como ornamento; también se traía helio basalto de las canteras de Querimita. Se conocía el cinabrio, cuyo color rojo se utilizaba en los enterramientos. Se trabajaba el cobre incluyendo el vaciado. Asimismo se trabajaba el oro y la plata. 

En el periodo aldeano hay dos tipos de cerámica, uno de ellos -que tiene similitud con la Pucara- es incisa y pintada de color marrón, rojo y blanco sobre fondo castaño claro. Son notables las vasijas globulares decoradas con esta técnica, algunas presentan un felino con el cuerpo de perfil y el rostro humanoide de frente. Otras vasijas tienen forma de aves. El segundo tipo carece de pintura y algunas de sus piezas están modeladas en forma antropomórfica (figura humana).

En el siglo II, Tiahuanaco dejó de ser la aldea concentrada de los primeros tiempos para convertirse en una gran urbe ceremonial que tiene dos centros dominantes: el conjunto de Akapana con los edificios que la rodean y el Puma Punko situado al suroeste de Akapana. Ambos muestran la estructura doble de Tiwanako, que evidencian la visión propia de la sociedad andina, división que pervive hasta la llegada de los españoles y aun después. 

Todas las urbes andinas, incluyendo Cuzco, se dividían en dos: Anan (los de arriba) y Urin (los de abajo).

En el siglo VIII, Tiahuanaco se expande sobre la base de los enclaves preexistentes, tanto en la costa como en los valles interandinos; así mismo extiende su poderío sobre el altiplano y la sierra. Esta expansión fue posible gracias al dominio del bronce que le permitió una gran superioridad militar. La expansión se evidencia por la difusión de los símbolos y elementos Tiwanakotas, que aparece en la cerámica y los textiles de todo el ámbito conquistado. Esta expansión llega hasta el norte de Chile (San Pedro de Atacama) y muestra relaciones con la cultura de la Aguada de Argentina, deja su huella en los valles de Cochabamba y avanza por el oeste hasta Cerro Baúl, en la moderna Moquegua, donde entran en contacto con el imperio huari, con el que se relaciona económicamente e ideológicamente. 

Ante la caída del imperio huari en el siglo X, Tiahuanaco también entra en crisis. En el siglo XII el colapso es inevitable y en la región donde floreció Tiahuanaco surgen nuevos estados aimaras entre los que se destacan el reino colla y el reino lupaca. (Datos: Wikipedia)


Video: Enigmasdeamerica








viernes, 8 de abril de 2016

La Enigmática Estela de Raimondi

Estela de Raimondi

La Estela de Raimondi es un monolito o escultura pétrea con uno de sus lados decorado en plano relieve.

Se trata de una losa de granito de 1,98 metros de alto por 74 centímetros de ancho y 17 centímetros de grosor,

Pertenece a la Civilización o Cultura Chavín, la que existió en un período anterior al Imperio Inca.

Fue descubierta en la zona denominada Chavín de Huántar, provincia de Huari, Región Huaraz, la que fue uno de los principales centros religiosos y culturales del hemisferio occidental. 

La escultura representa a un ser mítico, al cual se relaciona con el dios Wiracocha de la cultura Tiahuanaco ,ya que también sujeta dos varas o bastones. 

Fue bautizada como Estela de Raimondi en homenaje al naturalista y geógrafo italiano Antonio Raimondi, quién puso en relieve su importancia e  impulsó su traslado a Lima para su estudio y mejor conservación.

En la actualidad, la Estela de Raimondi se encuentra en el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú.

Lo que representa el monolito aún es un enigma, existiendo diversas interpretaciones de su significado:

-Julio C. Tello: Según su criterio, la imagen representaba a un dios jaguar coronado con una enorme mitra o tocado ritual, y sería un antecedente del dios Viracocha, por los dos báculos que lleva en las manos. 

-Max Uhle, consideró que las expresiones iconográficas del monolito derivaban del estilo nazca e interpretó a la figura como un felino-hombre, de cuya cabeza se desprende una escolopendra o tal vez un milpiés con sus patas estilizadas en forma de bastones o culebras. 

-Federico Kauffmann Doig sostiene que se trata de un dios humanizado con atributos combinados de felino y de ave de rapiña. Según su punto de vista, lo que para Uhle era una escolopendra y lo que para Tello una mitra, se trata en realidad de alas y plumas estilizadas que deben verse como prolongación de la espalda de la divinidad, a manera de capa. En otras palabras, el cuerpo superior que se ve encima de la cabeza del dios sería en realidad su espalda desplegada, provista de alas estilizadas. Kauffmann ha denominado a esta divinidad como piscoruna-pumapasim (en quechua: hombre-ave con boca atigrada). Este “felino volador” estaría relacionado con el culto al agua y la invocación a la fertilidad, de tanta importancia en las civilizaciones agrícolas del Perú. (Datos: Wikipedia)


Video: Lima Easy

jueves, 31 de marzo de 2016

El Cuarto del Rescate del Inca Atahualpa

Cuarto del Rescate del Inca Atahualpa
Cajamarca - Perú

Los castellanos comenzaron la conquista del Imperio Inca en 1532. El 15 de noviembre de ese año, Francisco Pizarro llegó a la ciudad de Cajamarca, donde se había citado con el Inca Atahualpa. Una vez en la ciudad, se escondieron en los principales edificios de la plaza y esperaron ansiosos. Horas después vieron la fenomenal entrada de Atahualpa, con un desfile de 30 mil hombres, quienes estaban tan confiados que fueron desarmados.

Al entrar a la plaza el único español que le salió al encuentro fue el fraile Vicente de Valverde, quien a través del intérprete Felipillo, le efectuó el requerimiento por el que se le ordenó aceptar el cristianismo como religión verdadera y someterse a la autoridad del rey Carlos I de España y al papa Clemente VII. Acto seguido le entregó un misario y un anillo como regalo. 

Atahualpa al ver que carecían de significado los objetos que le entregaron los tiró al suelo; esta acción causó indignación en los españoles, quienes inmediatamente rompieron el silencio al disparar su artillería y fusiles.

 Los súbditos que cargaban el anda de Atahualpa fueron también muertos sin piedad, cuando algunos caían eran reemplazados de inmediato. Al ver esta situación uno de los conquistadores intentó matar al inca con un cuchillo, pero Pizarro lo impidió atajándolo y ordenó que "nadie tocase al inca". Según algunos cronistas la matanza fue completa, más de 20 mil soldados incas murieron, 

Como resultado, Atahualpa fue apresado. En prisión, ofreció a cambio de su liberación llenar dos veces la habitación en la que estaba recluido, de plata y una de oro "hasta donde alcanzara su mano"; los españoles aceptaron y de inmediato se mandó la orden a todo el imperio inca de que enviasen la mayor cantidad posible de oro y plata hacia Cajamarca.

Después de cumplir su parte, los españoles lo sentenciaron a muerte por idolatría, fratricidio, poligamia, incesto y lo acusaron de ocultar un tesoro. Se le concedieron las dos últimas opciones: ser bautizado como cristiano y luego ahorcado o ser quemado vivo. Al escoger la primera opción fue bautizado con el nombre cristiano de Francisco. 

Fue ejecutado el 26 de julio de 1533

El Cuarto del Rescate 

Es una edificación inca ubicada en la ciudad de Cajamarca, Perú. Sus dimensiones son 11,80 m de largo, 7,30 m de ancho y 3,1 m de alto.

Es el lugar donde se mantuvo prisionero al Inca Atahualpa, que pasó los últimos días de su vida recluido en él, Concretamente entre el 16 de noviembre de 1532 y el 26 de julio de 1533,

Es también la habitación donde se depositaron los cargamentos de oro que debían servir para pagar por la libertad de Atahualpa, la que fue llenada dos veces de plata y una de oro hasta donde alcanzó la mano levantada del Inca. (Datos: Wikipedia)

martes, 29 de marzo de 2016

Una Carta Tenebrosa Sobre el Tratado de Ancón de 1883

Territorios peruanos anexados por Chile según el Tratado de Ancón

El Tratado de Ancón fue firmado por Perú y Chile el 20 de octubre de 1883, en Lima, la capital peruana. 

El tratado, con extremos beneficios para Chile, restableció la paz entre los dos países al final de su participación en la Guerra del Guano y el Salitre de 1879.

Fue firmado por el gobierno peruano que presidía el general EP Miguel Iglesias y el gobierno de Chile.

Bajo las desbalanceadas condiciones del tratado, Chile logró «perpetua e incondicionalmente» el dominio sobre el departamento peruano de Tarapacá y la ocupación «durante el término de diez años» de las provincias de Tacna y Arica. Expirado ese periodo, se organizaría un plebiscito (que nunca se realizó) para determinar la nacionalidad de éstas localidades y otras concesiones.

Nadie comprende que hizo cambiar abruptamente a Iglesias. El 13 de julio peleó ferozmente contra los chilenos en la Batalla de San Pablo y repentinamente el 16 del mismo mes lanzó su proclama pidiendo la paz a Chile.

En la obra de J. Guerrero "La Guerra de las Ocasiones Perdidas", hay una carta que cobra especial significado para comprender cómo se llegó al entreguista Tratado de Ancón, sobre todo cuando las fuerzas de la resistencia peruana con Cáceres y Montero a la cabeza estaban derrotando al enemigo.

Este es el texto de la carta que aparece en el libro "La Tragedia del 79" escrito por Alfonso Bouroncle Carreón (pag 195):

"Cajamarca, 4 de noviembre de 1955

Señor
Julio C. Guerrero
Ciudad

Mi estimado amigo Julio:

Contestando su carta de 20 de octubre anterior, he buscado mis libretas de apuntes y, efectivamente, he encontrado los ligeros datos referentes a mis conversaciones tenidas con el coronel señor Novoa, en la ciudad de Tupiza, Bolivia, emn el mes de octubre de 1907, en uno de mis viajes de exploración minera que yo hacía por cuenta de la compañía Minera Collahuasi, (con su oficina principal en Iquique). Trabamos amistad en el hotel donde nos alojábamos, y nos reconocimos como parientes.

"Parientito" -díjome en una de nuestras amigables charlas-: cuando vaya V. a Santiago le mostraré un recibito de puño y letra de un tal Mariano Castro Zaldivar, que creo que fue uno de los negociadores del Tratado de Ancón; y en el que consta haber recibido de mi padre, Jovino Novoa, la suma de 1 millón de pesos chilenos. Mi padre debía entregar ese recibito al presidente Sr. Santa María, pero le suplicó a este que le permitiera conservarlo en su poder, por habérselo prometido así a Castro Zaldivar. Nosotros guardamos dicho recibo junto con otros documentos de mi padre, como prenda familiar.

Como el ingeniero boliviano, señor Quintín Aramayo, era técnico de nuestra compañía, estuvo presente en esa conversación, allí en Tupiza.

Por supuesto que hicimos acres comentarios y apreciaciones sobre los fines a que era dedicado ese dinero y los motivos de guardar en secreto el recibo.

Cumplo así tu pedido proporcionándote el dato relativo a mi conversación con el sr. coronel chileno Novoa.

Y te saluda muy afectuosamente tu amigo

Ciro Novoa Malca"

miércoles, 16 de marzo de 2016

El Legado de Destrucción que Dejaron en Perú José de San Martín y Simón Bolivar

Corbeta HMS Beagle
Nave que Transportaba a Charles Darwin

José de San Martín primero, con tropas argentinas y chilenas y luego Simón Bolivar con un núcleo británico al que se sumaron soldados de Venezuela, Colombia y Ecuador, fueron los grupos que se concentraron en Perú para destruir Lima, el Virreinato del Perú y proclamar la "independencia", algo que la mayoría de peruanos no quería, porque formaban parte de la población más avanzada del continente.

Todos estos ejércitos se retiran del Perú, dejando a Lima y todo el país destruido, en un caos absoluto y con sus arcas vacías producto del saqueo que sufrieron. 

11 años después de la capitulación de Ayacucho, en 1835, el famoso naturalista ingles Charles Darwin, arriba al puerto de El Callao en la corbeta Beagle, en la cual realizaba uno de sus viajes de investigación. 

Leyendo la siguiente reproducción del diario de viaje de Darwin en el que narra lo que vió durante su estadía en Lima, podemos conocer el estado desastroso de la ciudad, situación que se proyectaba a las provincias peruanas, panorama de destrucción que se constituye en el legado independentista de José de San Martín y Simón Bolivar a los peruanos.

En el siguiente texto "Darwin en Lima", tomado de un artículo del historiador peruano Héctor López Martinez, publicado en el diario El Comercio de Lima, el científico inglés describe lo que encontró en Lima y El Callao:

"En su diario de viaje, verdadera joya de informaciones, Darwin anota que el Beagle echó el ancla en el Callao el 19 de julio de 1835 y permaneció en el puerto durante seis semanas. Eran días de caos y guerra en el marco de la Confederación Perú-Boliviana. El invierno se mostraba con toda su crudeza. “Espesa capa de nubes cubre siempre las tierras —observa Darwin— , de tal modo que durante los dieciséis primeros días no vimos más que una vez la Cordillera detrás de Lima. Vistas en lontananza estas montañas, elevándose unas detrás de otras a través de las nubes, presentan hermosísimo espectáculo”. Darwin describe nuestra limeña garúa “que embarraba las calles y mojaba las ropas”, a la cual llama “rocío peruano”. Observa que una lluvia abundante crearía una catástrofe, “puesto que las techumbres de las casas son planas y hechas sencillamente de barro endurecido (adobes)”. Lima, en suma, no le gustó. Relata la abundancia de enfermos de fiebres palúdicas, que no distinguían entre naturales y extranjeros. Cree que esta enfermedad la causan las miasmas —efluvios o emanaciones nocivas del aire, suelo o agua— teoría muy difundida en ese tiempo, según recuerda el notable médico e historiador Henry E. Sigerist en su libro “Civilización y enfermedad”. Darwin anota que en la costa del Perú el calor no es excesivo y por eso las fiebres no son tan perniciosas. Respecto de nuestra situación política, Darwin señala que “ningún Estado de Sudamerica ha sido castigado por la anarquía como el Perú desde la declaración de su independencia”. Desgraciadamente tenía razón. La lucha caudillesca entre Santa Cruz, Gamarra, Orbegoso y Salaverry parecía no tener fin. Este último, mediante decreto, le había declarado “guerra a muerte” a Santa Cruz y Darwin pudo ver que las tropas formadas en la plaza mayor durante el Te Deum de Fiestas Patrias no enarbolaban nuestra bandera bicolor sino los pabellones negros de Salaverry. Darwin describe a Lima como una ciudad casi en ruinas. “No están pavimentadas las calles, y por todas partes se ven en ellas montones de inmundicias, arrojadas de las casas, en las cuales los gallinazos negros, tan domesticados como nuestras gallinas, buscan los pedazos de carne podrida”. Darwin opina que Lima, “en lo antiguo”, ha debido ser una ciudad espléndida. “El extraordinario número de iglesias con que cuenta —concluye el naturalista inglés— le da todavía hoy un carácter original, sobre todo cuando se la ve desde breve distancia”. Darwin visitó y exploró también la isla San Lorenzo y algunas huacas que suponemos estaban en el actual Miraflores o en Maranga. Cuando las describe podemos percibir que nada escapa a su interés y, de inmediato, tomaba apuntes con el objeto de poder estudiar más detenidamente los detalles que llamaron su atención. Al momento de reanudar su viaje a bordo del Beagle, el joven naturalista da rienda suelta a su incomodidad y, como despedida, lanza duros epítetos contra el Callao y sus habitantes. Ciertamente Darwin no tuvo el menor interés de tomar contacto con nuestras gentes, conocer su carácter y costumbres. Era un científico que en ningún momento se apartó del objetivo de su largo y fructífero viaje." (Datos: Reflexiones desde Perú - reflexionesdeperu.blogspot.com)

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