jueves, 16 de junio de 2011

De Perú a Portugal: tras las huellas de las civilizaciones prehispánicas


Cultura e Historia de Peru

Ana Antón
diario Expansión

Más de 200 jóvenes de 53 países se embarcan hoy en una aventura que, capitaneada por De la Quadra-Salcedo, les transportará del desierto Moche a la selva Amazónica.

Perú, cuna de la civilización andina y virreinato español durante cuatro siglos, se convierte este año en el principal escenario de la vigésimo sexta edición de la Ruta Quetzal BBVA. Mañana, una expedición formada por 224 jóvenes y liderada por Miguel De la Quadra-Salcedo, viajará a Lima, donde será recibida por el presidente Alan García. Partiendo de la capital, seguirán los pasos del religioso español Baltasar Jaime Martínez Compañón y descubrirán los misterios de las culturas prehispánicas Moche, Chimú y Chachapoyas.

En Lima, los expedicionarios visitarán dos espacios arqueológicos muy relevantes para los dioses Moche: la Huaca de la Luna y la Huaca de El Brujo. En Trujillo, localidad fundada por Diego de Almagro y en la que Martínez Compañón desempeñó su acción pastoral, los jóvenes aprenderán técnicas de pesca artesanal y la fabricación de un tipo de embarcaciones conocidas como totoras.

Los siguiente destinos serán Chiclayo y Lambayeque, donde, junto al célebre arqueólogo peruano Walter Alva, los adolescentes participarán en talleres etnográficos y de arqueología de restos Moche. Tras el ocaso de esta civilización, se abrieron paso los Chimú, un imperio desarrollado entre el año 1.100 y 1.470 d.C., una cultura que también descubrirán los participantes de la ruta Quetzal BBVA 2011.

Más tarde, el grupo se dirigirá a la sierra norte de Perú, donde arraigó la cultura Chachapoyas. Los monumentos y grandes tumbas datan hacia el 800 d.C., muchos de ellos emplazados por encima de los 2.500 m de altura.

Esta zona acoge uno de los platos fuertes de la expedición: la catarata de Gocta. Con 771 metros de altura, es considerada la tercera más alta del mundo, tras el Salto del Ángel (Venezuela) y Tugelafalls (Sudáfrica). Está ubicada en una zona exuberante, repleta de helechos gigantes, orquídeas y bromelias, y en la que habita un centenar de aves, como el Gallito de Roca, el ave nacional de Perú.

En la recta final de la expedición en el país latinoamericano, los jóvenes recorrerán el asentamiento de Kuélap, a 3.000 metros de altura. Por fin, la última parada antes de regresar a España será Zaña, fundada en 1563 entre los valles de Jequetepeque y Lambayeque y reclamo para los piratas del Pacífico durante el siglo XVII.

A primeros de julio la expedición volverá a Madrid, donde serán recibidos por SS.MM. los Reyes de España. Los jóvenes conocerán Cabredo, villa natal de Martínez Compañón en 1737. En Pasajes (Guipúzcoa) embarcarán en el buque Castilla, de la Armada Española, por el Cantábrico hasta recalar en Lisboa, con paradas en varios puntos de la cordillera cantábrica. En Santander visitarán la cueva de El Soplao, seguirán su ruta por Marín y Lisboa, para finalizar la aventura en Trujillo, cuyo hijo más ilustre, Francisco de Orellana, descubrió hace cinco siglos el Amazonas. La expedición se realiza gracias al patrocinio de BBVA, que destina 1,7 millones de euros.

Un gesto para integrar culturas

La expedición entregará una copia del ‘Quadro de Historia natural, civil y geográfico del Reino del Perú’ al Museo de la Nación, en Lima, como un gesto integrador de la cultura española e iberoamericana. El lienzo original, expuesto en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid, fue pintado en 1799 para el rey Carlos III bajo la dirección de José Ignacio Lecuanda, contador Real de la Aduana de Lima y sobrino del Obispo Martínez Compañón.

La estela de Martínez Compañón

El hilo conductor de la XXVI edición de la Ruta Quetzal BBVA es la figura del religioso navarro Baltasar Jaime Martínez Compañón (Cabredo, Navarra, 1737).

Fue un hombre ilustrado que estuvo al frente del obispado de Trujillo (Perú) en 1778 y 1790 y que realizó frecuentes viajes en años posteriores por sus diócesis, en un área que reunía territorios de costa, sierra y selva.

Su afán de conocimiento le llevó a reunir más de 1.411 dibujos, que contienen mapas, planos de ciudades, plantas y alzados, aspectos de la flora y la fauna de la zona, restos arqueológicos y datos históricos, así como información lingüística.

Más tarde, estos dibujos se incluyeron en una obra denominada ‘Trujillo de Perú’, que se encuentra en la biblioteca del Palacio Real de Madrid.

Martínez Compañón abandonó Perú en 1791 para hacerse cargo del obispado de Santa Fe de Bogotá, en Colombia.

En Perú fundó 20 pueblos, trasladó otros 17, construyó 54 escuelas, seis seminarios, cuatro casas de educación y 39 iglesias, entre otros logros. Destacó por fomentar la agricultura del cacao, del lino y otros productos.

Perú caló hondamente en el religioso que escribió estas líneas a un amigo por su traslado a Colombia: “No es decible cuánto sienta perder Perú, después de haber consumido en él tanto calor natural y los días más floridos de mi vida... Pero ya no tiene remedio y es simpleza mortificar y mortificarme por ello”.



video: http://www.youtube.com/user/lainformacioncom

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