miércoles, 3 de junio de 2009

En España El tenor peruano Juan Diego Flórez pone en pie al Teatro Real con un recital dedicado a Alfredo Kraus

El tenor peruano Juan Diego Flórez ha salido al balcón del Teatro Real, en Madrid, para cantar 'La flor de la canela' al público que ha seguido su recital desde la plaza de Oriente


En septiembre se cumplen diez años de la muerte de Alfredo Kraus y el tenor peruano Juan Diego Flórez ha querido dedicar expresamente al tenor español el derroche de voz con el que ha puesto en pie al Teatro Real y al que será su director artístico a partir de enero, Gerard Mortier.

Ellos no han sido los únicos que han recibido emocionados cada una de las canciones rossinianas y españolas con las que Flórez ha "consolado" al público español por su decisión de no cantar el papel del duque de Mantua del Rigoletto que mañana estrenará el Real ya que el público congregado ante la pantalla instalada en la Plaza de Oriente ha sido, al menos, igual de entusiasta.

A unos, a los del interior del teatro, les ha agradecido su entusiasmo con cuatro "propinas" y a los de fuera cantando, a capella, y nada más terminar el recital, La flor de la canela asomado a la terraza del Real.

Madrid, rendido ante el tenor
Si ese gesto, que la gran mayoría del público "de pago" se ha perdido porque Flórez lo ha hecho sin previo aviso e inmediatamente después de salir por tercera y última vez a saludar, ha provocado el arrebato en la plaza de Oriente, en el patio de butacas se han escuchado durante el recital piropos de todos los cortes, especialmente con la canción que ha cerrado los bises, el bolero Júrame, y con los nueve 'do' de pecho de Ah! mes amis de La Fille du Regiment.

En esas dos ocasiones, y en medio de los "bravo", "guapo", qué majo eres" ó "eres el rey" dedicados a Flórez, Mortier se ha puesto en pie al igual que el resto del público, incluido el actual director artístico del Real, Antonio del Moral, con el que el belga ha intercambiado varios comentarios sobre el espectáculo.

Tampoco han escatimado, ellos y el público, la pasión con la "novedad" de la noche: el aria Terra amica de la ópera Zelmira, -que interpretará este verano en el Festival de Pessaro-, y con el que ha cerrado la primera parte, dedicada íntegramente a su "especialidad": Rossini.

La segunda la ha abierto con el Ah! lève-toi, soleil! de Roméo et Juliette de Gounod, ha seguido con La alegría del batallón de José Serrano, El guitarrico de Agustín Pérez Soriano, Emigrantes de Rafael Calleja y Tomás Barrera, y para terminar ha recuperado a Rossini con Asile hereditaire...Amis, amis de Guillaume Tell.

Para las "propinas", como él las ha llamado, y para cuya elección ha bromeado con el pianista, Vincenzo Scalera, diciendo que no sabían qué cantar, se ha guardado, además de Júrame y Ah! mes amis, Cessa di piu resistere y L'alba separa dalla luce l'ombra.

A Mortier, el concierto, que se repetirá el próximo domingo, con pantalla gigante incluida, le ha parecido "fantástico", igual que a la esposa del tenor, Julia Trappe, según han manifestado ambos al término del recital.


Fuente: diario QUE de España – www.que.es




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