jueves, 17 de mayo de 2007

El Idioma Quechua

Extensión del Idioma Quechua


El quechua o quichua (de qhichwa «zona templada») es un continuo dialectal extendido por la zona occidental de Sudamérica que, considerado como un único idioma, es la cuarta lengua más hablada en América y la lengua nativa más extendida del continente, seguida del guaraní y luego el aimara.


Las constituciones de Bolivia, de Ecuador y del Perú estipulan a sus respectivas lenguas nativas -entre ellas el quechua- como segundas lenguas oficiales después del español (oficiales en las zonas donde predomina u oficiales en su territorio).


Quechua y quichua son transcripciones al español de la palabra qhichwa ('zona hirviente'). La vocal "i" tiene el alófono [e] cerca a una consonante uvular ['qeʧwa]. Esto se mantuvo en la mayoría de dialectos, salvo en los de la rama IIB, donde el fonema "q" ha sido reemplazado en todo caso por el oclusivo velar, eliminándose el alófono [kiʧwa]. La palabra qhichwa se usa especialmente para aquellos valles de clima benigno, eje económico y civilizador de los Andes.

Otro autónimo del idioma es runa šimi ("habla popular"). Esta denominación corresponde a su original función de lingua franca entre las diversas naciones del centro del Perú. Así mismo, el aimara era llamado jaqi aru, que era un símil de runa šimi.


Luego de la conquista, el término runa sufrió una aculturación, ya que se tergiversó su sentido original de "ser humano" y se usó para designar a los nativos en contraposición a wiraqutra (ya en sentido aculturado), que se usó para designar a los españoles. Es así que runasimi se traduce como lengua de indios, es decir, cualquier lengua nativa, para diferenciarlas del español (kastilla simi; misu simi).

El quechua desciende del protoquechua, lengua que se habló en la costa y sierra central del antiguo Perú en sus formas Yungay y Chinchay según Alfredo Torero, y que luego se fue expandiendo hacia el sur como lingua franca en reemplazo del aimara.



Cuando los incas iniciaron la conquista del Chinchaysuyo, adoptaron esta lengua para sus asuntos administrativos (si bien ellos hablaban el puquina) e impusieron su aprendizaje en las diversas provincias de su imperio, sin que esto significara que dejaran de lado las lenguas vernáculas. Algunos pueblos de la selva que mantuvieron contacto comercial con los incas resultaron también influenciados por el quechua.


Fray Domingo de Santo Tomás, quien llegó al Perú en el primer equipo de frailes dominicos que trajo Fray Vicente de Valverde en 1538, fundó el Convento y ciudad de Yungay el 4 de agosto de 1540 y durante su tarea evangelizadora aprendió la lengua de la región central de Peru; predicando en su lengua a los nativos de los actuales Departamentos de La Libertad, Ancash, Lima, Ica, Apurimac, Huancavelica, Ayacucho, Junin y Huanuco.


Después de haber ejercido un fecundo apostolado en aquellas provincias, el 24 de junio de 1545 Fray Domingo de Santo Tomas fue elegido Prior del Convento del Santísimo Rosario de Lima. En 1560 publicó en Valladolid su Gramática o Arte de la Lengua General de los Incas o los Reyes del Perú. Ese mismo año daba a luz su lexicón o Vocabulario de la Lengua General del Perú llamada "Quichua". Probablemente dio este nombre haciendo referencia a su zona de origen.

Durante el Virreinato del Perú, los misioneros católicos emplearon este y otros idiomas locales para evangelizar a los indígenas; se escribieron varios manuales (artes) de este y otros idiomas importantes, como el aymara, el mochica o el guaraní, así como catecismos. Ello permitió que aumentara su influencia sobre los pueblos andinos e incluso se emplee por pueblos amazónicos. Sin embargo, la acelerada expansión del quechua, la carencia de un ente regulador y la influencia del español o las lenguas vernáculas intensificó la diversificación del mismo.


Hacia 1680 se editan las obras Rapto de Proserpina... y Uska Pawqar, el hijo pródigo de Juan de Espinoza Medrano, El Lunarejo, dándose inicio al llamado Siglo de Oro de la literatura quechua. Durante este periodo se compone la obra Ollantay.

Luego de la derrota de la rebelión de Túpac Amaru se inició el declive de las élites andinas y la formación de un estigma social contra el idioma que prevalecería aun después de la independencia.

La derrota peruana en la Guerra del Guano y el Salitre de 1879 propició el resurgimiento de élites andinas, especialmente en el Cusco, epicentro del resurgimiento del teatro quechua.

Hacia el siglo XX el teatro cedió paso a la poesía y a los estudios científicos modernos del quechua. Los principales protagonistas de esta época son los lingüistas Rodolfo Cerrón Palomino y Alfredo Torero y el literato José María Arguedas, entre muchos otros.

En los años 1950, la migración rural propició un acelerado proceso de reemplazo de las lenguas indígenas por el castellano como lengua materna en toda América Latina. El siglo XX significó también la oficialización del quechua en Bolivia, Ecuador y Perú y la implementación de programas de educación bilingües (hasta entonces, la educación estatal se daba sólo en español).

Este idioma se habla a lo largo de los Andes y algunas zonas de la amazonía y la pampa, vale decir, en
Perú, el departamento de Putumayo y en Aponte Nariño (Colombia), Ecuador, Bolivia, el noroeste de Argentina y en la comuna de Ollagüe (Chile).

En Ecuador, el idioma es usado en la región andina, especialmente donde se asientan comunidades indígenas. En Argentina, el quechua (denominado quichua) es hablado en áreas rurales de la provincia de Santiago del Estero y por grupos kollas en las provincias de Salta y Jujuy, también por inmigrantes de origen boliviano.


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