miércoles, 25 de febrero de 2009

Escenario de la Cultura Paracas

Cultura Paracas - Escenario

El máximo apogeo de la civilización Paracas fue hace 4000 años.

Paracas se ubica a 200 Km al sur de Lima, en Pisco, en la eco-región del Desierto del Pacífico, uno de los más áridos del mundo.

Julio C. Tello descubrió los cementerios de Paracas en 1925, hallando en ellos 429 fardos funerarios que contenían importantes personajes momificados, envueltos en finos mantos y rodeados de ceramios, diademas de oro, instrumentos de caza, pieles de animales y alimentos.

La cosmovisión Paracas sobre la naturaleza se basó en creencias mitológicas, que eran normas de ordenamiento social. Por ello se puede ver en los Mantos Calendarios, cómo estaban definidos los ciclos biológicos de la flora y fauna, así como los oficios y costumbres de esta sociedad.

La iconografía de los mantos nos muestra la relación de esta cultura y su entorno natural... los animales tenían un rol que influenciaba la vida de los humanos: advertían cambios de estación, épocas de siembra, cosecha y migraciones.

Los paracas consideraban deidades a muchas especies de fauna que vivían en su territorio, por ello representaron en su arte textil figuras de cernícalos, zarcilllos, halcones, picaflores, así como felinos, cetáceos, cérvidos, camélidos, cánidos y reptiles.

Peces como el tollo y la raya también fueron plasmados en los textiles Paracas, debido a que formaban parte de la dieta alimenticia del poblador paraquense.

Los pescadores de Paracas emplearon en sus faenas mallas y redes anudadas, muy resistentes y de diferentes tamaños, tejidas con fibras de algodón y cabuya.

El desarrollo del arte textil, que tanto caracteriza a esta cultura, también incluía tejidos hechos con pelos de camélidos teñidos con tintes naturales obtenidos de plantas como la chilca, antanco, índigo, mullaca, logrando hasta 120 tonalidades de colores distintos.

En los mantos Paracas se observan deidades portando plantas alimenticias como la achira, camote, frijol, jíquima, lúcuma, maíz, pallar, canavalia, yacón y yuca.

Asimismo, se representa al cactus san pedro, que era utilizado por el chamán en las actividades mágico religiosas. Hoy la medicina moderna ha descubierto propiedades psico-activas y anti-convulsivas en esta planta.

En estos textiles también es posible encontrar deidades antropomorfas, bordadas y pintadas, acompañados de flechas, porras, cetros y antaras, que fueron fabricadas con fibras de caña brava y caña hueca, totora, sauce, y maderas de huarango y chonta.

En la actualidad, parte del territorio original de los paracas, es desde 1975, una Reserva Nacional protegida por el Estado que ocupa 335,000 ha, de allí corresponde el 30% a tierra firme e islas y el 70% a aguas marinas.

Paracas también es una Reserva Regional para Aves Migratorias, dentro de la Convención RAMSAR, para la conservación de humedales de importancia internacional.

Esta reserva se localiza entre los paralelos 13º 47' y 14º 17' L.S. y 76º 30' y 76º 00' L.W. con una longitud en línea recta de 72 Km y un ancho máximo en línea recta de 53 Km.

Fuente: Museo de Antropología, Arqueología, e Historia de Perú







miércoles, 18 de febrero de 2009

Perú cuenta con 1,786 comunidades indígenas según último censo

Líder indígena de la tribu amazónica shipibo Julio Casurichi.

Un total de mil 786 comunidades indígenas, ubicadas en 11 departamentos, fueron identificadas geográfica y cartográficamente en los censos nacionales 2007: XI de Población y II de Comunidades Indígenas, informó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

Indicó que ancestralmente en la Amazonía peruana se asienta población indígena perteneciente a 13 familias lingüísticas: arahuaca, cahuapana, harakmbut, huitoto, jíbaro, pano, peba-yagua, quechua, tacana, tucano, tupi-guaraní, zaparo y una sin clasificación.

Ello, según indicó, convierte al Perú en el país más heterogéneo de América, pues no existe otro en este continente con más familias lingüísticas, no obstante se comparte con otras naciones de América algunas de las familias mencionadas.

Estas familias lingüísticas agrupan 60 etnias como la amuesha, asháninka, ashéninka, caquinte, chamicuro, culina, matsiguenga, nomatsiguenga, piro, resígaro, chayahuita, jebero, amarakaeri, arazaeri, huachipaeri, kisamberi, pukirieri, bora, huitoto-meneca, huitoto-murui, actual, aguaruna, candoshi-murato.

Igualmente, huambisa, jíbaro, amahuaca, capanahua, cashibo-cacataibo, mayoruna, parquenahua, pisabo, shipibo-conibo, yagua, lamas, quichua, kichwaruna, aguano, ticuna, muniche, omagua, arabela, iquito y taushiro, entre otros.

Los resultados del censo permiten tener información de las 13 familias lingüísticas y de 51 etnias de las 60 existentes, pues no se empadronó a nueve de ellas, debido a que algunas ya no forman comunidades al ser absorbidas por otros pueblos, y por lo difícil de llegar a ellas por su situación de aislamiento.

Después de la ejecución de los censos, el INEI llevó a cabo una investigación de la existencia de dos pueblos étnicos no empadronados: los omagua y muniches (ambos en Loreto), encontrando personas mayores de 50 años que dijeron ser originarios pero que dejaron de hablar su lengua natal por la convivencia con no indígenas, con lo que pasaron a formar parte de la sociedad mestiza.

Si bien la clasificación etnolingüística resulta precisa, los asentamientos a través de las comunidades indígenas no siempre se presentan con personas de una misma etnia, sino algunas con más de dos etnias.

Así, de las mil 786 comunidades censadas, 21 presentan asentamientos poliétnicos, es decir, en una comunidad existen chamicuros y cocama-cocamilla; y en tres comunidades jeberos y chayahuitas, por citar dos casos.
Fuente: Agencia Andina de Perú – www.andina.com.pe

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