domingo, 14 de junio de 2009

La Revolución de los Hermanos Gutiérrez en el Año 1872

Hermanos Gutiérrez Colgados en la Catedral de Lima

El Presidente Balta condujo el agitado proceso electoral del año 1872, resultando elegido Manuel Pardo, distinguido estadista de reconocidos méritos.

El coronel Tomás Gutiérrez a la sazón Ministro de Guerra y Marina, decidió oponerse a la voluntad popular y dar un golpe de Estado, con el acuerdo y conformidad de sus tres hermanos, los coroneles Silvestre, Marceliano y Marcelino Gutiérrez.

Organizada la revuelta, el 22 de julio, once días antes de la transmisión del mando, se ejecuta el golpe y se disuelve el Congreso, cuando ya éste había aprobado declararlos delincuentes de “lesa patria” y que se encontraban “fuera de la ley”.

La revuelta comenzó a fracasar ya que los únicos cuerpos que se unieron a Tomás Gutiérrez fueron los que mandaban sus hermanos. Para someter a la Escuadra, el Ministro de Guerra y Marina envía una orden al Comandante General de Marina, capitán de navío Diego de la Haza, que dice así:

Señor Comandante General de Marina. Ordene usted, que la Escuadra secunde el movimiento que se ha hecho en Lima. Se ha botado al Congreso y don José Balta está preso. Su afecto amigo Tomás Gutiérrez. Lima, julio 22 de 1872.

El telegrama anterior es rechazado por los jefes de la Armada, por lo que nuevamente Tomás Gutiérrez, ya instalado en Palacio de Gobierno en Lima, vuelve a enviar otro documento, ordenando a la Armada ponerse bajo la autoridad del nuevo Gobierno que él preside. A esta nueva orden, los jefes de la Armada vuelven a rechazarla incluyendo al capitán de navío Diego de la Haza, quien contestó en esos términos a Palacio de Gobierno.

La noche del 22 de julio, los comandantes de los buques luego de reprobar unánimemente el golpe revolucionario y de negarse a prestar su concurso al Dictador, se reúnen en la Comandancia General de Marina.

Miguel Grau que había ordenado encender las calderas de su buque, indignado ante los acontecimientos sucedidos en la capital, sugiere que los comandantes de los buques se trasladen al vapor “Marañón”, con la finalidad de tomar una decisión sobre la actitud a tomar. En dicha reunión se acordó movilizar la Escuadra y zarpar rumbo a la isla San Lorenzo, para ahí, tomar con amplias libertades determinaciones definitivas.

El día 23 de julio, los jefes y oficiales de la Escuadra, encabezados por Grau, suscriben una proclama contra el golpe revolucionario y reafirman su decisión de luchar por el restablecimiento del orden y la ley. Firman este documento los siguientes Jefes y Oficiales de Marina: Miguel Grau, Aurelio García y García, Samuel Palacio, Camilo N. Carrillo, Carlos Ferreyros, Miguel Ríos, Julio Sagasti, Manuel Melitón Carvajal, Simón Cáceres, Carlos Arrieta, F. M. Frías, Amaro G. Tizón, Ruperto Gutiérrez, Ramón Freyre, M. Espinosa, Darío Gutiérrez, Enrique Carreño, Pedro Rodríguez Salazar, Eugenio Rasgada, Serapio Tejerina, Arístides de la Haza, Antonio Jimeno, Andrés Rey, Manuel Dávila, Bernabé Carrasco, Miguel Dodamonte, A. Gerardo Carrillo, Carlos R. Colmenares, Manuel C. de la Haza, Agustín Arrieta, Froilán Miranda, José C. Valencia, Federico Delgado, Francisco León, José Melitón Rodríguez Pérez, Manuel Valderrama, Máximo Tafur, Tomás M. Cárdenas, Manuel Aparicio, Julio Jiménez, Ezequiel Fernandini, Francisco Guerci, Francisco Flores, Manuel T. Reyes y Francisco Miranda.

Firmada la proclama, se hace circular por el Callao y Lima y la Escuadra se retira del Callao y fondean el 24 en las islas Chincha, al sur del Callao y continúan viaje al sur. El 26 la Escuadra llega a Islay. Ese día, ya fracasada la revuelta, el Presidente José Balta es asesinado vilmente en el cuartel San Francisco, en donde estaba detenido.

Enterado el pueblo del asesinato del Presidente Balta, su reacción fue tremenda. Los coroneles Gutiérrez caen en mano de la furia popular exasperada por la desaparición del coronel José Balta, a quien todo el Perú admiraba y quería.

Los Gutiérrez, ese mismo día, pagan con su vida el crimen cometido.

Los disturbios se extienden por Lima. Mientras en Lima ocurren los sucesos descritos, en el sur, Miguel Grau, desde el “Huáscar”, fondeado en Islay, dirige una extensa circular encaminada al derrocamiento de la dictadura dirigida a los prefectos de Arequipa, Cusco, Puno, Moquegua y Tacna, a los subprefectos de Arica e Islay, a los Presidentes de las Cortes Supremas de Arequipa, Puno y Moquegua y a los alcaldes municipales de Tacna y Tarapacá. La circular da cuenta de los hechos ocurridos en Lima y la posición de rechazo a la dictadura asumida por la Escuadra.

El 1 de agosto ya restablecido el orden y la normalidad, en el país, el comandante Grau, promotor de la resistencia, envía al señor Ministro de Guerra y Marina, el informe detallado de los sucesos acaecidos en la Armada Peruana, desde el 22 de julio en que estalló la revolución. En ese informa da cuenta que el día 29 de julio a las siete de la tarde, en el puerto de Pisco, se enteró del asesinato del Presidente Balta y del restablecimiento del orden en la capital, por lo que zarpó inmediatamente con destino al Callao. (wikipedia)

martes, 9 de junio de 2009

Falleció Amador Ballumbrosio cultor de la música afroperuana

Amador Ballumbrosio Mosquera


Los restos del cultor de la música negra peruana Amador Ballumbrosio Mosquera, fallecido anoche, son velados en la casa que siempre vivió en su natal y entrañable Chincha, en la calle San José 325.

Su hijo y también artista, Amador “Chevo” Ballumbrosio, informó que su padre falleció luego de estar gravemente enfermo por siete años y que es velado acorde con lo que él hubiera deseado.

Agregó que será enterrado mañana a las 16:00 horas en el cementerio del pueblo, pues se espera la llegada de la hija mayor, Carmen Ballumbrosio, quien reside en Estados Unidos.

"Chevo" Ballumbrosio indicó que son 15 los hermanos, la mayoría dedicados a la música, pero lastimosamente los que residen en Europa no podrán llegar al entierro.

Amador Ballumbrosio Mosquera falleció anoche a la edad de 75 años, en su natal Chincha.

Sufría de diabetes desde hace varios años. Su estado de salud se resquebrajó más en el 2001, al sufrir un derrame cerebral.

Cultor del zapateo y del violín, Amador Ballumbrosio era además una autoridad sobre las tradiciones de la población afroperuana.
Fuente: Agencia Andina de Perú – www.andina.com.pe

Reportaje de Miguel Ángel Cárdenas M. publicado en el diario El Comercio de Perú en Noviembre 2007

No cualquiera se llama como él. Y es armónicamente consecuente con eso. Don Amador viene preparando la Navidad Negra en la calle San José --su barrio, en El Carmen--, con el denuedo de un amante de la eternidad. Será una fiesta para ayudar a la reconstrucción de El Carmen, que durará hasta el 6 de enero, en que empalmará con la festividad en honor de la Melchorita. "Tengo parálisis y por falta de circulación se me va muriendo el cuerpo", dice con alegre serenidad. "Mi pie izquierdo solito brinca. Y mi brazo izquierdo, con el que tocaba el violín, está tieso", continúa con alborozada paz. ¿Frustración por esto? ¿Miedo? ¿Rabia? ¿Aunque sea un poco de desazón frente a la muerte? Ni una chispa. Él es un amador de la vida.
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Este mito infinito de la cultura negra no acepta entrevistas formales, solo que uno se siente a su costado, con la puerta abierta, el olor inmortal de un seco con frejoles que prepare Avelina, su esposa y docta cocinera; y converse sin prisa, sin fecha de regreso, como si la vida recién fuese a empezar.
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Su casa tiene de museo, de templo y de bailódromo. Recuerda la primera vez que vio aparecer aquí a Micky González.
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Lo trajo César Calvo. Micky era hippie, llegó y fue bien recibido. Y comenzó a tocar valses. Se enamoró de la música negra y consiguió amigos en El Carmen y en El Guayabo, y comenzó a recopilar temas. A mí me gustaban "Lola", el "Akundún"... En el video de "Lola" aparece un amigo Eusebio que se casaba con Lola. Pero era pura 'ñanga', para el video nomás. Y la gente cree que fue un matrimonio de verdad, ja ja ja.
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También llegó Manongo Mujica.
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Muy buena gente Manongo. Él llegó en el año setenta y tantos. Vino con Micky, con 'Chocolate', y también vino 'Chaqueta' Piaggio, era muchachito, pero cantaba como un grande el chaqueta, cantaba tropical muy buena... él ha venido la otra vez con su señora a dar víveres... A Manongo no lo veo hace tiempo; era tremendo, tenía un cilindro que le sacaba música, hasta lo exprimía, ja ja ja. Él era bien concentrado, también sacaba música santera.
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Todos vinieron a conocerlo, el poeta César Calvo era tremendo bohemio.
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Vinieron a mataperrear. Era un demonio, ja ja ja. Era músico, poeta y loco. Talentoso, una vez presentó un festival en Chincha, hizo la Navidad Negra narrada. Él mismo la narró. Después a mí me compuso un tema de zapateo, hasta ahorita lo tengo y mis hijos lo difunden. Me acuerdo cuando iba a presentar su libro sobre Ino Moxo y fuimos a acompañarlo. Y me llevó para que lo ayudara con Ronaldo Campos, para que zapateara. Y lo hizo muy bien, llegamos a la casa de la mamá de César... Y su mamá le echó su bendición y lo bañó como un bebito a ese palomilla, ja ja ja.
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Usted tocaba el violín, cantaba y zapateaba con ellos. ¿Lo aprendió de sus ancestros africanos?
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Sí, pero el zapateo está relacionado con lo andino, eh. Está entreverado, porque el negro se unió con el andino para el zapateo. ¡Se unieron! Y componían temas en quechua y en castellano, y bailaban cada uno a su estilo. El negro en Chincha se quiere mucho con el serrano para la música.
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¿Qué le gusta a usted de la música andina?
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Sus lamentos, que llegan al bobo, pues. Cuando yo empecé en la música ya estaban los grandes compositores. Son antiguos, pues, muy antiguos. Hacían remembranzas, después le daban el ritmo, todo y lo iban acoplando, los temas y cuartetas.
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¿Quién le enseñó a zapatear?
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Un señor Carazas y un señor Augusto Milani, un negro capo, nacido en El Carmen. Era un yanacón, un obrero de la tierra. Era un buen danzarín. Yo era un chibolo de 4, 5 años. Así se comienza, de chibolito. Mis papás me llevaban y me compraban mis cosas. Todo era mezcla de negro con andino; por ejemplo, acá había comunidades de serranos y para el 24 de diciembre, todos ellos venían en procesión con la Virgen. Y después estaban hasta la Misa del Gallo y venía el concurso de contrapunto, el zapateo en las gradas de la iglesia. Estaban los mejores. Pero esto ya se perdió.
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Sé que usted siempre participaba y ganaba.
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Ganaba conforme me tocara mi rival. Tenía que desplumarlo, pues. Tenía que echarle todo lo que sabía, mi habilidad rítmica. Bien poco me ganaban y cuando me ganaban le metía su patada, ja ja ja. Y después nos íbamos a trompearnos y los viejos nos decían: por qué han peleado, carajo. Y nos rajaban peor. Y nos decían: esta es una cosa de amistad, no de bronca. Nos hacían abrazar ahí.
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¿Y quién le enseñó a tocar el violín?
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Don José Lurita, tenía 96 años, era un cholo cruzado con zambo, ja ja ja. ¡Buena gente! Me enseñó cuando yo ya estaba casado, a los 20 años. Y aprendí a cantar para el zapateo, que es una danza religiosa, eh.
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¿A los dioses africanos, de la sierra?
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A todos, a santos como San Martín también. A todos se les danza parejo. A la Melchorita se le compone su copla y sale. Yo le he enseñado a los niños de El Carmen. Y para el Día del Padre tenía mi conjunto de borrachos, ja ja ja, y borrachos zapateaban mejor todavía.
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Según el fotógrafo Lorry Salcedo, usted tenía un dicho: "Hasta que el cuerpo aguante".
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Ah, yo zapateaba hasta que salía humo.
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Y hasta que salía humo tuvo quince hijos, tremenda energía.
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No teníamos radio ni televisión, pues. Arriba Perú nomás, ja ja ja... Mi hijo Filomeno, que está en Estados Unidos, era el mejor zapateador. José y Miguel están en Francia, el que está en Lima es Amador Eusebio, que está en La Tarumba. Carmen, mi hija, está en España, ella solo baila. Jesús José, 'Cochacho', toca la guitarra.
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Ahora que hablaba de los dioses, el que era santero era 'Chocolate' Algondones, se asumía como Eleguá, el dios yoruba que abre los caminos.
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'Chocolate' era un dios. Era serio. Cuando tocaba su cajón iba rezando. Fumábamos el cigarro puro, no el bambeado. Los dioses santeros lo ayudan y acompañan, es que la cuestión de la música tiene muchos enemigos, son los envidiosos. Un músico que te tenga envidia te malogra, te trae cosas negadas. Es bien bravo. Me ha pasado que he tenido que limpiarme bien, una vez hubo una competencia en que me fregaron el violín. Cuando intentaba no tocaba nada... Pero creo que no hay que darse mucho a eso, porque te acomplejas. Yo doy una oración espiritual, pero no me meto tan profundo. 'Chocolate' por ratos lloraba solito, eso es complejo ya. Yo me controlaba más, porque si no te muñequeas, te vas para otro lado.
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Usted ha tocado con 'Caitro' Soto. Dicen que era mejor zapateador que cajonero.
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Sí. Es cierto. He tocado con él un disco que firmamos con Félix Casaverde, yo me tomo una hora para zapatear y 'Caitro' también. Así hicimos un disco. Caitro era una linda persona.
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¿Quién le ha parecido el mejor cajonero del Perú?
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'Chocolate' y, claro, 'Pititi'... Pero déjame contarte un chiste que me contó 'Caitro'. Era Viernes Santo, vivía en Lima, pero quería ir a Cañete, porque él era cañetano. Dice que se iba a probar su chicha de jora. Y su madre le dijo: "Lo que tú quieres es ir a 'monear' con tu carro. Así que anda tú solo nomás". Dice que estaba con su perro y vio a un señor que estaba paseándose en su caballo. Y le puso mal una montura. Y el negro le dijo: "Alguien tan grande como tú haciéndole eso al caballo". El caballo vio al negro y le dijo: "Oye, y a ti qué te importa". Ja ja ja. Dice que chapó su carro y se fue hasta su casa. Y le dijo a su perro, como quien no quiere la cosa: "¿Tú escuchaste lo que me dijo el caballo". Y el perro le dijo: "Sí y yo me quedé cojudo con lo que te dijo", ja ja ja. 'Caitro' era el despelote, ja ja ja. Me dio tanta risa.
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Contracorriente de El Comercio. 8 de noviembre de 200

Atajo de Negritos (27/12/2008)



Hace 1 mes en la casa de Amador Ballumbrosio



Noviembre 2008 – clases de zapateo



Miki Gonzáles co Amador Ballumbrosio



miércoles, 3 de junio de 2009

En España El tenor peruano Juan Diego Flórez pone en pie al Teatro Real con un recital dedicado a Alfredo Kraus

El tenor peruano Juan Diego Flórez ha salido al balcón del Teatro Real, en Madrid, para cantar 'La flor de la canela' al público que ha seguido su recital desde la plaza de Oriente


En septiembre se cumplen diez años de la muerte de Alfredo Kraus y el tenor peruano Juan Diego Flórez ha querido dedicar expresamente al tenor español el derroche de voz con el que ha puesto en pie al Teatro Real y al que será su director artístico a partir de enero, Gerard Mortier.

Ellos no han sido los únicos que han recibido emocionados cada una de las canciones rossinianas y españolas con las que Flórez ha "consolado" al público español por su decisión de no cantar el papel del duque de Mantua del Rigoletto que mañana estrenará el Real ya que el público congregado ante la pantalla instalada en la Plaza de Oriente ha sido, al menos, igual de entusiasta.

A unos, a los del interior del teatro, les ha agradecido su entusiasmo con cuatro "propinas" y a los de fuera cantando, a capella, y nada más terminar el recital, La flor de la canela asomado a la terraza del Real.

Madrid, rendido ante el tenor
Si ese gesto, que la gran mayoría del público "de pago" se ha perdido porque Flórez lo ha hecho sin previo aviso e inmediatamente después de salir por tercera y última vez a saludar, ha provocado el arrebato en la plaza de Oriente, en el patio de butacas se han escuchado durante el recital piropos de todos los cortes, especialmente con la canción que ha cerrado los bises, el bolero Júrame, y con los nueve 'do' de pecho de Ah! mes amis de La Fille du Regiment.

En esas dos ocasiones, y en medio de los "bravo", "guapo", qué majo eres" ó "eres el rey" dedicados a Flórez, Mortier se ha puesto en pie al igual que el resto del público, incluido el actual director artístico del Real, Antonio del Moral, con el que el belga ha intercambiado varios comentarios sobre el espectáculo.

Tampoco han escatimado, ellos y el público, la pasión con la "novedad" de la noche: el aria Terra amica de la ópera Zelmira, -que interpretará este verano en el Festival de Pessaro-, y con el que ha cerrado la primera parte, dedicada íntegramente a su "especialidad": Rossini.

La segunda la ha abierto con el Ah! lève-toi, soleil! de Roméo et Juliette de Gounod, ha seguido con La alegría del batallón de José Serrano, El guitarrico de Agustín Pérez Soriano, Emigrantes de Rafael Calleja y Tomás Barrera, y para terminar ha recuperado a Rossini con Asile hereditaire...Amis, amis de Guillaume Tell.

Para las "propinas", como él las ha llamado, y para cuya elección ha bromeado con el pianista, Vincenzo Scalera, diciendo que no sabían qué cantar, se ha guardado, además de Júrame y Ah! mes amis, Cessa di piu resistere y L'alba separa dalla luce l'ombra.

A Mortier, el concierto, que se repetirá el próximo domingo, con pantalla gigante incluida, le ha parecido "fantástico", igual que a la esposa del tenor, Julia Trappe, según han manifestado ambos al término del recital.


Fuente: diario QUE de España – www.que.es




martes, 26 de mayo de 2009

En Perú hallan restos de oso y armadillo de 5 millones de años



Un equipo de expertos informó el lunes que encontró los restos casi completos de un oso perezoso debajo de una vivienda y el caparazón de un armadillo gigante en un localidad andina de Perú, ambos de unos 5 millones de años.

El paleontólogo Rodolfo Salas, del Museo de Historia Natural de Perú, dijo que los restos fueron hallados mientras se hacían trabajos de alcantarillado en localidades de Espinar, a unos 4.000 metros sobre el nivel del mar de la región del Cusco, en el sur de Perú.

"El esqueleto de megaterio (oso perezoso) es particularmente importante pues se trata del primer esqueleto completo conocido de un megaterio de 5 millones de años en toda América", dijo el experto a Reuters.

Los restos "permitirán conocer cómo se produjo la evolución de los megaterios en la región andina. Este era un animal relativamente pequeño para los megaterios ya que habría alcanzado solo 3 metros de longitud", agregó.

Salas dijo que el animal era herbívoro y el cráneo está en excelente estado de conservación.

"En el cráneo se encuentran las características más importantes y diagnósticas que permiten conocer detalles de su alimentación, modo de vida e identidad", agregó el experto.

Junto a este animal se han descubierto numerosos esqueletos de armadillos gigantes, toxodontes y otra familia de perezosos poco conocida en el Perú, como son los milodóntidos.

La zona de Espinar es extremadamente rica en fósiles.

(Reporte de Carlos Valdez, Escrito por Marco Aquino, Editado por Javier Leira)
Fuente: Reuters

jueves, 21 de mayo de 2009

Identifican 12 sitios arqueológicos prehispánicos en tramo 4 de carretera Interoceánica Sur



Doce sitios arqueológicos prehispánicos han sido identificados en en el tramo 4 del corredor vial Interoceánico Sur, que comprende desde Azángaro hasta el puente Inambari, en la frontera de Puno con Madre de Dios, informó el gerente de obra de la concesionaria Intersur, Flavio Leite Mesquita.

La arqueóloga encargada de monitorear la obra, Nancy Román Bustinza, explicó que los lugares de interés cultural más importantes de este tramo son los petroglifos de Boca Chaquimayo, en el distrito de San Gabán; y la llacta de Chichaccori, en el distrito de Ollachea, ambos en la provincia de Carabaya.

El sitio arqueológico de Boca Chaquimayo es conocido también como “santuario del lagarto”, por la existencia de numerosos petroglifos, muchos de ellos en forma de saurios.

Precisó, sin embargo, que en la ruta también se encuentran andenes, pinturas rupestres, tumbas y otros vestigios de presencia humana prehispánica dignos de estudio.

Recordó que hace unos meses se halló una tumba, posiblemente de la cultura Coya, en uno de los riscos de difícil acceso aledaños a la carretera, a poca distancia del pueblo de Ollachea.

En este contexto funerario se hallaron cerámicas y restos humanos, y se cree que en el área habría más evidencias, comentó a la agencia Andina.

Leite Mesquita, en tanto, indicó que la empresa constructora brinda su apoyo a fin de convertir estos sitios en atractivos turísticos, no sólo tomando las previsiones para evitar daños fortuitos a las estructuras, sino también impulsando su puesta en valor.

Puso como ejemplo que Intersur realiza gestiones para que los petroglifos de San Gabán, ubicados en la selva puneña, sean declarados patrimonio cultural.

Ernesto Carlín
Fuente: Agencia Andina de Perú – www.andina.com.pe

lunes, 18 de mayo de 2009

Gastón Acurio: El evangelizador de la cocina

Gastón Acurio Jaramillo

Pasamos un día con el más exitoso chef latinoamericano. Lo acompañamos por Lima en un recorrido por cinco de los 14 restaurantes que tiene en la ciudad. Entre uno y otro, habló de su familia, criticó a la elite de su país, respondió a quienes lo candidatean como presidenciable y opinó de las tensas relaciones con Chile, donde pronto abrirá su tercer local. Este es el cocinero afuera de su cocina.

POR SABINE DRYSDALE, DESDE LIMA

Un todoterreno Ford negro se detiene frente a la entrada del mercado de Surquillo, en Lima. Gastón Acurio se baja por la puerta trasera, de jeans y polera negra. Tiene el pelo mojado; sus ojos algo hinchados acentúan sus rasgos de cusqueño.

Camina. Un hombre negro, que bordea los dos metros, se ubica detrás de él. Tres pasos detrás.

Entra y un foco ilumina su rostro; un canal de televisión. Lo rodea un grupo de estudiantes de cocina. Un extranjero lo saluda y le pasa su tarjeta. "Gastón, Gastón, Gastón", se oye en todas las direcciones. Recién levantado, se esfuerza por ser simpático.

De pronto se pierde entre los colores vivos de las frutas de la selva, de las papas, de los ajíes. El olor está mezclado: verduras, pollos muertos, sangre, pescado. Pregunta por las novedades. Compra un puñado de ajíes jalapeños; los va a probar, más tarde, en una leche de tigre. Pide un trozo de queso fresco.

–Muchas gracias, ¿cuánto es? –dice, metiéndose la mano al bolsillo.

–Dos soles.

–¿Dos soles no más? Ustedes mismos baratean sus productos. Yo no entiendo.

El hombre negro de dos metros le abre la puerta trasera del auto y parte.

Gastón Acurio saca un jalapeño de la bolsa y le da un mordisco.

–El ají me despierta -dice.

gastón a secas

Gastón Acurio ha perdido su apellido. Gastón, a secas, le llaman su chofer, los mozos, los clientes, los que hablan de él sin conocerlo. Tras abrir 14 restaurantes en Perú, exportarlos al mundo y convertirse en el evangelizador del sabor peruano, su nombre de pila pasó a ser una marca. Una insignia.

Hasta hace unos años el famoso no era él, sino que su padre, Gastón Acurio Velarde, ex senador, ex primer ministro, casi candidato presidencial. Un padre que lo mandó a estudiar Leyes a España para que fuera político como él. Que pensó que todo se había ido al tacho cuando se enteró de que su hijo no leía códigos sino que revolvía ollas en el Cordon Bleu de París cuando cocinar era sólo una afición. Cuando en su casa a nadie le importaba la cocina.

Desilusión.

Acurio recuerda el día en que todo eso cambió.

–Estaba en la cola de un banco, y a él, acostumbrado a que lo reconozcan en la calle, le dicen: "Usted es el papá de Gastón Acurio". Ahí se acabó su mundo.

Dos años antes había abierto junto a su señora, la alemana Astrid Gutsche, su primer restaurante en Lima, Astrid y Gastón con 45 mil dólares prestados –a pérdida– por amigos y parientes, cuando no tenían un centavo en el bolsillo, ella estaba embarazada y sus padres no se convencían de su pasión por la cocina.

–Pagamos la deuda a los tres meses -dice sonriendo.

Su padre le había exigido volver a trabajar en Perú. Acurio lo entendió como un deber.

–Yo he nacido en cuna de oro, he tenido todo para triunfar en la vida, en un país donde muy pocas personas tienen esa suerte. Como ser humano me corresponde devolver en mi propia tierra. La otra opción sería que no me importe lo que sucede fuera de mi restaurante, que lo único que me importe sea el restaurante para enriquecerme personalmente.

El Ford se detiene en la entrada de Astrid y Gastón, una casa colonial en el distrito de Miraflores. Son las once de la mañana. Aún están puestos los manteles sucios de la noche anterior.

Llama a Eduardo, el chef encargado. El tema de la reunión: la crisis.

–¿Revisamos las cositas? Siéntate, Eduardito. Ayer tuvimos una reunión de directorio, vimos los números y los resultados del control y no me falles en eso. En tiempos de crisis hay que cuidar el granito de arroz, sin renunciar a nada –dice.

Gastón le pasa los jalapeños y le pide que haga una leche de tigre cremosa de picor medio. Que se la mande a su taller donde por la tarde inventará nuevos platos para el restaurante de comida regional Chicha que abrirá en Arequipa.

EL FRACASO

El imperio del cocinero Acurio está formado por los restaurantes Astrid y Gastón, La Mar, La Pepa, Panchita, Tanta, Pascuale y Chicha, repartidos en 14 sucursales en Perú y otras 14 en América Latina, España y EE.UU, con planes de abrirse mercado en Inglaterra. El año pasado facturaron US$ 75 millones de dólares; atienden a 5 mil personas al día. Y no termina ahí: su última aventura es una cadena de hoteles boutique llamada Nativa.

–¿Le da miedo el fracaso, que algún proyecto no funcione?

–Que tenga miedo a quebrar y diga acá no puedo ir porque puedo arriesgar mi patrimonio, no es lo que la gente espera de mí. Yo tomo mucho riesgo. Hago un restaurante en el lugar más caro de San Francisco, invierto 7 millones de dólares para una cebichería peruana que nadie conoce en una ciudad tan dada a otras costumbres gastronómicas. Es un riesgo altísimo que incluso puede hacerme quebrar. Pero eso es irrelevante para mí porque mi trabajo es otro, es llevar la gastronomía peruana al mundo, poner una bandera de liderazgo en países acostumbrados a mandarnos el mensaje de que ellos son los únicos capaces de esto y no nosotros, ¿me entiendes?

–¿Los peruanos tienen una baja autoestima?

–Antes; ya no, gracias a la cocina.

–¿Alguna vez usted caminó con la cabeza gacha?

–Sí, porque nos enseñaron a ser ciudadanos predestinados a ser tercermundistas. Ciudadanos de segunda categoría exportadores de materias primas, importadores de productos terminados, lo importado es bello, lo nacional es feo, entonces la cocina emerge como una reacción a eso y contagia a todo el país con ese sentimiento y hoy el peruano se siente orgulloso de serlo.

–Veo que, como quería su padre, usted se transformó en un político.

–Sin duda, sí. Política gastronómica. No tenemos miedo en decirlo: los cocineros del Perú somos un movimiento que lo único que busca es hacer de la gastronomía un instrumento de desarrollo económico y social. Ser exportadores de tendencias de consumo.

–Pero la política real.

–Me proponen a cada rato que sea candidato a la Presidencia y siempre digo que la gente está loca. Ahora más que nunca, en los programas políticos me mencionan como el outsider. Están locos, porque se imaginan que porque yo tengo un respaldo popular muy alto... con qué descaro voy a hacer uso de ese respaldo para alimentar mi vanidad y querer ser Presidente si no estoy preparado. Es absurdo. Eso no va a ocurrir jamás.

–¿Qué sector político lo identifica?

–Pienso que en el Perú es obligación moral ser de izquierda.

–¿Por qué?

–Porque es un país con mucha pobreza y todas las políticas tienen que estar en función de esas personas que son la mayoría. Una izquierda no entendida como el control de la actividad productiva por parte del Estado, no una izquierda que le quita al rico para darle al pobre, sino que como una serie de acciones del Estado para darles herramientas a los no favorecidos para que puedan ser creadores de riquezas.

CHILE-PERÚ

A la hora de almuerzo, como en una fiesta, en la cebichería La Mar, no cabe un alfiler. Los mozos corren. La música se mezcla con las voces. Varios esperan tomando un pisco sour parados en la entrada.

Acurio entra sonriente. Voltean a verlo. Bromea con la televisión sueca que justo hace una nota del restaurante. Lo saludan unas chilenas. Les dice que tengan cuidado con el pisco sour. Una mujer le manda un beso de parte de alguien que se supone él conoce en Caracas. Se pone rojo.

–Esto es lo que te decía, el compromiso, así quisiera retroceder ya no puedo, ya me fregué. Es defraudar a mucha gente

–¿Siempre ha tenido esta paciencia?

–No. Cuando abrimos el restaurante con Astrid, era un histérico.

Dice que hace diez años maduró, que logró apaciguar su escasa tolerancia a la frustración.

–Con Astrid nos conocimos estudiando cocina en Francia, y bueno, construimos este mundo que ningún sicólogo te recomendaría: que los dos hagan lo mismo, porque no es lo más sano para una pareja. Nuestra manera de llevar pacíficamente la relación, siendo los dos cocineros con ideas diferentes, fue dividirnos el terreno. Ella en lo dulce y yo en lo salado. Afortunadamente, porque yo no tengo la personalidad del pastelero.

–¿Cuál es la personalidad del pastelero?

–El pastelero es un arquitecto. Empiezas un día una torta y si te sale mal tienes que empezar al día siguiente porque es un proceso muy metódico, estructurado y de mucha precisión. En mi cocina todo es espontaneidad, vibraciones en el momento.

–Astrid es alemana. ¿Cómo funciona esa mezcla?

–Funciona, aparentemente, funciona. Todavía nos cuesta escuchar críticas del uno hacia el otro. O sea, las críticas, cuando vienen del cliente son bendición, son oportunidad, un regalo, pero cuando vienen de tu esposa, son dardos –dice, sonriendo–. Ya con el tiempo ni siquiera hace falta hablar para saber que es una crítica, un gesto es suficiente, un silencio.

–¿Cómo lo resuelven?

–Aprendes a tragarlo con serenidad, pero al comienzo podía ser el inicio de una batalla campal.

Al fondo de la barra de La Mar tiene un puesto reservado. Ofrece su cóctel favorito, el chilcano: pisco, ginger ale y limón.

–Puedes tomar 4 o 5 y no te emborrachas, no te empalagas.

Él prefiere un agua con gas.

Saluda a Victoriano, su mano derecha que comienza a presentarle los platos nuevos que han inventado para que los apruebe. O rechace.

Sobre la barra aparece un cebiche hecho con un pescado llamado charela.

Acurio se pone serio. Lo prueba, mastica.

–No, este no va. De sabor está bueno, pero la textura no. No va. No va.

Victoriano inmediatamente lo retira.

Le traen dos empanadas recién fritas, una de ají de gallina y la otra de mariscos. Les da un mordisco. Sólo uno.

–Están buenas, estas van.

Luego un tiradito con leche de tigre en base al ají charapita del Amazonas. Se mete un trozo a la boca.

–Está buenísima la leche. Este va.

–Su primer restaurante fuera de Perú y que marcó su internacionalización, fue en Santiago, una sucursal de Astrid y Gastón. Luego abrió La Mar y se apronta a abrir Tanta en el Parque Arauco. ¿Qué piensa de los chilenos?

–Yo vivo en un mundo de permanente peligro en ese punto que me has tocado. Ando muy confundido en el sentido de cómo puede haber esta doble cara de una relación entre dos países, que por un lado se acusan mutuamente de una serie de cosas y, por otro, dan demostraciones de amar lo que hace el otro. Me explico: el mejor restaurante de Chile, que acaba ser premiado, es de cocina peruana (Astrid y Gastón), ese es un aprecio hacia la cultura del Perú. Y, por otro lado, aquí las tiendas más exitosas, donde los peruanos acuden a comprar masivamente, son chilenas. Eso me confunde. Hay una herida abierta, el tema limítrofe, la guerra, hay gente que utiliza eso para exacerbar y ganar puntos políticos maquiavélicamente. Creo que hay mucha manipulación de personas que tienen intereses en que esta rivalidad, esta herida, continúe abierta.

LA CLASE DOMINANTE

Se sube a la Ford y su chofer parte raudo a Panchita, su anticuchería, la versión peruana de una parrillada. Es el restaurante que más vende. Se sienta en el lounge. Lo esperan los cocineros con platos nuevos.

Llega un cerro de papas fritas con chorizo.

–Esto es para los borrachos –dice riendo–. Va, está bueno.

Luego una tabla con tres tipos de longanizas. Discute el tamaño. Pero va.

Estos bocados serán su almuerzo. Nunca se come un plato entero de comida. En su casa no comen en la noche. Sólo cocina los domingos. Para la familia y los amigos. No va a cócteles ni a inauguraciones, tampoco a los matrimonios de sus amigos, porque simplemente no está dispuesto a ponerse una corbata.

–Aprendí a usar zapatos después de que fui al Palacio de Gobierno con zapatillas. En la revista Caretas aparece una foto en que sale el Presidente Alan García, yo y un ministro mirando mis zapatillas con la cara así (hace una mueca de entre asco e impresión). Desde ahí que salgo en el ranking de los peor vestidos. Pero cuando ves la lista de los 10 mejor vestidos, menos mal que no estoy. Representan justo todo lo opuesto a lo que hemos hablado todo el día.

Mientras mastica los chorizos, los cocineros lo miran expectantes, sonrientes.

–Son muy amables los peruanos.

–La clase trabajadora es muy amable, de una bondad y una paciencia a prueba de todo.

–¿Y la clase dominante?

–No tanto, ese es el problema del Perú. La clase dominante nunca ha estado a la altura de sus responsabilidades.

–¿Le avergüenza haber nacido en la clase alta?

–Puede ser. Lo que sí tengo claro es que mi generación no está dispuesta a ser igual que la anterior. No estamos dispuestos de que nos acusen de no haber estado a la altura de nuestras responsabilidades.

Dos mujeres mayores, elegantes, peinadas de peluquería, beben en el bar. Una se le acerca a felicitarlo. Pero Acurio que durante todo el día había sido resignadamente amable con todo el mundo, pierde la paciencia.

–Señora, estoy ocupado.

Continúa.

–Cuando abrí mi primer restaurante hace 14 años había un sector de clase blanca que cuando entraba alguien mestizo –todos somos mestizos en el Perú– nos decían por qué dejas entrar ese tipo de gente aquí. A ese nivel. Eso ya no existe porque las grandes fortunas son de gente mestiza. Perú socialmente se ha integrado. Hoy las raras son ellas –dice mirando a las señoras que beben en el bar.

–¿Cómo es su relación con el dinero? ¿Qué hace con la plata?

–Como verás, prácticamente todo se reinvierte en crear riqueza. Y lo que no se reinvierte se manda a Pachacutec.

Ahí en una zona miserable de Lima, sin luz ni agua, Acurio impulsó la creación de una escuela de cocina para jóvenes en la pobreza. Donde todos los lunes hacen clases los chefs más prestigiosos de Perú.

–A mis hijas les he dicho que el 10 por ciento se va para ellas y el 90 por ciento para Pachacutec. No me parece ético acumular riqueza, sino que crearla.

EL RETIRO

Son las cuatro de la tarde, Acurio vuelve a subirse al asiento trasero de la Ford. Su día laboral terminará en su taller en el barrio de Barranco, parecido Bellavista pero cerca del mar. La puerta de entrada engaña. Es fea, está sucia, pero se abre y una enorme escalera de madera lleva hacia su living con televisor, su escritorio, entre moderno y bohemio. Por una ventana se cuela la luz sobre su cocina, brillan las ollas de cobre. Victoriano, su mano derecha, fríe un tacu tacu. A Acurio no le gusta. Le falta crocantez, dice. Victoriano hace otro. Hunde el dedo en la salsa de jalapeño que le mandó Eduardo, el chef de Astrid y Gastón. Le gusta. Da algunas instrucciones. Se sienta frente a la computadora, flanqueado por un enorme retrato blanco y negro de sus hijas adolescentes, Kiara e Ivalú.

Acurio está cansado.

–Mi sueño es tener un restaurante en el campo. Un restaurante de cuatro platos con lo que compre en el mercado ese día y a las tres de la tarde cierro. Es volver a los inicios. Pero ese, más que un sueño, es un premio del que no me puedo dar el lujo en este momento.

–¿Cuándo, entonces?

–En unos diez años. Ya me compré un sitio en Pachacamac, el último valle de Lima.
Sabine Drysdale.
Fuente: diario El Mercurio de Chile –
www.elmercurio.com

jueves, 14 de mayo de 2009

Entierros funerarios incaicos hallados en Machu Picchu poseen características atípicas, según arqueólogo

Entierros en Machu Picchu

Los dos entierros funerarios incaicos hallados en los últimos meses en el sitio arqueológico de Torontoy, dentro del Santuario Histórico de Machu Picchu, poseen características atípicas que los diferencian de los enterramientos comunes realizados durante el incario, sostuvo Omar Gallegos Gutiérrez, arqueólogo residente de las obras de excavación y puesta en valor.

El entierro hallado en noviembre de 2008 corresponde a un hombre adulto de la nobleza incaica, de 30 a 35 años de edad; mientras que el descubierto en abril pasado pertenece a un joven de entre 14 y 15 años.

El especialista explicó que se maneja la hipótesis de que dichos enterramientos funerarios fueron realizados durante el período de la conquista española (luego de 1533), de manera apresurada y sin guardar los lineamientos estrictos de los incas.

Remarcó que los incas que habitaban esta zona, para escapar del avance español abandonaron abruptamente sus posesiones cuando se vieron obligados a huir a Vilcabamba, en la ceja de selva de Cusco, donde por 40 años se refugiaron los últimos cuatro monarcas: Manco Inca, Sairy Túpac, Titu Cusi Yupanqui y Túpac Amaru I.

"Abandono que es corroborado porque hay evidencias o indicadores arquitectónicos de que vanos, hornacinas y pisos de los recintos del lugar fueron sellados o tapiados adrede por los propios incas antes de su partida."

Gallegos refirió que las conclusiones arqueológicas sustentan que las sepulturas no tienen una estructura adecuada, porque los cuerpos fueron depositados en un simple hoyo hecho de manera muy repentina, como si se hubiese tratado de ocultarlos antes de abandonar el lugar.

"Además, los enterramientos se hallaron en lugares inusuales a una distancia de 25 metros uno del otro: El hombre adulto en el vano del recinto número 7 del sector B, donde se realizaban labores textiles; y el joven, en el pasadizo adyacente del edificio principal del sector religioso."

El arqueólogo destacó que el hombre adulto fue un importante miembro de la nobleza incaica, debido a que el contexto de su enterramiento presenta 25 objetos que en su mayoría son parejas que simbolizan la dualidad, concepto base de la cosmovisión incaica que divide sus esferas divinas y terrenales en dos mitades: el hombre y la mujer, el Sol y la Luna, el Hanan y el Hurin.

En tanto, anotó, el enterramiento del joven es más sencillo, porque sólo se encontraron cuatro objetos de cerámica decorada y un prendedor o tupu de metal, por lo que no se tiene la certeza de que sea miembro de la nobleza incaica; aunque no se descarta esta posibilidad, que será corroborada al terminar los estudios comparativos.
Fuente: Agencia Andina de Perú – www.andina.com.pe

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