jueves, 6 de abril de 2017

Theodore Roosevelt: El Monitor Huáscar es el Más Famoso y Recordado Blindado que Haya Existido

B.A.P. Huáscar
"Cuando Theodore Roosevelt, ex-Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica (1901-1909), visitó a la Armada Chilena en Noviembre de 1913, estando a bordo del Crucero O’Higgins y ante el almirantazgo chileno dijo: 
"Necesito hacer una peregrinación para visitar el monitor "Huáscar", el más famoso y recordado blindado que haya existido y en el cual se ejecutaron los actos de heroísmo mayores que jamás se han hecho en otro blindado de cualquier nación del mundo"
La prensa inglesa decía por aquellos días de 1879 en "The Standard" del 28 de Agosto:
 "Es posible que algunos de los hechos atribuidos al "Huáscar" sean exagerados, pero es evidente que el Capitán Grau es un marino muy bravo y muy hábil. Su atrevimiento en atacar fuerzas superiores y viveza para pasar, por decirlo así, entre los dedos del enemigo, son muy excepcionales, y luego cuando se escriba la historia de la guerra, se verá que los hechos verificados por el "Huáscar" serán lecciones de mucho valor".
"Le Matin" de París se ocupó cuando la pérdida del "Huáscar" de este modo: 
"El "Huáscar" representa en la historia naval del Perú un caso único, por su gesto gallardo y heroico. Estuvo comandado por el Almirante Grau que dejó con su muerte un futuro igual al que dejó el Almirante Nelson en la batalla de Trafalgar".
Luego del combate de Angamos, otros dos diarios extranjeros publicaron las siguientes noticias con fecha 10 de octubre de 1879: El Times de Londres: 
"El Huáscar es un barco histórico, que figura en todos los combates navales en el curso de la guerra; ha bombardeado las poblaciones de los chilenos (solamente aquellas fortificadas) , perseguido y capturado sus buques transportes y ha sido por varios meses el terror de la costa chilena. Al mando de un hábil y valiente oficial y tripulado por hombres excelentes, el Huáscar ha sido siempre un formidable adversario".
El Heraldo de Nueva York: 
"No se necesita haber estado del lado del Perú en la desgraciada guerra de Sudamérica, para lamentar que el gallardo Huáscar haya sido capturado por los chilenos. Algo que parecía buena suerte, pero que probablemente no era sino competencia en su manejo, ha colocado repentinamente a este buque entre los más famosos que han surcado aguas americanas. Ninguna empresa era demasiado grande ni demasiado pequeña para él. Que mantenga su antigua reputación ahora que se halla en otras manos es muy dudoso, porque comandantes tan hábiles como Grau no hay muchos".
El 14 de octubre, el representante del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica en el Perú, Isaac Christiancy, emitió al Secretario de Estado de su país un informe sobre el combate de Angamos en los siguientes términos: 
"Esta pequeña nave bajo la inteligente dirección del almirante Grau tuvo por cerca de cinco meses no solamente estorbada sino completamente paralizada a toda la flota chilena, incluyendo dos enormes acorazados, y mantuvo abierta la comunicación por mar para los transportes peruanos desde el norte del Perú hacia Arica... La desaparición de ese buque cambia por completo el aspecto de la guerra y da a los chilenos el control del mar... El gobierno peruano esta haciendo máximos esfuerzos para compensar la pérdida del Huáscar y procura adquirir otras eficientes naves, pero será difícil encontrar al hombre que ocupe el puesto de Grau, hombres tales no son a menudo hallados en ninguna parte...".
Tanto lo escrito por El Heraldo de Nueva York como lo escrito por el representante del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica en el Perú, Isaac Christiancy, tenían el carácter de premonitorio porque en el terreno de los hechos el "Huáscar" en manos chilenas jamás repetiría sus momentos de honor y gloria.
Respecto a las correrías del "Huáscar" el historiador Chileno Benjamín Vicuña Mackena escribe el siguiente testimonio:
 "Las frecuentes, atrevidas y sobre todo impunes excursiones del "Huáscar" en las costas de Chile comenzaban a producir en el ánimo del país un sentimiento de rubor parecido al de la estupefacción, y en el cerebro de sus mandatarios una emoción semejante al vértigo. Era imposible someterse por más largo tiempo a aquella perenne vergüenza y soportar que un buque mal marinero y tres veces menos guerrero que cualquiera de nuestros blindados, viniese a manera de capricho o de mofa a retarnos en nuestros propios puertos".
Jacinto López, Historiador venezolano, escribió acerca del "Huáscar": 
"Mientras este solo buque peruano, el "Huáscar" subsistiese; mientras el "Huáscar" estuviera en el mar, mientras Grau estuviera en el "Huáscar", Chile no desembarcaría un solo soldado en territorio peruano y las hordas de la conquista se pudrirían en Valparaíso y Antofagasta en la larga espera del desenlace de la guerra del "Huáscar" contra toda la escuadra chilena. Este es un hecho sin precedente en la historia de las guerras navales del mundo entero, el "Huáscar" prestó servicios incomparables. El solo hizo la guerra naval. El solo protegió al Perú contra la invasión. El solo hizo la obra de una escuadra. Este es el interés y la lección de esta historia. Esta es una epopeya como la de la independencia. Este es el pedestal de Grau y la gloria del Perú. Este es el milagro de la guerra naval en la guerra del pacífico". Nueva York, Diciembre 1930. "Historia de la guerra del guano y el salitre".
En el despacho de la Reina Isabel II existe dos cuadros de los dos más grandes héroes navales, uno es de Nelson y el otro es de Grau."
No puede haber celebración del bicentenario de la independencia de Perú con el monitor Huáscar bajo cautiverio de Chile.
La OEA y UNASUR deben otorgar a Grau el título de Principal y Gran Almirante de América Latina y al Huáscar la designación de Principal Buque de Guerra latinoamericano.

miércoles, 5 de abril de 2017

La Corbeta Unión Grandiosidad Naval y Miseria Gubernamental


En plena Guerra del Guano y el Salitre de 1879, el nuevo gobierno del Perú, representado por Nicolás de Piérola como Dictador, dio el mando de la corbeta Unión al capitán de navío Manuel Antonio Villavicencio Freyre. 

El 12 de marzo de 1880 la Unión salió a su séptima y última expedición en la guerra, con destino al bloqueado puerto de Arica.

En la madrugada del 17 de marzo, la Unión, amparada en la oscuridad y el absoluto silencio a bordo, entró a Arica, navegando temerariamente pegada a la costa y burlando a la escuadra bloqueadora.

La maniobra de la Unión, fue recibida con júbilo no sólo por la guarnición peruana, sino también por las tripulaciones de los buques de guerra extranjeros, que se habían percatado y observado las maniobras de la corbeta peruana.

Los bloqueadores chilenos burlados recién se dieron cuenta de lo que estaba pasando a plena luz del día, cuando la Unión ya estaba descargando los suministros.

Los buques chilenos Cochrane y el Amazonas se unieron al Huáscar y abrieron fuego sobre la corbeta peruana y también sobre el monitor Manco Cápac hasta después de las 2 pm. Ambos barcos contestaron y fueron ayudados por la batería del Morro y las del Norte. 

Las operaciones de descarga pudieron concluir sin dificultades. 

El jefe del Cochrane Juan José Latorre llamó a bordo de su buque a los comandantes del Huáscar y del Amazonas para deliberar sobre la forma de impedir que escapase la osada nave peruana de la rada de Arica. Justo en ese mismo instante, después de las 5 pm, la Unión zarpó a toda velocidad, no con dirección norte como creían los enemigos, sino con rumbo al sur, burlando por segunda vez el bloqueo, lo que suscitó el aplauso de las tripulaciones de los buques neutrales y la algarabía de la población que coronaba el Morro y otros lugares cercanos. Los buques chilenos emprendieron la persecución de la Unión, pero la abandonaron al llegar la noche. 

Tras esta hazaña, que asombró a propios y extraños, la Unión llegó al Callao el 20 de marzo. Había cumplido su misión con éxito, rompiendo dos veces el bloqueo de Arica.

Lamentablemente, Nicolás de Piérola, el presidente peruano, deseaba la derrota de su país en Tacna y Arica, por ello en un acto de grave traición, mandó con la Unión los siguientes pertrechos:

2 ametralladoras (una de ellas malograda); 

400 pares de zapatos

tela blanca en gran cantidad. 

Eso era todo, ni armas, ni municiones, ni alimentos, ni dinero, etc.

Al respecto, el historiador chileno Diego Barros-Arana escribió:

"Los oficiales peruanos de Tacna y Arica, que veían a sus soldados casi desnudos, y que conocían las necesidades del ejército, se persuadieron de que las mezquinas rivalidades de los hombres públicos del Perú, no se habían acallado en medio de los conflictos de la guerra exterior. A juicio de ellos, el dictador Piérola estaba resuelto a sacrificarlos, para evitar un triunfo que debía enaltecer a Montero (el jefe peruano en Tacna y Arica), y que podía ser una amenaza para su dictadura".

No le importó a Piérola poner en alto riesgo a la corbeta Unión, en un sacrificio no útil de su tripulación.

Perú fue abatido en Tacna y Arica, lo que celebró el presidente peruano más que los invasores chilenos.

Referencias: "La Tragedia del 79" libro de Alfonso Bouroncle Calderón.

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