jueves, 25 de febrero de 2010

Hallazgos en Perú prueban que milenaria leyenda es historia real



Los vestigios de una cultura previa a los incas, la Lambayeque (o de Sicán), están saliendo a la luz tras cuatro años de excavaciones en el complejo Chornancap, cerca de la ciudad de Chiclayo, en el norte costero de Perú.

Siguiendo la pista de unas pinturas desenterradas en 1983 por el investigador Christopher Donnan, un equipo dirigido por el arquéologo Carlos Wester La Torre logró encontrar bajo 25 metros de arena el templo sagrado de Naylamp.

"Aún no estamos seguros si perteneció exactamente a él o a alguno de sus descendientes, pero sí podemos decir que perteneció a un líder, donde se hacían ceremoniales. Había un calendario ceremonial vinculado al mar, la luna y probablemente a sacrificios humanos", explica Wester al teléfono desde Lambayeque, donde dirige el Museo Arqueológico Brüning.

Mito y realidad

Lo importante del hallazgo es que entrega pruebas reales de la existencia de Naylamp, un soberano de características míticas, cuya historia se hizo conocida durante mil años sólo gracias a la tradición oral.

"Necesitamos encontrar argumentos arqueológicos para validar la tradición oral y cada vez tenemos más indicios. Los elementos de la leyenda aparecen en los edificios que hemos encontrado", sigue Wester.

¿Quién es Naylamp? Dice la leyenda que él venía navegando y eligió estas costas para levantar su imperio en esta zona. Su fama es la de un líder político y religioso de características algo sobrenaturales y trajo prosperidad al lugar. La cultura Lambayeque es del siglo VIII d.C., siguió a la civilización Moche y es reconocida por las habilidades de sus ingenieros en regadíos.

Naylamp se convirtió en leyenda una vez que dejó el lugar, supuestamente volando. Su entorno, consternado por su desaparición, explicó su ausencia de esta forma y si lo sepultó en alguna parte, esa tumba no ha sido encontrada aún.

"No hay un cuerpo, pero lo que sí hay es una imagen grabada y presentada en metales, en tejidos. Es una deidad como Jesucristo. Es un hombre que tiene una autoridad religiosa y política sobre un área geográfica determinada", prosigue Wester.

Un antiguo cuchillo ceremonial conocido como Tumi, que hoy es pieza de un museo, muestra a un personaje que sería Naylamp. La figura tiene a un hombre con alas, que sostiene un cuchillo asociado al poder y a los rituales de sacrificio y está sentado en un trono muy parecido al que acaban de descubrir en Chornancap. Además, sobre su cabeza se representa la ola que lo trajo a estas tierras.

Sin corazón

Aunque la búsqueda llevaba cuatro años, en los últimos meses de 2009 fue que hicieron el descubrimiento más importante: el templo. Para llegar ahí tuvieron que remover las dunas que cubrían una zona de 250 metros cuadrados y lo hicieron con herramientas pequeñas para no afectar el entorno.

Además de los edificios, encontraron pinturas murales que representaban las ceremonias que se hacían ahí. "Ahora que reiniciamos los trabajos en febrero, hemos tenido suerte, pues hemos visto un fragmento de unos 20 centímetros de una pintura que podría corresponder a un mural de unos 15 metros de ancho", detalla el arqueólogo.

Dentro del complejo también fueron encontrados los cuerpos de 33 personas que, de acuerdo a los primeros análisis, fueron sacrificadas, pues tienen cortes en el cuello y en las clavículas. "Ahora hemos podido documentar el final de estos sacrificios, pues en tres de estos entierros aparece que la T pulmonar ha sido cortada para extraer el corazón".

Mientras las investigaciones siguen su curso, National Geographic está estudiando la posibilidad de hacer un documental con todo este material, para recrear el estilo de vida de esta cultura. (Gabriela Bade - El Mercurio – Chile)




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