sábado, 17 de diciembre de 2011

El Criminal y Cobarde Fusilamiento de Bomberos Italianos en Chorrillos Durante la Guerra del Guano y el Salitre de 1879

Foto: Chorrillos destruido por hordas salvajes del ejercito chileno en la guerra del guano y el salitre de 1879


Este relato hecho por sobrevivientes del incendio de Chorrillos, fue publicado en: Rivista Italo Peruviana di scienze, lettere, arti e varietà Anno X, 1922 Lima, 1ª e 2ª Quindicina di Gennaio 1922 Numeri 213-214 version original en italiano, traduccion de el Dr. Polverino de la Universidad de Pissa Italia)

"...Un grito desde lejos, como el cupo fragor que anuncia el terremoto, envuelve el pueblo, fragor y sibilantes, pues, fuego. Lenguas de fuego y espirales de humo negro nacían por todas partes en el pueblo. La destrucción y la muerte bailaban. Un grupo de niños aterrorizados y atontados por el terror se volcaron gritando hacia el portón de la “Garibaldi”. ¡Bomberos! ¡Bomberos! nuestra casa arde. Todo arde y a todos matan, una vez entraron se dejaron caer al suelo como heridos. Bien, respondió el capitán Rossi, ¡Ya vamos! El sonido garibaldino llamó a todos. Una sola orden: salgamos todos con las mangueras; desde el mirador del cuartel donde, flojo y sin viento pendía la banderita de la compañía, se podía muy bien observar los rojos humos, que cada minuto, aumentaban entre tierra y cielo. 

En las plazas, por las calles, tétrica soledad; solo los plombos individuos corrían escalofriantes de una punta a la otra. Luca Chiappe, caporal de escaleras, jovencito casi un púber, habiendo visto arder la pulpería de su padre, en la esquina de la calle, quería de todas formas llevar allí los bomberos y apagar el fuego. Un grito del comandante lo paró en el impulso: ¡tú harás lo que yo diga! ¡Aquí todo se quema, y no solo la de tu padre!, el chico calló. Pero, recién salido abandonó la rueda que traía con los brazos y corrió con el aire a contener el fuego que devoraba la esquina. Atrás del vórtice de humo había podio ver la cara enloquecida de Zoraida, encerrada en casa y condenada ardía viva en el fuego.

... al doblar la calle del tren cerca de la maravillosa tienda que antes fue del cogorniense Queirolo, los bomberos empezaron a inundar el enorme incendio que ya se había propagado a toda la manzana. El crepitar del agua humosa sobre las ruinas, fue en seguida recubierto por gritos y disparos. Un gran número de lanceros aun con picos en la mano corrieron....
Zoralda, la estupenda hija de Ognio, de que estaba enamorado desde cuando ella vino de Italia. A Ognio se le habían adelantado. Estaba en el suelo a la entrada de la casa con el cráneo partido.

....A Chiappe le cayeron por en cima dos sargentos del “Buín” que le tiraron todas las balas de los fusiles: recogieron lo que quedaba de los muertos, se lo llevaron en frente al coronel Fuenzalida, jurando que habían sido asaltados por diablos vestidos de colorado. Un oficial sucio de vomito y de tierra del saqueo, vio a los bomberos con el gorro rojo, empezó a gritar y hacer ruido con la pistola: Los garibaldinos de Garibaldi nos atacan, y se escondió entre los suyos. Aun eran los tiempos en que el solo nombre de garibaldinos daba miedo.

Para mala suerte de ellos mismos salió la condena: ¡No somos garibaldinos, somos bomberos! ¡No atacamos a nadie!, se desnudaron los cuchillos delante de ellos para quitarles la vida. ¿Qué quieren los bomberitos?. Cazadores, militares de artillería, marineros chilenos del equipo, se juntaron.

Aparentemente, no se corría ningún riesgo. La manguera fue volcada.

La manguera se rompió con la caída y la ola de vapor ampolló a los más cercanos. Cipollini, Leopardi, Nerini, asfixiados, llevaron las manos a los ojos. No vieron los corvos que se alzaron debajo de sus gargantas.

Se les tiraron encima como serpientes inutilizando las mangueras cortándolas en piezas, fueron rotas con rabia. Los bomberos que estaban sentados y los que estaban atrapados entre las mangueras rotas y el fuego, fueron rodeados apuntándoles con las bayonetas y puestos presos. Los más alejados, tiraron el uniforme y consiguieron de escapar; la confusión era tal que nadie pudo verles. Un inmenso clamor cubrió los otros inmensos clamores: ¡Los garibaldinos prisioneros! ¡Garibaldi prisionero!

Estas palabras, las repitió tambien Pallora Renard. Un gran número de oficiales a caballo, que venían desde las defensas de Monterrico, sin saber ni preguntar nada, se pusieron a pegar a los inermes, y después, los ataron a las colas de los caballos y los tiraron por el suelo al galope en frente de Lynch, gritando ¡Francos tiradores Italianos!

De esta infamante acusación, dictada por todas las iniquidades de la guerra y de la cobardía humana juntas, nunca se ha podido entender mucho. La legación italiana de Lima, el comandante de la Piro Corvetta Colombo, Jefe de la escuadra italiana anclada en el Callao, se enteraron tres días mas tarde. 

Ocho las victimas, fueron: Angelo Descalzi, Guiseppe Orengo. Egidio Valentino, Astrana Lorenzo, Paolo Marsano, Paolo Risso, Giovanni Pali, Filippo Bargna, acusados de alta traición, de haber usado las armas contra los militares chilenos; fueron fusilados la mañana del 14 de enero del 1881, atrás las puertas del Panteón del viejo Chorrillos. (wikisource)

Nota: Son interminables los actos de barbarie cometidos por chilenos durante la guerra del guano y el salitre de 1879 los que hacen indispensable que los gobernante actuales pidan el perdón correspondiente, de lo contrario la herida permanecerá abierta por siempre

lunes, 12 de diciembre de 2011

Patricio Lynch - el Antihéroe

Foto: Patricio Lynch

La Expedición Lynch

La Expedición Lynch fue una operación que buscaba la confiscación de ingresos de las haciendas azucareras del norte del Perú por parte del Ejército de Chile al mando del Capitán de Navío Patricio Lynch durante la campaña terrestre de la Guerra del Guano y el Salitre de 1879.

En 1880, el presidente Pinto encomendó al Capitán Patricio Lynch organizar una fuerza para hostilizar a las empresas azucareras, de caña, en el norte del Perú, desde donde se obtenían recursos para la guerra.

Zarpó de la ciudad de Arica el 4 de septiembre de 1880, con 2 mil 600 efectivos, 3 cañones Krupp de montaña, y una ambulancia.

Desembarca el 10 del mismo mes en Chimbote, donde al no encontrar resistencia utiliza el lugar como centro de operaciones. Ese mismo día se dirige hacia las azucareras de Puente y Palo Seco, propiedad de Dionisio Derteano, senador por Ancash que promovió la colecta entre banqueros iniciada la guerra. La propiedad tenía un valor de un millón de libras esterlinas y estaba hipotecada a las casa "Dreyfus" y "Graham Rowe". 

Lynch envía esta nota a Derteano:
Impongo a su ingenio de Palo Seco, una contribución de guerra de cien mil pesos en plata o especies que valgan esa suma. Si no concreta Ud. inmediatamente, dando las órdenes correspondientes a su empleado, para que satisfaga la indicada contribución, tendré el dolor de arrasar completamente su ingenio de Palo Seco.

Ante la nota la casa "Graham Rowe" decide depositar el cupo de guerra en una cuenta de Valparaíso decidiendo enviar el dinero en un barco neutral. Lynch pide además que la operación sea refrendada por el ministro inglés en Lima.

En Lima, Nicolás de Piérola intercepta estas comunicaciones y emite un decreto impidiendo a los hacendados pagar cupos de guerra a las fuerzas chilenas.

Cumpliendo esta nota, Derteano se rehúsa a pagar 100.000 pesos. Cumplido el plazo, el 13 de septiembre la hacienda es saqueada e incendiada por las fuerzas de Lynch. Las maquinarias son dinamitadas. Además los víveres son saqueados. Federico Stuven, ingeniero al servicio de Chile, estima que las pérdidas sumaron 2.500.000 soles de plata.

Luego Lynch enrumba hacia el puerto de Supe en el sur, que fue saqueado e incendiado el 14 de septiembre.

Lynch también desembarco tropas en otros puertos incluido Chimbote, donde impuso contribuciones a las haciendas, las que fueron devastadas al no entregar el dinero pedido. En el puerto de Chimbote destruye el complejo ferroviario. Al verse afectada propiedades de extranjeros, Lynch recibe las protestas de los cónsules extranjeros y parte de Chimbote el 17 de septiembre.

Mención del historiador chileno Benjamín Vicuña Mackenna en Historia de la campaña de Lima, 1880-1881 - Página 622 sobre los saqueos de Lynch:

"En cuanto al botín de Guerra, que ni la riqueza, ni la moralidad, ni el buen nombre de Chile para nada necesitaba....consistía aquel en definitiva en unos tres mil sacos de azúcar, 700 a 800 sacos de arroz, 500 pacas de algodón, 17 bultos de chafalonía de plata, 29,050 libras esterlinas en giros sobre Europa, que no sabemos si fueron alguna vez cubiertos, 11,428 pesos plata, cinco mil soles papel, i cuatrocientos chinos de lo peor de la raza amarilla que desde entonces comenzó a invadir desde Arica los puertos de Chile, sin hacer cuenta de una infinidad de pequeños artefactos o ingredientes que por rubor no nombrarlos”.

El 19 de septiembre llega al Puerto de Paita en el norte de la costa peruana, donde la destrucción continuó: incendiaron la Prefectura, la Aduana y la estación del ferrocarril además de cobrar 10,000 pesos de plata de cupo.

El 24 de septiembre arribaron a Puerto Eten donde también cobraron cupos de guerra (150,000 pesos) para 4 días después incendiar varias casas en Chiclayo y continuar la destrucción en Ferreñafe y Cayaltí, entre otras haciendas azucareras y algodoneras.

Finalmente desembarca en el puerto de San Pedro de Lloc y marcha hacia Trujillo cobrando el cupo de 150,000 pesos de plata.

Los saqueos de Lynch llegaron hasta los individuos a quienes quitaban relojes, ropa, zapatos, pulseras, carteras y cuanto pudieran robar. Ingresaban a la viviendas y las saqueaban.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Hermasie Paget SSCC


Hermasie Paget vivió la espiritualidad de su época, el siglo XIX; nació el 8 de agosto de 1828 en Sombacour (Francia), siendo sus padres Ambroise Paget y Euphrasie Morel. Era la menor de doce hermanos, entre los que se contaban dos sacerdotes, un Hermano de las Escuelas Cristianas, su consejero, quien llegó a ser General de su Congregación y Taïs, quien entró a la Congregación de los Sagrados Corazones, tomando el nombre de Cyrilla, siendo una de las víctimas que murieron trágicamente en el barco misionero de la Congregación, el “Marie-Joseph”.

Hermasie fue bautizada con el nombre de María Eugenia y desde su niñez manifestó la constancia de su fe y la radicalidad de su generosidad que la acompañó toda su vida, haciéndose notable en su preparación a la Primera Comunión, después de la cual ingresó como alumna en nuestro colegio de La Verpillière, destacándose por su buen espíritu y su inteligencia y donde se afirmó su vocación religiosa. Entró al Noviciado el 25 de marzo de 1843, que fue largo, porque ella era muy joven y la Congregación pasaba por momentos difíciles. En 1844, cuando no se sabía nada de la suerte del “Marie-Joseph”, escribía a su hermano: “¡Qué feliz sería si un día pudiera ir tras las huellas de nuestra querida hermana!... ¡qué dicha ir a esas regiones lejanas donde renunciando a todos los consuelos y gozos de la tierra, no se vive más que para la gloria de Dios!”. En esa época, ir a América, era ir a tierra de misiones, por esto la nueva profesa recibió con gran alegría después de su Profesión, el 24 de octubre de 1848, la noticia de su nuevo destino, el Perú, y le escribió a su hermano: “Reza para que la devoción a los ss.cc., que tenemos la misión de propagar, se aumente y se perfeccione cada vez más”, lo que podríamos traducir hoy, por “anunciar el amor redentor”.

El 15 de julio de 1849, Hermasie se embarcaba en El Havre, en el buque “Mares del Sur”, a la cabeza de cuatro Hermanas, a pesar de su juventud. De este largo viaje queda el recuerdo en el diario que escribió, donde se refleja el espíritu de nuestras misioneras, sufriendo grandes incomodidades, como el eterno vaivén que hace rodar objetos y personas, la estrechez del camarote para cinco personas y donde la poca altura de la puerta “le recuerda (a Hermasie) que es alta”, y todo las hace reír. Comparten las aventuras de a bordo, se interesan por el bien espiritual de los grumetes, y como el 2 de agosto, Hermasie cumple 21 años, no deja de festejar su mayoría de edad.

Las viajeras se detuvieron un mes en Río de Janeiro, pasaron el Cabo de Hornos donde, con gran dolor de Hermasie por la pérdida de su hermana Cyrilla recordaron a los desaparecidos en el “Marie-Joseph” y desembarcaron en Valparaíso donde permanecieron otro mes aprendiendo el castellano. Por fin llegaron al Callao el 15 de febrero de 1850. Apenas llegada fue nombrada Maestra de Pensionado y desde entonces se dedicó de corazón a la tarea educativa con empeño e inteligencia, que no disminuyó al ser nombrada Superiora en 1854, cuando contaba 26 años. Se esmeró con creatividad en la formación del corazón de las niñas en los principios evangélicos. Organizó las congregaciones en el colegio (especie de cofradías piadosas a nivel escolar), así como la celebración de los meses del Corazón de Jesús y de María, en junio y mayo, de manera novedosa, que estimulaba a las niñas en el vencimiento propio y en una conducta de verdaderas cristianas.

En 1857, fundó una comunidad en Ica y en 1878 otra en Arequipa. El 28 de julio de 1877, el concejo departamental de Lima le otorgó una tarjeta de oro, como a la mejor maestra de la República, por su abnegada y eficiente labor educativa, de lo que no se vanagloriaba; prohibió que se expusiera en el salón de visitas. Mientras tanto, el país atravesaba por momentos muy difíciles, hasta estallar, en 1879, la Guerra del Pacífico, que trajo tanto dolor y destrucción. Hermasie “que amaba al Perú como a su segunda patria”, sufrió inmensamente con el pueblo peruano y lo ayudó generosamente. Belén abrió sus puertas, acogiendo a numerosas familias que buscaban refugio en medio de los horrores de la guerra. Hermasie se prodigó con las personas que iban sufriendo la pérdida de padres, esposos, hermanos, hijos, novios, llevándoles asistencia física y espiritual.

La amistad con su compatriota, el Almirante francés Bregasse du Petit Thouars, quien frecuentaba Belén, le valió para contribuir a la defensa de Lima, amenazada de un inminente bombardeo, saqueo e incendio. Era el mes de enero de 1881; la guerra estaba perdida para el Perú, sumido en la mayor desolación, y el marino francés se hallaba con su escuadra en las costas de Valparaíso, cuando decidió regresar a Lima, por una intuición que él mismo narra: “El recuerdo de Lima, del Colegio de Belén, el nombre de Santa Rosa se presentaba a mi imaginación... la una... las dos de la mañana, mayor sobresalto. Me levanto, doy la orden de encender la máquina y de tomar rumbo al Callao; con esto cesó mi turbación”. Apenas llegado a Lima se dirigió a Belén para ofrecer su protección a las religiosas e invitarlas a refugiarse en su barco “La Victorieuse”, pero ellas eligieron quedarse junto al sufrido pueblo. Hermasie que conocía el peligro que corría la ciudad, intervino, según cuentan las crónicas, para que Petit Thouars se interesara ante el jefe chileno, para salvar a Lima de la total destrucción. El almirante francés, apoyado por otros marinos de varias naciones que se hallaban en el Callao, tuvo una enérgica intervención, logrando salvar del estrago a la ciudad. Este acto fue reconocido por el gobierno peruano, que en 1924 le dedicó un monumento y una avenida que lleva su nombre, al mismo tiempo que el Concejo Provincial de Lima colocaba una placa en una calle de Lima en homenaje a la Madre Hermasie Paget, donde se lee: “Homenaje del Concejo Provincial de Lima a la Rvda. Madre Hermasie Paget Superiora de los Sagrados Corazones (Belén), quien con su influencia cerca del Almirante Bergasse Du Petit Thouars contribuyó en 1881 a la salvación de Lima”. Ya, en 1892 las señoras de Lima enviaron al Almirante du Petit Thouars una muy sentida carta de gratitud y un álbum con 1,250 firmas femeninas. “En Lima, la modestia y humildad religiosa de la Madre Hermasie Paget no permitió públicas manifestaciones; pero la tradición se ha encargado de mantener vívido el recuerdo de tan gran servicio a la ciudad que ella siempre consideró muy suya”.

Casi al centenario de su muerte en 1986, por la gestión de las exalumnas de Belén, se levantó un monumento a la Madre Hermasie en un parque de San Isidro. En la inauguración estuvo presente una delegación del centro educativo estatal “Hermasie Paget”. El retrato de la religiosa se encuentra en el museo histórico de la Fortaleza del Real Felipe en el Callao.

En 1880 fue nombrada Visitadora de las casas de la Congregación en América Latina. Todavía no estaban organizadas las Provincias en la Congregación y la Superiora General no viajaba fuera de Europa. En 1883 hizo la primea fundación de Bolivia, en la ciudad de La Paz. A pesar de su débil salud viajó a Europa por razones de su cargo. En Francia, la Facultad de la Enseñanza Católica le dio el título de Bienhechora, colocando su nombre en un cuadro, en la Basílica de Nuestra Señora de Fourvières, protectora de la Facultad. Estuvo presente en los Capítulos Generales de 1884 y de 1889.

Ya se hallaba muy enferma; los médicos le habían diagnosticado “estrechamiento del esófago”, lo que le causaba mucho sufrimiento, pero siguió firme en su puesto hasta octubre de 1890, momento en el que se vio obligada a pedir la Extremaunción. El 1° de noviembre recibió la Eucaristía por última vez, y el domingo 2, día de los Difuntos, a las 11 y cuarto de la noche, lúcida hasta el fin, falleció en medio del dolor y consternación de su comunidad, de las niñas del colegio y de todas las personas que la conocían, especialmente de las exalumnas de Belén, quienes al año siguiente, en 1891, publicaron una Corona Fúnebre que recoge muchos recuerdos interesantes y poco conocidos. Los Padres Redentoristas aseguraban que le debían en gran parte la fundación de su casa en Lima; ella concibió la primera idea de la Escuela Taller de mujeres que dirigían las religiosas del Buen Pastor; al conocer, en 1874, la elección de su hermano como General de las Escuelas Cristianas, le suplicó hiciera una fundación en Lima, lo que no pudo realizarse por el fallecimiento del religioso; el P. Román Demairais, Superior de Miranda de Ebro, agradecía por el apoyo que recibía con las dos pensiones que sostenía la casa de Lima; el P. Provincial Augusto Jamet decía: “Los hermanos de los ss.cc. jamás olvidarán la inmensa y generosa parte que ella tomó para su establecimiento en la capital del Perú”. En otro testimonio se lee: “Las clases menesterosas no olvidarán nunca los beneficios que recibieron de la caritativa religiosa que fundó la Escuela Gratuita para la educación de las hijas del pueblo y destinó una parte de los beneficios del establecimiento para aliviar a muchos desgraciados, que diariamente van al Colegio de Belén a recibir el alimento que les suministra la caridad cristiana”.

Texto parcial del artículo Hermasie Paget, una mujer de Fe y de Amor escrito por la Hna. M. Bernarda Ballón-Landa ss.cc. y publicado en SSCC picpus Congregazione dei Sacri Cuori di Gesù e di Maria, Fratelli e Sorelle

viernes, 9 de diciembre de 2011

Francisco García Calderón Landa

Foto: Francisco García Calderón Landa

Francisco García Calderón Landa (n. Arequipa, Perú, 2 de abril de 1834 - m. Lima, Perú, 21 de septiembre de 1905) fue un jurista, militar, político y diplomático peruano, que llegó a ser Presidente del Perú durante un breve periodo de marzo a noviembre de 1881.

Figura notable de la jurisprudencia peruana, fue autor de un célebre Diccionario de la Legislación Peruana y brilló tanto en el foro como desde la cátedra universitaria. Fue presidente del Congreso Constituyente de 1867, Ministro de Hacienda en 1868, decano del Colegio de Abogados de Lima de 1874 a 1876 y senador por Arequipa de 1876 a 1879. 

Tras la ocupación chilena de Lima, una "Junta de Notables" lo reconoció como Presidente Provisorio del Perú, estableciendo la sede de su gobierno en La Magdalena, en marzo de 1881. Desde allí inició gestiones de paz con Chile, pero sin aceptar una desmembración territorial, hecho que no fue del agrado de los chilenos que lo apresaron y lo confinaron a Chile donde fue víctima de maltratos y vejaciones. 

Firmado el Tratado de Ancón, se le impidió regresar inmediatamente al Perú, por lo que inició un periplo por Buenos Aires y Europa (1884). A su retorno asumió el rectorado de la Universidad de San Marcos (1886) y se incorporó al Congreso, pues había sido elegido en ausencia senador por Arequipa. Llegó a ser presidente del Senado (1886-88). Fue asimismo, el primer presidente de la Academia Peruana de la Lengua (1887).

Primeros años

Hijo del notable juez arequipeño, Eduardo García Calderón y Crespo, y de Ventura Landa y Guerola, estudió en la emblemática Institución Educativa Glorioso Colegio Nacional de la Independencia Americana, de su ciudad natal. Sus estudios superiores lo hizo en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, donde se doctoró en Derecho en 1850 y se recibió de abogado en 1852, cuando tenía 18 años, aunque solo podía ejercer su profesión después de cumplir 21 años de edad.

Simultáneamente se inició en la docencia, como profesor de filosofía y matemáticas en el colegio de la Independencia Americana, así como regentando las cátedras de Derecho Civil, Natural, Canónico e Internacional en la Universidad de San Agustín. En la Universidad de San Marcos se doctoró en Jurisprudencia con una tesis sobre La frenología en sus relaciones con la Medicina, el Derecho y la Educación (1864).

Por entonces hizo su más importante contribución académica al Derecho peruano: su monumental Diccionario de la Legislación Peruana, cuya primera edición es de 1860-62 (2 volúmenes); incluyó un pormenorizado análisis jurídico de cada figura legal, apoyándose en la doctrina de los juristas y en la legislación entonces vigente. Esta obra mereció en 1862 una medalla de oro del Congreso.

En 1864 fue nombrado oficial primero de la Dirección General de Hacienda y en 1865 fue promovido a la Dirección de Administración. Renunció entonces para dedicarse a su profesión, convirtiéndose en uno de los prominentes miembros del foro limeño.

En 1867 fue elegido diputado por Arequipa y llegó a ser presidente del Congreso Constituyente. Ese mismo año colaboró en la organización de la Academia Peruana de Ciencias y Bellas Letras, entidad de corta existencia. Ante el avance de la revolución de 1867 contra el gobierno de Mariano Ignacio Prado, solicitó a este presidente su renuncia.

En 1868, al inaugurar el coronel José Balta su gobierno constitucional, integró el gabinete ministerial asumiendo la cartera de Hacienda. Dicho gabinete estaba compuesto por diversas personalidades como Pedro Gálvez Egúsquiza (ministro de Gobierno), José Antonio Barrenechea (Relaciones Exteriores) y Luciano Benjamín Cisneros, otro prominente abogado de la época (Justicia). Pero su gestión como ministro fue efímera (del 4 de agosto al 15 de diciembre de 1868); ante la grave crisis hacendaria que parecía irresoluble, tuvo que renunciar y dar pase al entonces joven Nicolás de Piérola.

Fue elegido decano del Colegio de Abogados de Lima (entre 1874 y 1876) y presidente del Círculo Literario (1875). En 1876 fue elegido senador por Arequipa, función que desempeñó hasta 1879.

Fue por muchos años, gerente general del Banco de La Providencia y desde esa posición, un notable influyente en la economía nacional.

Presidencia del Perú

Después de la ocupación chilena de Lima, tras las derrotas peruanas de San Juan y Miraflores, el dictador Nicolás de Piérola se tuvo que retirar a Ayacucho con la intención de reorganizar las tropas para proseguir la guerra.

Paralelamente en Lima, los "vecinos notables" se reunieron el 12 de marzo de 1881 y eligieron a Francisco García Calderón como Presidente Provisional de la República.

García Calderón estableció su gobierno en el pueblo de La Magdalena Vieja (hoy en el distrito de Pueblo Libre, en Lima) y convocó la reunión de un congreso que fue instalado en Chorrillos el 10 de junio de 1881. 

Trató de unificar al país, nombrando como primer vicepresidente al contralmirante AP Lizardo Montero Flores, y como segundo vicepresidente al general Andrés Avelino Cáceres.

Los chilenos, que no aceptaban a Piérola como autoridad, reconocieron a García Calderón como jefe del gobierno peruano, a fin de poder gestionar el fin de la guerra. Finalmente, para evitar ser un estorbo, Piérola renunció el 28 de noviembre de 1881.

Gestiones de paz y caída

García Calderón inició las negociaciones de paz con Chile. Una de las condiciones chilenas para el término de la guerra era la cesión de los territorios de Tarapacá y Arica, a lo que García Calderón se negó rotundamente, pero aceptaba pagar una indemnización razonable a Chile por los gastos de guerra, afirmando que si habían los recursos para hacerlo. Esta posición contó al principio con el respaldo de los Estados Unidos de América.

El día 25 de agosto de 1881, el embajador de los Estados Unidos en Perú, Mr. Hurlbut, envió una carta al contralmirante Patricio Lynch, el jefe de las fuerzas de ocupación chilenas, donde le informaba claramente que los Estados Unidos apoyarían al Perú en el sentido de no ceder un pie de su territorio a menos que se demostrara que el Perú no iba a ser capaz de pagar una indemnización de guerra de alguna otra manera.

Lynch no contestó la nota. El día de 18 de septiembre, asumió en Chile el presidente Domingo Santa María; el día 26 del mismo mes los chilenos tomaron posesión de la Caja Fiscal del gobierno peruano y embargaron sus fondos en el Banco de Londres; el día 28, por bando, Lynch declaró que solo subsistían las autoridades municipales, con lo que suspendía el gobierno de García Calderón. El día 30, García Calderón declaraba: La soberanía del Perú, origen de mi poder, no está sujeta a las autoridades de Chile, ni desaparecerá aunque todo [el país] fuera ocupado.

El día 6 de noviembre García Calderón fue arrestado y deportado a Chile a bordo del blindado Almirante Cochrane. Antes de partir lanzó una proclama al país, en la que pidió la unión nacional y dejó constancia que su destierro era debido a la energía con que defendía la integridad del territorio y la soberanía de la nación.

En Chile, García Calderón fue vejado y maltratado, siendo sometido a constante presión para que aceptase las condiciones de paz que Chile quería imponer al Perú, aunque sin éxito. De Valparaíso se le trasladó sucesivamente a Quillota, Rancagua, Angol y Santiago de Chile.

En el Perú le sucedió el contralmirante AP Lizardo Montero Flores, como presidente provisorio instalado en Cajamarca, luego en Huaraz y finalmente en Arequipa.

La política de los Estados Unidos respecto al arreglo de paz entre Perú y Chile sufrió un viraje total luego del asesinato del presidente norteamericano James Garfield y la renovación de su gobierno; tras haber apoyado una paz sin cesión territorial, el nuevo gobierno norteamericano instigó al Perú a que firmara la paz con cesión de Tarapacá y aun con la entrega de Tacna y Arica a cambio de una compensación pecuniaria.

Post-presidencia

Estando García Calderón retenido en Valparaíso, nació su hijo, el futuro escritor Francisco García Calderón Rey. En ese puerto, sin embargo, continuó ejerciendo su influencia en los asuntos concernientes al futuro de su patria a través de correspondencia para evitar la cesión de territorios, aún a riesgo de mayores rigores en su contra, los que finalmente se produjeron al ser relegado a la entonces atrasada ciudad de Rancagua, donde se le limitó casi en absoluto su capacidad de comunicación con el exterior.

Según testimonio de personeros extranjeros que tuvieron la facultad de visitarlo en el exilio, el señor García Calderón y su familia dieron en todo momento, y pese a las adversidades, muestra de dignidad y espíritu inquebrantable.

Quedó retenido en Santiago de Chile hasta que se verificó el canje del Tratado de Ancón y en vista de que se le prohibió su retorno inmediato a Lima, se dirigió a Buenos Aires en 1884, pasando luego a Europa. En ausencia fue elegido senador por Arequipa y rector de San Marcos. Retornó a Lima en 1886 junto con su esposa, Carmen Rey y Basadre, hija de quien fuera durante veinticinco años cónsul de Chile en Arica,1 y su hijo.

Tras reintegrarse a su patria tras un largo cautiverio, asumió su función senatorial, que ejerció de 1886 a 1893, llegando a ser presidente del Senado. Como tal inspiró leyes básicas para la reconstrucción y el ordenamiento del país. Volvió a ser elegido senador, esta vez por el departamento de Puno, ejerciéndolo de1899 a 1901.

Fue además rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en dos oportunidades: de 1886 a 1891 y de 1895 hasta su muerte; a lo largo de esta larga gestión se esforzó por enaltecer la autoridad cultural y moral de la universidad, aumentó el número de cátedras y orientó la actividad docente hacia la comprensión de los hechos ocurridos en la vida social.

Asimismo, el 30 de agosto de 1887 fue elegido como primer presidente de la Academia Peruana de la Lengua, que había sido creada por Ricardo Palma el 6 de mayo de ese mismo año a instancias de la Real Academia Española de la Lengua.

Falleció en la ciudad de Lima el 21 de septiembre de 1905. En reconocimiento a su trayectoria en el ámbito legal el gobierno peruano instituyó, por resolución suprema del 14 de marzo de 1952, la fecha de su natalicio como día del Abogado.

Obras escritas

-Diccionario de la Legislación Peruana (Lima, 1861-1863, en dos volúmenes y un apéndice; reeditado en París, en 1879).
-Estudios sobre el Banco de Crédito Hipotecario y las leyes de hipoteca (Lima, 1868).
-Plan de hacienda propuesto a la legislatura de 1868 (Lima, 1868).
-Mediación de los Estados Unidos de Norte América en la guerra del Pacífico (Buenos Aires, 1884).
-Réplica al alegato del Ecuador (1896)
-Proyecto de ley de instrucción aprobado por la comisión nombrada al efecto por el supremo gobierno (1899).
-Memorias del cautiverio (edición póstuma, en 1949). (wikipedia)

jueves, 8 de diciembre de 2011

Vuelo del Cóndor Peruano sobre una Maravilla del Mundo Machu Picchu


Machu Picchu (del quechua sureño machu pikchu, "Montaña Vieja") es el nombre contemporáneo que se da a una llaqta (antiguo poblado andino inca) de piedra construida principalmente a mediados del siglo XV en el promontorio rocoso que une las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu en la vertiente oriental de los Andes Centrales, al sur del Perú. Su nombre original habría sido Picchu o Picho.

Según documentos de mediados del siglo XVI, Machu Picchu habría sido una de las residencias de descanso de Pachacútec (primer emperador inca, 1438-1470). Sin embargo, algunas de sus mejores construcciones y el evidente carácter ceremonial de la principal vía de acceso a la llaqta demostrarían que ésta fue usada como santuario religioso. Ambos usos, el de palacio y el de santuario, no habrían sido incompatibles. Algunos expertos parecen haber descartado, en cambio, un supuesto carácter militar, por lo que los populares calificativos de "fortaleza" o "ciudadela" podrían haber sido superados.

Machu Picchu es considerada al mismo tiempo una obra maestra de la arquitectura y la ingeniería. Sus peculiares características arquitectónicas y paisajísticas, y el velo de misterio que ha tejido a su alrededor buena parte de la literatura publicada sobre el sitio, lo han convertido en uno de los destinos turísticos más populares del planeta.

Machu Picchu está en la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1983, como parte de todo un conjunto cultural y ecológico conocido bajo la denominación Santuario histórico de Machu Picchu.

El 7 de julio de 2007 Machu Picchu fue declarada como una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno en una ceremonia realizada en Lisboa, Portugal, que contó con la participación de cien millones de votantes en el mundo entero. (wikipedia)

VIDEO

La ciudad Inca de Machu Picchu desde el aire, a través de los ojos del Cóndor peruano que vuela sobre el lugar. Video producido por Alfonso Casabone y Xstrata.



Video: http://www.youtube.com/user/IncaTourismPeru

jueves, 24 de noviembre de 2011

José Mariano de la Riva Agüero y Sánchez Boquete

Foto: José Mariano de la Riva Agüero y Sánchez Boquete

José Mariano de la Riva Agüero y Sánchez Boquete (Lima, 3 de mayo de 1783 - † 25 de mayo de 1858), fue un militar y político peruano. Figura prócer de la independencia hispanoamericana, fue Presidente del Perú en 1823. Fue el primer Jefe de Estado peruano en llevar el título de Presidente de la República y en lucir la banda presidencial bicolor como distintivo del poder que ejercía.

Criollo perteneciente a una familia aristocrática limeña, fue un decidido partidario de la causa independentista desde muy temprano. Estuvo en España en tiempos de la invasión napoleónica, afiliándose a las logias que por entonces laboraban a favor de la independencia de América. En 1810 regresó al Perú, y desde entonces y hasta la llegada del Libertador José de San Martín fue la principal figura de las conspiraciones anticoloniales en Lima, dirigiendo la Logia de los Copetudos.

Colaboró con San Martín antes y después de su arribo al Perú. Establecido el Protectorado, fue nombrado Presidente (Prefecto) del departamento de Lima. Tras el primer golpe de estado de la historia republicana peruana, fue nombrado Presidente de la República, siendo el primer peruano en ocupar tan alta magistratura (28 de febrero de 1823).

Quiso terminar la independencia del Perú sin el concurso de tropas foráneas y por el esfuerzo de los mismos peruanos, organizando la Segunda Campaña de Intermedios, pero fracasó. Las desavenencias con el Congreso y la llegada de Bolívar determinaron el fin de su gobierno y su deportación a Guayaquil, primero, y a Europa después, donde residió hasta 1828, volviendo entonces a América. Pasó primero a Chile y luego retornó al Perú en 1833, siendo elegido diputado a la Convención que lo reincorporó al ejército con el título de Gran Mariscal. Partidario del presidente Luis José de Orbegoso fue Ministro Plenipotenciario en Chile y durante la Confederación Perú-Boliviana fue Presidente del Estado Nor Peruano. Tras el fin de aquella entidad política pasó otra vez al Ecuador. Cuando retornó en 1843 se retiró a la vida privada.

Nacimiento y primeros años

Fue hijo del español José de la Riva Agüero y Basso della Rovere, miembro de la distinguida familia italiana Della Rovere, Caballero de Carlos III y superintendente de la Real Casa de Moneda de Lima; y de María Josefa Sánchez-Boquete y Román de Aulestia, limeña, perteneciente a la nobleza colonial de Perú. Heredó de su familia materna el título de Marqués de Montealegre de Aulestia.

Viajó a España para completar su educación juvenil e ingresar en la carrera naval, pero los acontecimientos derivados de la ascensión napoleónica llamaron su atención y se trasladó por un tiempo a Francia, en viaje de recreo. Nuevamente de vuelta en Madrid, fue condecorado con la Orden de Carlos III (1807); y, movido por la excitación nacionalista que provocó la invasión napoleónica (1808), se alistó en el ejército español y participó en algunas acciones iniciales contra los franceses: en Guipúzcoa, Burgos y Córdoba.

Conspirador en Lima

Por los años de su estancia en la península, se afilió a una logia americana que trabajaba por la independencia de América. Nombrado contador y juez conservador del ramo de suertes y loterías del Tribunal Mayor de Cuentas de Lima (1810), volvió al Perú, vía Buenos Aires, con el ánimo predispuesto a favor del movimiento independentista. En el transcurso de su viaje afrontó airosamente los recelos de las autoridades: en Montevideo fue apresado aunque por corto tiempo; en Buenos Aires hubo de escaparse ocultamente, pues se le iba a obligar a regresar a España; algo similar le ocurrió en Mendoza.

Ya en Lima se relacionó con diversos grupos de patriotas y mantuvo activa correspondencia con los de Chile y de Buenos Aires, donde ya se habían instalado Juntas de Gobierno. Dirigía la Logia de Lima que funcionaba en su casa o en la del conde de la Vega del Ren. Estuvo complicado en casi todas las conspiraciones limeñas, por lo que fue constantemente vigilado por las autoridades y, a veces, perseguido, salvándole la intervención de poderosos parientes y amigos.

En 1816 escribió una Manifestación histórica y política de la revolución de América, publicada anónimamente en Buenos Aires en 1818 en la cual exponía veintiocho causas que justificaban la insurgencia contra el régimen virreinal.

Contactos con San Martín

Riva Agüero estuvo por entonces en contactos intensos con José de San Martín, quien luego de afianzar la independencia de Chile ya planeaba pasar al Perú. Envió datos valiosos sobre la situación de las fuerzas realistas y contribuyó a definir el plan de operaciones del Ejército de los Andes de atacar por la costa central del Perú, y no limitarse a desembarcar en Arica (sur peruano) para penetrar en el Alto Perú, como era el otro planteamiento. Por todo lo dicho, la figura de Riva Agüero fue fundamental para el logro de la emancipación de la América española.

Sucedió entonces que un mensajero de San Martín fue capturado con correspondencia que iba dirigida a Riva Agüero y otros patriotas limeños (abril de 1819). El virrey Joaquín de la Pezuela ordenó entonces el confinamiento de Riva Agüero en Tarma (sierra central del Perú), en tanto que fuera posible disponer de un barco que lo condujera a España; lo puso en prisión (26 de marzo de 1820); pero la apelación legal y la tensión motivada por el desembarco de la Expedición Libertadora determinaron el prudencial abandono de tal medida severa.

Aún en tal trance pudo Riva Agüero ingeniarse para introducir la deserción de las tropas realistas; fue él uno de los que influyeron en el paso del Batallón Numancia a la causa patriota. Del mismo modo organizó guerrillas para que coparan los accesos de Lima. Contribuyó también a producir la división y el desacuerdo entre los propios generales españoles e introdujo en el cuartel y el ejército realista espías dobles.

Prefecto de Lima bajo el Protectorado

Prestigiado con tantos servicios prestados a la causa patriota, Riva Agüero se presentó ante José de San Martín en el cuartel de Huaura. Hallose luego en la marcha efectuada sobre Lima, y al ser ésta ocupada (9 de julio de 1821) se le reconoció el grado de Coronel de milicias. Cuando se organizó el gobierno protectoral de San Martín, fue designado Presidente (prefecto) del departamento de Lima (3 de agosto de 1821). Tuvo decidida actuación en el acopio de los recursos que la situación requería; pero perdió la confianza de San Martín por haber promovido la expulsión del ministro Bernardo Monteagudo (25 de julio de 1822), personaje odiado por su monarquismo y las medidas severas que había dictado contra los residentes españoles de Lima. No obstante y pese a que San Martín eligió a otro Prefecto de Lima, Riva Agüero se mantuvo en el despacho, hasta después del retiro del Libertador del Perú.

Presidente del Perú

El Congreso instalado por San Martín el 20 de septiembre de 1822 asumió la suma del poder público y el día 24 encargó el ejercicio del Poder Ejecutivo a una comisión de su seno denominada Suprema Junta Gubernativa, presidida por José de La Mar. Esta Junta se propuso atacar a los realistas concentrados en el centro y el sur peruano, organizando dos ejércitos, pero los desastres sufridos por el “Ejército del Sur” en Torata y Moquegua exasperaron a la opinión pública que exigió la constitución de un gobierno unipersonal.

Dicha situación dio origen al primer golpe militar de la historia republicana peruana. El “Ejército del Centro”, que se hallaba acantonado en el fundo Balconcillo, cerca de Lima, solicitó al Congreso la disolución de la Junta Gubernativa (26 de febrero de 1823). A este episodio la historia lo conoce como el Motín de Balconcillo. Ante la negativa del Congreso, las tropas avanzaron amenazadoramente hacia la capital. El Congreso tuvo entonces que claudicar y ordenó el cese de la Junta Gubernativa (27 de febrero de 1823). Momentáneamente tomó el poder José Bernardo de Tagle, Marqués de Torre Tagle, hasta que el Congreso eligió a Riva Agüero como Presidente de la República (28 de febrero de 1823). Pocos días después el mismo Congreso lo ascendió a Gran Mariscal y dispuso que utilizara la banda bicolor como distintivo del poder ejecutivo que administraba (4 de marzo de 1823). Desde entonces todos los Presidentes del Perú han lucido dicha banda presidencial.

Labor gubernamental

Durante su gobierno como Presidente de la República (de febrero a junio de 1823) Riva Agüero puso en marcha una gran actividad para poner al Perú en condiciones de terminar por cuenta propia la guerra de la Independencia. Su obra gubernativa se concretó en los siguientes puntos:

Se abocó a una labor de organización y mejoramiento del Ejército poniendo gran empeño en aumentar sus efectivos con elementos peruanos. Al frente de él puso al general Andrés de Santa Cruz. Ordenó al comandante Antonio Gutiérrez de la Fuente formar fuerzas de reserva en las provincias del norte, en Trujillo, así como al coronel Ramón Castilla la creación del cuarto Escuadrón de Húsares.

Formó la primera escuadra peruana, cuyo mando encargó al Vicealmirante Jorge Martín Guisse. Creó la Escuela Naval. Estableció un permanente bloqueo de la costa para defenderla de las incursiones realistas.

Recogió el papel moneda emitido bajo el Protectorado de San Martín y cuya circulación quedó prohibida.

Envió misiones diplomáticas a la Gran Colombia, Chile y Argentina para solicitar la ayuda inmediata de estos países para consolidar el proceso de independencia. La ayuda que más necesitaba Riva Agüero era la de Bolívar, nombrando con tal fin como su Ministro Plenipotenciario ante el Libertador al general Mariano Portocarrero. Portocarrero pactó con Bolívar en Guayaquil un auxilio de 6.000 hombres, equipados y pagados por el Perú, y conforme a este pacto, empezaron a llegar al Callao las primeras tropas grancolombianas (abril de 1823). Junto con ellas llegó, en calidad de Enviado Extraordinario de Bolívar, el general Antonio José de Sucre, pero cuyo verdadero objetivo era preparar el terreno para que Bolívar fuera llamado al Perú. Riva Agüero envió también a Chile al diplomático José de Larrea y Loredo, quien logró conseguir un empréstito del gobierno chileno y una ayuda en hombres y materiales para la continuar la guerra contra los españoles. Ante la Argentina encargó la representación del Perú al Vicealmirante Manuel Blanco Encalada, sin resultados positivos.

Los comisionados Diego Paroissien y Juan García del Río lograron la contratación con Inglaterra de un empréstito por 1.200.000 libras esterlinas, el primero de la historia republicana del Perú. Ello permitió a Riva Agüero disponer de los fondos necesarios para su obra gubernativa.

Emprendió la Segunda Campaña de Intermedios, embarcándose las tropas del 14 a 25 de mayo de 1823, rumbo a los puertos del sur, desde donde planeaba atacar a los españoles que aun dominaban todo el sur peruano. Esta expedición la comandaba el general Andrés de Santa Cruz y como jefe de estado mayor iba el entonces coronel Agustín Gamarra. Era la primera vez que se ponía en acción un ejército formado íntegramente por peruanos. Santa Cruz desembarcó sus fuerzas en Iquique, Arica y Pacocha y avanzó sobre el Alto Perú. Los patriotas obtuvieron al principio algunas victorias. Gamarra ocupó Oruro y Santa Cruz La Paz. Pero la reacción de los realistas no se hizo esperar. El virrey La Serna envió a su general Gerónimo Valdes para que atacara a Santa Cruz, produciéndose la batalla de Zepita (25 de agosto de 1823), a orillas del lago Titicaca. Los patriotas quedaron dueños del campo, pero sin obtener una victoria decisiva. Acto seguido, Santa Cruz ordenó la retirada hacia la costa, siendo perseguido muy de cerca por las fuerzas de La Serna y Valdes, quienes despectivamente denominaron a esta campaña como la “campaña del talón”. Santa Cruz no paró hasta llegar al puerto de Ilo donde se embarcó con 700 sobrevivientes. La campaña terminó, pues, en total fracaso para los patriotas.

Pugna con el Congreso. Destitución

Al quedar Lima desguarnecida, el jefe realista José de Canterac avanzó desde la sierra contra la capital. Riva Agüero ordenó entonces el traslado de los organismos del gobierno y las tropas a la Fortaleza del Callao, el 16 de junio de 1823. El día 19 las fuerzas españolas ocupaban Lima.

En el Callao estalló la discordia entre el Congreso y Riva Agüero. El Congreso resolvió que se trasladasen a Trujillo los poderes Ejecutivo y Legislativo; creó además un Poder militar que confió al general venezolano Antonio José de Sucre (que había llegado al Perú en mayo de dicho año), y acreditó una delegación para solicitar la colaboración personal de Simón Bolívar en la guerra contra los españoles (19 de junio de 1823). Enseguida, el mismo Congreso concedió a Sucre facultades iguales a las de Presidente de la República mientras durara la crisis, y el día 23 de junio dispuso que Riva Agüero quedara exonerado del mando supremo.

Fin de su gobierno y destierro

Riva Agüero no acató tal disposición congresal y se embarcó a Trujillo con parte de las autoridades. Mantuvo su investidura de Presidente, decretó la disolución del Congreso (19 de julio de 1823) y creó un Senado integrado por diez diputados. Formó tropas e intentó reforzarlas con los restos de la Segunda Campaña de Intermedios. Mientras que en Lima, el Congreso fue nuevamente convocado por el presidente provisorio Torre Tagle, el 6 de agosto del mismo año. Este Congreso reconoció a Tagle como Presidente de la República, siendo éste el segundo ciudadano en adoptar dicho título, después de Riva Agüero. Cundió pues la anarquía en el Perú al existir al mismo tiempo dos gobiernos.

Riva Agüero empezó a negociar una tregua con los españoles a fin de oponerse a la autoridad del gobierno de Lima, así como a Bolívar y Sucre. Como no aceptara ninguna fórmula de entendimiento con el resto de los patriotas, hubo necesidad de recurrir a la fuerza para unificar al país. El mismo Bolívar abrió campaña contra Riva Agüero, pero éste fue apresado por sus propios oficiales encabezados por el coronel Antonio Gutiérrez de la Fuente (25 de noviembre de 1823), quien desobedeciendo la orden de fusilarlo, lo envió al destierro a Guayaquil.

Andanzas en Europa

Pero Riva Agüero no renunció a su vocación libertaria, y pasó a Europa donde, sin conocer aún la capitulación de Ayacucho, buscó el apoyo de Inglaterra de ciertos planes suyos para destruir el poder español en el Perú, "si llegase Bolívar a desaparecer". Inclusive advirtió luego que era necesario neutralizar la influencia que el sistema republicano daría a Estados Unidos.

En julio de 1826 se casó con la princesa belga Carolina Arnoldina Irene de Looz Corswarem, perteneciente a una casa que había sido soberana de un ducado pequeño en el antiguo Sacro Imperio Romano Germánico. La boda se realizó en el Castillo de Boulez de Brabante. Por entonces corrieron rumores en los medio diplomáticos internacionales de que se aprestaba a salir de Bruselas rumbo hacia América con una expedición de aventureros, con el objeto de coronarse él o coronar a un príncipe alemán o al infante Francisco de Padua. Lo cierto es que tal expedición no llegó a zarpar y Riva Agüero abandonó Europa en 1828, retornando a América. Adujo estar colmado de deudas, por lo que su estancia en el viejo continente se había tornado insostenible. Se estableció en Santiago de Chile.

Retorno al Perú

Sólo después que el gobierno peruano puso el cúmplase a la resolución legislativa que suspendía su proscripción (16 de mayo de 1831), Riva Agüero pudo retornar a su patria. Llegó el 22 de octubre de 1831 y fue recibido con muestras de aprecio de parte de la población. Consiguió que judicialmente se le exonerase de las responsabilidades derivadas de su conducta política (1832). Pero al mismo tiempo alentaba la ambición de recuperar el poder y seducía a todos con promesas que nunca podría cumplir, e inclusive comprometía a plumíferos para que desprestigiaran a sus antiguos adversarios. Fue elegido diputado por Lima a la Convención Nacional de 1833, pero poco después fue acusado de estar involucrado en una conspiración contra el gobierno de Agustín Gamarra y debió marchar nuevamente al destierro, a Guayaquil.

La Convención Nacional convocó a los Colegios Electorales en vista a las elecciones del Congreso y del Presidente sucesor de Gamarra. Dichos Colegios se reunieron solo parcialmente, por lo que las elecciones se frustraron. Riva Agüero, en ausencia, triunfó en Lima, aunque en sus Memorias se atribuyó falazmente el triunfo a nivel nacional. Como ya finalizaba el período de Gamarra, la Convención Nacional decidió elegir a un Presidente provisorio. El designado fue Luis José de Orbegoso, quien asumió la Presidencia el 21 de diciembre de 1833.

Ya de vuelta de su destierro, Riva Agüero se sumó al bando de Orbegoso; logró que se aprobara su reincorporación al Ejército peruano (1834), consiguiendo recuperar su rango de Gran Mariscal. Estuvo en la campaña contra los gamarristas descontentos con la elección de Orbegoso, que culminó con el “Abrazo de Maquinhuayo”.

Tras el golpe de estado de Felipe Santiago Salaverry (1835), Riva Agüero fue desterrado a Chile. Hallándose allí, fue acreditado como Ministro Plenipotenciario por el gobierno de Orbegoso, en octubre de 1835. Presentó sus credenciales el 31 de diciembre y logró que se desconociera la misión que allí desempeñaba Felipe Pardo y Aliaga en nombre de Salaverry. Se mezcló en problemas de política chilena que lo obligaron a suscribir explicaciones públicas, y cuando dio término a su misión (31 de julio de 1836), se hallaba en preparación la Primera Expedición Restauradora en contra de la Confederación Perú-boliviana encabezada por Andrés de Santa Cruz.

Retornó al Perú y fue designado Presidente provisorio del Estado Nor-Peruano (11 de julio de 1838), en reemplazo de Orbegoso. Ejerció precariamente su autoridad hasta que llegó a Lima la noticia de la derrota de los confederados de Santa Cruz en la batalla de Yungay (24 de enero de 1839). Ello marcó el fin de su carrera pública.

Últimos años

Una vez más partió al destierro a Guayaquil. Allí permaneció hasta 1843. Nuevamente de regreso a Lima, se apartó de toda actividad pública, dedicándose a las labores agrícolas. Durante sus últimos años redactó sus Memorias (en dos volúmenes), que se publicaron póstumamente bajo el seudónimo de P. Pruvonena. Murió el 21 de mayo de 1858.

Descendencia

De su unión con la princesa belga Carolina de Looz Corswarem y de la Nue, tuvo cinco hijos: José, Carolina, Carlos, Alfonso y Andrés. El primero, José de la Riva Agüero y Looz Corswarem, fue canciller de la República del Perú entre 1872 y 1875, bajo el gobierno de Manuel Pardo y Lavalle, y es recordado por haber concertado el Tratado de alianza defensiva entre Perú y Bolivia en 1873, que fue usado como pretexto por Chile para desencadenar la Guerra del Pacífico en 1879. Este José fue a la vez padre de Enrique de la Riva Agüero y Riglos, que fue tres veces Canciller y Primer Ministro de la República del Perú.

Un bisnieto del prócer fue el notable polígrafo José de la Riva-Agüero y Osma, último marqués peruano de Monte Alegre de Aulestia.

Obras y escritos diversos

Ligera idea del abandono en que se halla el Tribunal de Cuentas del Perú (1813), folleto.
Manifestación histórica y política de la revolución de América (Buenos Aires, 1818), más conocido como el folleto de “las 28 causas” o veintiocho razones que según el autor justificaban la emancipación de las colonias hispanoamericanas.
Origen de que los mandones y tiranos del Perú me consideren enemigo de ellos (1820), folleto que se mantuvo inédito.
Exposición acerca de su conducta pública en el tiempo en que ejerció la presidencia de la República del Perú (Londres, 1824).
Suplemento de la Memoria dirigida a la Representación Nacional del Perú por D. José de la Riva-Agüero, ex presidente de aquella República (Santiago de Chile, imprenta Republicana, 1829).
Representación a las Cámaras Representativas del Perú por don José de la Riva-Agüero, Gran Mariscal y ex Presidente de aquella República (Santiago de Chile, imprenta Republicana, 1830).
Memorias y documentos para la historia de la independencia del Perú y causas del mal éxito que ha tenido ésta [1] (París, 1858), memorias históricas y recopilación de diversos documentos, en dos volúmenes, que firmó con el seudónimo de P. Pruvonena (anagrama de “vn peruano”). Obra en la que colaboraron los canónigos Mariano José de Arce y José Nicolás Garay. Fue publicada después de su fallecimiento. (Wikipedia)

sábado, 19 de noviembre de 2011

Submarino Pacocha Choque Hundimiento y Milagro

Submarino Pacocha

El 26 de agosto de 1988 el submarino Pacocha colisionó con el barco pesquero japonés Kiowa Maru. Al morir el capitán de la nave, el entonces teniente Roger Cotrina comprendió que humanamente sería imposible evitar la tragedia, pues la presión del agua impedía cerrar una compuerta interna que los mantendría con vida.

"Me faltaba el aire y entonces me puse a pensar con todas mis fuerzas en sor María Petkovic (fundadora de la Congregación de las Hijas de la Misericordia). Cerré los ojos y recé. Repetí la oración que había escuchado, pensé en ella y de pronto vi una luz brillante", afirmó. En ese momento una fuerza sobrenatural le ayudó a cerrar la compuerta. Una comisión militar señaló posteriormente que lo realizado por el marino es humanamente imposible.

En el accidente fallecieron ocho tripulantes, pero los 22 sobrevivientes aseguraron que gracias a la religiosa están vivos y que ella evitó que el desastre fuera mayor. La Madre María de Jesús Crucificado Petkovic fue beatificada el 6 de junio de 2003 por el Papa Juan Pablo II, gracias al milagro comprobado en favor de los marinos peruanos. En dicha ocasión, Cotrina y su esposa participaron de la Eucaristía.

La proyección del documental se realizó en el Centro Médico Naval "Cirujano Mayor Santiago Távara" y contó con la presencia de los marinos sobrevivientes, las religiosas de la congregación, el Vicepresidente del Perú Luis Giampietri, altos mandos de la Marina de Guerra, entre otros.











Videos: http://www.youtube.com/user/unrealbug

viernes, 18 de noviembre de 2011

Giovanni Antonio Raimondi Dell'Acqua

Foto: Antonio Raimondi

Giovanni Antonio Raimondi Dell'Acqua (Milán, Italia; 19 de septiembre de 1824 - † San Pedro de Lloc, Perú, 26 de octubre de 1890) fue un prominente investigador, naturalista, geógrafo, explorador, escritor y catedrático italiano, su especialidad consistió en un profundo y esmerado estudio de la fauna, flora y geología peruana. Radicando en el Perú, fue catedrático de la Universidad de San Marcos en Lima.

Biografía

Sus padres fueron Enrico Antonio Raimondi Mazza (nacido en 1789), pastelero de profesión y María Agata Rebeca Dell'Acqua Vismara (nacida en 1790 - fallecida en 1864). Raimondi fue el penúltimo de ocho hermanos, tres mujeres y cinco varones (de los cuales uno fallece en la infancia y otros dos se ordenan sacerdotes).

El 2 de septiembre de 1869 Raimondi contrae matrimonio en la parroquia de San Sebastián de Huaraz, Ancash, con la huaracina Adela Loli Castañeda (Huaraz, Ancash, Perú; 21 de febrero de 1848 - † Lima, 11 de junio de 1928), con quien tuvo 3 hijos:
Enrique Antonio Raimondi Loli ( 20 de junio de 1870 - † 12 de octubre de 1937), casado con Ana María Becker, sin sucesión.
María Antonieta Victoria Raimondi Loli ( 28 de julio de 1872 - † 1923), fallecida soltera.
Elvira Isabel Magdalena Raimondi Loli ( 20 de julio de 1877 - † 26 de octubre de 1938), fallecida soltera.

La segunda patria de Raimondi fue Perú

Llegó al Perú desembarcando en el puerto del Callao el 28 de julio de 1850. Ese mismo año el médico peruano Cayetano Heredia le encargó la organización del Museo de Historia Natural del colegio Independencia, institución que más adelante pasaría a ser la Escuela de Medicina del Perú.

Desde 1851 se desempeñó como profesor de historia natural, teniendo a su cargo la enseñanza de la geología y la botánica. Fue uno de los maestros fundadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1856. Fundó la cátedra de química analítica en 1861, regentándola hasta 1872. En 1866 fue elegido co-primer decano de la entonces flamante Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas.

Fue cautivado por los recursos naturales del Perú pues de los 40 años que vivió en él, 18 años viaja por casi todo su territorio con el fin de conocer más a fondo su naturaleza y sus habitantes ya que desde Italia los había estudiado bien. Financió sus primeras expediciones con sus propios recursos. 

Su primera asignación fue una iniciativa del Parlamento Nacional, en 1858, de 2,000 pesos anuales, suma que pasó a ser de 3,000 pesos dos años más tarde. En estas condiciones recorrió miles de kilómetros por itinerarios de gran dificultad en regiones prácticamente desconocidas Su primer gran viaje duró dos años y medio y tras reponerse durante seis meses en Lima partió a otro de gran trascendencia por el centro del Perú.

En sus viajes recorrió amplios sectores del ande peruano, ingresando hasta Vitoc y Chanchamayo, para retornar por la misma ruta un año después, internándose hasta Tingo María. Documentó los yacimientos de carbón mineral del litoral piurano, analizó el guano de las islas Chincha, verificó las reservas salitreras de Tarapacá, recorrió las remotas provincias auríferas de Carabaya y Sandia, navegó el Marañón, Ucayali y Amazonas, entre los ríos orientales más representativos.

El producto de sus esfuerzos se ve realizado en una inmensa obra que puso los cimientos a numerosas ramas de las científicas que se investigan y estudian en las universidades peruanas. La obra más sobresaliente de Raimondi es "El Perú", editada en seis tomos entre 1875 y 1913, en la cual, en su prefacio, anima y aconseja directamente a todos los peruanos a estudiar las riquezas naturales del Perú, hecho que lo convierte por virtud, para muchos historiadores y escritores, como un verdadero peruanista. 

Pero aparte de ese prefacio en el cual él parece sumarizar sus anhelos y sentir hacia el Perú, el sabio es muy bien recordado y ponderado por la mayoría de los peruanos, pues Raimondi entregó la mayor parte de su vida al estudio del Perú.

Dejó numerosos cuadernos de apuntes (algunos se han perdido) con numerosos y valiosos datos sobre todo lo que observaba a su paso. Colectó numerosos especímenes vegetales y animales de todo tipo, así como minerales y otros elementos geológicos. Aún se conserva un cierto número de estos especímenes en el Museo de Historia Natural de la Universidad Mayor de San Marcos, en Lima. La colección se completa con datos y observaciones meteorológicas, esquemas, ilustraciones, etc. Antonio Raimondi era un genuino enciclopedista.

La popularidad de Raimondi se ve singularmente representada por la atribución que lo hace aparecer como el autor de aquella frase, tristemente célebre y frecuentemente mencionada, tanto por los medios de difusión como por los políticos peruanos: "El Perú es un mendigo sentado en un banco de oro". Sin embargo los investigadores indican que tal frase nace del acervo popular y no de la pluma de Antonio Raimoindi, ni de ningún otro escritor o investigador. Entonces, esta atribución se debe más bien a que la obra de Raimondi ha sido bien difundida pero muy poco leída dentro del Perú, ya que la susodicha frase no es mencionada en ningún texto escrito por Raimondi. Otra frase del sabio ítalo-peruano que debería hacerse al menos tan popular como la anterior es "En el libro del destino del Perú, está escrito un porvenir grandioso".

Antonio Raimondi fue siempre muy reconocido por científicos y naturalistas. Prueba de ello es que se le dedicaron los nombres científicos de algunas especies animales (por ejemplo, un ave paseriforme llamado cortarrama peruana Phytotoma raimondii) y vegetales (como el género Raimondia o la colosal especie andina Puya raimondii). De esta última en realidad fue co-descubridor, aunque la llamó Pourretia gigantea.

Murió en la ciudad de San Pedro de Lloc, en el departamento de La Libertad, el 26 de octubre de 1890.

En su memoria y por su aporte a la cultura peruana, existe un busto que se exhibe en una pequeña plaza de Barranco, en Lima, esculpido en bronce por el artista italiano conde Agostino Lodovico Marazzani Visconti en 1904, además también desde el año 1930, funciona un colegio que en su honor los residentes Italianos en el Perú lo denominaron: "Colegio Italiano Antonio Raimondi". Tiene también estatuas en la Plaza Italia (Barrios Altos, Lima) y la Av. Arequipa, en Lima. Calles y Plazas llevan en el Perú su nombre.

El 16 de diciembre del 2010, el presidente Alan García colocó la primera piedra del Parque Ecológico de Lima que lleva el nombre de 'Antonio Raimondi' y que será por su extensión el parque urbano mas grande de América.

Formación y exploración

Para dedicarse por completo a sus viajes de estudio por todo el país encomendó su cátedra de Botánica al doctor Miguel Colunga, quien la desempeñó por un largo tiempo.

Obras

EL Perú - Itinerario de Viajes, 1929.
Elementos de botánica aplicada a la medicina y a la industria, en los cuales se trata especialmente de las plantas del Perú. Lima: M. Murga. 1857
Apuntes sobre la provincia litoral de Loreto. 1862
Análisis de las aguas termales de Yura, aguas minerales de Jesús y aguas potables de Arequipa. Arequipa: Impr. de Francisco Ibañez. 1864
El departamento de Ancachs (sic) y sus riquezas minerales. Lima. Publicado por Enrique Meiggs. Imprenta "El Nacional" 1873
Manipulación del guano. Lima: Impr. de El Nacional, por P. Lira. 1873
La manipulación del guano. Lima: Impr. del Estado. 1873
Guano y salitre. Lima: Impr.de la Opinión nacional. 1874
Observaciones a la memoria del señor D.D. Daniel Demaison. Lima: [s.n.]. 1874
Observaciones al dixtámen de los señores Cisneros y garcía en la cuestión relativa al salitre. Lima: s.n. 1875
Minerales del Perú o catálogo razonando de una colección que representa los principales tipos minerales de la República, con muestras de huano y restos de aves. Lima. Imprenta del Estado. 1878
Minéraux du Pérou. Paris: Impr. centrales des chemins de fer A. Chaix el Cie. 1878
El departamento de Ancash y sus riquezas minerales. Lima: Impr. El Nacional. 1879
Apéndice al catálogo razonado de los minerales del Perú. Lima: Impr. del Universo. 1880
Mapa del Perú. Paris: Erhard fres.,. 1883-1900
Minas de oro de Carabaya. Lima: Carlos Paz Soldán. 1883
Aguas potables del Perú. Lima: F. Masías y Cía. 1884
Memoria sobre el Cerro de Pasco y la montaña de Chanchamayo. Lima: Impr. de la Merced. 1885
Minas de oro del Perú. Lima: Impr. y Libr. de B. Gil. 1887
Estudios geológicos del camino entre Lima y Morococha y alrededores de esta hacienda. Lima: Impr. y Libr. de San Pedro. 1902
El Perú VI tomos Lima. Imprenta del Estado. 1913-1974
El Perú; itinerario de viajes (versión literal de las libretas originales)Lima. Imprenta Torres Aguirre. 1929
Apuntes sobre la provincia litoral de Loreto. Iquitos: Impr. "El Oriente". 1942
Notas de viajes para su obra El Perú. Lima: Impr. Torres Aguirre. 1942-1948
50 láminas inéditas de iconografía vegetal. Lima: Edit. Ausonia. 1955
Viajes por el Perú. Lima: Universitaria. [1966?]
Apreciaciones Personales. Cartas a Miguel Colunga (1859-1868). Lima. Serie Epistolarios. Biblioteca Nacional del Perú. 1990
Antonio Raimondi, mirada íntima del Perú: epistolario, 1849-1890. Lima: Fondo Editorial del Congreso del Perú, Banco Central de Reserva del Perú. 2005 (wikipedia)

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